La anunciada continuidad previa al Octavo
Congreso del Partido, en cuanto al relevo de la dirección histórica de la
revolución, en la conducción de los destinos políticos del país, era una jugada
cantada, como se diría en cualquier casa de vecino. Constituía un secreto a
voces que el actual mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se perfilaba como el
candidato número uno en esa sucesión de poderes, pues en varios discursos
públicos- incluso, durante la presentación del informe central al evento-
ofreció algunas pistas de lo que ahora es noticia: la elección de Díaz-Canel
Bermúdez como Primer Secretario del Comité Central del Partido.
A propósito de esto último sería oportuno
glosar las observaciones hechas al respecto
por Ricardo J. Machado, sociólogo, profesor e investigador, en el
artículo ¿QUÉ TIPO DE LIDERAZGO NECESITA
HOY NUESTRO PAIS PARA CULMINAR CON ÉXITO LA TAREA ORDENAMIENTO? NOTAS SOBRE EL
LIDERAZGO EN LA CUBA ACTUAL. Aunque algunos rasgos de la trayectoria
política del también mandatario se conocen más entre los ciudadanos, hay
asuntos puntuales en su formación profesional que son menos conocidos. De ahí
la validez de estas acotaciones.
ALGUNAS
OBSERVACIONES SOBRE EL ESTILO DE DIRECCIÓN DEL PRESIDENTE MIGUEL DÍAZ-CANEL
BERMÚDEZ, ELECTO PRIMER SECRETARIO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO, EN EL OCTAVO
CONGRESO.
En días recientes se han publicado textos en
las redes donde se juzgan con extrema severidad el estilo de dirección del
presidente o lo que consideran las características de su liderazgo. Reitero:
carecen de objetividad y evidencian un conocimiento insuficiente del
asunto. En ello radica la motivación
principal para redactar estas notas.
Diaz Canel es el tercer presidente del periodo revolucionario y va a cumplir tres años en el cargo. Fidel lo ejerció durante 50. Tuvo una interpretación muy peculiar de la forma de liderar el país: fuerte capacidad para transmitir emociones, para utilizar frases de impacto (“primero dejar de ser que dejar de ser revolucionario”) o imágenes efectivas (“nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella”), un sentido del ritmo y estructura del gobierno singular. Por ejemplo, no priorizaba las reuniones del Consejo de Ministros, a veces pasaban años sin que se realizaran. Se aprobaban las leyes por circulación, pocos intercambios directos de criterios. Él mismo reconoce que era muy intuitivo.
Raúl Castro fue presidente durante 10 años, etapa durante la cual recuperó el ritmo y secuencia del gobierno con reuniones del Consejo de Ministros funcionando de manera sistemática. Diaz Canel lo ha continuado pero añadiendo más intensidad e involucrando a mayor profundidad con la realidad del país a los miembros del Consejo de Ministros. Estos se encuentran recorriendo de manera programada el país casi todo el año. Eso es nuevo, y escuchan directamente las opiniones de los ciudadanos de a pie. (sugeriría se hicieran también visitas sorpresivas).
En la cita de Fidel que utilizo como exergo no
puse en negritas la palabra metódico al descuido. Ella condensa en mi opinión
la forma de trabajar del presidente. Creo que era conveniente caracterizar
aunque sea de manera breve el estilo de sus antecesores para poder percibir las
diferencias con mayor claridad. En mi opinión su forma de liderazgo tiene entre
otras las caracteristicas siguientes (en gran parte inducidas por su formación
por lo que hago referencias a ella):
1-MENTALIDAD INGENIERIL Y EXPERIENCIA DOCENTE. Son profesiones altamente estructuradas. La primera asegura la objetividad derivada del estudio de las ciencias básicas de esa especialidad, Matemáticas y Física cuyos contenidos inducen fuerte disciplina mental. Impartió docencia en la escuela de ingeniería eléctrica que integra la élite de las ingenierías, actividad que propicia el dialogo e intercambio con otra generación más joven.
