Escrito por Katia Siberia, con fotos de la autora Gráfico: Sayli Sosa Video: Nohema DíazCategoría: Economia, El Invasor
Publicado: 13 Noviembre 2017
Publicado: 13 Noviembre 2017
• Este no es el guion de una película, pero en la trama de la historia surgen “escenas” increíbles y conflictos entre los actores sociales que en ella intervienen. Se supone que el final sea feliz, sobre todo, porque hablamos de desarrollo (sin el sub)
Dos veces lo miré, pero un informe que la Dirección Provincial de Finanzas y Precios mostrará, incluso, a la Contraloría General de la República no debe tener errores, y menos en números. Por si acaso, cuestioné la infalibilidad: ¿351 000.00 pesos gastados en Chambas, en el mes de mayo, para la reparación y reposición de bancos? “Anjá”, me dijeron del otro lado con más resignación que indignación, porque si la cifra luce exorbitante bien podría “echársele la culpa” a quienes fabrican bancos como si fueran obras de arte y los venden como tal (cada uno podría costar 5 000.00 pesos). Y si el empleo parece indebido ahí está la facultad de los Gobiernos y Consejos de la Administración Municipal (CAM) para decidir en qué emplean el uno por ciento de los ingresos brutos obtenidos por las ventas de bienes o prestación de servicios. Es un aporte de las entidades radicadas allí y allí se decide.
De modo que si, al cierre de septiembre, en Chambas habían gastado 941 400.00 pesos y el 37 por ciento de esa cifra “se fue al parque”, la decisión es lícita, aunque hasta cierto punto cuestionable, pues con ese uso no lograrán invertir, multiplicar ingresos, crecer más para luego redistribuir más, emprender un proyecto sostenible que se revierta y termine en beneficios sociales y económicos... No alcanzarán, definitivamente, el desarrollo local esperado.
Pero ese no sería (ni es) el problema mayor: Chambas no es el único. Nueve de los 10 municipios de esta provincia no tienen concebido ni a corto ni a largo plazo un Proyecto de Desarrollo Local, gestado a partir de la cuenta que engrosa dicha contribución, creada con esos fines. La realidad ha subvertido las disposiciones de un concepto que, a la postre, podría entenderse como subdesarrollo local. Tal criterio viene a confirmarse cuando se le sigue el rastro al dinero que cada uno de los CAM ha ejecutado hasta el cierre de septiembre del presente año. Con el “arqueo” de algunos ejemplos aparecen, también, no pocas interrogantes sobre el empleo del uno por ciento de la contribución territorial, una política diseñada desde arriba y ejecutada, por suerte, en su nivel más “bajo”.
ESCENAS RECIENTES
Morón: 130 000.00 pesos en reparación y mantenimiento de la Unidad Presupuestada de Apoyo a la actividad cultural.
Bolivia: 20 000.00 pesos en reparación y mantenimiento de locales pertenecientes a la Dirección Municipal de Salud.
Primero de Enero: 100 000.00 pesos en la Dirección Municipal de Educación para gastos corrientes en pagos de depreciación, alimentos, mantenimiento de equipos de computación, transportación, servicios de seguridad y protección.
Ciro Redondo: 126 500.00 pesos en reparación y mantenimiento de obras de Educación.
Florencia: 107 100.00 pesos a la reparación y mantenimiento de entidades de Educación, Cultura y Salud.
Majagua: 28 336.00 pesos para respaldar gastos del tiro de agua en pipas, 14 007.00 pesos en la reparación de un baño público.
Ciego de Ávila: 171 400.00 pesos para campaña antivectorial, 247 100.00 pesos en gastos de la actividad cultural.
Venezuela: 34 500.00 pesos para la reparación y mantenimiento del Paseo de las Américas.
Baraguá: 308 000.00 pesos para reparación y mantenimiento de obras de la Salud y Educación.
Obviamente, mientras mayor cantidad de entidades radiquen en un municipio, mayores serán sus posibilidades de captar fondos, pero, más allá de la lógica disparidad del desarrollo, llama la atención que en el informe monitoreado por la Dirección Provincial de Finanzas y Precios casi la totalidad del dinero se destina a la reparación y el mantenimiento sobre el que dentro de algunos años habrá que volver. Cíclico empleo. Escaso crecimiento.
Si bien la tabla muestra el porciento que ha ejecutado cada territorio de su total recaudado, hoy el llamado de atención no está en cuánto queda por gastar, sino, dónde se va a emplear. Una “alerta” que vale no solo para Ciego de Ávila, según refleja la prensa nacional.
El hecho resulta más contradictorio aún, pues los procedimientos sobre el uso de la contribución (cuando no se destina a algún proyecto de desarrollo) permiten emplearla en “actividades que no demandan recursos materiales adicionales centralizados en otros balances de la Economía”. ¿Y entonces? ¿De dónde han podido obtenerse tantos recursos materiales para mantener y reparar?
“En 2016 Ciego de Ávila ejecutó, en total, poco más de cinco millones de pesos porque la Ley no ofrecía los beneficios que hoy plantea. Sin embargo, ahora, con mayores sumas, continuamos desaprovechándola”, reconoce Ricardo Dapía
Ricardo Dapía Batista, director provincial de Finanzas y Precios reconoce que la mayor limitante en el empleo de la contribución territorial ha sido la planificación; una “asignatura” pendiente desde 2015, cuando todos los municipios fueron facultados para emplearla. Y seguimos en las mismas, según sus declaraciones: “el proyecto de plan de 2018 ya está en La Habana y ningún municipio demandó recursos para hacer uso de la contribución, ¿qué pasará entonces?, seguirán empleando ese dinero en deficiencias del plan. Y no es que el uso sea del todo erróneo porque se resuelven problemas, pero no es a lo que aspiramos porque no se genera empleo, más ingresos, desarrollo...”; argumenta, además, que hasta el cierre de septiembre de este año se habían ejecutado unos ocho millones de pesos, fundamentalmente, en esas labores.
