Por Alden Hernández Díaz SOCIEDAD, Invasor 26 Abril 2021
Tras la ocurrencia del robo, vecinos del Edificio 8 del Reparto Ortiz protegieron su gabinete. Foto: Alden
Dionel Hernández Figueroa y otros vecinos de dos apartamentos de su hueco de escalera en el edificio 8 del Reparto Ortiz, en la ciudad de Ciego de Ávila, despertaron una mañana de inicios de marzo sin electricidad creyendo que se trataba de un apagón.
Pero vaya sorpresa al descubrir los cables cortados y la falta del equipo de desconexión conocido como breaker. Este tipo de hurto no resulta un caso aislado, pues durante febrero y marzo últimos se registró un promedio de entre 20 y 30 mensuales, según las quejas llegadas al Centro Integral de Atención al Cliente (CIAC) de la Empresa Eléctrica de Ciego de Ávila, a través del número telefónico 18888.
Al decir de los afectados, el modus operandi es similar en la mayoría de estos incidentes, que se producen en horario de la madrugada y en edificios multifamiliares, fundamentalmente de la cabecera provincial, donde los dispositivos situados en los gabinetes para metrocontadores eléctricos no cuentan con toda, o con ninguna protección.
El conflicto entre cliente y empresa aparece cuando la segunda no dispone de tales equipos para su reposición. Gricel Rivas Hernández, directora de la Unidad Empresarial de Base CIAC, explica que actualmente la Empresa Eléctrica avileña no tiene la posibilidad de mantenerlos, lo cual es difícil de entender para la población, sobre todo ancianos, porque por muchos años sucedió así, a partir del inicio de la Revolución Energética.
No obstante, la Ley Eléctrica vigente en Cuba desde una fecha tan lejana como el año 1975 (Ley 1287), esclarece en el artículo 16 de su Reglamento que: “Las instalaciones interiores del usuario serán conectadas al sistema de distribución del Ministerio de la Industria Eléctrica en un solo punto a través del equipo de desconexión y protección instalado y mantenido por el usuario conforme a las normas de instalaciones eléctricas interiores”. Normativa que impone al cliente la búsqueda de la solución al problema.
“Desde 2018, a causa de la situación financiera del país, comenzaron lagunas en la estabilidad del recurso. Cuando entraban se distribuían a los municipios y los que estaban pendientes se sustituían. A partir de 2019 y 2020 los pocos desconectivos adquiridos se destinaron a los nuevos servicios o viviendas recién construidas y, en ocasiones, ni para eso nos alcanzaron”, comentó Rivas Hernández.
El escenario es complejo porque el déficit de este material también abarca a las tiendas y ferreterías del país. Y la pregunta que aparece a quienes los necesitan es: “¿Entonces dónde lo compro, cómo lo consigo?”
Sin embargo, las principales tensiones en el tema están relacionadas con el deterioro de estos equipos de protección ante cortocircuitos y otras variaciones del flujo eléctrico en los hogares, pues de enero al cierre del 10 de abril fueron reportados 998 en la provincia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario