SINE DIE 150
Tercera
Etapa
juan
m ferran oliva septiembre 28 de 2020
Los cambistas aprovecharon la multa del 10% impuesta al dólar y lo compraban a la par o a un nivel cercano con el CUC. Las operaciones de cambio crecieron a mediados de 2019 cuando se evidenció la exagerada emisión del chavito que lo devaluó respecto al dólar.
La iniciativa privada descubrió nichos en las
debilidades de la oferta. Un grupo de negociantes
–algunos improvisados- desarrolló un
mercado informal con suministro en Estados Unidos, Panamá, México y otras regiones. Electrodomésticos, medios
computacionales, motocicletas, vestuario
y otros bienes fueron sus renglones mas socorridos aunque no únicos. Los
involucrados compraban dólares en Cuba, los invertían en el exterior y
regresaban en forma de mercancías de fácil venta. En 2018 se realizaron 459.000 salidas con tales
propósitos[1].
La génesis de las recién abiertas tiendas en
dólares se relaciona con esta situación. El Estado se propone acopiar las
divisas que el mencionado tráfico deja en el extranjero.
Como se señaló anteriormente Sin divisas no hay país. Las vías de
captación se muestran en el cuadro adjunto. Sombreadas en naranja son
consignadas las que entran a través de los mecanismos empresariales establecidos.
En verde las que llegan a la población. Sus principales vías eran las remesas desde el exterior y los
gastos de bolsillo turísticos, ambas en crisis debido al Covid 19..
Actualmente los ingresos turísticos externos prácticamente
se han detenido. Continúan llegando
remesas pero con una grave alteración. Una disposición interna reciente obliga a que se cambie a
pesos cubanos (CUC o cup) el monto
recibido. Es una
arbitrariedad administrativa y un estimulo a la informalidad. Quienes reciben a
través de mulas escapan a este ukase. En rigor, el remitido tiene derecho a
recibir el mismo tipo de moneda que le envía el remitente.
Cuando
a raíz del Periodo Especial el Estado aprobó indeclinables formas económicas
abrió una Caja de Pandora. De ella salieron los diablos del intercambio. Guste
o no, hay que lidiar con el mercado que es un mal amo pero puede ser un buen
empleado. Todo está en que no se violen sus leyes que pasan la cuenta cuando se transgreden.
Gracias
a la iniciativa de los mencionados privados, el Estado descubrió un venero de
divisas. Las tiendas que operan en dólares mediante tarjeta magnética son su
expresión. La
argumentación gubernamental es que con lo percibido en ellas se abastecerán las
de moneda nacional ¿se cumplirá este propósito? De cualquier forma, las medidas anti pandemia
han cesado todo movimiento particular.
Es probable que la inconsistencia estructural de la oferta se mantenga. Será la oportunidad que prolongará el comercio informal detenido temporalmente por la pandemia. Crecerá entonces el también irregular tráfico monetario de los cambistas. En los momentos que corren cotizan el dólar en un rango de 1.60 a 1.90 CUC. En ello influye su escasez pero también la represión que amenaza al cambista y a su cliente.
A las endémicas deficiencias de la
economía se suman los efectos internos y
exógenos de la pandemia. El equipo de
gobierno afronta una situación extrema. En su afán por imponer disciplina y
atenuar efectos negativos se ve obligado a actuar con mano dura. Ojalá no se
haga hábito y no degeneren en un totalitarismo en el que todo lo que no esté
prohibido sea obligatorio.
El regreso a la centralización absoluta es
impensable. La admisión de la actividad
autónoma introduce las leyes del mercado.
Tratar de domeñarlo a la fuerza es como poner un cinturón de castidad a
una ninfómana. Sólo es maniobrable indirectamente.
Aparte de su efecto práctico, el canje
informal libre de represiones puede servir para conocer la relación entre la
moneda nacional que se adopte y el dólar aceptado convencionalmente como patrón
internacional. En fin de cuentas, el cambista es un comerciante y ha de
concedérsele el derecho a actuar como tal.
Los problemas a resolver son peliagudos. Debe
confiarse en la generación que dirige al Estado. Seguramente hallará salidas
sin apegarse a dogmas ni a viejos hábitos voluntaristas. Pensará como país y
utilizará métodos indirectos en lugar de los represivos. Así sea. Han
transcurrido 60 años desde 1959. Los derechos del ser humano tienen más
importancia que las razones de Estado.
Valgan, para terminar, los siguientes versos
barrocos de Calderón.
Los casos dificultosos
y con razón envidiados,
iniciánlos los osados,
acábanlos los dichosos
Ojala que sin olvidar a los osados, no demore el triunfo de los dichosos.
FIN
[1] Torres, Ricardo y Segui, Michel. El Mercado Informal de divisas en
Cuba. documento circulado via e.mail en septiembre 9 de 2020.
[3] Ferran Oliva, Juan M. Informe sobre el consumo de la población,
ICIODI. Diciembre de 1993. Pág. 54 y 55
[4] ICIODI. Instituto Cubano de Investigación y Orientación de la
Demanda Interna. Eliminado a raíz del
Periodo Especial.
El nombre de cuentapropista no es popular (aplatanado) es legal, se creó por El Estado para designar al trabajador individual autorizado y desvinculado totalmente del sistema empresarial de este. Pero no es un nombre sin significado puesto al azar, por el contrario define claramente que si trabajas fuera del sistema estatal todo va por tu cuenta, beneficios y dificultades. Y por demás El Estado no te apoyará en nada. Por eso con el tiempo paso de una actividad simple de oficios a un sistema complejo lleno de ilegalidades, dada la falta ante todo de recursos en un mercado mayorista con estos fines.
ResponderEliminarRogelio Castro Muñiz
El comercio informal abastecido generalmente con productos importados llegó a niveles inimaginables como se explica en el artículo por debilidades, pero no sólo de la oferta también por estar de espaldas a la realidad, práctica que... vamos a echarle la culpa a la burocracia, otros nombres que lo pongan otros. Ver un fenómeno y no actuar con rapidez es un hábito, hay que esperar que otro diga el problema (de arriba), pues nadie arriesga su puesto por criticar lo orientado.
ResponderEliminarHoy ese mercado informal se mantiene y se abastece de las tiendas en MLC (USD). Quien no lo ve?
Pero la solución la puede dar un niño de primaria, mas no la puede plantear ni el mejor de los ministros.
Muy simple hay que mantener la oferta en USD a bajos precios y la de CUC o CUP de los mismos productos a precios altos (en cuanto? lo dice el mismo mercado informal). Este fenómeno se aprecia en lo fundamental en los electrodomésticos que tienen una demanda infinita como si fueran productos de primera necesidad.
Rogelio Castro Muñiz