Me ha sido difícil entender por qué en medio de estos cambios profundos no se autoriza a alguna cadena internacional de supermercados abrir sus puntos de venta en Cuba.
He sacado algunas cuentas, que por cierto no son difíciles de calcular y no requieren doctorados, una relación de los múltiples ingresos e impactos positivos de diferente tipo que habría en el país.
Se cumplirían dos importantes objetivos de la Administración Pública que son elevar la calidad de vida de la Sociedad e incrementar el desarrollo económico.
He pensado en un esquema de como montar ese negocio y cumplir ambos objetivos del servicio público.
1- No creo que deba ser una empresa mixta y menos aún con ninguna de las cadenas en divisa nacionales que ahora operan. Debe ser 100% extranjera.
2- Debe establecerse como requisito que al menos un 10% del surtido de productos que compitan en calidad, presencia y precio deben ser cubanos sean de empresas estatales o de pymes privadas.
Esta medida incrementará ingresos en divisas; moverá la necesidad de mayor calidad y son exportaciones en frontera y será sistemático y aportan al fisco.
3- El arriendo, la remodelación y habilitación del local de ventas , el cual debe ser grande y espacioso, ( hay muchas grandes naves abandonadas o poco utilizadas). Su adaptación corre a cargo del inversionista extranjero, que lógicamente, como ocurre en muchos negocios, debe recibir beneficios fiscales por estos cargos para construir la tienda que a su vez representan ingresos en divisa para entidades cubanas y para el fisco.
4- Servicios tales como electricidad teléfonos y comunicación, seguridad y protección, logística, aduanas, gastos de puertos y otros, son ingresos para el país en divisas.
5- Las cadenas de tiendas actuales también se desarrollarán pues al fin tendrían contra quien competir y aprender.
6- Como todos los supermercados del mundo pudieran vender productos de la agricultura.
7- Los ciudadanos tendrían más productos para elegir, seguramente será más ágil el despacho y en una sola visita se podría obtener todo tipo de productos.
No encuentro argumentos ni filosóficos, ni ideológicos ni políticos para no hacerlo, mas contradicción le veo a que lo hagan cadenas de tiendas de propiedad Cubana, es verdad que ha sido un mal necesario que el desarrollo de la economía se encargara de resolver.
Creo que esta inversión extranjera en el Comercio Interior, permitirá traer un mercado de divisas en fronteras que puede lograr un encadenamiento y lo más interesante es que esa misma cadena pueda adquirir productos cubanos que puedan comercializar en otros puntos de venta de la misma cadena en el exterior.
Un elemento que seguramente se puede negociar es el que las cadenas cubanas y el Comercio interior cubano participen en el sistema de compras de la cadena foránea lo que seguramente beneficiará a ambas partes.
También este tipo de negocio genera nuevos empleos.
Creo que hay que dejar ciertos celos profesionales, ambiciones no confesables y argumentos ociosos y pensar como país y avanzar en este campo.
El enfoque del artículo del Dr.Silvo Cañves ha estado dirigido a las ventajas que representaria para la actividad de comercio interior en nuestro pais, la presencia de cadenas de tiendas de capital 100% extranjera. Pudiera señalarse además las ventajas que esto pudiera acarrear para el sector productivo nacional:
ResponderEliminar1. Posibilidad de exportar en frontera para productores nacionales
2. Estímulo al incremento de la eficiencia y calidad en la produccion agricola e industrial de productores nacionales
3. Referencia internacional de precios en la comercializacion de estos productos y estimulo a la competencia partir de patrones mercantiles.
4. Incremento del empleo.
Indudablemente, muchas gracias por su opinión. Saludos
EliminarSi se logrará (autorizara) la apertura del comercio interior a los negocios extranjeros, estaríamos abriendo realmente nuestra economía y entonces nos pudiéramos preguntar y porque no permitir inversiones productivas de capital totalmente extranjero.
ResponderEliminarMucho cuidado. De socialismo solo nos quedaría el nombre. Con una apertura tan amplia al sector capitalista y además extranjero quedaría el 1ro de enero de 1959 como un día feriado tradicional.
Rogelio Castro Muñiz
Un tema interesante que no puede ser tabú, a pesar de que en el último congreso el propio Raúl estableció como un límite que no podía pasarse. Yo entiendo los "temores" y los comparto, aunque creo que el tema está en esa cuenta. Cuánto dinero va a salir del país y cuánto se queda con esa fórmula o alguna otra. Si el saldo es o no mayor que la actual fórmula. Creo que hay un artículo de Everleny , publicado aquí, estoy casi seguro, donde ese economista hace eso a groso modo. Tal vez esta situación sea homologable a la de los hoteles. Se encontró una fórmula, los contratos de administración, donde el capital extranjero se llevaba dinero de un recurso natural del país, pero el país ganaba también, y los hoteles se mantenían siendo de propiedad cubana.
ResponderEliminarTambién hay un tema implícito en esto. Cuando las cadenas de tiendas empezaron, CIMEX, Cubalse, me parece que los modelos de gestión eran mucho mejores que ahora. Desde que todo pasó a TRD ( o al GAE al que pertenece TRD) creo que ya habido un deterioro de todas esas tiendas. Un botón de muestra: la práctica de acumular parlets con la mercancía en la misma tienda haciéndola un almacén más. Entonces a u o siempre le queda la duda de si es necesaria una cadena de tiendas extranjeras o que volver a las prácticas que tenían quienes fundaron Cimex y Cubalse. Al final en esta "competencia" ganó la cadena más mala que siempre fue TRD y me parece que fueron sus esquemas de funcionamiento los que se generalizaron y no al revés
ResponderEliminarConstituye igualmente quitarnos la paquetería para la cual no estamos ni preparados y preopupa tanto al Primer Ministro , además de eliminar ese incontrolable "muleo" con ese inescropuloso mercado subterraneo.
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