Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 1 de junio de 2019

BACK IN THE USSR: EL “PAPACITO” STALIN CABALGA DE NUEVO? SOBRE UNA RESPUESTA AL ARTICULO “NOTAS SOBRE LA SITUACIÓN CUBANA.”

Por Ricardo Jorge Machado , Habana Insider # 1228

LA MAYORÍA DE LA GENTE SE AVERGÜENZA DE LA ROPA RAÍDA Y L
OS MUEBLES DESTARTALADOS, PERO MAS DEBERÍA HACERLO DE LA IDEAS ANDRAJOSAS Y LAS FILOSOFÍAS GASTADAS. (A.EINSTEIN) 

Hace algunos años el periodista mexicano Paco Ignacio Taibo II presentó en la Feria del libro de La Habana un interesante libro: PAPACITO STALIN NO VUELVAS MAS. Allí describía las nefastas consecuencias que tanto la acción como el estilo de pensamiento del dirigente soviético había ocasionado a su pueblo y al movimiento revolucionario mundial. 

Parece que el papacito regresa de nuevo y lo hace dentro del escenario ideológico del socialismo cubano. Alguien que dice llamarse Agustín Casanovas redacta un bodrio que publica REBELION el 27 de abril pasado, en el que intenta polemizar con las tesis sostenidas en mi último texto. Alejado del estilo  martiano sobre el intercambio de ideas que según el apóstol debía hacerse “con nobleza y tacto”, Casanova arremete contra mis propuestas mediante una sarta de insultos utilizando términos ya obsoletos: renegado, revisionista, oportunista reaccionario metafísico y liberal. 

Este conjunto de adjetivos constituye el núcleo duro de su recurso “conceptual”. Como tendencia los argumentos son sustituídos por calificativos con que el autor intenta caracterizar a una persona que no conoce. Un lenguaje irrespetuoso, “picúo”, fuera de época y contexto. Hace más de 60 años que nadie lo utiliza. 

Tampoco hay antecedentes en el estilo del socialismo cubano, ninguno de estos términos aparecen en los Lineamientos, la Conceptualización y mucho menos en la nueva Constitución. Menos aún en las intervenciones del primer secretario del partido Raúl Castro o artículos del periódico Granma. Alejado de tanto de la ética de José Martí como de las formas actuales del lenguaje de la Revolución cubana, Casanova prefiere acercarse a las maneras de otro “Pepe”: aquel georgiano cuyo apellido comenzara con S. 

Algunos de esos términos los utilizó Lenin en discursos o escritos de principios del siglo XX. Después los hicieron suyos -sin mucha creatividad y a partir de los años cincuenta- los ideólogos de la desaparecida Unión Soviética, “desmerengada” (como lo definió Fidel) por el anquilosamiento de un pensamiento que reuhía el debate abierto y la imposición del pensamiento único: una sola forma de interpretar el marxismo, una sola forma de pensar el socialismo. 

Después de la muerte de Lenin en 1924 no pudo consolidarse una cultura del debate. Su sucesor no estaba preparado para confrontaciones conceptuales. No tenía capacidad –como Lenin- para discutir con Trotzki, Kamenev o Zinoviev, que hicieron más revolución que el mismo Stalin. Carente de estatura intelectual para la discusión con estos interlocutores, recurrió a un método extra-literario: los fusiló tras juicios amañados. 

Mi generación conoce muy bien ese estilo de confrontación ideológica que se trasladó de la URSS a otros países, era el que practicaban varias revistas del campo socialista, principalmente una de ellas: PROBLEMAS DE LA PAZ Y EL SOCIALISMO. Allí se cavó una trinchera desde la cual se disparaba contra la Revolución cubana y las ideas de Fidel y del Che. 

