Ante la disminución del plan previsto, las empresas mayoristas de alimentos en las provincias también se vieron obligadas a hacer ajustes en las conciliaciones con TecnoAzúcar, que realiza los contratos con los centrales y distribuye las asignaciones al Comercio
En el año 2022, el azúcar que se distribuye al sistema del Comercio en Cuba tuvo una afectación de cerca de 60 000 toneladas, a partir de los resultados de la zafra 2021-2022, considerada como la producción más baja en más de cien años.
Teniendo en cuenta esta situación, Leticia Ojeda, directora comercial del Grupo de Alimentos del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), explicó a Granma que se decidió proteger –a partir de las disponibilidades existentes– la canasta familiar normada, la producción del pan y de medicamentos y, como segundas prioridades, el consumo social destinado a Educación y Salud, además de órganos de la defensa de interés nacional.
Ante la disminución del plan previsto, las empresas mayoristas de alimentos en las provincias también se vieron obligadas a hacer ajustes en las conciliaciones con TecnoAzúcar, que realiza los contratos con los centrales y distribuye las asignaciones al Comercio, agregó.
La decisión adoptada, explicó, fue que los territorios hicieran la distribución ya no por tipo de surtido, sino como producto total, respetando el principio de distribuir las libras que corresponden a cada consumidor, ya fueran de azúcar crudo o refino.
Recordó que según la política aprobada por el Mincin, la distribución de azúcar –cuatro libras per cápita– tiene un esquema diferente para cada provincia: algunas asumen el sistema de tres libras de azúcar cruda y una de refino, en otras son dos y dos, o 1,5 y 2,5 libras de cada surtido, etc.
Por otra parte, a finales de 2022 algunas provincias empezaron a sentir aún más estas afectaciones, pues también las entregas del producto sufrieron retrasos. Como resultado, sostuvo, el azúcar que debían recibir las bodegas para asegurar la distribución total a partir del primer día del mes entrante, no pudo cumplirse así en todos los territorios.
«Al tener pendientes, hubo provincias en las que al consumidor, cuando fue a comprar sus “mandados” a inicios de mes, solo se le pudo vender dos libras de azúcar, y el resto le fue entregado en el transcurso de las semanas siguientes».
Por ejemplo, a mediados del presente mes de enero, señaló la directiva, cuatro provincias no habían podido terminar la distribución: Artemisa, Matanzas, Pinar del Río y La Habana, en algunos de sus municipios.
En el caso de las entregas correspondientes al consumo de febrero, estas se cumplen al 60 %, con atrasos en Artemisa, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río, indicó, por otra parte, Dionis Pérez Pérez, director de Informática, Comunicaciones y Análisis del grupo empresarial Azcuba.
Precisó, al respecto, que se encuentran comprometidas las entregas de Artemisa y Pinar del Río, afectadas por la arrancada con retraso del central 30 de Noviembre, debido a roturas de dos turbogeneradores, así como de una caldera.
El completamiento de Mayabeque depende de la solución de la avería de los dos turbogeneradores del central Boris Luis Santa Coloma, y en el caso de La Habana se soluciona con transportación del producto desde Cienfuegos, Sancti Spíritus y el Puerto de Carúpano, destacó.
Para este 2023, el Grupo de Alimentos del Mincin prevé recibir por plan 310 000 toneladas de azúcar y, de ellas, 240 500 son para la canasta familiar normada.
El análisis de esta situación, comentó Pérez Pérez, no puede verse aislado de la obsolescencia que hoy padece la industria azucarera y el impacto negativo del bloqueo de Estados Unidos en la adquisición de recursos para la reparación y mantenimiento de las maquinarias, el transporte y la industria.
Pese a estas limitaciones, que son reales y terminan afectando directamente a la población, al sector también le urge avanzar hacia un modelo de negocios en el que la diversificación y la economía circular –el aprovechamiento de todo lo que dé la caña– le puedan ofrecer suficiente dinero, para así incrementar la rentabilidad, impulsar su desarrollo y garantizar el crecimiento. Esa ha sido la indicación de las máximas autoridades del país.
El azúcar seguirá saliendo de los ingenios, pero la estrategia es producir para satisfacer el consumo nacional, el doméstico y el industrial, y exportar otra parte, según los compromisos y el mercado.
Es un reto que tiene hoy el sector y que, sin duda, se convierte en gran desafío, sobre todo si tenemos en cuenta que hasta finales de diciembre de 2022, tras los resultados de la denominada zafra chica, solo se había producido el 69 % del azúcar previsto hasta la fecha.
Sin embargo, también destaca la recuperación de unas 7 000 toneladas por concepto de eficiencia industrial, al lograrse un rendimiento superior en un 1,14 %.
Comentario HHC: Bueno con ese 69 % al parecer, ¿es un preludio de que no se cumplirá en plan de esta zafra?.
Ya dias atras, el compañero de Sistema de Azcuba, que es el que informa, dijo que estaban haciendo el máximo esfuerzo, no lo dudo en verdad, pero se requieren resultados.
Resistencia creativa... Qué desastre.
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