“Gus Hall […] destacó que el oportunismo usualmente se presenta, disfrazado como profunda apreciación de lo 'nuevo'” [1]
El pasado 27 de abril se reprodujo en Rebelión un artículo de Ricardo Jorge Machado, [2] [3] donde el autor reniega de los principios elementales del socialismo desde una posición que dice basarse en el estudio “riguroso” de Marx. Aunque la naturaleza revisionista del texto de Machado es muy nítida, no está de más mostrarla con más claridad comentando algunos de sus pobres pasajes.
1) Sobre la capacidad dirigente de la burguesa
“La experimentada clase capitalista mantiene el culto a sus pensadores clásicos. Los estudian con rigor y en sus ideas forman a su sector dirigente. Como ya vimos, disponen una cultura de dirección de varias centurias. Esa misma cultura le permite asimilar también a Marx. En la universidad de Harvard hace décadas que se mantiene un seminario de 6 meses sobre El Capital. ¿Leen nuestros dirigentes a Marx? […] El materialismo dialéctico es objeto de estudio por la élite capitalista […]”.
El rigor que tiene la burguesía respecto a sus pensadores clásicos no es tan claro como dice Machado. La intelectualidad burguesa recurre a sus clásicos liberales cuando sirven a su interés de clase, mientras los pasa por alto cuando no. Tal uso interesado no es precisamente riguroso. Lógicamente, la intelectualidad orgánica de la burguesía no está comprometida con la ciencia, sino con el lucro capitalista. La obra del renombrado economista liberal Adam Smith es un buen ejemplo; por un lado, la burguesía la acepta unánimemente como referencia clásica, por el otro, salta los pasajes de la crítica smithiana a “los elevados beneficios”:
“[…] Nuestros comerciantes e industriales se quejan mucho de los efectos perjudícales de los altos salarios, porque suben los precios y por ello restringen la venta de sus bienes en el país y en el exterior. Nada dicen de los efectos dañinos de los beneficios elevados. Guardan silencia sobre las consecuencias perniciosas de sus propias ganancias. Sólo protestan ante las consecuencias de las ganancias de los otros”. [4]
Es cierto que en los países imperialistas existen algunos núcleos donde se estudia rigurosamente a Karl Marx como el dirigido por David Harley en la CUNY, [5] sin embargo, obviamente eso no significa que haya que apologizar la academia primermundista. Sorprendemente, Machado pareciera desconocer: 1) que por cada núcleo de estudio de Marx existen miles de núcleos académicos donde se estudian pensadores antagónicos al marxismo y 2) que los dirigentes capitalistas no son justamente los envueltos en los excepcionales núcleos marxistas. Honestamente es triste tener que decirle a una autoridad académica cubana que la burguesía internacional no marxista, no es materialista dialéctica, no es comunista.
2) Sobre la dialéctica marxista
“[…] Entre ambos componentes le han dado prioridad a la dialéctica más que al materialismo y se han quedado con ella como instrumento para interpretar y gestionar la realidad. […] Por eso la utiliza con éxito en el campo de la política porque su esencia es el cambio y la contradicción, dos palabras que producen alergia a la mayoría de los funcionarios de los sistemas socialistas que han alcanzado el poder. […] Ellos prefieren quedarse con el materialismo rígido y esquemático, más fácil de digerir que la sutil y veleidosa dialéctica, pero poco útil para resolver problemas”.
En primer lugar, separar el “materialismo” de la “dialéctica” implica justamente desconocer la dialéctica marxista, por lo tanto, todo el análisis de Machado cae por el suelo. El materialismo histórico, como método de la filosofía materialista dialéctica, identifica la unidad de la parte con la totalidad, por ende este es incompatible con la metafísica de Machado, la cual fragmenta la dialéctica del materialismo. Es decir, no se puede decirse marxista y hablar de una dialéctica separada del materialismo. Machado tiene dos alternativas: asume que defiende la dialéctica idealista criticada por Marx y Engels [6] o evita separar el materialismo de la dialéctica.