Esa forma descompuesta de pensamiento terminó por destrozar la falsa unidad que sostenida sobre bases conceptuales contaminadas concluyó con el estallido del sistema. No hubo unidad en la diversidad, como proclama ahora nuestra revolución. Era una unidad con fórceps ortopédicos que fundía unidad con unanimidad. Fuera del rígido aparato, el destino era la muerte. Así, el camarada secretario general del PCUS en el único país socialista del mundo, según su propia definición, asesinó a miles de fieles militantes comunistas, no se detuvo siguiera ante respetables generales y altos oficiales del ejército o quien tuviese ideas diferentes a las del “papacito” y sus mediocres compinches. 

Eso no autoriza a desconocer el carácter contradictorio del estalinismo, por una parte cercenó el pensamiento mientras realizaba un descomunal esfuerzo por levantar el país de las ruinas de la guerra, convertirlo en una potencia y romper la unipolaridad a escala mundial. 

Pero una gran parte de los éxitos económicos innegables de la URRS en el periodo previo a la II guerra mundial se debieron a las ideas de Lenin sobre la organización del trabajo. Fue extrañamente una de las cosas que Stalin respetó: la introducción de los calificadores de cargos y otras ideas que el fundador del socialismo tomó de las obras del ingeniero norteamericano Taylor. 

Lenin leía cuatro idiomas y dedicaba tiempo a leer las revistas científicas de la época, incluídas las estadounidenses. Eso cambió con Stalin, que apenas leía ruso y solo alcanzó apenas la educación secundaria. El desarrollo del socialismo bajo Stalin se produjo antes de que apareciera la revolución científico-técnica por lo que los procesos socioeconómicos mostraban cierta simplicidad: regla de tres y tanto por ciento. 

A partir de la década del cincuenta el impacto de la ciencia y la tecnología en la vida material y espiritual de la sociedad humana se hizo intensa: se pasó del tanto por ciento al cálculo diferencial e integral. El acoso estalinista contra ciencias como la cibernética y la biología, y también las ciencias sociales (en especial la sociología y la economía), literalmente amordazadas, privó a la dirección soviética de las herramientas científicas necesarias para entender y gestionar la realidad. El mundo había sido transformado, se trataba ahora de interpretarlo. 

Pero el gobierno soviético no estaba preparado para enfrentar la complejidad, carecía de poder interpretativo: la actividad del gobierno carecía de base científica. La mayoría de los funcionarios soviéticos estudiaban poco y despreciaban la teoría. Los testimonios sobran. 

Los cubanos no podemos olvidar el apoyo solidario de la URRS gracias al cual pudimos sobrevivir. Sin embargo debemos vacunarnos contra los virus que generó ese sistema. En los primeros años de la Revolución surgieron brotes de esa mala hierba. Algunos cuadros del Partido Socialista Popular como Aníbal Escalante y otros formados como él dentro de los corsés ideológicos del “Baboushka” Stalin, intentaron sembrar aquí esa semilla envenenada. Fidel salió al paso ante aquel conato de putch y extirpó a tiempo un pernicioso gen. 

Pero parece que la historia intenta enseñarnos que las ideas no se matan: las buenas y tampoco las malas. Aún las ideas hitlerianas sacan la cabeza en el mundo y con fuerza en algunos países europeos. Cuba no es una excepción. Los grupúsculos asalariados de la embajada estadounidense se siguen moviendo; también los que pretenden resucitar las concepciones de una suerte de fascismo “tropicalizado”, calenturiento y quieren darle candela a la Revolución cubana a como dé lugar, envalentonados por el gobierno gansteril-goebeliano de Trump, que ha asumido un extremismo de derecha muy cercano a la ideología del Fuhrer. 

Los extremos se tocan: los Bolton en el frío y aquí los pequeños Bolton del trópico encarnados en personajes como el tal Casanovas. Tan peligrosos uno como el otro para el progreso de la sociedad humana, pero similares en cuanto a la alta temperatura dentro de sus cerebros. 

