Contrario a los pronósticos que anticipaban su caída definitiva en el olvido, en los últimos años Marx ha regresado a la atención de los académicos internacionales.
El valor de su pensamiento ha sido reafirmado por muchos y sus escritos están siendo desempolvados en las bibliotecas de Europa, Estados Unidos y Japón. Uno de los ejemplos más importantes de este redescubrimiento es precisamente la continuación de la MEGA2. El proyecto completo, en el cual participan académicos de varias competencias disciplinarias de muchos países, se articula en cuatro secciones: la primera incluye todas las obras, artículos y borradores excluyendo el Capital; la segunda incluye el Capital y sus estudios preliminares a partir de 1857; la tercera está dedicada a la correspondencia; mientras que la cuarta incluye extractos, anotaciones y comentarios al margen. De los 114 volúmenes contemplados, ya se han publicado 53 (13 a partir del recomienzo en 1998), cada uno de los cuales consiste de 2 libros: el texto más el aparato crítico, el cual contiene los índices y muchas notas adicionales. [1] Esta empresa tiene gran importancia cuando se considera que una gran parte de los manuscritos de Marx, de su voluminosa correspondencia e inmensa montaña de extractos y anotaciones que acostumbraba a hacer mientras leía, nunca se han publicado.
Las adquisiciones editoriales de la MEGA2 produjeron resultados importantes en las cuatro secciones. En la primera, Werke, Artikel und Entwürfe, la investigación reinició con la publicación de dos nuevos volúmenes. En el primero, «Karl Marx-Engels,Werke, Artikel, Entwürfe. Januar bis Dezember 1855», [2] incluye 200 artículos y borradores escritos por los dos autores en 1855 para el New York Tribune y el Neue Oder-Zeitung de Breslau. Junto al complejo de los bien conocidos escritos relacionados con la política y la diplomacia europea, reflexiones sobre la coyuntura económica internacional y la Guerra de Crimea, la investigación permitió agregar 21 textos distintos que previamente no eran atribuidos a ellos puesto que fueron publicados anónimamente en el periódico norteamericano. El segundo, «Friedrich Engels, Werke, Artikel, Entwürfe. Oktober1886 bis Februar 1891», [3] por otro lado, nos presenta parte del Engels tardío. El volumen alterna entre proyectos y notas. Entre estos encontramos el manuscrito Rolle der Gewalt in der Geschichte, sin la intervención de Bernstein quien dio a conocer su primera edición, discursos a las organizaciones del movimiento obrero y prefacios para la republicación de escritos y artículos ya publicados. Entre estos últimos, de particular interés son Die auswärtige Politik des russischen Zarentums, que contiene la historia de dos siglos de política externa rusa que apareció en Die Neue Zeit pero que subsecuentemente fue suprimida por Stalin en 1934, y Juristen-Sozialismus, escrito con Kautsky, en el cual la paternidad de cada parte individual fue reconstruida por primera vez.
Además, es de considerable interés el primer número del Marx-Engels- Jahrbuch, la nueva serie publicada por el IMES, dedicada enteramente a La Ideología Alemana. [4] Este libro, anticipando el volumen I/5 de la MEGA2, incluye las páginas de Marx y Engels que corresponden a los manuscritos «I. Feuerbach » y «II. Sankt Bruno». Los siete manuscritos que sobrevivieron la «crítica roedora de los ratones »[5] son reunidos como textos independientes y ordenados cronológicamente. A partir de esta edición podemos deducir, con claridad, el carácter no-unitario de la obra. Por lo tanto, son dadas nuevas y definitivas bases a la investigación científica para rastrear confiablemente la elaboración teorética de Marx. La Ideología Alemana, considerada hasta ahora como la exposición exhaustiva de la concepción materialista de Marx, es ahora restaurada a su fragmentariedad original.