En segundo lugar, al margen de la inconsistencia conceptual, deberíamos pedirle a Machado un poco de precisión en la denuncia, que nos diga los nombres concretos de quienes se “quedan” en un “materialismo rígido y esquemático”. Esto podría ser muy “bueno” para la construcción del socialismo en Cuba, porque siguiendo su lógica, tales funcionarios podrían ser instruidos en el exterior por los dirigentes del imperialismo, quienes, según Machado, son los “verdaderos marxistas”.
3) Sobre lo esencial del socialismo
“[…] Menciono la falta de estudio del marxismo para explicarme la confusión elemental que padece parte de la clase dirigente cubana que no distingue entre propiedad privada y capitalismo. […] Marx no dice que lo que distingue uno de otro [tipo económico de sociedad] es la propiedad privada, sino la manera en que la clase dominante obtiene la plusvalía. […] La propiedad privada existe casi 2,000 años antes que el sistema capitalista […] lo más sensato es saberla utilizar con inteligencia para ponerla en función del desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria”.
Pueden existir importantes confusiones en parte de la dirigencia cubana, sin embargo, difícilmente sean tan grandes como la confusión que demuestra tener Machado. ¡Es muy raro encontrar desórdenes conceptuales tan elementales entre la intelectualidad de “izquierda”! Naturalmente, la propiedad privada no es sinónimo de capitalismo; naturalmente, la propiedad privada no es un modo de producción; naturalmente, la propiedad privada no es una formación social. Sería bueno que Machado diga quién desde el marxismo puede decir que la propiedad privada es sinónimo de capitalismo. Sospechamos que la confusión parte de él. Para Marx, la propiedad privada es la base de la sociedad de clase, que actualmente se presenta en la forma capitalista, pero que históricamente ha tenido otras formas como la esclavista y la feudal. La existencia o inexistencia de la propiedad privada determina el carácter clasista o no clasista de la sociedad, no particularmente el carácter capitalista o no capitalista.
En teoría podría existir un margen para el advenimiento de un sistema no capitalista que permita la propiedad privada, pero, claro está, éste nunca podrá ser el socialismo marxista, como pretende Machado, porque la esencia del marxismo no es simplemente la superación del capitalismo, sino la de la explotación del hombre por el hombre, es decir, la superación de todas las sociedades de clase. La propiedad privada existe en el socialismo como residuo de la sociedad de clase. Como tal, ésta no es el camino de la nueva sociedad, sino simplemente un lastre de la historia clasista de la humanidad. Quienes autoproclamándose “socialistas” militan por un sistema donde la propiedad privada de los medios de producción tenga lugar, no pueden ser definidos de ninguna manera como marxistas. Serán socialistas de la misma forma nominal que lo es el PSOE o el Partido Socialista Francés. El socialismo científico, el marxismo-leninismo, necesariamente pasa por la superación de la propiedad privada de los medios de producción como socavamiento de la división clasista de la sociedad. Por todo esto, la pretensión de Machado de conjugar socialismo con propiedad privada es un gigantesco oxímoron.
4) Sobre el ejemplo de China y Vietnam
“[…] los chinos y los vietnamitas. […] crearon amplios islotes de propiedad privada y los pusieron a trabajar para acabar con la pobreza y alcanzar la prosperidad. Extraen la plusvalía con un adecuado sistema de impuestos y control de la policía económica. Después la emplean con amplitud en el mejoramiento del nivel de vida de la población […]”.
En primer lugar, se debe aclarar que China y Vietnam están muy lejos de ser socialistas desde una interpretación marxista. En China y Vietnam existe propiedad privada de los medios de producción (incluidos los fundamentales), consecuentemente se produce para la ganancia capitalista, existe explotación del hombre por hombre, etc., etc... En resumen, se trata de formaciones sociales predominantemente capitalistas (como caracterización más cercana al socialismo podríamos hablar de capitalismos de Estado, más nada). Claro que para Machado, que parte de una noción clasista de socialismo, no hay ninguna contradicción en eso. Pero lo cierto es que al tomar esos ejemplos como norte, le propone a Cuba pasarse al capitalismo.
