En opinión de la doctora en ciencias Tania García, especialista del Centro de Investigación Juan Marinello, el arte se expresa a través de bienes y servicios culturales que potencian los valores más autóctonos del patrimonio material e inmaterial de un territorio
Por CLAUDIA PATRICIA DOMÍNGUEZ DEL RÍO, Bohemia
Foto: JUAN PABLO CARRERA
A tono con la sentencia martiana de que se necesita ser próspero para ser bueno, los delegados al XII Congreso Iberoamericano de Pensamiento reflexionaron hoy sobre la importancia de las industrias culturales en aras de fomentar el desarrollo local.
La doctora en ciencias Tania García, especialista del Centro de Investigación Juan Marinello, significó que el arte se expresa a través de bienes y servicios culturales que potencian los valores más autóctonos del patrimonio material e inmaterial de un territorio.
Explicó que la economía fue significada en Cuba por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, como una ciencia social, ya que considera al ser humano en el centro del desarrollo social, concepción que no se asume en otras partes del mundo, cuyo sistema social es puramente mercantilista.
No es lo mismo, afirmó, una localidad donde las identidades culturales se convierten en desarrollo, que aquellos lugares donde los bienes a partir de la explotación del hombre y los recursos naturales, convierten a aquellos en pobreza.
García insistió que por ello es necesario potenciar el trabajo comunitario desde la diversidad, endogeneidad y creatividad, con los que se sepa descubrir las tradiciones y costumbres más distintivas para lograr un desarrollo, visto desde el bienestar no solo de lo material sino espiritual.
Luis Aguilera, profesor de la Universidad de Holguín, coincidió con la investigadora sobre el valor de la espiritualidad en la búsqueda material, y señaló la importancia de desarrollar políticas económicas que desde la cultura contribuyan a esa prosperidad que tantas veces definiera José Martí en sus escritos.
Faustino Fonseca, director provincial de Cultura en Holguín, acotó que no por gusto la alfabetización fue la primera gran obra de la Revolución Cubana, una vez alcanzado el triunfo, ya que solo la educación al hombre permitiría el crecimiento del país.
Esta nación ha logrado posicionar en el mundo lo más autóctono de su cultura, indicó, por lo que corresponde actuar en consecuencia propiciando espacios que desde la comunidad contribuyan al encadenamiento productivo, siempre teniendo al ser humano en el centro del desarrollo social.
El Congreso iberoamericano de Pensamiento, principal espacio de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, sesiona desde hoy en el hotel Pernik de la ciudad de Holguín hasta el viernes venidero con la presentación de más de 170 ponencias relacionadas con estudios de género, procesos artísticos y las industrias culturales como estrategia para el desarrollo local. (ACN).
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