Actualmente solo se distribuye en La Habana y se realiza una distribución única, explica la información, a la vez que especifica que una vez llegado a los puntos, la venta se efectúa durante 48 horas, luego de lo cual, de quedar existencias, se venderán dos pescados por núcleo
El pescado se vende por unidades en la red de carnicerías para impedir trocear y con ello evitar insatisfacciones e inquietudes: de una a 3 personas, una pieza; de cuatro a seis personas, dos piezas, y siete y más, tres piezas. (Foto: delmercadoatumesa.es).
La venta controlada de pescado comenzó el 24 de mayo en la capital como parte de la implementación progresiva de medidas temporales para la distribución equitativa de productos alimenticios, explica una nota publicada en el portal web del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
La distribución comenzó por los municipios de Regla, Guanabacoa, La Habana Vieja y Arroyo Naranjo, a un precio de 20 pesos la libra, y el resto de los municipios de la capital recibirán el producto de forma gradual, refiere el texto.
Actualmente solo se distribuye en La Habana y se realiza una distribución única, explica la información, a la vez que especifica que una vez llegado a los puntos, la venta se efectúa durante 48 horas, luego de lo cual, de quedar existencias, se venderán dos pescados por núcleo.
Señala que se vende por unidades en la red de carnicerías para impedir trocear y con ello evitar insatisfacciones e inquietudes –de una a 3 personas una pieza, de cuatro a seis personas dos piezas, siete y más tres piezas-.
La nota reitera que en aras de proteger a la población, se mantiene la distribución de productos normados a precios subsidiados y se adoptan medidas de regulación del mercado de los productos liberados, que no incluyen incrementos de precios de los productos con venta estatal.
Las medidas que se adoptan tienen en cuenta la disponibilidad de productos con que se cuentan y sus características, aclara.
Algunos productos con mayores disponibilidades en el mercado en moneda nacional se regulan incorporándolos de forma controlada –como el pescado- con cantidades máximas definidas por personas o por núcleos familiares.
Estos productos se distribuyen en los establecimientos de la canasta familiar normada, se anotan en la libreta de abastecimiento y se venden a los precios actuales de venta liberada, sin subsidios.
La venta regulada, por otra parte, se realiza limitando cantidades máximas por personas, a los precios de venta liberada y sin anotar en la libreta de abastecimiento. (ACN).
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