2-FORMACION EN CIENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN. Durante dos años cursó la maestría en Administración en la facultad de Ingeniería industrial de la universidad Marta Abreu (UCLV) cuyo programa está considerado de excelencia. Tiene un claustro de estándar internacional muy actualizado en las técnicas modernas de esa esfera de actividad.
3-COMUNICACIÓN PERSONAL MULTICANAL. La comunicación de los dirigentes no se restringe solo a lo que dice sino también a lo que hace. Realiza viajes al exterior y la prensa lo reporta de visita en otro país; al otro día aparece de inspección en una provincia cubana. Así comunica tenacidad y compromiso con la tarea. Cuando en la pequeña pantalla muestra su rostro fatigado, también está comunicando esfuerzo sostenido.
4-LA CIENCIA EN EL GOBIERNO. Todo el mundo conoce la frase de Fidel pronunciada hace casi 60 años acerca del futuro del país y el papel de los hombres de ciencia. Él la introdujo sólo en sectores específicos, no tuvo el tiempo necesario para introducirla en el gobierno y en los procesos de toma de decisiones de todos los sectores de la sociedad. Gracias a Díaz Canel es que el estamento científico del país tiene un lugar en la mesa central de la dirección del país, está comenzando, llevará tiempo pero ese es el camino.
Cuando asumió su cargo todavía le faltaba intensidad al proceso de integración del gobierno en busca de su centro. La recuperación del ritmo de gobierno que inició Raúl Castro todavía no alcanzaba el nivel adecuado por razones de tiempo. Diaz Canel lo ha hecho avanzar con más velocidad, principalmente introduciendo en el país fórmulas de gestión más modernas que habían probado su efectividad en otros países. Entre ellas el enfoque llamado de triple hélice, que implica la integración desde la base de un sistema de vínculos entre universidades, empresas y gobiernos locales. Este modelo ya está echando raíces en varias provincias. Pienso realmente que no sería fácil encontrar otra persona que reuniera tantos requisitos para aspirar a conducir el país en las actuales circunstancias.
Consideraciones finales
Más allá de un liderazgo individual, Cuba está
urgida de construir un liderazgo colectivo, capaz de generar consensos en torno
a las reformas económico-sociales y políticas en curso, en cuya construcción ha
de existir coherencia, para evitar
dislates y desvaríos, con efectos visibles en el ámbito subjetivo, cuando se
manifiestan.
El propio Ricardo J. Machado, en otro artículo:
¿Cuadros o líderes? Dirigir en el siglo veintiuno, publicado en el número 78 de
la revista Temas, correspondiente a abril-junio de 2014, subraya: ´´Cuba se
encuentra en un momento en que más falta hace líderes que cuadros,
especialmente en los niveles superiores de dirección; solo que el poderoso
sistema de autoridad vertical, con su tendencia a la ´´estadolatría´´, deberá
cambiar radicalmente.
Pero para comprender la necesidad de realizar
ese cambio profundo, es preciso establecer la diferencia entre ´´cuadro´´ y
´´líder´´. Según el citado autor , ´´el cuadro hace las cosas bien- aunque no
sean las que debe hacer- mientras que el líder hace lo que se debe hacer,
desafiando a menudo lo normado, defendiendo los objetivos adecuados,
estableciendo una dirección para la acción, formulando sueños.
Pero el actuar del cuadro y del líder difiere
en otros aspectos: ´´El cuadro se prepara solo para el cómo; el líder se
pregunta el qué y el para qué. El cuadro se pierde en los sistemas, los
procedimientos, el control; el líder se concentra en despertar la confianza e inspirar
a la gente, enfatiza en la innovación y en las iniciativas´´.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez necesita líderes,
quienes siempre están prestos a las
interrogantes , ´´piensan en el desarrollo del sistema y su despliegue hacia el
futuro´´, y priorizan el ´´catalejo´´ por encima del ´´espejo retrovisor´´, al
cual miran los cuadros, ´´personas orientadas hacia el mantenimiento del
sistema ´´y muy preocupados ´´por su
estatus´´.
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