El clima y el rastro de las finanzas
Hoy casi nadie discute el peligro que se cierne sobre el planeta: si la temperatura media sube más de 1,5 en los próximos 12 años se producirá una verdadera catástrofe ambiental.
Pero, son muy pocos los que conocen que están haciendo los poderosos ante un escenario que pinta desastroso. Bueno, ahora los megamultimillonarios, que tanto daño han causado a nuestro medio ambiente, están dispuestos a convertirse en los primeros “luchadores contra el cambio climático”.
Os parece raro ¿ Acaso, los dueños del gran capital han tenido un repentino ataque de conciencia, o existe una agenda oculta para vendernos hasta del aire que respiramos?
El Capitalismo verde en acción
Varios años antes de que el Fondo de Inversiones del Al Gore decidiera utilizar a una joven escolar sueca como un ejemplo de lucha contra el cambio climático los gigantes de las finanzas ya tenían planes para destinar cientos de miles de millones de dólares a inversiones en empresas «climáticas» sin valor.
En 2013, después de concienzudos análisis económicos, la gran compañía inmobiliaria sueca, Vasakronan, emitió el primer «Bono Verde» corporativo.
Atropelladamente le siguieron Apple, SNCF, Tesla y el banco francés Credit Agricole .
¿ Que estaba pasando? Las crisis de los mercado de valores se estaban transformado en un poderoso acicate para darle un destino “provechoso” al capital ficticio o especulativo. Hoy en día los llamados títulos financieros del clima tienen más de 500.000 millones de dólares en Bonos Verdes y sus creadores esperan obtener en un par de años la astronómica cifra de 45 billones de dólares para invertirlos en proyectos «respetuosos con el clima».
En la delantera de esta carrera por comerse el “pastel” está el Reino Unido que quiere hacer de la City de Londres el centro mundial de las finanzas verdes. Ya en el 2015 el Presidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, promovió la creación la Junta sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), un organismo para dar “asesoría a “inversores y prestamistas”.
La “TCFD” que según el Ministerio de Hacienda Británico tiene “el respaldo de instituciones que representan 118 billones de dólares de activos en todo el mundo” es presidida nada menos que por el multimillonario Michael Bloomberg. Los integrantes de su Consejo Directivo son estos “ grandes luchadores ecológicos”: JP Morgan, Barclays Bank, HSBC, ICBC, Black Rock ( Fondo buitre) “Swiss Re”( segundo reasegurador más grande del mundo),Tata Steel, ENI Oil, Dow Chemical, BHP Billington (gigante minero), Al Gore’s Generation Investment LLC y del Banco London-Hong Kong (multado por blanqueo dinero negro proveniente del tráfico de drogas )
También está en la gran movida el siempre omnipresente banco de Wall Street, Goldman Sachs, que acaba de presentar el primer índice mundial de valores medioambientales; el CDP (Carbon Disclosure Project) financiado por HSBC, JPMorgan Chase, Bank of America, Merrill Lynch, Goldman Sachs, American International Group y State Street Corp.
El índice de Goldman Sachs, tiene como objetivo atraer más de 600.000 millones en activos pertenecientes a los sistemas de pensiones estatales y a los fondos de inversión. Entre las empresas mejor valoradas por el índice (CDP) para obtener estos ingentes recursos se encuentran Alphabet de Google, Microsoft, ING Group, Diageo, Philips, Danone y, convenientemente, Goldman Sachs.
¿Nos quieren hacer pasar por el aro?
Por muy sincera que sea la activista sueca Greta Thunberg o la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez hay que reconocer que hay evidencias de la existencia de una maquinaria bien engrasada detrás del capitalismo verde.
El investigador y activista climático canadiense, Cory Morningstar, ha denunciado, con documentos en mano, como Al Gore y su socio David Blood (ex funcionario de Goldman Sachs y miembro del TCFD) han estado utilizando de manera cínica y torticera a Greta Thunberg en beneficio de sus intereses económicos.
Greta Thunberg y su amigo estadounidense de 17 años, Jamie Margolin, son ahora «asesores especiales para la juventud» de la ONG sueca “We Don’t Have Time”, una organización financiada por Al Gore a través de su proyecto “Realidad Climática”
También el lobby de las finanzas climáticas ha apoyado a la diputada Alexandria Ocasio-Cortez para un hipotético «New Deal Verde» que debería destinar 100 billones de dólares para reorganizar la economía de Estados Unidos. La joven congresista del Partido Demócrata ha admitido abiertamente que su grupo «Demócratas por la Justicia» se ha financiado con recursos de la Fundación Ford y de la Open Society de George Soros.
La agenda real es económica
La “estrategia climática” de los grupos financieros más grandes del mundo no es legítima ni verdadera. Estos gigantes no están precisamente preocupados por hacer de nuestro planeta un lugar saludable para vivir. Definitivamente su agenda es otra: obtener billones de dólares de los fondos de pensiones estatales y de otras formas de ahorro de la gente común.
En febrero de 2019, tras el discurso de Greta Thunberg en Bruselas, el todavía Presidente de la Comisión de la UE, Jean Claude Juncker declaró a la prensa : “ en los próximos 10 años uno de cada cuatro euros del presupuesto de la UE se destinarán a medidas para mitigar el cambio climático».
Lo que el astuto Juncker no dijo fue que esta decisión no tenía nada que ver con la lucha contra el cambio climático de la joven activista sueca.
En la cumbre One World, el Banco Mundial, la empresa Bloomberg, los Bancos Centrales y las Fundaciones financiadas por los megamillonarios se habían puesto de acuerdo en poner en marcha “la agenda climática de las finanzas” (Después de ese acuerdo Jean Claude Juncker se apresuró a firmar – en nombre de la Unión Europea- un Memorando de Entendimiento con “Breakthrough Energy”, dándole a esta empresa privada un acceso preferencial a la recursos de financiación de la UE).
Los integrantes del directorio de Breakthrough Energy son entre otros; Richard Branson de Virgin Air, Bill Gates de Microsoft , Jack Ma de Alibaba, Mark Zuckerberg de Facebook, Ray Dalio de Bridgewater Associates, Julian Robertson de los fondos de cobertura “Tiger Management”, el Príncipe Al-waleed bin Talal, David Rubenstein, fundador de Carlyle Group, George Soros, Presidente de Soros Fund Management LLC, y Masayoshi Son, fundador de Softbank de Japón.
Con este “equipito” dirigiendo la “lucha contra el cambio climático” no hay donde equivocarse .
Un mínimo de honestidad exige a la prensa mirar bajo la superficie . No es una casualidad del destino que las grandes corporaciones multinacionales y los mayores inversores del mundo se hayan alineado para la financiación de una “agenda verde”.
Todo los antecedentes que tienen los periodistas especializados en el tema indican que tras la cortina de humo comunicacional hay un cuidado e inteligente proyecto para reorganización de las finanzas mundiales, utilizando como pretexto la lucha por el clima.
El programa de los mega-millonarios es tremendamente ambicioso. Se trata, de convencer a la gente que sacrifique sus pensiones y sus ahorros, para «salvar nuestro planeta».
El Dr. Ottmar Edenhofer, jefe del Grupo Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, en el 2010 anticipó lo que ahora estamos viendo: » hay que liberarse de la ilusión de que la política climática internacional es una política de defensa medioambiental. Esta política impulsada por ciertos intereses no tiene ninguna relación con la deforestación, el agujero de ozono o el calentamiento del planeta «.
El Doctor Edenhofer está bien informado. Los grandes poderes financieros no quieren salvar al planeta, quieren salvar al sistema. Para lograrlo están aplicando una osada estrategia política : se harán “verdes” para utilizar en beneficio propio la desinteresada lucha de los ciudadanos contra el cambio climático.
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