En la esquina de Margarita y Marcial Gómez se detiene el tráfico otra vez. Y eso es lo de menos Foto: Alejandro García
A la calle Marcial Gómez, de la ciudad de Ciego de Ávila, le ha pasado lo de otras calles: se le hizo un bache, un salidero y luego otro y otro… y se le extravió el orden en que sucedieron las cosas. Allí en el Algarrobo, en la esquina de esta calle con Margarita, la incertidumbre llegó a tal punto que, el sábado pasado, cuando las autoridades se personaron en esa encrucijada “de calles” para supervisar las labores, la gente que pasaba no sabía si se arreglaba un mal trabajo de antes, si le había surgido un nuevo bache o salidero, o si, cogiendo un salidero, habían provocado un bache. O al revés: si cogiendo un bache, originaron otro salidero.
El “trabalenguas” comenzó a desenredarse tres días después, mientras Invasor llegaba “para saber qué está pasando, otra vez, en esta esquina” y Nodelsa Viña Oramas, ingeniera del Centro Provincial de Vialidad asegurara que “solo se urbaniza el área, y la brigada número 2, Obras Varias Norte, del MICONS, está restituyendo la losa de la intersección, haciendo las regueras, las aceras, un pase al borde de la línea, que servía de represa y estancaba las aguas y ahora permitirá que el agua se evacúe mucho más rápido”.
Nodelsa dice, también, que dejaron un registro de comprobación del alcantarillado, y que no es necesario dejar uno para el agua porque la tubería que pasa por debajo es enteriza y está en buenas condiciones. Si están haciendo esas labores, explica, es porque ya cuentan con los recursos y porque esa parte, de la Guajira hasta Margarita, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado la dio por concluida.
Y ciertamente habían concluido. Pero en la mañana de este viernes, mientras se intentaba avanzar en la urbanización, el cargador que sacaba el fango y los escombros fue demasiado peso para la red y la partió: entonces, el agua que iba hasta Vista Alegre y corría (tubería adentro) por Marcial Gómez, dejó de fluir.
Eso lo revela Rubén Ramos Reina, director de la Unidad Empresarial de Base Acueducto y Alcantarillado, del municipio de Ciego de Ávila, quien asegura que tuvieron que sacar la tubería de asbesto cemento, colocada a poca profundidad, y, en su lugar, sustituyeron ese tramo con polietileno de alta densidad (PAD); que es de mayor calidad. El servicio se restableció el lunes a las 11.00 de la mañana.
“Ahora sí quedó buena la obra”, afirma rotundo, como si no existiera la menor posibilidad de frenar, otra vez, el tráfico en esa esquina, de gastar recursos, tiempo… y credibilidad.
Sin embargo, la raíz de las actuales labores es mucho más caótica que el colapso de un tubo que se partió “sin querer”. Según María de la Caridad Liriano Álvarez, directora de ingeniería en la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, por varias cuadras se construyeron casas encima de la tubería principal, lo que dificultaba cualquier trabajo. “Por eso, hace alrededor de un año, tuvimos que romper la calle y colocar una tubería paralela, desde la circunvalación, hasta la pista La Guajira”.
De ahí que los vecinos que hoy se quejan de lo intransitable que se les ha vuelto su calle, estén —¿sin saberlo?, o con la anuencia de los organismos que autorizaron dichas construcciones—, asentados sobre el problema que destapó el ajetreo. ¡Claro!, nadie pensó que demoraría tanto la solución y que, entre baches y salideros, se perderían las causas y consecuencias, sin saber, al final, quién provoca a quién.
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