Por Samuel Bentolila
El envejecimiento es bueno, pues significa que en promedio vivimos más años (y con mejor salud). A nivel social, que la edad media de la población suba hace que cambien muchos aspectos económicos y sociales, creando tanto nuevas oportunidades como nuevos problemas. Es importante estudiar a fondo estos aspectos, para así poder entenderlos y cambiar las instituciones económicas y sociales, a fin de intentar potenciar las primeras y mitigar los segundos.
En efecto, como se puede ver en el siguiente gráfico, la esperanza de vida al nacer ha subido espectacularmente desde mediados del siglo XIX hasta hoy (datos desde el año 800 aquí). En Reino Unido era de 40 años en 1851 y de 81 años hoy. En un periodo más corto, en España ha pasado de 35 en 1900 a 83 años hoy. Incluso en un país muy pobre, como Etiopía, ha subido de 33 años en 1950 a 65 años hoy. Y cabe esperar que siga subiendo en el futuro. [*]
El efecto más inmediato del envejecimiento es que ha desaparecido la famosa pirámide de población, en la que los niños y jóvenes representaban la mayor proporción de la población y los mayores la menor proporción. Ahora es más bien un hexágono, como se puede ver en las proyecciones para 2050 del INE y la AIReF, como nos contaban J. Ignacio Conde-Ruiz y Clara I. González aquí hace poco:
La previsión es que los estratos inferiores vayan adelgazando y los superiores engordando, hasta que el gráfico pueda acabar pareciéndose más a una pirámide invertida.
Los efectos económicos del envejecimiento son múltiples, yendo desde los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones y del sistema sanitario hasta la protección a la dependencia. También tiene efectos sobre aspectos tan variados como la innovación, la tasa de ahorro o la desigualdad. Y eso por mencionar solo unos pocos de entre los asuntos que hemos tratado ya en NeG.
Traigo este tema a colación porque el próximo 22 de mayo se va a realizar en Madrid una jornada sobre "El futuro del envejecimiento", que abarca desde la sanidad hasta cuestiones filosóficas, pasando por los aspectos sociológicos y económicos. Es una reunión organizada por el Nobel Prize Dialogue y la Fundación Ramón Areces, que tiene lugar por primera vez fuera de Suecia. (La asistencia es gratis, pero hay que registrarse por adelantado, aunque actualmente hay ya lista de espera. Para quienes no puedan asistir, habrá una emisión en directo en este enlace y la posibilidad de ver posteriormente la grabación.
Entre los asuntos que se van a abordar están: ¿por qué importa el envejecimiento de la población? ¿cuánto tiempo viviremos?, ¿padeceremos todos de demencia?, ¿cuánto tiempo deberíamos vivir?, la educación en una sociedad que envejece, igualdad y desigualdad en la sociedad y entre generaciones, y jubilación y pensiones.
Aparte de una larga lista de prestigiosos académicos de varias áreas, vendrán varios galardonados con el Premio Nobel, entre ellos Finn Kydland y Edmund Phelps. También participarán dos colaboradores de Nada es Gratis, José I. Conde-Ruiz, quien ha escrito a menudo sobre el envejecimiento en este blog, y Josep Pijoan-Mas. Y tomarán parte otros economistas españoles, Laura Crespo y José Garcia-Montalvo.
Por cierto, Edmund Phelps hará doblete y el día siguiente, 23 de mayo, impartirá una clase magistral en el CSIC sobre “The Good Life and the American Dream". (La entrada es libre, hasta completar el aforo.)
En fin, es una buena oportunidad para ponerse al día en varios aspectos relacionados con el envejecimiento. Espero que alguno de los participantes se anime a contarnos en NeG lo que se discuta allí.
P.S. Ya que estoy en modo publicitario, les recomiendo también la próxima conferencia de María Guadalupe, profesora de INSEAD, con el provocativo título de “Her Opponent: un experimento sobre género y percepción. ¿Qué habría pasado si Trump fuese una mujer y Hillary un hombre?”, organizada por el Comité sobre la Situación de la Mujer en la Economía (COSME) de la Asociación Española de Economía, que tendrá lugar el próximo día 30 en la misma sede, con entrada gratuita.
[*] La esperanza de vida al nacer es una estimación del número promedio de años que un recién nacido viviría si los patrones de mortalidad prevalecientes en el momento de su nacimiento se mantuvieran iguales a lo largo de toda su vida.
SAMUEL BENTOLILA
Doctor en Economía por el MIT y profesor del CEMFI. Investigador Asociado de CEPR y CESifo. Ha sido Presidente de la Asociación Española de Economía. Su investigación se centra en la economía laboral.
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