La investigación para la segunda sección de la MEGA2, «Das Kapital» und Vorarbeiten, se concentró en recientes años en el segundo y tercer libros de El Capital. El volumen «Karl Marx, Das Kapital. Kritik der politischen Ökonomie. Zweites Buch. Redaktionsmanuskript von Friedrich Engels 1884/1885» [6] incluye el texto del segundo libro, compilado por Engels basándose en siete manuscritos de diferente extensión escritos por Marx entre 1865 y 1881. Engels de hecho recibió de Marx muchas diferentes versiones del libro segundo, pero ninguna indicación a la cual hacer referencia para seleccionar el que debía ser publicado. En cambio, se encontró con un material de […] estilo desaliñado, expresiones y giros familiares, frecuentemente de humorística grosería, terminología técnica inglesa y francesa, a menudo frases enteras y hasta páginas en inglés; es la puesta por escrito de las ideas bajo la forma en que, en cada caso, se desenvolvían en la cabeza del autor […] al término de un capítulo, en el afán de pasar al siguiente, un par de frases inconexas, hitos del análisis abandonado allí antes de su culminación[7]
Así, Engels tuvo que tomar decisiones editoriales determinantes. Las adquisiciones filológicas más recientes estiman que las intervenciones de Engels en este texto suman alrededor de 5000: una cantidad muy superior a la que se suponía hasta ahora. Las modificaciones consisten en adiciones y cancelaciones de pasajes dentro del texto, modificaciones a su estructura, inserción de títulos a los parágrafos, substitución de conceptos, reelaboración de algunas de las formulaciones de Marx o la traducción de palabras tomadas de otros idiomas. Solo al final de este trabajo emergió el texto que se entregó a la imprenta. Este volumen, por lo tanto, nos permite reconstruir todo el proceso de selección, composición y corrección de los manuscritos de Marx, y establecer dónde Engels realizó sus modificaciones más importantes, y dónde en cambio respetó fielmente los manuscritos de Marx —los cuales, para repetirlo una vez más, no representaban el punto final de su investigación.
La publicación del tercer libro de El Capital, «Karl Marx,Das Kapital.Kritik der politischen Ökonomie. Dritter Band», [8] el único volumen que Marx no supervisó, ni siquiera en lo general, para darle una forma terminada, involucró intervenciones editoriales mucho más complejas. En su prefacio, Engels, subraya cómo era este texto:
[…] un primer borrador, enormemente colmado de lagunas, por añadidura. Por regla general, los comienzos de cada sección en particular estaban elaborados en forma bastante cuidadosa, y en su mayor parte también se hallaban estilísticamente redondeados. Pero a medida que se avanzaba, tanto mayor carácter de esbozo y tantas mayores lagunas ofrecía la elaboración, tanto mayor número de digresiones contenía acerca de puntos secundarios que surgían en el curso de la investigación, y cuyo lugar definitivo quedaba librado a un ordena-miento ulterior [9].
De este modo, el intenso trabajo editorial de Engels, en el cual invirtió la mayor parte de sus energías durante el largo periodo de 1885 a 1894, produjo la transición de un texto muy provisional, compuesto de pensamientos «registrados en statu nascendi» [10] y notas preliminares, a un texto distinto, unitario, del cual surgió el semblante de una teoría económica acabada y sistemática.
Esto se vuelve muy evidente a partir del volumen «Karl Marx-Friedrich Engels, Manuskripte und redaktionelle Texte zum dritten Buch des Kapitals» [11] . En él encontramos los últimos seis manuscritos de Marx referentes al tercer libro de El Capital, escritos entre 1871 y 1882. El más importante de estos es la larga sección sobre «La relación entre la tasa de plusvalor y la tasa de ganancia desarrollada matemáticamente» de 1875, así como los textos agregados por Engels durante su labor como editor. Estos últimos demuestran con exactitud inequívoca el camino seguido para llegar a la versión publicada. Una confrmación más del mérito del libro en cuestión es el hecho de que 45 de los 51 textos de este volumen se encuentran aquí publicados por primera vez. La conclusión de la segunda sección, que ya se aproxima, por fn permitirá una evaluación crítica certera sobre el estado de los originales dejados por Marx y sobre el valor y límites de la labor editorial de Engels.
La tercera sección de la MEGA2, Briefwechsel, contiene las cartas intercambiadas por Marx y Engels a lo largo de sus vidas, así como aquellas que intercambiaron entre sí y los cuantiosos destinatarios con los que se encontraban en contacto. El número total de dicha correspondencia es enorme. Se han encontrado más de 4 000 cartas escritas por Marx y Engels (2 500 de las cuales son entre ellos mismos), así como también 10 000 dirigidas a ellos por terceras partes, gran parte de las cuales estaban inéditas antes de la MEGA2. Además, hay sólidas evidencias de la existencia de otras 6 000 cartas, aunque estas no fueron conservadas. Se han editado cuatro volúmenes nuevos los cuales nos permiten ahora releer frases importantes de la biografía intelectual de Marx mediante las cartas de aquellos con los cuales estaba en contacto.
