Profesor en Centro Universitario de Baracoa.
Las relaciones mercantiles van entrando aceleradamente en todo el tejido social del país. Lo hacen para mal, pues van pudriendo todo lo que tocan, especialmente los valores morales revolucionarios y la concepción de un proyecto social socialista, más justo y humano.
La cultura del yo tengo se va imponiendo. El egoísmo mipymero se va colocando por encima de los intereses comunes y el afán de lucro va dejando su impronta en todos lados, desvalorizando los ideales más puros de la nación construidos con tanto esfuerzo y sacrificio durante la revolución.
La cultura del timbiriche aflora y prevalece. Hay que comprar y revender como vía de enriquecimiento o para sobrevivir. El salario estatal se deprecia a un nivel tal que lo hacen risible. Maestros, médicos, profesionales de alto nivel, pasan a las filas de los vulnerables, de los que no pueden llegar a fin de mes, ni siquiera a mediados. Va siendo imposible vivir del salario estatal.
Mientras, aparecen en las calles autos lujosos con los nuevos ricos como propietarios. Aumenta la riqueza en manos de una parte minoritaria de la población, mientras masas cada vez mayores son lanzadas a la pobreza extrema y el hambre. Es una realidad que algunos no quieren ver, pero basta salir a nuestras calles para percatarse.
El mercado va haciendo lo suyo, su labor de erosionador de la conciencia política es perceptible a diario. El predominio de las eufemísticamente llamadas formas no estatales de producción (propiedad privada) se va imponiendo en todas partes, incluyendo la recogida de basura en la capital. Pareciera que la empresa estatal socialista ha sido condenada a muerte por el mismo estado.
Existe una manera archiconocida de arruinar a una empresa estatal: descapitalizándola, abandonándola, haciendo que pierda su fuerza laboral calificada, no financiándola, dejándola destruir … luego, se la entrega a un emprendedor privado que reduce la plantilla y aumenta los precios hasta el infinito, pierde el pueblo.
Alguien dijo: Cuando todo sea privado, nos privaran de todo.
El capitalismo se construye solo, nada más le hace falta un empujoncito y todo lo creado por la revolución se viene abajo. Las sagradas conquistas sociales socialistas están contra la pared. Es virtualmente imposible resolver un empaste dental sino lo pagas, tanto el material como la mano de obra. Pasa lo mismo con otros servicios médicos y de otra índole. Lo cual es muestra del deterioro moral que la crisis económica prolongada y agudizada provoca.
Precios de horror para alimentos básicos ponen al pueblo en una situación de vulnerabilidad extrema. Se apela a lo que sea para sobrevivir. La emigración se dispara y amenaza con dejar al país sin jóvenes.
Las novelas de la televisión van mostrando ya el reajuste social. El galán, proveniente de una familia rica, propietario de un hostal y también la empleada pobre, abandonada a su suerte, más el joven marginal apartado del sistema educativo y laboral del país.
Es un triste reflejo del mundo que estamos construyendo.
Los docentes, un capital humano invaluable, construido con el sacrificio del país durante décadas, abandonan las aulas en busca de mejores salarios y condiciones de vida. Otros profesionales, altamente calificados, también dejan sus puestos laborales y desembarcan en las mipymes. Regresa a la calle el buzo, que hurga entre montones de basura maloliente algo de comer. El buzo puede ser un jubilado que no puede vivir de su magra pensión, ganada luego del sacrificio de toda una vida.
Solo una revolución salva hoy a la revolución. Una revolución que ponga de nuevo al pueblo en el centro de su atención, que abandone los mecanismos capitalistas de conducción de la economía o los ponga en su justo lugar, una revolución que priorice a la empresa estatal sobre la privada, que invierta lo poco de lo que se dispone en la producción de alimentos, en la salud, en la educación. Una revolución que combata sin tregua a la corrupción, al desvío de recursos, a la malversación, al maltrato al pueblo. Una revolución que no olvide a los que la construyeron y que hoy jubilados viven de la caridad pública o del apoyo de amigos y familiares. Una revolución que pueda elaborar un proyecto de vida viable para nuestros jóvenes, para evitar que emigrar sea la solución a sus problemas.
