Las lluvias del huracán Irma atrasaron la siembra de piña en  Ciego de Ávila, y sus trabajadores continúan la labranza correspondiente para ampliar la comercialización en el turismo y la exportación, a fin de obtener divisas y  fortalecer la economía nacional.
Ciego de Ávila, 31 oct (ACN) Las lluvias del huracán Irma atrasaron la siembra de piña en  Ciego de Ávila, y sus trabajadores continúan la labranza correspondiente para ampliar la comercialización en el turismo y la exportación, a fin de obtener divisas y  fortalecer la economía nacional.

   El territorio avileño ya llegó a mil 459 hectáreas plantadas de las variedades MD-2 y Española Roja, con el  compromiso de completar dos mil hectáreas antes de que finalice el 2018, para lo cual se dispone de la semilla correspondiente, precisó a la ACN el ingeniero Reinaldo Ávila Guerra, director de la Unidad Empresarial de Base dedicada a ese proyecto en el sur avileño.

    Otro de los objetivos es sobrepasar las  mil 075 toneladas de piña MD-2 enviadas el  pasado año a Europa, debido a la alta demanda de un alimento con cualidades exquisitas, sobre todo en España, Italia y Francia, además del suministro  del dulce alimento a los polos turísticos cubanos.

   Ávila Guerra destacó el buen avance productivo en el mes de mayo al implantarse un récord de 717 toneladas de esa variedad, lo cual significa un paso adelante para llegar a mil 300 al cierre del mes de diciembre.

     La MD-2, que puede triplicar el rendimiento de la Española Roja al aportar hasta más de 60 toneladas por hectárea, comenzó a fomentarse en 2012 con híbridos traídos de Costa Rica y suman más de un centenar las hectáreas plantadas, con perspectivas  de seguir creciendo.

   Un cambió en el sistema de siembra, la introducción de equipos de riego de enero a agosto  y una mejor dosificación de los fertilizantes y medios biológicos contra las plagas y enfermedades, permitieron que los campos piñeros aumentaran sus producciones.

  La conocida por MD-2 se caracteriza por su poca acidez y es una fruta excelente y de gran tamaño, mientras la Española Roja tiene la ventaja de ser sumamente resistente al cambio climático y requiere menos insumos que las otras.

   En la década de 1980 este territorio acopió durante un año 31 mil toneladas de ananás, pero más adelante su auge comenzó a reducirse por dificultades económicas, aunque volvió a incrementarse a partir de 2008.

  Sin embargo, el sector cooperativo-campesino se ha quedado a la zaga en el cultivo de la piña por la carencia de buldóceres para el desbroce de marabú, según el ingeniero Ezequiel Abreu Antúnez, especialista de la Agricultura.

   Se prevé que campesinos del municipio de Baraguá y de otras localidades se incorporen el próximo año a esta cruzada frutícola, agregó el funcionario.