Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 1 de abril de 2021

LA IRRACIONALIDAD DE LA RACIONALIDAD Y LA INCOHERENCIA

Por Dr. Silvio Calves Hernández

Puedo asegurar que para algunas situaciones que disgustan a muchas personas en Cuba no hay a “que” echarle la culpa, ni al bloqueo, ni al imperialismo, tampoco al Socialismo, menos aún a la conceptualización del modelo, ni a la estrategia hasta el 2030, ni al ordenamiento, ni a la subida de precios y en el caso que voy a referirme ni a la agricultura que siempre recibe con justicia, las mayores críticas de la población.

Voy a referirme a las Colas, pero no de todas las colas, pero si las de productos alimenticios en establecimiento del comercio interior. Quiero dejar sentado que todas las colas atentan contra la economía y el PIB, pero de esto hablaré más tarde.

Lo que voy a referir pudiera ser solo para un comentario entre amigo o para charlas del barrio o en momentos de aburrimiento; pero como esconde problemas graves de funcionamiento de instituciones de la Administración Pública, me atrevo a expresarlo de esta forma.

Fui a comprar las papas que me tocaban en mi libreta al mercado agropecuario de 15 y 24 que le corresponde a mi bodega la que está ubicada en 17 y 14 ambos en el Vedado. Cuál no sería mi sorpresa al ver una cola inmensa peor que las de las tiendas en MLC. Estuve 6 horas desde las 9 am que llegué y “marqué” en la cola hasta las 3:01 pm.

Cómo no sería inmensa la cola, si ese mercado atiende 8 bodegas del Consejo Popular El Carmelo con 12000 clientes. Lo peor es que dentro del Mercado hay solo dos puntos de venta cada uno con un trabajador que despacha y cobra. ¿Eso es racionalidad? ¿Eso es respeto a los ciudadanos? ¿Eso es respetar las normas de distanciamiento en que tanto insiste el Minsap?

Además, la acumulación de personas es porque el tiempo de distribución de las papas está limitado. Hay que hacerlo en pocos días pues las papas se echan a perder lo cual redunda en una mayor acumulación de personas.

Otro ejemplo que conozco, el llamado eufemísticamente Súper Mercado de 26 y 41 que tiene dentro dos bodegas diferentes, aquí las colas para los productos normados de arroz, azúcar, frijoles y café y otros no son tan grandes pues ahora con los nuevos precios las personas son más cuidadosas y solo van en el momento en que más necesitan los productos.

Pero qué ocurre cuando corresponde adquirir los huevos y el pollo en que el tiempo para comprarlos es muy limitado y te puedes quedar sin el producto. Dentro del “Súper” hay un solo punto de venta para ambas bodegas. Las colas son inmensas.

Por eso yo creo que la culpa es de “Quién” y no del Qué.

Alguien que no sabe mucho de comercio seguramente ha pensado que la infraestructura del comercio existente antes de esta situación higiénica era igualmente útil en épocas de pandemia y crisis que como la de ahora.

Ese “quién” además de ignorante de su deber como servidor público; desconoce por su actuación los cuatro objetivos principales en cualquier nivel de gestión de la Administración Pública:

1.       elevar la calidad de vida de los ciudadanos,

2.       garantizar la seguridad ciudadana,

3.       trabajar por el desarrollo económico,

4.       garantizar la soberanía nacional.

Las colas y súper colas no son calidad de vida de nadie y la seguridad ciudadana no se garantiza en este momento con aglomeraciones, lo que tantas veces ha reiterado el Dr. Duran por TV.

Según los teóricos de la Administración Pública, el Servidor Público debe vivir para cumplir esos objetivos agregando valor tanto en la infraestructura, los recursos humanos, la distribución y comercialización, las tecnologías, los procesos, la logística. Su deber es agregar “valor público” que es el valor que los ciudadanos ven en y les interesan de las organizaciones de la Administración Pública.

Ese “agregar valor” significa hacer las cosas más rápido, más agradable, con una mejor imagen, con menor costo, con mayor calidad con más eficiencia y eficacia.

En el país ha sido un mal endémico que los servicios públicos casi siempre, (para no ser absoluto) se han diseñado y organizado a favor del prestatario del servicio y del control, pero no a favor del ciudadano.

Por qué menciono incoherencia, pues porque es incoherente que una unidad de comercio de un consejo popular o de un municipio tome medidas como esa que violen todo lo establecido y además que nadie supervise controles y rectifique. Para mí esto es lo más grave.

En Cuba hay una política de Estado sobre la protección de los Ciudadanos ante el contagio no promoviendo grandes aglomeraciones, ni reuniones masivas, hay políticas públicas y sectoriales que sustentan todo esto y es además parte sistemática de la agenda pública del Gobierno Central. Estos son mandatos en una República como la nuestra donde no hay federalismo. Ninguna decisión de funcionario puede contradecir estos mandatos.

¿Cómo es posible que al nivel de Provincia, Municipio o Consejo Popular esto se viole a la luz de una decisión administrativa de concentrar servicios y generar aglomeraciones?

Es importante la ampliación y delegación de autoridad hacia los Municipios, pero ¿estarán todos los cuadros municipales en capacidad y preparación para asumir esas responsabilidades y sabrán como hacerlo?