Las cartas recolectadas en «Karl Marx-Friedrich Engels, Briefwechsel Januar 1858 bis August 1859» [12] tienen como trasfondo la recesión económica de 1857. Ella reanimó en Marx la esperanza de un recrudecimiento del movimiento revolucionario, después de la década de retirada que empezó con la derrota de 1848:«la crisis ha cavado como el buen viejo topo». [13] Esta expectativa renovó vigorosamente su producción intelectual y lo condujo a elaborar los bosquejos fundamentales de su teoría económica «antes del diluvio», [14] anhelada pero una vez más inalcanzada. Precisamente en este periodo, Marx escribió los últimos cuadernos de su Grundrisse [15] y decidió publicar su trabajo en panfletos. El primero de estos, publicado en junio de 1859, tenía como título Una Contribución a la Crítica de la Economía Política. En un nivel personal, esta fase estaba marcada por una «profunda miseria»: [16] «No creo que nadie haya escrito sobre el dinero con una gran carencia de dinero». [17] Marx luchó desesperadamente con el fin de asegurarse que la precariedad de su posición no le impidiera terminar su «Economía» y declaró: «tengo que seguir mi meta a toda costa y no permitir que la sociedad burguesa me transforme en una máquina de hacer dinero». [18] No obstante, el segundo panfleto nunca vio la luz del día y la próxima publicación de «economía» tendría que esperar hasta 1867, año en que envió el primer volumen de El Capital a la imprenta.
Los volúmenes «Karl Marx-Friedrich Engels,Briefwechsel September 1859 bis Mai 1860» [19] y «Karl Marx-Friedrich Engels, Briefwechsel Juni 1860 bis De-zember 1861» [20] contienen la correspondencia que hubo entre Vogt y Marx. En 1859, Karl Vogt acusó a Marx de haber instigado una conspiración en su contra, así como de ser el líder de un grupo que vivía de chantajear a aquellos que habían participado en el levantamiento de 1848. Así pues, con el propósito de proteger su propia reputación, Marx se vio obligado a defenderse. Esto lo logró mediante un vigoroso intercambio de cartas enviadas a militantes con los cuales él había tenido relación política durante y después de 1848, con el fin de obtener de ellos todos los documentos posibles sobre Vogt. El resultado fue un polémico panfleto de 200 páginas: Herr Vogt. Refutar las acusaciones acaparó el tiempo de Marx a lo largo de todo un año y le obligó a interrumpir completamente sus estudios sobre economía. Además, aunque él esperaba causar sensación, la prensa alemana no prestó ninguna atención a su libro. Los asuntos de la vida privada en este periodo, no recibían más atención. Aunados a los desalentadores problemas de índole financiera —a finales de 1861 Marx dijo: «si éste [año] resulta igual que el pasado, por mi parte, prefiero el infierno» [21] —también encontramos constantemente aquellos que se referían a su mala salud, que resultaban como consecuencia de los primeros. Durante algunas semanas, por ejemplo, tuvo que dejar de trabajar: «la única tarea con la cual puedo mantener la tranquilidad necesaria del alma es con las matemáticas», [22] una de las grandes pasiones intelectuales de su vida. Nuevamente, al inicio de 1861, su estado empeoró debido a una inflamación del hígado y escribió a Engels: «Estoy sufriendo como Job, aunque no como un temeroso de Dios». [23] Desesperado por leer, se refugió nuevamente en la cultura: «para mitigar el profundo malestar causado por la situación, incierta en muchos sentidos —escribe: «estoy leyendo a Tucídides. Al menos estos antiguos permanecen siempre nuevos». [24] De todas maneras, en agosto de 1861, reinició su trabajo con gran diligencia. Hasta junio de 1863, llenó 23 cuadernos de 1472 páginas en tamaño quarto, los cuales contenían las Teorías del Plusvalor. Los primeros cinco de estos, que abordan la transformación de dinero en capital, fueron ignorados por 100 años y recién fueron publicados en 1973 en ruso y en 1976 en la lengua original.
