Economía, Invasor
Foto: Alejandro García Sánchez
Limitaciones de recursos, imprescindibles para emprender la siembra de caña de azúcar en la provincia de Ciego de Ávila, en lo fundamental, han lastrado el desempeño de la campaña de primavera, con atrasos imposibles de recuperar para su cierre, aunque algunas causas de orden organizativo también inciden en los bajos resultados.
Eduardo Larrosa Vázquez, director de coordinación y supervisión técnica del Grupo Azucarero Azcuba en la provincia, informó a Invasor que hasta mediados del mes actual el plan de siembra se cumplía al 59 por ciento, pues de 5348 hectáreas (ha), se han sembrado 3176,8 ha.
Los atrasos más significativos se registran en la Empresa Agroindustrial Azucarera (EAA) Enrique Varona, que está a un 32 por ciento de lo previsto, y en su similar de Primero de Enero, a un 53 por ciento, agregó el directivo.
Asimismo, la EAA Ciro Redondo, que había cumplido su cometido hasta abril, actualmente presenta incumplimientos, al estar al 78 por ciento.
La provincia ha tenido una regresión con respecto a la etapa de siembra del primer cuatrimestre del año (que se desarrolla de conjunto con la zafra), aunque todavía muy lejos de lo ideal, pues si aquella terminó al 74 por ciento, hasta la fecha la tendencia al decrecimiento es aún mayor.
Larrosa Vázquez explicó que, entre las causas de las tierras aun no plantadas, que se arrastran desde el primer cuatrimestre, se incluye la no liberación a tiempo de las áreas de demolición comprometidas con la siembra de esa etapa en las EAA del territorio, demoras en el acondicionamiento de las áreas vacías por las bases productivas, la baja explotación de las maquinarias, y en algunos momentos, la falta de oportunidad en la preparación de suelos en determinadas zonas.
Una fuerte incidencia en los atrasos se ha dado por la disponibilidad mínima de combustible desde abril hasta la actualidad, y también la imposibilidad de poner en movimiento las tierras a partir de que no se puedan liberar, resaltó.
No obstante, Larrosa Vázquez comentó que existen potencialidades en caso de que la situación sea un poco más favorable, pues: “hoy se encuentra una cantidad de tierras en movimiento, listas, que de irnos entregando los volúmenes de diésel que pueda disponer el país, pudiéramos lograr mayor cantidad de siembras”.
“La campaña de primavera, que termina el 30 de junio, será imposible cumplirla a partir de los atrasos y la imposibilidad de sembrar. Por tanto, todas estas tierras pasarían para la campaña de frío, en la que buscaríamos una estrategia para recuperar todo lo posible en los meses de julio y agosto y hasta el 15 de septiembre, que es cuando se siembra caña en la provincia, porque a finales de septiembre empiezan a disminuir las lluvias”.
Los atrasos ponen en peligro, además, el cumplimiento del plan de siembra del año en la provincia.
En cuanto al cultivo y fertilización tras el corte, se encuentran a un 63 y 68 por ciento, respectivamente, también con afectaciones por la escasa disponibilidad de los combustibles, señaló. A la par se intensifican las labores de limpia manual y de deshierbe para las plantaciones como actividades principales.
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