UN DILEMA: RESPONDER O NO LA PROVOCACIÓN “IZQUIERDISTA” 

No estaba convencido de la necesidad de responderle a Casanova. Las personas que en Cuba siguen la activa dinámica de intercambio de puntos de vista sobre Cuba en las redes sociales tienen un alto nivel de escolarización. No consumen en general el tipo de producto que ofrece Casanova y demandan más calidad. Sin embargo, algunos compañeros insistieron para no dejar campo abierto al disparate y a la posible confusión de lectores no avisados, sobre todo jóvenes. 

No voy a seguir paso a paso el confuso e incoherente laberinto de las “ideas” del oscuro Casanova. Solo voy a sacar una muestra dirigida –no aletoria- de algunos de sus planeamientos. 

Pero primero identificaré los principios técnicos con que opera este tipo de pensamiento ortodoxo stalinista (POS) que ya en otros momentos han tirado piedras a otros compañeros, que preocupados por la difícil y compleja situación que atravesamos debatimos y formulamos algunas propuestas a fin de estimular el pensamiento de aquellos que tienen la dura tarea de dirigir el país. 

Los principios “tecnológicos” son los siguientes: 

1-Evadir las tesis esenciales y focalizar aspectos secundarios. 

2-Abundante uso de calificativos en detrimento de los argumentos. 

3-Atribuir al otro ideas o tesis que no existen mediante puros inventos. 

4 - Realizar interpretaciones absurdas y caprichosas de las tesis que intenta combatir. 

5-No aceptar ni reconocer errores en la actividad real de socialismo, mostrando indiferencia ante evidentes dislates que más tarde el mismo gobierno denuncia. 

De cada uno seleccionaré una muestra, tarea difícil porque Casanova se las arregla para en un mismo párrafo aplicar simultáneamente varias de estas técnicas. En eso consiste su originalidad: integrar varios disparates al mismo tiempo, todo mezclado, lo cual refleja el mismo desorden que tiene en su cabeza. 

Trataré de seguir el orden que él establece en su diatriba pero de una manera sintética, breve, sin hacerle demasiado caso a todas sus alucinaciones. Pero antes debo hacer una aclaración. Durante la lectura de las primeras páginas del texto de Casanova tuve la impresión de que se trataba de un compañero confundido y poco leído, pero un compañero. Pero algo se cayó al suelo cuando aparece el primer fraude de Casanova, al encontrar esta afirmación: “pero siguiendo su lógica tales funcionarios podrían ser instruidos en el exterior por los dirigentes del imperialismo, quienes según Machado son los verdaderos “marxistas”. 

Aquí lo que se cayó al suelo fue la ética de Casanova que de manera inescrupulosa -en éste y en otros momentos-pone palabras en mi texto que yo nunca escribí. No estaba ante un compañero sino ante un mentiroso, un farsante aficionado al embuste que pretende engañar al que no haya leído mi artículo o que no lo haya estudiado con profundidad. Casanova se da banquete contra molinos de viento que solo existen en su cabeza. Pone y quita a su antojo fragmentos de mi texto según su conveniencia. Parece que este irresponsable pretende así ganar méritos para su doctorado en Filosofía en una universidad cubana, haciéndose pasar por un marxista duro, de la vieja escuela…estalinista. Ese estilo chapucero de Casanova me exime de tenerle mínimas consideraciones. 

1-SOBRE LA CAPACIDAD DIRIGENTE DE LA BURGUESÍA. 

Dice Casanova: “La intelectualidad burguesa recurre a sus clásicos liberales cuando sirven a sus interesas de clase, mientras los pasa por alto cuando no”. Elemental Watson diría Holmes. Aquí Casanova le falta el respeto a la inteligencia del oponente pretendiendo dar lecciones sobre un asunto que hasta los estudiantes de secundaria tienen por sabido. 

Más adelante afirma: “La intelectualidad orgánica de la burguesía no está comprometida con la ciencia sino con el lucro capitalista”. Si la frase la pusiera Casanova en la letra de un reguetón pudiera aspirar a premio en un concurso para bailadores en La Tropical. Quien inventó INTERNET, magister Casanova…un marxista soviético? 