El tema principal de «Karl Marx-Friedrich Engels,Briefwechsel Oktober 1864 bis Dezember 1865» [25] es la actividad política de Marx al interior de la «In-ternational Working Men’s Association», fundada en Londres el 28 de setiembre de 1864. Las cartas documentan las actividades de Marx durante el periodo ini-cial de la vida de dicha organización en el cual asumió un papel de liderazgo, y su intento por combinar estos deberes, a los cuales se dedicó una vez más como preocupación principal después de 16 años, con el trabajo científico. Entre las cuestiones que se debatieron se encontraba la función de las organizaciones labo-rales [trade unions], cuya importancia enfatizó mientras que, al mismo tiempo, se enfrentaba a Lassalle y su propuesta de formar cooperativas financiadas por el Estado prusiano: «La clase trabajadora es revolucionaria o no es nada»; [26] la polémica contra el owenista John Weston, la cual resultó en una serie de ensayos coleccionados póstumamente en 1898 con el nombre de Valor, Precio y Ganancia; consideraciones sobre la guerra civil en los Estados Unidos; y el panfleto de Engels sobre La cuestión militar prusiana y el partido obrero alemán.
Las novedades de la edición histórico-crítica también son perceptibles en la cuarta sección, Exzerpte, Notizen, Marginalien. Esta contiene los numerosos resúmenes y notas de estudio de Marx, que constituyen un importante testimonio de su monumental trabajo. Desde sus años universitarios, y de por vida, adoptó el hábito de compilar cuadernos con extractos de los libros que leía, dividiéndolos a menudo según las reflexiones que le ocasionaban. El Nachlaß [legado] de Marx contiene aproximadamente 200 cuadernos con resúmenes. Estos son esenciales para el conocimiento y comprensión de la génesis de su teoría y de las partes que no tuvo la oportunidad de desarrollar como él hubiera querido. Los extractos conservados, que abarcan el largo periodo de tiempo que va desde 1838 hasta 1882, están escritos en ocho idiomas —alemán, griego antiguo, latín, francés, in-glés, italiano, español y ruso— y abordan un muy amplio espectro de disciplinas. Fueron extraídos de textos de filosofía, arte, religión, política, derecho, literatura, historia, economía política, relaciones internacionales, tecnología, matemáticas, fisiología, geología, mineralogía, agronomía, etnología, química y física, así como artículos de periódicos y diarios, reportes parlamentarios, estadísticas reportes, y publicaciones de las oficinas de gobierno —entre estas encontramos los famosos «libros azules», en particular los Reportes de los inspectores de fábricas, los cuales contenían investigaciones de gran importancia para sus investigaciones.
Este inmensa mina de conocimiento, en gran parte todavía inédito, fue la base para la construcción de la teoría crítica de Marx. La cuarta sección de la MEGA2, contemplada en 32 volúmenes, brindará acceso a dicho material por primera vez.
Recientemente fueron publicados cuatro volúmenes. El volumen «Karl Marx, Exzerpte und Notizen Sommer 1844 bis Anfang 1847» [27] contiene ocho cuadernos con extractos, compilados por Marx entre el verano de 1844 y diciembre de 1845. Los dos primeros pertenecen a su estancia en París y vinieron justamente después de los Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844. Los otros seis fueron escritos el año siguiente en Bruselas, a donde se fue después de ser expulsado de París, y en Inglaterra, donde se quedó durante julio y agosto. En estos cuadernos hallamos los indicios del encuentro de Marx con la economía política y el proceso de formación de sus primeras elaboraciones de teoría económica. Esto surge claramente de los extractos de los manuales de economía política de Storch y Rossi, así como de aquellos tomados de Boisguillebert, Lauderdale, Sismondi y, en relación a la maquinaría y técnicas de manufactura, de Baggage y Ure. Comparando estos cuadernos con las escritos del periodo, publicados y no-publicados, es evidente la irrefutable influencia de dichas lecturas sobre el desarrollo de sus ideas. La totalidad de estas notas, junto con la reconstrucción histórica de su maduración, muestra el progreso y la complejidad de su pensamiento crítico durante este periodo de trabajo intenso. El texto, además, también contiene las célebres Tesis sobre Feuerbach.
