Caudal norte casi seco del rio Higuanojo, desde el puente de la carretera de Sancti Spíritus a Trinidad, en Cuba. Foto: Oscar Alfonso Sosa/AIN
Sancti Spíritus, 9 ago (AIN) Con solo 239 millones de metros cúbicos de agua almacenados en sus presas, de una capacidad de mil 200 millones, y un déficit en el acumulado anual de lluvias, la provincia de Sancti Spíritus atraviesa una de las sequías más intensas de los últimos años.

  Ni las tormentas locales severas que desde hace un tiempo azotan al territorio ni los mil ruegos a la naturaleza de los arroceros que han debido paralizar sus siembras ante la escasez del líquido, han provocado abundantes precipitaciones que mitiguen la sed de los embalses.

   Pese a transcurrir el cuarto mes del periodo húmedo, los reservorios de Sancti Spíritus registran unos 300 millones de metros cúbicos de agua menos que en igual etapa del año anterior, con los volúmenes más críticos en Dignorah, Aridanes y la Zaza, que apenas retiene el 13 porciento de sus mil 020 millones.

   Al decir de Alberto Eirin González, delegado de Recursos Hidráulicos en esta región central, los escurrimientos prácticamente no llegan a los acuatorios porque las lluvias se producen de forma espaciada y algunas son de corta duración.

   Si bien es cierto que ha llovido –dijo- no ha sido con la frecuencia o la intensidad que se necesita.

   Estadísticas aportadas a la prensa local por la subdelegación técnica del organismo, refieren que en lo que va de 2015 solo ha caído el 83 por ciento del promedio histórico de precipitaciones y el mes de julio, por ejemplo, clasificó como el segundo más seco de la última década.

   Sin embargo, con excepción de la de Trinidad, las cuencas subterráneas mantienen un buen comportamiento y, según confirmó a la AIN el Puesto de Dirección de Recursos Hidráulicos, Tuinucú y Siguaney, los embalses que abastecen a la población, presentan un estado favorable.

   En tanto, entre las acciones puestas en práctica en la provincia destacan la activación del Grupo temporal de la sequía, la inspección y supresión de salideros en las grandes conductoras, y la evaluación semanal de las entregas de agua a la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, uno de los mayores consumidores del territorio.

   Pero, a juicio de representantes de la entidad, la principal medida a adoptar por la población y los centros laborales continúa siendo el uso racional del agua.