Un marco regulatorio para las pequeñas y medianas empresas es un reclamo de larga data en la isla caribeña.
La Habana, 20 dic.- Las Sociedades de Responsabilidad Limitada pudieran ser una de las formas jurídicas bajo las cuales constituir en Cuba las pequeñas y medianas empresas (Pymes), uno de los actores económicos esenciales para impulsar el desarrollo del país.
La Constitución de la República, vigente desde 2019, reconoce la propiedad privada y es creciente el número de negocios que contrata fuerza laboral, que generan considerables volúmenes de ingresos y sobrepasan los límites del trabajo por cuenta propia, como se conoce aquí al emprendimiento autónomo.
De hecho, en la práctica cubana existen las Pymes pero no cuentan con un reconocimiento desde el Derecho, por lo cual urge la promulgación de una disposición normativa que regule su constitución y funcionamiento, y ofrezca seguridad jurídica a las y los intervinientes, lo cual también supone retos.
Así argumentó la jurista Natacha Mesa, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, durante una de las ponencias de PymeLab, un intercambio de experiencias belgas y cubanas sobre el rol económico que juegan las Pymes en las sociedades actuales.
Cuba y Bélgica en datosBélgica y Cuba tienen una larga relación en materia de cooperación científica y académica. En el área comercial, el país europeo ocupa el puesto 16 entre los primeros 20 socios de Cuba con 138 millones de dólares de intercambio comercial en 2018. Un antecedente importante para la realización de PymeLab, fue la celebración en septiembre de 2019 del seminario Spin Off “De la Universidad a la Empresa” donde, con la participación de importantes funcionarios, empresarios, académicos y científicos cubanos, se intercambiaron experiencias binacionales sobre la transferencia de tecnología entre las universidades y el sector productivo. En esa ocasión, el evento contó con el apoyo de la Cámara de Comercio, del Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba y la asistencia de un centenar de actores nacionales. Para abril de 2022 debe ser aprobada en Cuba una Ley de Empresas, la cual pudiera adelantarse en el nuevo contexto socioeconómico, con el objetivo de regular el funcionamiento de entidades estatales y privadas y dar lugar a las largamente reclamadas pymes.
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La iniciativa tuvo lugar el 18 de diciembre en el hotel Iberostar Parque Central, en la capital cubana, con la presencia de académicos, funcionarios y empresarios de ambos países quienes reflexionaron sobre la importancia de un marco legal que garantice un funcionamiento sano y ordenado de las Pymes.
Asimismo, debatieron sobre el valor de las alianzas público-privadas y los encadenamientos productivos en interés del bien y la prosperidad común, así como los mecanismos gubernamentales de fomento y apoyo para dichos actores.
También se socializaron experiencias y casos prácticos de emprendimientos cubanos y belgas.
El encuentro estuvo organizado por la Embajada del Reino de Bélgica en Cuba, el servicio de comercio exterior e inversión extranjera Hub.brussels, la Delegación de la Unión Europea (UE) en Cuba y el Ministerio de Economía y Planificación.
Desplegar potencialidades
Jehanne Roccas, embajadora del Reino de Bélgica, explicó que en su país, de 11 millones de habitantes, las Pymes juegan un rol esencial en la economía.
Detalló que en la nación europea existen más de un millón de Pymes, responsables de la creación del 63 por ciento de la riqueza nacional, 99 por ciento de las exportaciones y 68 por ciento del empleo.
Los sectores con mayor densidad de pymes son el comercio, transporte, reparación de autos y motos, construcción, otras actividades de servicios, comercio minorista, pero sobre todo actividades especializadas científicas y técnicas, dijo.
“Cuba es un país con un desarrollo académico y científico de referencia, cuyo Gobierno ha definido al uso de la ciencia y la innovación como uno de sus principios rectores para enfrentar los desafíos económicos”, resaltó la diplomática.
Recordó que la nueva estrategia para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis poscovid-19, aprobada por el Gobierno cubano en julio de 2020, contempla la aparición de las Pymes como un nuevo factor en el escenario económico.
El Embajador de la UE en Cuba, Alberto Navarro, consideró que un momento muy interesante se abre para Cuba con el inicio de la unificación monetaria, a partir del primero de enero de 2021, y la asunción de una nueva administración en Estados Unidos veinte días después, que pudiera significar una recomposición de vínculos diplomáticos entre ambos países.
“Me gustaría que desde nuestra modestia, sin venir a dar lecciones a nadie, podamos ayudar a nuestros amigos cubanos con nuestras experiencias (…) Queremos ayudar a que florezca en Cuba una economía más sostenible y se aprovechen muchas potencialidades; que se pueda hacer frente a esos bloqueos externos e internos que muchas veces atenazan la creatividad de la sociedad cubana”, subrayó Navarro.
La viceministra de Economía y Planificación, Johana Odriozola, reconoció que las autoridades trabajan para dotar a las Pymes de un marco institucional y regulatorio que les permita desplegar todas sus potencialidades y aportar al desarrollo del país.
“El objetivo es que las Pymes se inserten en nuestra economía y tributen a la transformación productiva que hemos concebido como uno de los ejes del Plan de Desarrollo hasta 2030”, significó la vicetitular.
Para la investigadora Ileana Díaz, coordinadora de la Red de Emprendimiento de la Universidad de La Habana, resulta necesario dar iguales oportunidades a todos los actores económicos reconocidos en la Constitución.
Díaz se mostró favorable a que el emprendimiento privado disponga solo de un listado negativo de actividades, con el objetivo de expandir sus potencialidades en todas las esferas posibles donde puedan explotar la creatividad.
Hablan las y los emprendedores
Durante el encuentro, se presentaron buenas prácticas de ambos países que evidencian el potencial creativo y económico de pequeños negocios privados.
Los jóvenes belgas, Baptiste Chapuis y Thomas Lheureux, cofundadores de NeD SRL, mostraron mediante un audiovisual sus experiencias como estudiantes empresarios en su país, y las ventajas de esta condición para su empresa, una compañía de servicios que trabaja en el desarrollo de aplicaciones móviles para el sector del turismo.
Por su parte, los ingenieros cubanos Erick Carmona y Yosue Montes de Oca, presentaron soluciones tecnológicas para la industria y los servicios concebidas desde el emprendimiento fundado por ambos, AlaSoluciones, con amplias perspectivas de convertirse en una Pyme tecnológica por la creación y modernización de máquinas herramientas de control computarizado.
Ambos comentaron que algunos de sus modelos de drones (vehículos teledirigidos) se emplean en la cetrería robótica, agricultura de precisión, trabajos de alto peligro en líneas de alta tensión, así como en sistemas de batrimetría para medir, por ejemplo, el volumen de agua en embalses y los sedimentos.
También mostraron credenciales Adriana Heredia, cofundadora del emprendimiento Beyond Roots, enfocado en la promoción de la cultura afrocubana en todas sus dimensiones, así como Marta Deus, cofundadora de la revista digital Negolution y del emprendimiento de mensajería Mandao.
Ambas abogaron por mecanismos regulatorios que incentiven el emprendimiento autónomo, desde aligerar la carga burocrática en las oficinas de atención a los trabajadores privados, hasta la necesidad de disponer de un seguro de responsabilidad.
El diseñador industrial Abel Bajuelos, fundador de 3DFab Crearte, considerado el primer taller de servicios de fabricación digital en Cuba, evidenció que su emprendimiento genera, mediante impresión en tres dimensiones, insumos como piezas de construcción livianas y flexibles, así como pasadores o sustitutos de huesos y articulaciones para complejas cirugías. (2020)
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