· Los cálculos no dan, y eso que- según se dijo-, los estudios e investigaciones venían de muchos años atrás... Siempre he pensado que la improvisación, no conduce a nada bueno, y que, con tantas entidades económicas, incluidos Institutos de investigación, no cabían cambios tan locos, más en medio de una pandemia como la actual.
· Variar precios en menos de una semana, no es nada serio, más bien él déjà vu es como si se esperara la respuesta del ciudadano para aplicar nuevos precios llegado el caso de críticas sólidas en el mayor por ciento de ciudadanos inconformes, y los que aún esperan el anuncio de nuevas rebajas de precios o elevación de salarios, bajo la premisa de que, como se explicó, esta etapa era de "prueba"... Si no hay conclusiones rápidas, creo que habrá muchos problemas por la impopularidad de las medidas tomadas.
· Ahora con los relojes de conteo de agua en las fincas, por mis cálculos sale a 0.85 centavos el litro de agua para riego. Como el agua se tiene como un recurso no privado, en el caso de finqueros con propiedad de tierras, deben pagar su uso... Pero habrá que ver cómo ayudarlos a dejar el riego por aniego, donde se usa más agua que en los de goteo, aspersión, etc. Los precios de mangueras, tuberías y otros elementos fundamentales para el ahorro de agua, y de paso, de electricidad, deben ser, en alguna medida asequibles a los ya vacíos bolsillos de muchos campesinos y asociados a las CCS, cuyas ganancias, luego de trabajar de lunes a lunes, se les van, pagando grandes sumas al personal de la seguridad nocturna de las fincas y cosechas, y los pocos insumos que logran obtener, pues aún siendo las CCS las que logran una mayor producción para el alimento a nivel nacional, las entidades empresariales reciben mejor trato en la entrega de estos, para la esfera agropecuaria en general.
· Las quejas son muchas, y siguen los impagos, la falta de combustible, la falta de un sistema de apoyo gubernamental para subsidios, etc. Hay que ver cuánto reciben de subsidio del rubro combustible los choferes, que aportan a la ONAT, y revisar cuánto le cuesta al campesino para poder regar, allí donde no está prohibido el riego, porque hay municipios sin cuota de agua para ello.
Por ejemplo: Un botero realiza un viaje a la capital, y por lo general recibe por el viaje unos 500 pesos en un par de horas... Si el combustible les cuesta menos que a los campesinos, se podrá ver la enorme diferencia de costos para el productor, quien, para lograr 500 pesos, debe estar días, y cuyos gastos son superiores en mucho al del chofer.
· Los contratos comerciales entre las CCS y otras dependencias asociadas a lo agropecuario, deben conllevar cláusulas para evitar los impagos y la tardía entrega de insumos. Recuerdo por experiencia que en los contratos del MINCEX, una demora de entrega parcial o total de insumos por parte del proveedor, era penado con el 8 % del precio total del contrato. Solo así, las entidades que deben pagar al productor, buscarían la forma de evitar impagos, y demoras de entrega de insumos. Lamentablemente, los contratos actuales que he visto, no llevan estas cláusulas. Todavía más lamentable es que no se admite que las CCS tengan su propio abogado; estas deben tenerlos del Bufete Colectivo, y cada abogado tiene varias entidades a su cargo, lo que no le permite un trabajo estable y consciente.
· Creo, además, que los funcionarios decisores de lo agropecuario, deben ser compañeros con conocimiento de estas especialidades, desde la base, bien sea MINAG, PCC, etc. municipales. Que busquen en el surco la verdad, que no sean las multas enemigas del campesino, sino una forma de educarlos, pero con ética.
· Los funcionarios de técnicas forestales deben capacitar al campesinado en todo lo concerniente a su especialidad, y promover algunos beneficios para los cuales se da una bonificación a quien atiende sus tierras, por ejemplo, dejándolas sin piedras, salvando especies como la Palma Real en sus tierras, etc. Pasan los años y no se toca para nada ese rubro presupuestado, que puede en mucho mejorar las tierras, la Flora, la Fauna y el bolsillo. En la práctica, pocos conocen de esto, ni de la oportunidad que algunos países con oficinas en Cuba brindan de sus Cajas Chicas para desarrollar determinada organización agropecuaria, como en su momento daba la Embajada de Canadá en Cuba. También había fondos para otros fines de mayor alcance y costo, logrables. La ACTAF y ACPA siempre han podido fundamentar proyectos con organizaciones varias del tema agropecuario, y a través de ellos se han traído a los municipios casas de tapado, equipos varios, biogás, etc. Los Institutos de Investigación cubanos, siempre han estado al lado del productor, pero no en todas las formas productivas hay personal capacitado para hallar estos recursos, al alcance de todos. Falta promoción también para que se sepa quién puede dar apoyo. Ahí está el ICIDCA, cuya labor en alimentación de animales es fantástico, el Instituto de Investigaciones porcinas, el Instituto de granos, y tantos otros, que pueden promover sus servicios y productos, porque las razas animales y variedades de cultivo van mejorando a nivel internacional para hacer más con menos, como pide nuestro gobierno.
· Detrás de un buró en una oficina, no se logra conocer la verdad nunca.
· Las contrataciones de la CCS con los asociados, deben responder a la máxima producción posible en dependencia de los recursos que el productor tenga. Hay que saber en qué condiciones están sus tierras fitosanitariamente, si tiene riego por pozos, ríos, si tiene transformadores, turbinas, si son de combustible, eléctricas, o eólicas, etc. Si hay lozas sanitarias, cosa que escasean mucho, o no tienen las condiciones imprescindibles, si hay veterinarios, fitosanitarios, medios de transporte para la leche y carne, termos, coladores, medicinas para los animales, si hay pastos suficientes en variedad y cantidad, si las reses lecheras no sufren stress en los campos por el sol, o la lejanía de la vaquería y el área de pastoreo, etc. El asociado debe aportar producciones en base a normas reales establecidas por tipo de producción, no irse por debajo, quizás en busca de mayores producciones para tratar de, con la venta por la izquierda, superar las pérdidas por impagos, y otros gastos que le pesan en su ganancia. Importante también es que al productor se le dé en tiempo, cantidad y forma lo que conlleva la carta tecnológica para determinadas producciones; si esto falla, falla la entrega…
· Quien hace el contrato por la CCS, debe estar lo suficientemente capacitado para ello, y lograr sacar el máximo de producción y eficiencia en cada variedad de siembra, obtención de leche y carne, etc.
· No olvidar la transportación a tiempo de las cosechas, o de otras producciones. La Mini Industria Conservera (MIC) es otra variante que redunda en mayores beneficios de producción y ganancias. Aquello que queda en los campos, si se recoge, pasa de tercera calidad a primera en la MIC. También es importante sembrar acorde a los terrenos, microclima, y recursos naturales, como agua, entre otros.
· Si hay un terreno que históricamente daba excelentes producciones de tabaco, no pasar a variedades de menos precio de venta. Además, se pierde la experiencia, y sentido de pertenencia que conlleva mejores producciones en cantidad y eficiencia. Hay quien ha orientado sembrar otras producciones, y ha echado a perder una inversión centenaria. Puede que, por desconocimiento, para no pensar otra cosa.
· Hay que rescatar de cara al turismo aquellas producciones nacionales que con el tiempo se han ido desapareciendo. En su lugar, se ha orientado la siembra de frutos extranjeros que no define nada cultural, y ha dejado pérdidas económicas irreparables. Mandarinas, anones, guanábana, caimito, canistel… he ahí lo nuestro… Por Bejucal hay un productor llamado Omar que tiene semillas de todo esto… y más.· Ojo con un modus operandi enemigo que trata de rivalizar al productor y al inspector, quien busca la forma de desacreditar al mismo y así lograr que buenos productores- a veces a nivel provincial-, dejen su trabajo por el acoso de funcionarios que lejos de ayudar, desalientan. Eso puede ser inducido...
· Las Comisiones Agrarias municipales deben tener en su plantilla a conocedores del tema agropecuario, y una visión exacta de lo que ocurre en sus campos.
· La ANAP debe cumplir su rol político ante sus miembros, y lograr que todo fluya armónicamente, garantizando el bienestar de la población, pero del campesino también.
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