De acuerdo con el informe Perspectivas Alimentarias, trasmitido por la oficina de esa organización en La Habana, Brasil reemplazará a Estados Unidos como el tercer mayor proveedor mundial de aceite de soya y seguirá siendo el principal suministrador global de carne de aves de corral y harina.
En cuanto a las proyecciones en la producción de leche y carne bovina, la FAO estima un incremento de los resultados en esos rubros.
Según el texto, la expansión de la siembra de trigo en Argentina permite estimar un incremento de 8 % de la producción en ese país de América del Sur.
Sin embargo, México, uno de los principales productores latinoamericanos de ese cereal, registró un repliegue en el nivel de plantaciones, por lo cual se prevé una disminución importante de su producción.
Según la FAO, las importaciones de trigo en América Latina y el Caribe en 2018-2019 se acercarán a 25 millones de toneladas, para un aumento de cerca de un millón de toneladas, principalmente debido a las mayores adquisiciones de Brasil y México, los principales compradores de ese alimento de la zona.
Con respecto a los cereales secundarios, el organismo de ONU calcula un descenso significativo en la producción en Argentina y Brasil, y prevé que las cosechas de maíz disminuirán 15 % en relación con el récord de 2017.
En cuanto al arroz, las perspectivas en el área son negativas, y apuntan a una reducción anual de 1,5 % en la producción total, que caerá a 18,6 millones de toneladas.
Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Uruguay y Venezuela cosecharán menos arroz que en 2017, caídas que no serán compensadas por los aumentos previstos en Bolivia, Chile, Cuba, República Dominicana, Guyana, Paraguay y Perú.
Las compras totales del cereal en América Latina y el Caribe podrían disminuir en 5 %, a 4,2 millones de toneladas, como resultado de recortes en Brasil, Haití, México y Perú, debido a las disponibilidades locales suficientes y precios internacionales más altos.
Brasil verá una fuerte recuperación anual (55 %) en sus exportaciones de arroz de 2018, pronosticadas en 0,9 millones de toneladas.
Con respecto al azúcar, en América del Sur las últimas estimaciones apuntan a una disminución de la producción en 2017/18, en condiciones climáticas generalmente desfavorables (Argentina) y una mayor proporción de la cosecha de caña de azúcar en Brasil utilizada para la producción de etanol. (PL)
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