Que relea Casanova el capítulo correspondiente del Manifiesto Comunista donde Marx y Engels reconocen desde entonces la capacidad de la burguesía para desarrollar la ciencia, tema que debiera actualizarse. ¿Conoce C. el uso de la ciencia que hace una empresa como Cambridge Analitical que mediante el BIG Data manipula elecciones y pone en el poder a gente como Bolsonaro o Donald Trump, y lograr hacer “ganar” un referendum como el Brexit . En qué mundo vive Casanova? ¿O tiene muchas dificultades con la red en el lugar donde vive? 

Sí, “tovarich” Casanova: la burguesía sí está comprometida con la ciencia, en especial para mantener su poder y ponerla en función de sus intereses. No poca de esta ciencia entra a través de la inversión extranjera en el Mariel, como la empresa mixta biotecnológica realizada con inversión norteamericana. Si la dirección cubana compartiera las ideas de Casanova, este proyecto sería ejemplarmente clausurado. 

En un alarde erudito, Casanova alerta que además de Harvard también otros centros de países capitalistas estudian el marxismo. Hice la mención al hecho porque Harvard es el paradigma de la formación académica estadounidense, y fue la primera que lo hizo, reconocimiento implícito de que la obra de Marx sigue viva. Ello es un tanto a favor del marxismo de Marx..no el de Stalin. Si El Capital fuera un cadáver teórico la burguesía no lo estudiaría. 

2- SOBRE LA DIALECTICA MARXISTA: 

Afirma Casanova: “En primer lugar separar el materialismo de la dialéctica implica justamente desconocer la dialéctica marxista. Es decir no se puede decirse marxista y hablar de una dialéctica separada del marxismo”. 

No soy quien separa la dialéctica del materialismo como sostiene Casanova. Son los pensadores burgueses, lo que queda claro en mi texto. Pero Casanova adopta aquí la filosofía del pragmatismo norteamericano “la verdad es lo que a mí me conviene”. 

Y lo que le conviene a Casanova es atribuirme ideas que no defiendo. Debiera respetar más la dialéctica aunque no sea la marxista, pues al fin y al cabo es una de las “tres fuentes integrantes del marxismo” según la acertada propuesta leninista. Sugiero que Casanova lea –parece que lo tiene pendiente- los Cuadernos Filosóficos de Lenin. En el capítulo dedicado a Hegel afirma (textual): “el idealismo inteligente a veces está más cerca de la verdad que el materialismo estúpido.” (sin alusiones personales) 

3-SOBRE LO ESENCIAL DEL SOCIALISMO. 

Arremete Casanova: “La propiedad privada existe en el socialismo como residuos de la sociedad de clases. No es el camino de la nueva sociedad…quienes autoproclamándose “socialistas” militan por un sistema donde la propiedad privada de los modos de producción tenga lugar no puede ser definido de ninguna manera como un marxista”. 

Las tesis de Casanova alcanzan aquí un primitivismo difícil de igualar: no acepta ningún espacio para la propiedad privada. En este paroxismo (como de gallina loca a la que le han arrancado el pescuezo) tropieza en uno de sus brincos con la misma Constitución cubana, proclamada el pasado 10 de abril. No ha tenido tiempo de leerla en su Título II, Fundamentos económicos .art. 22 inciso d, donde se reconoce y legitima legalmente la propiedad privada. 

Tampoco ha dedicado espacio de su ocupada agenda en leer la bibliografía “marxista” de los años 60, y no conoce la ley cubana de inversión extranjera que también legitima la inversión extranjera directa capitalista ( que denomino “islotes de propiedad privada”). A C. le falta bastante para dejar de ser un aficionado. Debe permanecer un tiempo todavía en las ligas menores a nivel de municipio, en la liga de desarrollo. 

La mejor prueba de ello es que desconoce el papel esencial del Estado en el socialismo. Con un aparato estatal en manos de directivos bien formados, con sólida base ideológica y firmes convicciones afincadas en el marxismo nuestra sociedad no tiene nada que temer. Si las zonas de propiedad privada rebasan los límites ahí está el aparato estatal integrado por profesionales de alto nivel para ponerle límites. 