En segundo lugar, hay que aclarar la cuestión de la pobreza en China y Vietnam. Se dice que “China ha sacado a 800 millones de personas de la pobreza”, [7] que “Vietnam ha sacado a 25 millones de personas de la pobreza”, [8] etc. La pregunta es: ¿a qué se refiere con sacar de la pobreza? Se refiere a que los 800 millones de chinos y 25 millones de vietnamitas pasaron a recibir más de dos dólares diarios. Es decir, un chino o vietnamita que recibe un salario de 60 dólares al mes ya no es pobre. El gran problema de este indicador es que no contempla el costo de vida, por lo tanto dice muy poco si no lo comparamos con nada. Graficando, con el mismo dólar que en Santiago de Cuba podremos trasladarnos en ómnibus 125 veces, en Madrid no lo podemos hacer ni una sola vez.
¿Cuál es la pobreza en China o Vietnam? No estamos en condiciones de establecer con precisión cuál es la verdadera pobreza, pero podemos ensayar un número más aproximado comparando los ingresos con el costo de vida. Yendo únicamente al caso chino, vemos que el costo de vida equivale a 5.000 yuanes, [9] que corresponden a 742 dólares. ¿Cuántos chinos llegan a 742 dólares al mes? Menos del 10% de la población, el 89,57 % de los chinos recibe menos de 600 dólares al mes. [10] Es decir, con mejores números que aquellos que hablan de 800 millones de pobre menos, podríamos titular “China mantiene en la pobreza a casi 1.250 millones de personas”. Dicho así, ¿seguimos idealizando la vida del pueblo chino en el capitalismo? La cuestión no es criticar a China, sino criticar a quienes la colocan como norte de Cuba; que por cierto, a pesar de las enormes dificultades que se viven desde hace décadas, tiene un desarrollo humano superior a China y Vietnam. [11]
En tercer lugar, hay que notar el límite histórico del “modelo”. Es verdad que las formaciones capitalistas “socialistas de mercado” han crecido a altos ritmos. Lo cual es a priori positivo. Pero hay que observar el límite de ese crecimiento. Lo que sucede es un fenómeno histórico concreto, donde el capital se sirvió de la fuerza de trabajo abundante, excesivamente barata y muy disciplinada. Una vez que el crecimiento encarece el costo de producción por su propio éxito, las inversiones se reducen, desacelerándose consecuentemente el crecimiento del producto bruto. Lo estamos viendo en la actualidad, China está creciendo al 6% anual, algo muy inferior al crecimiento de dos cifras de las décadas anteriores. En suma, lo que hicieron en China y Vietnam no puede tomarse como “modelo” para Cuba (incluso para una eventual Cuba capitalista (algo que esperemos que no suceda nunca)), porque no se trata de tal, sino de un fenómeno histórico concreto caracterizado por un alto dinamismo capitalista gracias a la fuerza de trabajo barata, masiva y disciplinada.
En cuarto lugar, hay que denunciar la enorme desigualdad que trajo el capitalista “socialismo de mercado”. Mientras decíamos que 1250 millones de personas reciben menos de 600 dólares al mes en China, hay unos 324 chinos que de forma individual tienen más de mil millones de dólares. [12] Para cualquier marxista, esta desigualdad es inaceptable. ¿Cómo vamos a luchar por un “socialismo” que permite que un grupo de personas con más dinero del que es posible gastar en decenas de vidas coexista armónicamente con el 90% del pueblo que no llega a un ingreso adecuado a las necesidades? Naturalmente, el socialismo clasista de Machado es antagónico al socialismo. Como bien dijo Lenin: “[…] Quien, después de la experiencia de Europa y de Asia, hable de una política que no sea de clase y de un socialismo que no sea de clase, merece, simplemente, que se le meta en una jaula y se le exhiba al lado de algún canguro australiano”. [13]
En quinto lugar, hay que observar el carácter total del capitalismo. Las posibilidades de desarrollo nacional en el mundo capitalista son esencialmente ilusorias, no son los gobiernos los que eligen el rol que ocuparán sus países, sino el capital. En nuestro caso concreto, en el plano mundial, el capitalista “socialismo de mercado” se explica mucho menos por el cambio de rumbo en el Partido Comunista de China que por representar la formación social china la gran válvula de escape que encontró la burguesía ante la crisis de los años setenta. [14] Entender el carácter global del capitalismo implica cambiar la pregunta inicial de “¿qué capitalismo desarrollar en determinado país?” a “¿cómo se presenta el capitalismo en determinado país?”; esto nos lleva a reconocer que no hay alternativas dentro del capitalismo, que, por lo tanto, el socialismo es la única opción para el bienestar de los pueblos. Machado no parece entenderlo, supone que Cuba al adoptar el capitalista “socialismo de mercado” le puede decir al capital cómo se tiene que mover.