Soy de los que abogo por la descentralización, por la participación de las personas en la toma de decisiones y por el empoderamiento de los cuadros de la base; pero hay que revisar con mucho cuidado a quien se le otorga. “Cambiar todo lo que deba ser Cambiado” no creo ha sido solo para las medidas económicas; es también para los cuadros, la sociedad en su conjunto.

Las personas que estuvimos en las colas tanto tiempo no estuvimos creando valor en nuestra actividad laboral para la sociedad.

 Preparándome para impartir una clase sobre servicios públicos y trámites de la población estuve recordando, revisando y actualizándome de las clases que recibí en Ingeniaría Industrial sobre Teoría de las Colas, descubrí en varios artículos novedosos que un ciudadano norteamericano gasta 5 años de su vida   en esperas que incluye también el tiempo en semáforos, transportación hasta el trabajo y colas en trámites o esperas de servicios públicos. Un Ciudadano Argentino pierde 28 días al año por la misma razón. ¿Cuánto perdemos nosotros? ¿Cuándo se podrá cuantificar y calcular su impacto económico?

En esos países se estudió el fenómeno de las colas y el tiempo de espera de los ciudadanos por el desfavorable impacto económico que generan y en la opinión pública sobre los gobiernos.

Si calculamos las horas de espera en una cola de las personas sin poder crear valor en su función laboral o social, así sea de ama de casa, profesores, maestros, médicos, ingenieros, cuidadores de enfermos u otra actividad, veremos el costo económico de las colas. 

Aquí las colas no son solo en las bodegas sino en bancos y otras oficinas públicas hasta para el pago de multas.

Me pregunto, ¿qué cuesta más al país el tiempo perdido de las personas más los exámenes de PCR y tratamientos a los posibles contagiados del covid en las colas o realizar una mejor distribución y organización de los lugares de venta y no acumular 12 mil personas para adquirir lentamente un mismo producto en 5 o 6 días.

Me recuerdo que, siendo estudiante de ingeniería, vino el Profesor Gerald Lieberman, de la Universidad de Stanford, autor de varios textos de Investigación de Operaciones en los que se trata entre otros temas la teoría de las colas también llamada de fenómenos de espera. En un recorrido por el Vedado vio una cola en la Pizzería Milán de la Rampa y sentenció- Deben tomar en serio el asunto de las colas pues “las colas bajan el civismo”.

Realmente la informatización de la sociedad ha mejorado muchos trámites y evitado colas, pero será difícil realizarlos en los comercios a que más acuden los ciudadanos ahí están las bodegas, las tiendas en MLC y otros establecimientos.

No sólo con informatización; hace falta pensamiento, creatividad, condición humana, respeto al servicio público que se hace, aprendizaje, innovación y cultura social integral.


4 comentarios:

  1. Esto no necesita comentarios. Por su importancia lo que necesita es convertirlo en un clamor popular, que la televisión lo convierta en una información pública que remueva los cimientos de la burocracia responsable de estos errores. Son de los más culpables de participar en en el aumento de la pandemia sin mencionar, lo que muy bien explica el autor del articulo, relacionado con la afectación a la economía y el daño al civismo que se produce por el malestar de las personas.

    ResponderEliminar
  2. En mi opiniòn, ademàs de la escaces de productos y recursos para mejorar el servicio, existe falta de sentido de responsabilidad, de quienes tienen la capacidad real de modificar las estruturas y formas de brindar los servicios.
    Pondrè un ejemplo claro. FINCIMEX, no hay un dìa del mes que la oficina de FINCIMEX, de calle 8 entre 3ra y 5ta, no estè abarrotada de personas esperando ser atendidos. Aun en tiempos de Covid. Muchos de los servicios que dan se pueden hacer por correo electrònico o vias no presenciales. Por ejemplo, el pago del combustible se realiza en muchos casos por transferencia bancaria. Osea desde mi oficina o casa yo transfiero dinero a FINCIMEX y ellos son incapaces de por via electrònica notificar que han recibido el pago y que ya podemos cargar las tarjetas. Pues no, luego de hacer esa transferencia desde mi casa y el banco via electrònica enviarme la constancia de la operaciòn, hay que ir a FINCIMEX y desperdiciar 3, 4 o 5 horas para ser atendido 5 minutos.
    Ya nos reunimos con la responsable de la oficina y muy relajada y conforme, nos comunicò que ese es el mecanizmo establecido y que no hay otro.
    Asì no contribuimos a evitar contagios y a aprovechar el tiempo en otras labores productivas.
    Ellos estàn en el deber y la obligaciòn de mejorar estos aspectos. El paìs lo necesita.

    ResponderEliminar
  3. Interesante experiencia, el razonamiento de los porqué, y las formas de erradicarlo son otro capítulo aparte. Creo que la unica forma de mejorarlo a estas alturas es introducir la comercialización a las MIPYMES o los TCP, además de un marco legal consecuente y claro que frene la ilegalidad y propicie el control. Es necesario cambiar la mentalidad del gobierno en cuanto a que la comercialización al por menor no puede ser absorbida en su (casi)totalidad por el sector privado.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta leer tus artículos, llenos de objetividad, pena q no se tomen en cuenta por aquellos en los que recae tomar las medidas correspondientes

    ResponderEliminar