Esa guerra sorda que sostiene Casanovas contra la propiedad privada (y también contra toda forma de mercado) lo conduciría a proponer una consigna nacional “ABAJO EL MERCADO Y LA PROPIEDAD PRIVADA, SIGAMOS FELICES CONSTRUYENDO LA POBREZA.” 

Es precisamente en este lugar donde se hace más evidente el punto ciego de Casanova. No hace referencia alguna a la cita que hago del primer tomo de El Capital y lo que dice Marx sobre las diferencias entre un sistema económico social y otro. No le conviene lo que dice, se hace el “chivo loco”. Tampoco hace comentario alguno sobre el hecho de que Engels fue un exitoso empresario capitalista que puso una parte de la plusvalía para mantener a su amigo y su familia. Si Engel hubiera practicado el marxismo cavernario de Casanova no habría vacilado en entregar su fábrica a los obreros e irse a morir “revolucionariamente” de hambre junto a Marx. Así, nunca hubieran concluido El Capital. 

4 SOBRE EL EJEMPLO DE CHINA Y VIETNAM 

Del texto de Casanova: “En primer lugar se debe aclarar que China y Vietnam están muy lejos de ser socialistas desde una interpretación marxista. En resumen se trata de formas sociales predominantemente capitalistas. Al tomar estos ejemplos como norte Machado le propone a Cuba pasar al capitalismo”. 

Así, de un plumazo, bajo la influencia de la poderosa radiación solar de Santiago de Cuba sobre su cabeza, Casanova descalifica la exitosa experiencia de dos países dirigidos por un solo partido que no ha renunciado al nombre de comunista y que mantienen con Cuba una firme solidaridad. De un solo salto Casanova se desliza ahora dentro de las trincheras ideológicas de la derecha mundial. 

A la clase dominante a escala planetaria le molesta y mucho los impresionantes éxitos económicos de China, e intentan subestimarlos proclamando que China ha abandonado el Comunismo. Es aproximadamente lo que expresara Henry Kissinger en su libro sobre China. De manera que el delincuente internacional de origen austríaco, padre ideológico del plan CONDOR –que sirvió para asesinar a cientos y cientos de combatientes revolucionarios- anda de la mano de Casanova, abrazados los dos por la “fiebre amarilla”. 

Parece que por distintas razones no soportan que un país como China tenga acorralado al gigante estadounidense que se paseaba por el mundo como un Goliat presumido. Ante este gigante, otro gigante erige una bandera roja. 

No voy a caer en la tentación de ponerme a dar datos sobre la economía china de fácil acceso en textos serios, o usar fuentes espúreas de INTERNET de dudosa credibilidad que utiliza Casanova. Espero que no se le ocurra presentar ese tipo de fuentes bibliográfica en la defensa de su doctorado: va a pasar un mal rato. 

Mis fuentes sobre la situación china son otras. En primer lugar el equilibrado análisis integral que realiza Zhang Weiwei –director del centro de estudios sobre el modelo de Desarrollo Chino de la universidad de Fudan- en su texto LA OLA CHINA, El ascenso de un Estado civilización, edit. China internacional Press 2011. 

Los chinos tienen muy bien fundamentado su modelo de desarrollo sobre la base del marxismo, cuyo estudio florece en la mayoría de las universidades chinas. Conocen muy bien las tendencias actuales del desarrollo capitalista sin el cual no es posible un desarrollo riguroso de su estrategia de crecimiento (The new Stage of Capitalism; a Marxist update on its evolution edit CANUT International Publisher, London 2010, redactado por un colectivo de académicos de la RENMING University lidereado por el profesor Ding Weimin) 

Otro texto imprescindible para comprender el esfuerzo de los académicos chinos para dotar de una firme base filosófica a su modelo se encuentra en Mar´x practical materialism: the Horizon of post-subjectivity Philosophy. Edit. CANUT Berlin-London 2006 redactado por un colectivo de la misma universidad, dirigido por el profesor Wang Nanshi) 

Sin embargo una valoración consistente sobre la experiencia de la China contemporánea no podría realizarse sin el estudio de los textos de al menos los dos últimos secretarios del partido comunista chino. Un análisis comparado de las ideas de Jiang Zemin -representante de la tercera generación del colectivo dirigente central- con las del actual presidente, Xi Jimping permite profundizar en todas las sutilezas de la estrategia del gobierno chino ante los desafíos de la época. 