El volumen «Karl Marx-Friedrich Engels, Exzerpte und Notizen September 1853 bis Januar 1855» [28] contiene nueve cuadernos extensos con extractos, com-pilados por Marx principalmente durante 1854. Fueron escritos en el mismo pe-riodo en el que publica una importante serie de artículos en el New-York Tribune: aquellos sobre «Lord Palmerston» entre octubre y diciembre de 1853 y reflexiones sobre «La España revolucionaria » entre julio y diciembre de 1854, mientras que los textos sobre la guerra de Crimea —casi todos escritos por Engels— fueron publicados en 1856. Cuatro de estos cuadernos contienen anotaciones sobre la historia de la diplomacia, principalmente tomados de los textos de los historiadores Famin y Francis, del abogado y diplomático alemán von Martens, del político Tory Urquhart, así como de la «correspondencia referente a los asuntos del debate parlamentario sobre Levante y los Hansard». Los otro cinco tomados de Chateaubriand, del escritor español Jovellanos, del general español San Miguel, de su compatriota Marliani y muchos otros autores están, en cambio, dedicados exclusivamente a España y demuestran la intensidad con que Marx examinó su historia política, social y cultural. Asimismo, las notas de Essai sur l’histoire de la formation et des progrès du Tiers État de Augustin Thierry suscitaron un interés en especial. Todas estas notas son muy importantes porque revelan las fuentes en las que Marx se alimentó y nos permiten entender cómo utilizó estas lecturas para la elaboración de sus artículos. El volumen contiene, por último, una serie de extractos sobre historia militar de Engels.
El gran interés de Marx por las ciencias naturales, casi completamente desconocido, aparece en el volumen «Karl Marx-Friedrich Engels, Naturwissenschaftliche Exzerpte und Notizen. Mitte 1877 bis Anfang 1883» .[29] Este volumen presenta sus notas sobre química orgánica e inorgánica del periodo 1877-1883, el cual nos permite descubrir otro aspecto más de su obra. Esto es aún más importante porque dichas investigaciones nos permiten desacreditar la falsa leyenda, relatada en un gran número de sus biografías, que lo caracterizan como un autor que había abandonado sus propios estudios durante la última década de su vida y había completamente satisfecho su curiosidad intelectual. Las notas publicadas contienen composiciones químicas, extractos de libros de químicos tales como Meyer, Roscoe y Schorlemmer, así como notas sobre física, fisiología y geología —disciplinas que fueron testigo de acontecimientos científicos importantes durante el último cuarto del siglo XIX, de los cuales Marx siempre quiso estar informado. Dichos estudios constituyen uno de los campos menos explorados de investigación sobre Marx y dado que no están directamente relacionados con la realización del trabajo sobre el Capital, plantean cuestiones sin responder respecto de las razones por su interés. Para finalizar dicho volumen, encontramos también extractos sobre temas análogos relacionados escritos por Engels durante el mismo periodo.
Si los manuscritos de Marx, antes de ser publicados, han conocido numerosos altibajos, los libros que fueron de su propiedad sufrieron un destino peor aún. Después de la muerte de Engels, las dos bibliotecas que contenían sus libros con interesantes notas al margen y subrayados fueron ignoradas y parcialmente dispersadas, y solo posteriormente reconstruidas y catalogadas con dificultad. El volumen «Karl Marx-Friedrich Engels, Die Bibliotheken von Karl Marx und Fried-rich Engels» [30] es de hecho el fruto de 75 años de investigación. Consiste de un índice con 1 450 libros en 2 100 volúmenes —o dos terceras partes de aquellos que poseyeron Marx y Engels— que incluye notas de todas las páginas de cada volumen en el que hay anotaciones. Es una publicación adelantada que será integrada cuando la MEGA2 esté terminada por el índice de libros no disponible hasta ahora (el número total de los que han sido recuperados es de 2 100 en 3 200 volúmenes), con indicaciones al margen, presentes en 40 000 páginas de 830 textos, y la publicación de comentarios de las lecturas hechos en los márge-nes de los volúmenes. Muchos de los que estuvieron en contacto cercano con Marx señalaron que él no consideraba los libros como objetos de lujo, sino como herramientas de trabajo. Los maltrataba, doblando las esquinas de las páginas y subrayándolos. «Son mis esclavos y tienen que obedecer mi voluntad», [31] había dicho sobre sus libros. Por otra parte, se entregaba a ellos con gran devoción hasta el punto de definirse a sí mismo como «una maquina condenada a devorar libros para después expulsarlos, bajo una forma distinta, en el estercolero de la historia». [32]
El poder conocer algunas de sus lecturas —y uno debe recordar, no obstante, que su biblioteca solo nos brinda una muestra representativa parcial de la infatigable labor que realizó durante décadas en el Museo Británico de Londres— así como sus comentarios relacionados a estas, constituyen un valioso recurso para la reconstrucción de su investigación. También nos sirve para refutar la falsa inter-pretación hagiográfica marxista leninista que muy a menudo ha caracterizado su pensamiento como el fruto de un súbito relámpago y no, como lo fue en realidad, como una elaboración repleta de elementos teóricos derivados de antecesores y contemporáneos.