Ileana Venegas Acosta, directora provincial de Economía y Planificación, explica, también, las causas de esta práctica “apaga fuegos” —como la nombra— y cree que “al no existir una cartera de proyectos, la contribución se está usando para acciones que pudieran tener un respaldo en el plan y que suplen las insuficiencias de la planificación. No preparan las inversiones como se debe, inmovilizan los recursos financieros y utilizan, luego, esos materiales en algo que no tenían planificado.
• Escuche otras declaraciones de la directora provincial de Economía y Planificación
“Muchos ven que se solucionan problemas, pero sin proyectos sostenibles en el tiempo ese pensamiento no tributará al desarrollo que podríamos promover”, señala Venegas en medio de un contexto que lo justifica, pues hoy los ingresos de la provincia previstos para el cierre del año sobrepasan los 600 millones de pesos y los 26 millones, aproximadamente, de la contribución territorial, que deben captarse en este 2017, son casi invisibles. La estrategia de multiplicarlos sigue pendiente y sigue siendo necesaria: ya en febrero, a través de la Mesa Redonda, Lourdes Rodríguez Ruiz, directora general de Atención Institucional del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), informaba que los gastos en el presupuesto del Estado habían crecido en un 11 por ciento con relación al año anterior.
Si queremos “aliviar” esa carga la autogestión de los municipios es fundamental. Sin embargo, este año solo Chambas había presentado un proyecto. “Otra vez Buchillones, dicen que ahora sí ejecutarán los 146 000.00 pesos”, confiesa Ileana con cierta incredulidad, antes de admitir que desde hace cinco años se habla del famoso proyecto y lo poco que se había hecho era eso, muy poco. Luego, vino el huracán Irma y lo redujo a casi nada.
Así quedó Buchillones tras el paso de Irma
Todo parece indicar que este año tampoco se avanzará en proyectos de desarrollo local, aunque desde noviembre de 2012 se hacía referencia a la dejadez. En ese momento no existía la contribución al desarrollo local como fuente para financiar proyectos y se apelaban a Iniciativas Municipales de Desarrollo Local (IMDL), que dependían de presupuestos centrales y foráneos. “Se presentaban en el plan y se aprobaban, pero llegaban carentes de preparación y muchas veces ni utilizaban los créditos, muchos quedaron en el camino, morían antes de nacer”, recuerda Ileana.
¿UNOS SÍ Y OTROS NO?
Pese a ello, hoy, gestados desde los municipios, existen nueve proyectos que apelan a esta modalidad. Para Julián Verona Hernández, especialista del Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX) que atiende a la provincia, tal cifra le parece insuficiente, aun cuando otros proyectos de colaboración, diseñados a nivel nacional, se inscriben en el territorio y aporten, también, beneficios.
“Se aprovechan pocos, no se presentan casi proyectos”, comenta, sin saber que solo uno (Buchillones) fue diseñado para aprovechar los recursos financieros que están allí mismo, en el municipio. Él no entiende la paradoja, sobre todo, porque, según las guías de procedimiento que muestra el MINCEX, sus proyectos (esos 9 IMDL), tienen que contar con un fondo de fomento aprobado por el MFP, créditos al banco con sus intereses, contar con la anuencia de un órgano nacional que representará a la parte cubana, detallar el financiamiento externo solicitado, posible contraparte extranjera...
Al margen de los estudios de factibilidad (que lleva todo proyecto), cualquiera creería que resulta más improbable que unos suizos, unos belgas o unos japoneses inviertan en Ciego de Ávila, que planificar el desarrollo sostenible con el dinero que cada mes genera el territorio. Pues no. En esta provincia se desmiente tal conjetura y el hecho, más que aplausos, lleva análisis.
Lo sabe, incluso, Julio Valentín Santana, el hombre al frente del Grupo de Desarrollo Local de Florencia —que no es un ente nominal—, donde se han dado pasos de avanzada en la elaboración de estrategias que lo mismo han llevado a una minindustria de siete toneladas a 14, que han aumentado capacidad en los hornos de una dulcería; han instalado molinos de piedra, máquinas de bloques... y ya andan tras los pasos de un acueducto para este municipio, hasta hace muy poco el más seco del país.
Al decir de Ileana Venegas, en Ciro Redondo, asimismo, se están diseñando interesantes proyectos, ausentes todavía en Morón, por ejemplo, con una cayería en sus narices y millones en su contribución territorial. Yoenky Tapia Valido, presidente del Consejo de Defensa Municipal, alega ausencia prolongada e inestabilidad en las direcciones de Economía y Planificación, y Finanzas y Precios; si bien desde la vicepresidencia del Consejo Mariano Dorta Valdés habla de proyectos “caminando”, al Gobierno Provincial no han llegado todavía.
Cuesta creer, además, que ninguna universidad o centro de investigación haya logrado aprovechar el presupuesto que se genera en cada municipio e insertarse en la dinámica del desarrollo local, al que hoy le cuelga un prefijo: sub.
Manuel Rieche González, jefe del Subgrupo de Dirección del Consejo de Defensa Provincial lo resume: “No puede pensarse en desarrollo con ausencia de proyectos que no germinan o se quedan en intenciones o no se diseñan con perspectivas, con visión de futuro. ¿Así, cómo?”
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