5) Sobre el derrumbe del socialismo y la cuestión de la propiedad social
“Si revisara la historia reciente del desplome del socialismo europeo comprobará que en la mayoría de esos países el lobo que devoró el sistema estaba escondido dentro de las cuevas de la burocracia estatal y partidaria, y la mordió desde sus propias entrañas […]”.
“[…] la gestión de las formas de propiedad tanto la pública como las restantes es un asunto de vida o muerte para cualquier sistema, pero sobre todo para el socialismo que ha mostrado una enorme ineptitud para gestionarla exitosamente como demuestra su historia. […]”.
Sin lugar a duda, Machado sería uno de esos lobos a los cuales el socialismo debería temer. ¿Cuál es la diferencia ideológica entre él y algunos lobos como Gorbachov? Ambos se declaran partidarios del socialismo, pero críticos de la historia revolucionaria, abiertos a la “libre” empresa, partidarios de la privatización, enemigos de la planificación centralizada, etc…. Puede decirse que no hay ninguna diferencia sustancial entre los discursos, ambos son partidarios de un capitalismo llamado socialismo. Quizás haya una diferencia mayor de Machado respecto a lobos de la raza Yeltsin, ya que éstos directamente hablaban de capitalismo, cosa que Machado no hace. Aunque tampoco hablaríamos de una diferencia sustancial, las denominaciones no hacen a la cosa.
Si Machado se pusiera a estudiar con rigurosidad lo qué pasó en el socialismo europeo en vez de tomar a los credos liberales como axiomas, llegaría a síntesis radicalmente opuestas. Lo que realmente enseña la historia es que el socialismo fue económicamente muy superior al capitalismo. La estatización de los medios de producción fue base de un crecimiento inigualable en la historia del hombre. La “ineficiencia” de la propiedad estatal apareció como problema a mediados de los cincuenta en la URSS, cuando se promovió la producción mercantil, [15] [16] que, como bien sabemos (salvo Machado), se define por ser ontológicamente ajena al socialismo. [17] Por lo tanto, se constata claramente que el problema no pasa por la propiedad social, sino por su forma de dirección. En palabras de los sovietólogos estadounidenses Roger Keenan y Thomas: “[…] El más rápido crecimiento promedio de la Unión Soviética ocurrió entre 1929 y 1953, cuando la dirección se aferró firmemente a la planificación centralizada y eliminó los mecanismos de mercado […]”. [18]
Incluso más, la superioridad de la planificación sobre la anarquía del mercado no hay que buscarla sólo en la historia del socialismo real, esta también puede verse actualmente en el mundo capitalista. ¿Qué es lo más eficiente del capitalismo? Lo cierto es que lo más eficiente del capitalismo son los monopolios, [19] quienes no se rigen internamente por la competencia, sino por la más compleja planificación imperativa.
En síntesis, Machado, defendiendo su tesis liberal (declarada equivocadamente por él como “marxiana” [20] ), sin contextualizar en ningún momento, toma arbitrariamente aspectos parciales del socialismo real, para luego, a partir de ellos, establecer una máxima, que esencialmente supone lo mismo que todo el espectro ideológico liberal: la propiedad privada, producir para la ganancia privada y demás guarangadas son “la” condición de la eficiencia, por lo tanto, la economía mercantil es la mejor forma de organizar la vida social. Es decir, nada que no esté escrito en los manuales liberales.
6) Sobre el arte y el deporte
“[…] se ha priorizado desmesuradamente la formación de bailarines, músicos y deportistas muy por encima de los empresarios y administradores en general. Esa miopía tendremos que pagarla, la pagaremos caro”.
