Ante todo un sincero agradecimiento a todas y cada una de las personalidades del mundo económico de este foro por tener en cuenta mi artículo de CubaDebate.
Me siento obligado a intervenir ante algunas cuestiones planteadas. Lamento mucho que se haya expresado que "cualquiera" puede escribir de economía. Estoy bastante establecido en mi profesión y especialidad, que por cierto es bastante inter y multidisciplinaria dados los relativamente estrechos márgenes de las ciencias tradicionales. Me encantaría que "cualquiera" expusiera algo acerca de ella y entrar en un debate dando o restando certeza a sus argumentos. Cuando ha ocurrido algo parecido he aprendido invariablemente, porque me ha obligado repensar aspectos que creía establecidos e inmutables en mis patrones de conocimiento y a veces viciados puntos de vista.
De todas formas lamento que se haya interpretado que mi trabajo es de economía. De ninguna forma. Se trata de un trabajo de pensamiento científico elemental que es común a cualquier ciencia.
Si no se tienen instrumentos de medición y evaluación confiables para cualquier fenómeno no se pueden gobernar y mucho menos mejorar. Hace 2500 años los seres humanos descubrimos que el dinero resuelve esos problemas cuando se trata de intercambios de valor entre las personas. Y nosotros hemos graciosamente renunciado a esa medición confiable porque no tenemos dinero cubano real sino una moneda que hemos reducido a dos o tres o cuatro formas de evaluarse para diferentes actores. Además establecemos normas rígidas de su uso para los que trabajan para el pueblo de Cuba y dejamos el libre albedrío a los que trabajan para sus propios bolsillos. Para estos últimos es para los que la moneda nacional se parece más al dinero, porque ellos si lo cambian, importan, exportan, le dan valor a lo que recaudan en Cuba y sacan muchas cuentas a espaldas del fisco. Repito que esto no es economía, es pensamiento científico aterrizado en la vida diaria de nuestra Patria actualmente.
Firmemente creo que sin resolver el problema de tener dinero real, con tasas de cambio irrestrictas, flotantes y para todos los actores, tanto macro como micro, no podemos ni empezar a resolver todos los demás. Llevamos casi 60 años en esta situación y no hemos salido nunca de las escasez y la ineficiencia sin recurrir a ayudas "maravillosas" desde fuera o usar un dinero real, como ocurrió entre 1993 y 2004 con el dólar americano.
He observado en los materiales de este foro que varios compañeros están proponiendo medidas que pueden ser efectivas, que requieren consenso y perfeccionamiento, pero que hay que empezar a tomar con la cualidad de ir probando y corrigiéndolas sobre la marcha y no proponer un "paquete" milagroso que pretenda resolverlo todo, como se hizo en la tarea ordenamiento.
Por otra parte, el discurso de exhortación a producir, tan frecuente últimamente, solo es efectivo en condiciones muy específicas, que no me parece que sean las actuales.
Con todo el respeto y admiración que me merece la figura de nuestro Che, el médico revolucionario, me parece que es un despropósito invocar ahora como válidas muchas de las ideas económicas que desarrolló desde su experiencia práctica en un escenario totalmente diferente al actual, desde TODOS los puntos de vista. Sin embargo, se tomó como referencia hace poco en un programa de "Cuadrando la Caja". Lo que nunca será despropósito en el caso del Che es su ejemplo, compromiso y consecuencia en la vida y hasta en la muerte.
Una vez más, muy agradecido por la atención que puedan haber prestado a mis modestas letras en CubaDebate y sobre todo por el debate, del que he aprendido y quisiera seguir haciéndolo.
Un fuerte abrazo,
Luis A. Montero Cabrera
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