REDACCIÓN ACN | FOTO: FOTO: RODOLFO BLANCO CUÉ 19 SEPTIEMBRE 2020
La Habana, 19 sep (ACN) Un proyecto de desarrollo local que enlaza la producción de peces de agua dulce, su procesamiento y comercialización, desarrolla la Empresa Pesquera de Villa Clara, Pescavilla, en Placetas, uno de los municipios más poblados y, también, más envejecidos de esa provincia del centro de Cuba.
Hecho a la medida de las necesidades alimentarias de los placeteños, el proyecto se corresponde con la estrategia económica del país y la búsqueda del encadenamiento y el cierre de ciclos de producción-comercialización, que tengan en cuenta las realidades y potencialidades de cada territorio, afirmó al diario Granma Alfredo Pérez Rojas, presidente del Gobierno municipal, y añadió que para su concreción fue aprobado un financiamiento inicial de más de 700 mil pesos.
En tanto, René Peña Carrazana, director de Pescavilla, ve en esta alternativa una vía rápida y eficiente para incrementar el suministro de proteínas a la población, y señaló a Leonides Pérez López y Omar Cano Obregón, como los productores privados iniciadores en Placetas de la cría de peces de agua dulce mediante convenios con esa entidad, cifra llamada a crecer en un futuro no lejano.
Nosotros les garantizamos los alevines y la mayor parte de la comida que consumen las clarias y las tilapias, mientras ellos crean las condiciones y se encargan de su crianza y atención, con el compromiso de entregar el ciento por ciento de la producción al Estado, explicó el directivo.
Añadió que toda la “cosecha” va a parar a un moderno centro de procesamiento construido en Placetas, donde se elaboran filetes de pescado, croquetas, picadillo, hamburguesas y otros productos, que a diario se expenden en la pescadería para beneplácito de los pobladores de la localidad.
Al respecto, Luis Orlando Venegas Cepeda, administrador de la mini-industria procesadora de pescado de la Villa de los Laureles, recalcó que en estos momentos los cuatro trabajadores de la planta elaboran una variedad de productos muy por debajo de su potencial real, que seguirá creciendo en la medida en que aumente, también, la cantidad de pescado entregada por esos acuicultores y otros que se incorporen al proyecto.
Con ellos conversó Granma, y también con clientes de la pescadería, muy satisfechos por el surtido, la calidad, los precios bastante asequibles y esta posibilidad de ampliar y diversificar la comida que a diario ha de llevarse a la mesa en el hogar.
Aún más entusiasmados con el proyecto están los productores privados, y Leonides Pérez López, uno de ellos y perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Horacio Rodríguez, se alista para, al estanque en producción de clarias que ya tiene, sumar otros e incrementar de este modo sus entregas al municipio.
En esta primera siembra pretendo aportar unas ocho toneladas de pescado, cantidad que seguirá creciendo en la medida en que consolide la experiencia, afirmó el campesino, que aspira a aportar en cada ciclo de cría unas 100 toneladas, algo posible si no faltan la comida, los alevines y, por supuesto, un manejo adecuado de su parte.
El otro productor privado, Omar Cano Obregón, residente en la finca Vega de Lana, próxima al poblado de Falcón, no quiere ser segundo de nadie en eso de criar peces de agua dulce, en especial la claria.
La idea ha sido muy gratificante para la familia. Aquí tengo a mi hermana Lidia, que es profesora de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, y a mi hijo Leandro, que me ayudan en todo lo que pueden para salir adelante, aseguró el agricultor, enamorado de este nuevo oficio.
Significó que son animales de muy fácil manejo, aunque, claro está, su cría artificial lleva varios requisitos técnicos que no pueden ser violados, y añadió que, de acuerdo con el convenio, el ciclo debe ser de 180 días, pero la práctica le ha demostrado que puede acortarse y en tres y medio o cuatro meses comenzar la cosecha de lo sembrado, cuando se alcanza un kilo o más de peso por animal.
Que un municipio produzca la mayoría de los alimentos que necesita es una meta realizable si en la filosofía de sus autoridades está alcanzar tal propósito que, de concretarse, significaría aliviar una de las pesadas cargas que carga sobre sus hombros el Estado y facilitaría, además, el desarrollo local.
Experiencias como la emprendida por la Empresa Pesquera de Villa Clara en Placetas, constituye un excelente ejemplo de cuánto puede lograrse cuando se juntan todas las manos.
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