Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 18 de junio de 2021

Sobre Humberto Perez Gonzalez y su muy valioso aporte a la economía y a las ciencias económicas en Cuba

Por Dr. Julio Carranza.

He leído detenidamente cuatro textos enviados recientemente por Humberto Pérez, correspondientes a diferentes años en los cuales ha estado directamente involucrado en los problemas y transformaciones de la economía cubana, estos que he releído ahora tratan sobre los actuales desafíos y valoraciones sobre el pensamiento económico del Che visto desde la perspectiva actual.

En primer lugar quiero expresar mi opinión de que Humberto Pérez es y ha sido uno de los economistas y dirigente de la economía más lúcido en la historia del Gobierno Revolucionario. Desde la autoridad histórica que le da su participación en la lucha contra la dictadura batistiana hasta su intensa participación en las tareas de la revolución, no solo en la organización e implementación de las políticas del gobierno, sino también como pensador, como intelectual, con análisis y propuestas novedosas defendidas por él con la razón y la pasión propias de todo el que pone su vida al servicio de una causa noble.

Todo pensamiento sobre la realidad y su curso evoluciona y se somete a la prueba de la historia, algunas cuestiones quedan probadas, otras desechadas y otras continúan por mucho tiempo en la polémica. Las propuestas de Humberto han estado por años sometidas a esas discusiones y a diversas coyunturas, con muchos más aciertos que desaciertos y en permanente proceso de enriquecimiento y actualización.

Desde mi época de estudiante de economía he apreciado ese proceso y he leído, escuchado, debatido y aprendido mucho con Humberto Pérez. Después de décadas de evolución debo decir que a pesar de los avatares, las ideas y propuestas de Humberto mantienen intacta su esencia y su validez a la par de que han evolucionado sin dogmas ni ataduras, dando cuenta del cambio en el carácter del los desafíos y contextos que ha debido enfrentar el país.

Su discurso sobre la ANEC (de la cual fue miembro fundador y principal animador) así como otros muy recordados por mí, sobretodo el pronunciado en la Facultad de Economía en la segunda mitad de los 70s son, en mi opinión, textos que todo economista y todo cubano culto debe estudiar, se deberían republicar, ser traídos al debate actual, junto a otros que también deben ser rescatados. Una necesaria y útil operación “contra el olvido”.

Durante mi etapa de estudiante universitario hubo dos discursos que escuché de manera directa y que me impactaron notablemente, uno es este que mencioné de Humberto y otro de Carlos Rafael Rodríguez, pronunciado a propósito de nuestra graduación en la sala del Instituto de Comercio Exterior: “pensar económicamente quiere decir pensar dialécticamente que es pensar globalmente”, dijo aquel día Carlos entre otras cosas fundamentales para los que entonces comenzábamos la vida profesional.

El de Humberto (creo que fue en la sala Talía) se expandió en la importancia de las ciencias económicas y de los estudios de economía, en la necesidad de fortalecer la Facultad (entonces aspirábamos a que fuera un Instituto Superior de Economía), se refirió a la importancia de la investigación científica en el campo de la economía pero sin “economisismos”, habló de la complejidad de aquel momento, cuestión que el conocía muy bien debido a su responsabilidad como Ministro a cargo de la JUCEPLAN y de principal arquitecto del sistema de organización de la economía que entonces se implementaba.

El contante análisis sobre problemas tan complejos y esenciales de la economía socialista como la combinación entre planificación y mercado, la cuestión de la propiedad y la gestión económica, las empresas y su diversidad, los precios, la inversión, las políticas sociales, el comercio exterior, las finanzas, la política monetaria, etc han estado siempre presentes y rigurosamente tratados en estos textos y pronunciamientos.

Me llamó la atención en ambos, Carlos y Humberto, como corresponde a hombres cultos y honestos, su distanciamiento y crítica al dogmatismo, su apertura al diálogo, al intercambio.

Desde entonces no han cesado ni la complejidad de la economía, ni las agresiones al país, ni el debate sobre qué hacer, hoy todo esto está presente, quizás con más urgencias que nunca antes y nuevamente, ahora desde ya una larga experiencia y con el compromiso revolucionario y la lucidez intacta, Humberto ha mantenido su muy activa presencia en el análisis y las propuestas.

Es obvio que nadie tiene las verdades absolutas y que todo debe ser sometido al debate y a la práctica, pero cuando revolucionarios e intelectuales de su altura están envueltos en ese proceso sin dudas el nivel, la profundidad y la utilidad es superior a pesar de intereses o creencias mezquinas que así no lo quieran considerar.

Debo destacar además de la honestidad, la modestia de Humberto, un día, en los primeros años 90s llegó a mi casa y me dejó un pliego de 17 hojas con un análisis muy profundo y enriquecedor a propósito de un artículo que había yo publicado en aquella época (Cuba, los retos de la economía, 1992) y que había provocado muchas reacciones, algunas a favor, otras en contra, algunas muy a favor y otras muy en contra. Fue alentador recibir sorpresivamente aquel aporte de Humberto, a quien yo no había tenido aún la oportunidad de conocer personalmente, pero a quien leía y escuchaba desde mi etapa universitaria.