La devaluación del arte y el deporte que realiza Machado no debería pasarse por alto. Defender la importancia del deporte y el arte es tan elemental que termina siendo muy poco necesario, casi desde cualquier ideología podría hacerse, obviamente desde el marxismo, pero también desde el propio liberalismo, inclusive desde el fascismo. Lo importante de todo este desprecio es revelar cómo Machado entiende muy poco sobre la razón del ser del socialismo (y, aún peor, sobre la condición humana). El socialismo pasa por el desarrollo íntegro del ser humano, eso requiere del arte y el deporte.
¿Esto quiere decir que desconozcamos la importancia del trabajo administrativo? Por supuesto que no, los directores de empresa cumplen un rol especialmente determinante en el socialismo. Coincidimos con Machado en que es necesario formar más cuadros administrativos, pero claro, no para administrar los medios de producción en el marco de una economía mercantil, como él quiere, sino para dirigir correctamente las empresas en el marco de la planificación centralizada. Esto no implica ir contra el arte y el deporte, como Machado presenta, sino lo contrario. El correcto funcionamiento del plan socialista justamente impulsa el desarrollo artístico y deportivo (y viceversa), no hay contradicción.
7) Sobre el internacionalismo
“Se despertaron del coma inducido durante tres décadas a causa de la generosidad soviética y reforzada por los 15 años del apoyo petrolero de Venezuela. Todo ese acomodamiento ha dejado una lesión mental, que induce a la pasividad y a esperar que los problemas se resuelvan por sí solos […]”.
Es cierto, Cuba le debe mucho a lo que fue la experiencia soviética, como bien dijo Fidel: “[…] la Revolución Cubana fue posible porque mucho antes hubo Revolución Rusa en 1917 […]. ¡Sin la existencia de la Unión Soviética no habría sido posible la Revolución socialista de Cuba!”. [21] Igualmente es correcto, Cuba le debe mucho a la solidaridad de Venezuela, no en vano el líder histórico de la Revolución definió a Chávez como “[…] el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia […]”. [22] No obstante, esto no significa de ninguna manera que los cubanos se hayan acostumbrado a que los problemas se resuelvan por sí solos. Primero, la solidaridad de la Unión Soviética y Venezuela con Cuba no fue sólo en una dirección, Cuba también fue solidaria con estos países. Segundo, si analizamos la cuestión de la solidaridad, no hay nadie en el mundo contemporáneo más solidario que Cuba. Con los pocos recursos existentes, Cuba, basada en sus principios revolucionarios, se entrega a titánicas tareas sin esperar nada a cambio. Algo que es motivo de orgullo para los cubanos y fuente del prestigio de la Revolución Cubana entre los pueblos del planeta. Tercero, los cubanos no esperan que los problemas se resuelvan solos. Es todo lo contrario, el pueblo cubano es muy trabajador, en condiciones muy difíciles, los cubanos han logrado hazañas que son motivo de admiración de otros pueblos del planeta.
***
El texto de Machado está muy lejos de ser una autocrítica honesta del socialismo, se parece mucho más a una vulgar crítica desde el liberalismo burgués, al que, en el comienzo del texto, se lo disfraza de verdadero marxismo. Lo positivo de esto es que el disfraz no engaña a nadie, se torna imposible no darse cuenta del carácter reaccionario de las ideas de Machado.Notas:
[1] KEERAN, Roger. KENNY, Thomas. Socialismo Traicionado: Tras el colapso de la Unión Soviética (1917-1991). La Habana: Ciencias Sociales, 2015. p. 293
[2] Véase: MACHADO, Ricardo Jorge. Cuatro notas sobre la situación cubana. Una inicial sobre la interpretación de la naturaleza del socialismo ¿qué tipo de periodo especial se nos viene encima? Rebelión. 27 abr. 2019. Disponible en: http://www.rebelion.org/
[3] Rebelión lo toma de blog “Cuba y la Economía”. Véase: MACHADO, Ricardo Jorge. Cuatro notas sobre la situación cubana. Una inicial sobre la interpretación de la naturaleza del socialismo. Cuba y la Economía. 21 abr. 2019. Disponible en: https://cubayeconomia.
[4] SMITH, Adam. La riqueza de las naciones. Madrid: Alianza, 1996. p. 151.
[5] Universidad de la Ciudad de Nueva York. CUNY por su sigla en lengua inglesa ( City University of New York ).