Hace falta una revolución contra la ideología neoliberal, contra la simulación política, contra el robo infame de los recursos materiales estatales y las indisciplinas sociales y financieras, contra el culto ciego a la propiedad privada. Hace falta una revolución contra la apatía social, la desidia, el conformismo, contra el burocratismo.
Una revolución que no olvide, ni por un segundo, que se debe al pueblo, a los más humildes y desfavorecidos, que sienta por el pueblo, que sufra como el pueblo, que tenga un compromiso con la historia.
Jamás el mercado sin regulación y la propiedad privada hicieron progresar a nadie, menos en medio de un bloqueo económico y financiero feroz ejercido contra la isla rebelde por la potencia hegemónica del planeta. Cuba es Cuba y no se parece a nadie. Viet Nam y China, que han empleado profusamente el mercado y sus mecanismos en su desarrollo, poseen la cláusula de Nación Más Favorecida en el comercio otorgada por Estados Unidos y reciben sin restricciones millonarias inversiones y facilidades económicas. Cuba enfrenta una Guerra No Convencional sin parangón en la tierra, no son las mismas condiciones, por lo que no pueden copiarse acríticamente los caminos.
Las extraordinarias conquistas sociales alcanzadas con tanto esfuerzo, sacrificio y creatividad, están en peligro: escuelas sin maestros, cobro ilegal de servicios médicos, incremento de la inseguridad ciudadana, falta de higiene pública, emigración descontrolada y en aumento de jóvenes y profesionales, impunidad, corrupción, entre otros males.
La revolución tiene hoy que reinventarse si quiere sobrevivir, lo tiene que hacer con el esfuerzo de sus mejores hijos. ¿Lo hará? ¿Existe la voluntad política para ello? ¿Tenemos tiempo aún? ¿Están los cuadros necesarios para eso?
Creo, sinceramente, que sí.
31-8-2024
Comentario HHC: Las negritas son del autor en el original , y el texto se ha divulgado en las redes tambien con otro nombre : CUBA y el MERCADO
Estas expresiones de lamento son una muestra de la profunda ignorancia política del propio marxismo, de la economía política.
ResponderEliminarUna incapacidad para entender de dónde dónde y por que aquella falsa abundancia y conquistas sobre una base de merengue.
Pero así nos educaron, sin razonar.
Ahora a sufrir.
Expresiones de lamento??? No señor!!! Es la viva realidad y de la traición a la estamos siendo sometidos...
EliminarEl socialismo no significa la supresión de las relaciones mercantiles ni del mercado, sino de la hegemonía del capital. La falta de liderazgo político es evidente. Yo pienso que hay que refundar muchas cosas en Cuba en todos los ámbitos, social, político, económico. Dicen que la lentitud, la falta de espíritu revolucionario en el sentido real (no dogmático ni genuflexo), la inercia, la apatía burocrática se debe a un ente divino que le llaman "Falta de Consenso", que no entiendo bien qué cosa es. Mientras tanto, la Nación se cae a pedazos mientras, supongo que "Falta de Consenso", culpa al bloqueo . El día que la Nación se deje destruir por el inmoral bloqueo, se ha consumado el Pacto del Zanjón. Y por ahí parece que van los tiros.
ResponderEliminarEsa es la opinión del autor y se le respeta. Pero parece que el crítico de arte Néstor del Prado, el ignorante Rosell del MINEM, el encumbrado Dr. Pi, el apologeta de la CTC, Randy el intrépido, Yusuam el de las palmas ligeras y la gran mayoría de los diputados creen que vamos de victoria en victoria.
ResponderEliminarA esto no lo salva ni el medico chino.....
ResponderEliminarDicen que Randy el intrépido lo va a publicar en Cubadebate e incluso lo van a comentar en Confilo.
ResponderEliminarBueno, que tengan cuidado los Randy y compañía, que fue tomado del perfil de un Héroe, que ese sí tiene c...