Después vinieron encuentros, diálogos, amistad sincera y su permanente disposición a atender nuestras consultas, como cuando Luis Gutiérrez Urdaneta, Pedro Monreal y yo escribimos y publicamos el libro “Cuba la Reestructuración de la Economía, una propuesta para el debate”, 1995.

Ha pasado el tiempo y Humberto ha seguido escribiendo y aportando mucho, es muy importante rescatar todo esto, hoy es útil y necesario, es parte del compromiso y el esfuerzo de muchos que desde diferentes luces y experiencias, pero con el mismo compromiso, intentamos aportar para definir el curso de la economía y la sociedad en medio de la complejidad, la incertidumbre y la permanente hostilidad externa que se enfrenta.

En la obra de Humberto y en estos textos de entonces que he releído ahora hay múltiples referencias al Che y sus importantes aportes a la economía y al pensamiento económico cubano.

Como lo han expresado y demostrado muchos compañeros que han estudiado su obra y que aún convivieron con él, el Che Guevara es un gigante de la historia y del pensamiento de la revolución cubana, forjado bajo el liderazgo de Fidel, son personalidades que ganaron sin discusión el “hermoso Olimpo de los héroes de la patria”, desde allí acompañan, ahí están no solo su ejemplo, también sus imprescindibles obras escritas para el análisis riguroso, el estudio y el conocimiento de todos. Pero como ellos mismos expresaron más de una vez, el estudio, el análisis sin dogmas, la constante disposición y capacidad para entender la época, los contextos los desafíos, la mente abierta, deben estar presentes siempre, “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, afirmó Fidel como parte de un texto de legado final que definía la cuestión de manera sintética y genial. Se avanza desde la historia, pero más allá de la historia.

Los principios del proyecto de nación y del socialismo cubano (soberanía nacional, justicia social, desarrollo económico e internacionalismos) son irrenunciables, pero sus horizontes, sus políticas, las formas de alcanzarlos son siempre debatibles, objeto de análisis y de rectificaciones, sin dogmas, sin conservadurismo, sin radicalismos fatuos e inútiles. Si analizamos la historia de más de seis décadas de revolución socialista en Cuba veremos que los principios han permanecido intactos, sin embargo las políticas han sido muy diversas, a veces hasta diametralmente diferentes, no es eso acaso prueba suficiente de la necesidad de un debate y un contante buscar para poder avanzar en medio de las tinieblas que impone el mundo actual, para lo cual no existen ni hojas seguras de ruta ni Waze.
No se puede perder la frescura del debate fecundo y comprometido con el país, con su historia y con su progreso, evitando y rechazando toda mácula o interés espurio. Es difícil, pero imprescindible y Humberto siempre ha estado muy destacadamente ahí.

18 de junio 2021

3 comentarios:

  1. Un día allá por los 85 más menos, no logró acordarme, leí en el periódico Granma: detenido Humberto Pérez, presidente de la JUCEPLAN.
    Fue el período en que se luchaba contra la corrupción y fueron separados de sus cargos varios ministros como Diocles Torralba.
    Todos fueron condenados a prisión.
    En el caso de Humberto no fue así.
    No lo pudieron ni señalar con un dedo.
    Pero fue la manera que encontraron para separarlo del partido y el gobierno.
    En el ámbito popular quedó como un traidor y sus libros de economía política fueron retirados de la enseñanza, acusado de plagio.
    Nunca he visto que su moral haya sido restituida públicamente.
    Toda la sociedad está en deuda con él.
    Para el gobierno su caso sirvió de ejemplo para mantener a raya a todo el que pretenda sobre pasar el liderazgo. A partir de hay los ministros de economía sólo se dedican a cumplir órdenes. Excepto Murillo que volvió a hablar de economía política y la necesidad de aplicarla, y parece que también le ha costado ser relegado a una tarea, de hecho la incumple.
    Cuando se escriba la historia económica de la revolución Humberto Pérez quedará como la figura que organizó y puso en práctica un verdadero sistema de dirección e institucionalización de la economía.
    Rogelio Castro Muñiz

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  2. A él lo defenestro, el Neron de Biran ! Porque discrepo de un señalamiento que le hizo el hombre de la barba copiosa e hirsutismo.

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  3. Con más de 60 años de experimentos económicos en Cuba de algo que llaman "socialismo" y con la experiencia de unas decenas de países que intentaron lo parecido y en todos los casos fracasaron, aun quedan en nuestro país los economistas que sólo obedecen órdenes a cambio de una posición administrativa, y los que "fueron" pero ya no son, que aún creen que el fracaso tiene una "solución socialista", pero que en la práctica están contribuyendo a que el país continúe por el camino de la miseria y no se hagan los cambios politicos y económicos radicales que son imprescindible en una sociedad donde la miseria y las desigualdades, unido a la negación de los derechos economicos y sociales fundamentales no permite el desarrollo.

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