Sobre todo en el texto de este último LA GOBERNACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE CHINA ( Ediciones en lenguas extranjeras Cia. Ltd 2da edición 2017) que debiera ser bibliografía básica en las escuelas de nuestro partido junto a las de Fidel. 

Un par de datos del curriculum de este último. Xi Jimping se graduó en la escuela de Humanidades y Ciencias Sociales de la universidad Tsinghua, Beijing, donde se especializó en teoría marxista y en educación ideológica. Realizó un posgrado mientras trabajaba y obtuvo un doctorado en Derecho. De 1975 al 79 fue estudiante de Síntesis Orgánica Básica en la facultad de ingeniería Química de la misma universidad de Tsinghua (datos de su biografía publicados en Granma con motivo de su visita al país). 

Ninguna información es inocente, ni la mía tampoco. Dejo este espacio para tener una idea del calibre intelectual de la dirección china que combina la sólida formación teórica filosófica y el dominio de las ciencias técnicas. Nada parecido a lo que sucedió con las últimas promociones de la dirección del PCUS soviético que -según el mismo texto de Keeran y Thomas citado por Casanova -EL SOCIALISMO TRAICIONADO- se caracterizaba por la subestimación de la teoría-lo que llevaba implícito el relativo abandono del estudio del marxismo y de la formación teórica. 

Sin embargo, no postulo ni defiendo un proceso de “chinificación” del modelo cubano. Factores de naturaleza geopolítica y de idiosincrasia lo determinan. Lo que no implica seleccionar algunas de las herramientas utilizadas por el modelo chino (que no están precisamente melladas) y que Cuba pudiera utilizar con mucha eficacia. 

5-SOBRE EL DERRUMBE DEL SOCIALISMO Y LA CUESTION DE LA PROPIEDAD SOCIAL. 

Para Casanovas: “Sin duda Machado sería uno de esos lobos a los cuales el socialismo debiera temer ¿Cuál es la diferencia ideológica entre él y algunos lobos como Gorbachov ?Ambos se declaran partidarios del socialismo, pero son críticos de la historia revolucionaria, abiertos a la libre empresa, partidarios de la privatización, enemigos de la planificación centralizada”. 

Confieso que en este punto tuve dudas si el párrafo alocado de Casanovas se debía a la falta de ética o a algún trastorno neurológico. 

Existe alguna consecuencia lógica entre abrir espacios a la propiedad privada (como plantea la nueva Constitución) y convertirme en émulo de Gorbachov y partidario de la privatización? Enemigo de la planificación centralizada? No se me ocurre emplazar a Casanovas que busque un párrafo que no existe, ya llegué a la convicción de que está para terapia. Es lo que en derecho se llama una persona inimputable. Es decir alguien que necesita tratamiento, no castigo. 

Sobre su consejo de “estudiar con rigurosidad lo que pasó en el socialismo europeo” no profundizaré. 

No vale la pena según expresión de mi amigo Calviño, pero sólo aportaré algunos datos. 