[6] Un elemento que recorre la trayectoria de Marx y Engels es la crítica a la dialéctica idealista. Dos de las principales obras tempranas de Marx y Engels, “La Sagrada Familia” (publicada en vida) y “La Ideología Alemana” (publicada post mortem), están dedicadas a la crítica despiadada de la dialéctica idealista que dominaba a la intelectualidad alemana de los años cuarenta del SXIX.
[7] TELESCOPIO. “En 40 años, China ha sacado a 800 millones de personas de la pobreza”. Spuntnik. Moscú, 15 mar. 2019. Disponible en: https://mundo.sputniknews.com/
[8] PERAZA FORTE, Iramsy. El milagro de la economía vietnamita. Granma, 10 nov. 2016. Disponible en: http://www.granma.cu/mundo/
[9] SAPORE DI CINA. El coste de la vida en China. Sapore di Cina. 9 oct. 2018. Disponible en: https://www.saporedicina.com/
[10] CHINA POWER. How well-off is China’s middle class? China Power, Washington, 3 dic. 2018. Disponible en: https://chinapower.csis.org/
[11] PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2016. Nueva York: PNUD, 2016.
[12] FORBES. The World´s Billionaires . Forbes, n. 62, abr. 2019. p. 134.
[13] LENIN, Vladimir Ilich. Marx-Engels-Marxismo. Moscú: Progreso, s.d. p. 76
[14] En el plano exclusivamente chino, las decisiones del PCCh fueron decisivas, China eventualmente pudo continuar su camino socialista al margen de la presión del capital. Ahora, en el plano mundial lo decisivo fue la necesidad del capital. Si el capital no tenía la necesidad de contar con los cientos de millones de trabajadores disciplinados de China, el proceso de acumulación que se desarrolló no hubiera tenido éxito.
[15] Las reformas mercantiles de Nikita Jrushchov, Brézhnev-Kosiguin y Gorbachov enlentecieron el ritmo de crecimiento soviético. En algunos números, el producto per cápita soviético pasó de crecer 33% en el quinquenio 1966-70, a 24% en el quinquenio 1971-75, a 18% en el quinquenio 1976-80, a 11% en el quinquenio 1981-85 y, finalmente, a la recesión del quinquenio de la Perestroika. Apud SOUZA, Nilson Araújo de. Ascensão e queda do Império Americano. São Paulo: Mandacaru, 2001. p. 46.
[16] Como bien dice Cláudio Campos: “[…] la desorganización de la economía socialista no puede ser “corregida” con la introducción de las categorías capitalistas, sino únicamente por la implementación de los correctos principios socialistas”. Por eso, “[…] Mientras que ella [la planificación socialista] fue aplicada hasta el inicio de la década del 50, ella demostró de forma espectacular esa superioridad. Después de eso, mismo tergiversado, falseado, entreverado, el socialismo continuó siendo superior al capitalismo. Pero él no se puede sustentar, si sus principios no son respetados”. Traducción propia del portugués. CAMPOS, Cláudio. A História Continua. São Paulo: Gráficas brasileiras, 1992.
[17] Como dice el Che, la planificación centralizada “[…] es el modo de ser de la sociedad socialista, su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista”. GUEVARA, Ernesto Che. Sobre el sistema presupuestario de financiamiento. Bogotá: Ocean Sur, 2007. p. 29.
[18] KEERAN, Roger. KENNY, Thomas. Socialismo Traicionado: Tras el colapso de la Unión Soviética (1917-1991). La Habana: Ciencias Sociales, 2015.
[19] Léase las empresas que funcionan como monopolios, eso incluye a los oligopolios, que técnicamente no son monopolios.
[20] " Marxianismo" refiere exclusivamente al legado de Marx y Engels.
[21] CASTRO RUZ, Fidel. Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castor Ruz, Primer Secretario del Partido Unido de la Revolución Socialista y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la Plaza Roja de Moscú, en el Gran Acto de Bienvenida que se le brinda a su llegada a Moscú, el 28 de abril de 1963. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/
[22] CASTRO RUZ, Fidel. Perdimos nuestro mejor amigo. CubaDebate, La Habana, 11 mar. 2013. Disponible en: http://www.fidelcastro.cu/es/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes
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