Finalmente, uno debería preguntar: ¿cómo es el Marx nuevo que emerge de la nueva edición histórico-crítica? Ciertamente, un Marx diferente al aceptado durante mucho tiempo por muchos seguidores y oponentes. El proceso tortuoso de la diseminación de sus escritos y la ausencia de una edición integral de ellos, junto con su incompletitud fundamental, la pésima labor de sus epígonos, las lecturas tendenciosas, y los más numerosos casos donde no era leído, son las causas fundamentales de una gran paradoja: Karl Marx es un lector malinterpretado, víctima de una profunda y a menudo reiterada incomprensión.[33] En lugar del perfil pétreo de la estatua erigida en muchas de las plazas de los regímenes iliberales de la Europa Oriental, que lo caracterizaba mostrando el camino hacia el futuro con una certeza dogmática, ahora podemos reconocer a un autor que dejó gran parte de sus propios escritos incompletos con el propósito de dedicarse, hasta el día de su muerte, a estudios adicionales que verificarían la validez de sus tesis.
Del redescubrimiento de su trabajo resurge la riqueza de un pensamiento problemático y polimorfo que conforma un afluente horizonte para la futura Marx Forschung (la investigación sobre Marx).
[1] Cfr. Marcello Musto (ed.), Sulle tracce di un fantasma. L’opera di Karl Marx tra filologia e filosofia , Manifestolibri, Roma 2006 [traducción en español Siglo XXI, Ciudad de Mexico 2010]. Se puede encontrar información más detallada sobre la MEGA2 en www.bbaw.de/vs/mega.
[2] MEGA² I/14, H.-J. Bochinski and M. Hundt (eds), Akademie Verlag, Berlin (2001).
[3] MEGA² I/31, R. Merkel-Melis (eds), Akademie Verlag, Berlin (2002).
[4] Karl Marx y Friedrich Engels y Joseph Weydemeyer, Die deutsche Ideologie. Artikel, Druckvorlagen, Entwürfe, Reinschriftenfragmente und Notizen zu‚ I. Feuerbach’ und‚ II. Sankt Bruno’ , en Marx-En-gels-Jahrbuch 2003, Akademie Verlag, Berlin (2004).
[5] Karl Marx, Zur Kritik der politischen Ökonomie. Erstes Hefte [primer fasciculo], MEGA² II/2, Dietz Verlag, Berlin (1980) p. 102. [«Prólogo de laContribución a la Crítica de la Economía Política», en C. Marx y F. Engels Obras Escogidas, Tomo I, Progreso, s/f, Moscú, p. 519]
[6] MEGA² II/12, I. Omura, K. Hayasaka, R. Hecker, A. Miyakawa, S. Ohno, S. Shibata y R. Yatuyanagi (eds), Akademie Verlag, Berlin (2005).
[7] Engels, Prólogo a Karl Marx, El Capital, Tomo II, Ed. Siglo XXI, p. 3.
[8] MEGA² II/15, R. Roth, E. Kopf y C.E. Vollgraf (eds), Akademie Verlag, Berlin (2004).
[9] Engels, Prólogo a Karl Marx, EL Capital, Tomo III, Siglo XXI, p. 5.
[10] Ibid ., p. 5.
[11] MEGA² II/14, C.E. Vollgraf y R. Roth (eds), Akademie Verlag, Berlin (2003).
[12] MEGA² III/9, V. Morozova, M. Uzar, E. Vashchenko y J. Rojahn (eds), Akademie Verlag, Berlin (2003).
