Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 14 de marzo de 2021

Discurso ante la tumba de Marx (1883). Comentario HHC

Discurso pronunciado en inglés por F. Engels en el cementerio de Highgate en Londres, el 17 de marzo de 1883.

Primera publicación: En alemán en el Sozialdemokrat del 22 de marzo de 1883.
Digitalizació:n: Por José Ángel Sordo para el Marxists Internet Archive, 1999.

El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde , dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre.

Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca.

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.

Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el gozo que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. Por eso seguía al detalle la marcha de los descubrimientos realizados en el campo de la electricidad, hasta los de Marcel Deprez en los últimos tiempos.

Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos. Primera Gaceta del Rin, 1842; Vorwärts* de París, 1844; Gaceta Alemana de Bruselas, 1847; Nueva Gaceta del Rin, 1848-1849; New York Tribune, 1852 a 1861, a todo lo cual hay que añadir un montón de folletos de lucha, y el trabajo en las organizaciones de París, Bruselas y Londres, hasta que, por último, nació como remate de todo, la gran Asociación Internacional de Trabajadores, que era, en verdad, una obra de la que su autor podía estar orgulloso, aunque no hubiera creado ninguna otra cosa.

Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los repulicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; solo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde las minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir que si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal. Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra.

Comentario HHC: Hoy se cumplen  el 138 aniversario de la muerte de Carlos Marx, y hay que decir que pudimos tenerlo todo, y aún no tenemos materializadas sus  ideas. 

Lo subrayado en negritas, son la esencia que no se ha cumplido, así como las advertencias y múltiples alusiones en El Capital, del por qué es el incremento sostenido de la capacidad productiva del trabajo o productividad del trabajo lo que conduce al desarrollo de los países.

Solo cito esta definición marxista: " El aumento de la productividad del trabajo consiste precisamente en disminuir la proporción de trabajo vivo y aumenta la participación del trabajo pretérito, pero de tal modo que disminuya la suma global del trabajo que hay en la mercancía, lo que implica que el trabajo vivo disminuya en más de lo que aumenta el trabajo pretérito……. En cambio, lo que caracteriza el aumento de la fuerza productiva del trabajo es precisamente que la parte fija del capital constante experimenta un incremento muy intenso, y por ende también la parte de valor del mismo que se transfiere a las mercancías en virtud del desgaste. Para que un nuevo método de producción pueda acreditarse entonces como un acrecentamiento real de la productividad, debe transferir a la mercancía individual una parte adicional de valor, por desgaste de capital fijo, menor de lo que es la parte de valor deducible que se ahorra como consecuencia de la disminución de trabajo vivo, en una palabra, que debe reducir el valor de la mercancía.

Esta disminución de la cantidad global de trabajo que entra en la mercancía parece ser, según esto, la característica esencial del incremento en la fuerza productiva del trabajo, cualesquiera que sean las condiciones sociales bajo las cuales se produce. En una sociedad en la cual los productores regulan su producción según un plan trazado de antemano, y hasta en la producción mercantil simple, la productividad del trabajo también se mediría forzosamente según ese patrón de medida." El Capital Tomo III pág. 189

Curiosamente, en esencia,  es lo que afirman hoy en día los Nobeles de Economía mas de un siglo después. Teníamos todo el basamento teórico científico y en la realidad se ignoró. 

El último clásico del marxismo Lenin, precisó y desarrollo muchas de las cosas planteadas por Marx, en cuanto a la productividad del trabajo fue mas enfático: "La productividad del trabajo es, en última instancia, lo más importante, lo decisivo para el triunfo del nuevo régimen social" en Una gran Iniciativa T. 39 Obras Completas, págs. l3-l8. 

Es decir si no hay desarrollo económico superior, no hay socialismo posible. Esos que acusan de economicistas a los que promulgamos lo anterior y quieren llamar socialismo  solo al humanismo, la solidaridad, tener en el centro de atención al hombre, les decimos que están equivocados, que todo eso si es necesario, posible y sostenible en el largo plazo, pero si tenemos, logramos, alcanzamos una productividad del trabajo superior a la sociedad precedente. Lo otro se parece mas a un fundamentalismo religioso que por lo mismo, no tiene sustento científico alguno, y siempre hay fieles que las abrazan como ha demostrado la historia universal.

Con la muerte de Lenin en 1924, empezó la vulgarización, desviación y revisionismo  del marxismo con Stalin al frente, donde el culto a la personalidad es una de las consecuencias mas negativas de ese proceso, algo en franca contradicción e incompatible con los objetivos de la construcción colectiva socialista.  Todavía tenemos repercusiones negativas de esa época a pesar de los éxitos obtenidos en la URSS y su desmerengamiento final inducido. Demostrándose cuan perjudicial es hacer depender de un hombre, la estabilidad de una sociedad, incluso de la ciencia.

En nuestro país el propio Fidel en el 2005 afirmo:  "Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo."  Esa búsqueda incesante de encontrar la vía, el camino adecuado nos ha llevado a los errores, marchas y contra marchas, como también al éxito en lo social, en medio de condiciones atípicas de acoso imperial, pero sin aquellos es seguro que hubiéramos avanzado mucho mas en nuestro proyecto social. 

Parafraserando a Ghandi: " No hay camino para la productividad, la productividad es el camino".

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