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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Omar Everleny: “Una reforma económica factible sería aquella que expanda la creación de riqueza nacional”


En varios análisis y opiniones vertidas en la esfera pública cubana transnacional muchos defienden la propuesta de una reforma económica más amplia, integral y rápida. Del mismo modo, resaltan que el modelo social cubano no debe renunciar al acceso universal a la educación y a la cultura, a la salud pública, a la seguridad social y al trabajo decente –para lo cual habrá que desarrollar una gran capacidad de generar empleo. ¿Cuáles deben ser las características de una factible reforma económica así considerada? ¿Cómo podría la sociedad cubana asegurar el acceso universal, con calidad, a esos derechos? ¿Cómo colocar en función de ellos los recursos financieros necesarios sin escatimar recursos para el desarrollo de otros ámbitos también medulares? Brindamos las opiniones del economista Omar Everleny. 

Una factible reforma económica en Cuba sería aquella que expanda de una forma acelerada una mayor creación de riqueza nacional; entiéndase por ella, desatar todos los nudos que frenan el desarrollo de las fuerzas productivas en el país, desde cambios en el modelo de planificación existente y la centralización (que entorpece el avance de las empresas estatales), hasta permitir el desarrollo verdadero del sector no estatal (como las pequeñas y medianas empresas en todas las actividades), desde los servicios que son las que más han avanzado, hasta las industriales y de la construcción.

Primero, el país debe crear más recursos financieros, para después repartirlos de forma creciente. Dicho de otra manera, Cuba debe mantener y aumentar los resultados sociales alcanzados en la educación, salud, cultura, deporte, asistencia social, entre otros, y eso es solo viable si se expanden los ingresos financieros al presupuesto nacional. Con déficits fiscales de forma creciente es muy complejo seguir manteniendo esos logros sociales, ya que tendrían que seguirse posponiendo otros gastos necesarios en el país, como las inversiones en infraestructura, de servicios básicos, entre otros; es decir, modernizar actividades que han quedado rezagadas.

Si se amplía la base impositiva en Cuba, entiéndase aumentar el número de empresas o actividades existentes, podrían incrementarse los beneficios al Estado. Pero para que se materialice ese incremento, debe permitirse un número mayor de actividades que ejecuten los recursos humanos altamente calificados: ingenieros, arquitectos, diseñadores industriales, etc. Estos deben poder crear sus negocios en aquellas áreas donde tengan conocimientos; pero una decisión verdadera, es decir, que tengan mercados donde comprar sus insumos, o se les permita importar, e incluso exportar después.

Estaría muy de acuerdo en que hay ciertas actividades que se podrían generalizar para incrementar la calidad de la educación, especialmente potenciar las escuelas de idiomas, o técnicas, como escuelas de peluquería, de otras actividades, y podrían ser privadas o cooperativas, y el presupuesto del Estados no las financiaría.

En conclusión, los gastos sociales que el Estado cubano ofrece deberían mantenerse, pero para eso, el Estado tiene que mejorar sus indicadores macroeconómicos, especialmente hacer crecer su Producto Interno Bruto a más de un 5 por ciento anual; pasar a tener un presupuesto superavitario, incrementar las exportaciones de bienes y servicios, que permitan tener un superávit necesario para incrementar las importaciones necesarias, aumentar las producciones agrícolas e industriales, estimular la productividad y el interés por el trabajo, sobre la base del aumento de los ingresos de los empleados cubanos, entre otros muchos aspectos. Con una economía en depresión, es muy complejo que mejore o se mantenga el nivel de vida de la población.

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