[13] Karl Marx a Friedrich Engels, 22 de febrero de 1858, Ibid. , p. 75.
[14] Karl Marx a Friedrich Engels, 8 de diciembre de 1857, MEGA² III/8, Dietz Verlag, Berlin (1990), p. 210.
[15] Cfr. Marcello Musto (ed.), Karl Marx’s Grundrisse. Foundations of the Critique of Political Economy 150 Years Later, Routledge, London/New York, 2008.
[16] Karl Marx a Friedrich Engels, 16 de abril de 1859, MEGA² III/9, p. 386.
[17] Karl Marx a Friedrich Engels, 21 de enero de 1859, Ibid., p. 277.
[18] Karl Marx a Joseph Weydemeyer, 1 de febrero de 1859, Ibid. , p. 292.
[19] MEGA² III/10, G. Golovina, T. Gioeva, J. Vasin and R. Dlubek (eds), Akademie Verlag, Berlin (2000).
[20] MEGA² III/11, R. Dlubek and V. Morozova (eds), Akademie Verlag, Berlin (2005).
[21] Karl Marx a Friedrich Engels, 27 diciembre 1861, Ibid., p. 636.
[22] Karl Marx a Friedrich Engels, 23 noviembre 1860, Ibid., p. 229.
[23] Karl Marx a Friedrich Engels, 18 enero 1861, Ibid., p. 319.
[24] Karl Marx a Ferdinand Lassalle, 29 mayo 1861, Ibid., p. 481.
[25] MEGA² III/13, S. Gavril’chenko, I. Osobova, O. Koroleva and R. Dlubek (eds), Akademie Verlag, Berlin (2002).
[26] Karl Marx a Johann Baptist von Schweitzer, 13 febrero 1865, Ibid., p. 236.
[27] MEGA² IV/3, G. Bagaturija, L. Čurbanov, O. Koroleva and L. Vasina (eds), Akademie Verlag, Berlin (1998).
[28] MEGA² IV/12, M. Neuhaus and C. Reichel (eds), Akademie Verlag, Berlin (2007).
[29] MEGA² IV/31, A. Griese, F. Fessen, P. Jäckel and G. Pawelzig, Akademie Verlag (eds), Berlin (1999).
[30] MEGA² IV/32, H. P. Harstick, R. Sperl and H. Strauß (eds), Akademie Verlag, Berlin (1999).
[31] Paul Lafargue, ‘Karl Marx. Persönliche Erinnerungen’, in Vv. Aa., Erinnerungen an Karl Marx, Dietz Verlag, Berlin (1953), p. 152.
[32] Karl Marx to Laura and Paul Lafargue, 11 April 1868, Marx Engels Werke, Band 32, Dietz Verlag, Berlin (1965), p. 545.
[33] Junto al desconocimiento «marxista» que hasta aquí hemos querido esbozar, habría que considerar también el «antimarxista» de origen liberal y conservador, que es igualmente profundo porque está cargado de prevención y hostilidad.
El pensamiento de Marx y Engels tienen que ser perdurado por el movimiento obrero y trabajadores en general, no se trata de ganar adictos como una religión, se trata de explicar la esencia del trabajo que se manifiesta desde que el obrero llega a su lugar de trabajo en la mañana ( generalmente ) hasta que termina.
ResponderEliminarLos hombres convertidos en trabajadores durante su jornada laboral tienen el derecho a conocer como se manifiestan las leyes objetivas de eso que llaman economía y que solo se manifiesta cuando ponen en función sus manos (su cuerpo) y su mente creando objetos que después serán vendidos.
Este conocimiento que ofreció Marx y Engels es un derecho que por falta de interés o intereses mezquinos no se divulgan, manteniendo el fantasma que se expresa en el manifiesto de la clase trabajadora, cuando comunismo no es un régimen ni un gobierno es la aspiración de las clases trabajadoras a vivir en armonía sin sentir la opresión de unos por otros.
El peor daño que se le ha hecho a la ideología Marxista es crear formas de gobierno en su nombre, sin respetar si quiera los preceptos más elementales.
Trabajadores, abrid los ojos y descubrir la riqueza de estas nobles ideas, no importa el gobierno que las maldita, ni el gobierno que las mencione. Marx y Engels no crearon la teoría del gobierno, hicieron ciencia para curar los males de la explotación.
Rogelio Castro Muñiz