ResponderEliminarEl autor de este artículo llama a una Revolución para salvar la Revolución y coincido plenamente con la idea, no tanto con su pensamiento parcializado sobre las causas de lo que está destruyendo la Revolución. Le faltó hablar de los errores conceptuales y técnicos para abordar la crisis, cuyos resultados es incrementar la crisis. No habló de la ineficiencia del sector empresarial estatal, no se refirió a esas oficinas y despachos de ministerios llenos de gente alimentando la burocracia, no dijo que solo el 20 % de las empresas estatales generan el 80 % del PIB y las otras que hacen?. No tuvo en cuenta que se prioriza en el orden del 35 % del PIB las inversiones para el turismo y un escaso 3 % para la producción de alimentos y la industria azucarera. Industria azucarera para la cual se hizo un llamado a salvar en fina ironía y franco cinismo. No mencionó a nuestros diputados dóciles representantes que asisten a mano levantada y aplausos incluidos a los discursos encendidos de citas del Primer Ministro. En fín, mucho de lo que dice del sector privado es verdad, pero lo que no se dice del ineficiente y burocrático entramado estatal es cobardía
ResponderEliminar100% de acuerdo
EliminarEl ciudadano de a pie, profesional, que se ha sacrificado con una familia a la cual atender, incluido menores de edad y personas mayores, estamos obstinados de tanta desidia, ya las familias están emigrando en cantidades de 3 y 4 personas. Esto no creo que tenga salvación..............
ResponderEliminarTener un carro no es de ricos , lo que el sistema acostumbro al pueblo ha vivir en la miseria y que vivir mejor va en contra del socialismo.
ResponderEliminarLa empresa estatal socialista esta condenada a muerte porque no funciona.
ResponderEliminarEl socialismo convirtió a Cuba , en un país de vagos y ladrones, donde muchos emigran y llevan consigo las mañas del trapicheo.
ResponderEliminarPorque " una revolución [... "que sienta por el pueblo .... [ ... ] ...] " ? No es la clase obrera el Único Sujeto social de la historia al frente de Su revolución ? Porque un aparato tiene que sentir por el pueblo ? Porque la clase obrera cubana no se expresa como clase política ? Pregunto , nada más . Saludos desde Buenos Aires
ResponderEliminarPor lo menos díganle a la ministra de comercio interior que sólo informe lo que se va a dar por la libreta o no diga nada, porque nada más anunció que no habría cafe y nuestros queridos aguerridos, y combativos compatriotas de las Mipymes no perdieron tiempo y el paquete de café de 250 gramos lo subieron de 1200 pesos a 1400 y 1500.
ResponderEliminarMuy buena respuesta de los patriotas y revolucionarios nuevos actores o destructores economicos
Anonimo 23:37, pense q su escrito diria: " Queridos compatriotas ante el anuncio de nuestra ministra del interior de q no hay cafe para distribuir a la poblacion, los comboco a movilizarnos juntos en Guantanamo, Santiago o Granma para sembrar y cosechar cafe hasta lograr los volumenes de 1959 en Cuba".
ResponderEliminarCon ese plantamiento quizas hasta yo habria dado un " paso al frebte"
Este escrito lleva un análisis detallado y objetivo de la realidad que expresa.
ResponderEliminarCada palabra, cada expresión muestra el sentir de los que están a favor o en contra.
Hace más de 20 años analicé la situación de nuestro país con un combatiente que lo dio todo y se encontraba en esos momentos al igual que yo luchando la propina de un establecimiento del turismo para sobrevivir. En ese momento dijimos sino se toman las medidas necesarias ahora todo se perderá.
Hoy se dicen las cosas como si nada hubiese pasado en Cuba del 1959 a la fecha, como si nadie tuviera la culta.
Lo cierto es que mi padre murió sin ver el progreso, yo voy a morir sin ver en progreso, mis hijos tuvieron que emigrar porque no veían el progreso y mis nietos cubanos tienen que emigrar y los que están por venir no serán cubanos.
Felices logros.