Hace 10 años la revista TEMAS me pidió mis impresiones sobre lo que viví en Europa del Este, y publicó en TEMAS no. 56: 110-120, octubre-diciembre de 2008 un extenso ensayo titulado VIVIR EL SOCIALISMO DE EUROPA DEL ESTE; UNA MEDITACIÓN CUBANA. Viví cuatro años en Alemania del Este antes y después de la caída del muro (para ser exactos unos días antes de su derrumbe por los enfurecidos alemanes). En las dos Alemanias hice amistad con polacos, checos alemanes y soviéticos que fueron mis condiscípulos en la facultad de Economia de la Universidad Humboldt de Berlín. Terminé el doctorado en 1977 y durante los 20 años siguientes me encontré varias veces con mis amigos en Varsovia, Praga, Moscú y por supuesto en Berlín. De sus propios labios supe lo que estaba pasando. No va ser un improvisado como Casanovas, polemista de dientes de leche…en mutación- el que me va a decir lo que debo aprender del derrumbe del Socialismo europeo. Podría escribir un extenso libro sobre el tema, pero se ha escrito mucho y tengo otras prioridades. 

6-SOBRE EL ARTE Y EL DEPORTE. 

Dice Casanovas: “La devaluación del arte y el deporte que realiza Machado no debiera pasarse por alto”. 

Se trata de una de las afirmaciones más caprichosas y descabelladas de Casanovas. No devalúo nada, reflejo la realidad. Dígame un solo nombre de empresario o científico cubano entrevistado por televisión y le mencionaré 500 de deportistas o cantantes. Existe un noticiario cultural diario pero porque no hay uno con la misma frecuencia dedicado a la empresa y la actividad científica. La TV cubana está desenfocada-aunque mejora un poquito en el último periodo- pero Casanova no se da cuenta? 

En ese sentido el desbalance y la desproporción es tan evidente que es difícil explicarse que alguien no se percate de ello. Parece que Casanovas no tiene tiempo para ver televisión. Está muy concentrado en la literatura de los años cincuenta –que es su preferida-lo que demuestra en su cita inicial de una frase de Gus Hall. Hijo de inmigrante finlandés, obrero metalúrgico y dirigente sindical, Gus Hall llegó a ser secretario del Partido Comunista de Estados Unidos. Ya en 1931 pasó la primera escuela teórica en la URRS, en pleno auge de la ideología estalinista. Los errores políticos de Hall al apoyar incondicionalmente las decisiones soviéticas de la invasión y masacre de Budapest en 1956 y la de Praga 1968 liquidaron la imagen del partido comunista estadounidense, que no pudo recuperase de ello. 

Hall puede citarse como ejemplo de luchador valiente y honesto contra el capital. Pero a nadie en su sano juicio se le ocurriría utilizarlo en un debate teórico. 

FINAL. 

Dije desde el principio que no iba a seguir el guión incoherente del texto de Casanovas. Le adelanto que no voy a leer cualquier respuesta que se le ocurra. Tengo otras prioridades: una investigación sobre la importancia decisiva de las cooperativas no agropecuarias y su enorme potencial para enfrentar el estancamiento económico, y otra sobre el papel de la ciencia en la orientación de la actividad estatal, ambas están muy avanzadas. 

En las redes sociales cubanas algunos han declarado que no me leen porque su olfato les dice que mis textos los redacta alguien comprometido a fondo con el modelo cubano. De tal olfato carece Casanovas, quien –debo reconocer- me lee aunque sea para interpretar lo que le viene en ganas. 

Hizo bien REBELIÓN en publicarlo. Pero si continua publicando textos “tuertos”, como éste de Casanovas, puede perder credibilidad. 

Termino ya. No me sobra un minuto, carezco de tiempo para las ocurrencias de alguien que cultiva “ideas andrajosas y defiende filosofías gastadas”. 

Ricardo J. Machado. Sociólogo. Fue miembro del Consejo de Dirección de la Revista Pensamiento Crítico y profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana. Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Berlín. Asesor del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (1980-1994). Ha impartido docencia en universidades de América Latina. Fue profesor invitado de la Universidad de Berlín. Ha publicado varios textos relacionados con su especialidad: el factor humano en las organizaciones. Trabajó como consultor de las Naciones Unidas. Editó su más reciente libro en 2013 “Abrir y mantener un negocio por cuenta propia”, por la editorial Ciencias Sociales.

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