El Desfile de la Victoria sobre el fascismo se efectuó el 24 de junio de 1945. En el mismo participó una representación de las tropas soviéticas que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Stalin presidió la ceremonia, mientras los mariscales Gueorgui Zhukov y Konstantín Rokossovski, pasaron revista a las tropas. Al final, en medio de un sobrecogedor silencio, irrumpió en la Plaza Roja un destacamento de soldados que arrojó ante el mausoleo de Lenin las banderas de combate, estandartes e insignias de las unidades nazis derrotadas. Consumado el gesto, de la multitud brotó un estremecedor ¡Hurraaaaaa!
En la noche fue ofrecido un banquete en el Kremlin al cual se invitó a los mariscales, generales y almirantes que comandaron las tropas soviéticas, así como a los altos cargos del partido y el estado soviético. Para sorpresa de todos, Stalin ordenó silencio, levantó su copa y dijo: "Brindo por el pueblo ruso que con esta guerra se ganó el reconocimiento como la fuerza principal de la Unión Soviética entre todas las nacionalidades de nuestro país”. Otra vez de las gargantas henchidas de orgullo brotó un: ¡Hurraaaaa!
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