Con la aprobación de la
resolución presentada por el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla. “Necesidad de poner fin al bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”
que recibió 184 votos a favor, tres abstenciones y dos votos en contra, EE. UU
e Israel, quedó demostrado que el mundo está con Cuba y condena a Estados
Unidos.
La aplastante derrota
diplomática del imperio estadounidense, infringida el pasado 23 de junio al
condenar el ilegal, injusto, genocida y terrorista bloqueo, impuesto a Cuba,
por cerca de 60 años y que desde 1992 Estados Unidos viene recibiendo la
condena de la mayoría de las naciones y la denuncia de la ilegalidad de este
mecanismo, además, por su carácter extraterritorial con la ley Helms-Burton.
Las leyes impuestas en
todos estos años demuestran no solamente una motivación política, también el
carácter terrorista, prepotente e imperial de Estados Unidos, utilizado para
multar con altísimas y multimillonarias cifras a bancos y empresas europeas y
de otras nacionalidades, por comerciar con Cuba, una verdadera política de
chantaje, robo, inmoralidad y carácter piratesco.
En medio de una
devastadora pandemia, el gobierno de Trump, redobló la agresiva política contra
Cuba, y contra otras naciones al activar los títulos 3 y 4 de la ilegal ley
Helms-Burton y emitió 242 órdenes ejecutivas para recrudecer el bloqueo, una manifiesta
acción terrorista y genocida contra un pueblo y mantenidas por el actual
presidente Joe Biden.
Fue el hoy presidente
Biden el que en su campaña electoral había prometido modificar dicha política
hacia Cuba y nada ha cambiado, por lo que la actual administración Biden no
hace más que practicar la misma política terrorista que practicó su antecesor
contra Cuba. No utilizan explosivos, utilizan una silenciosa guerra para
provocar hambre, miseria, descontento y creen que con esa política los llevara
a conseguir el derrocamiento del gobierno revolucionario. No señores
imperialistas este digno pueblo ni se vende ni se rinde, porque sabemos, que
esta guerra terrorista contra Cuba, viene
de sectores bipartidista de años atrás.
No es una nueva
política, es una política practicada desde 1962 cuando el subsecretario de
Estado Lester Mallory elevó un impúdico memorando del 6 de abril de 1960, que
cito: “Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para
debilitar la vida económica (…)
negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios
nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el
derrocamiento del gobierno”. Esta sugerencia fue tomada en cuenta y
aplicada desde 1962 por el gobierno de John F Kennedy contra Cuba hasta
nuestros días.
El objetivo estratégico
de estas ilegales, terroristas y genocidas leyes y ordenes ejecutivas emitidas
por Estados Unidos, no tendrán éxito alguno, porque en Cuba es el pueblo el que
dirige sus destinos, a través de sus muy democráticos mecanismos, como lo es la
Asamblea Nacional, ocupada por 600 diputados, de los cuales el 50 por ciento
representan a las bases del pueblo y el otro 50 por ciento representan a los
movimientos sociales, de organizaciones sindicales, campesinas, profesionales,
culturales, juristas, periodistas, mujeres, jóvenes y estudiantes.
Ese pueblo que resiste
este doloroso y criminal bloqueo, no se dejara engañar por las baratijas y
volver al pasado del juego, drogas y prostitución, cuando Estados Unidos, por
cerca de 60 años (1902-1958) convirtió a Cuba en un burdel, y manejaba a los
gobiernos títeres de la época a su antojo y amparaba y apoyaba a dictaduras
como las de Gerardo Machado y Fulgencio Batista, de este último es la
minoritaria saga que desde hace 62 años se instaló en Miami con los Diaz Balar,
y generales y coroneles criminales como los Tabernillas, Carratalá, Ventura,
Piedra, Martin Pérez y comparsa.
El imperio, no tiene,
ni ha podido lograr una oposición, por una sencilla razón, que les va ofrecer al
pueblo, volver a la época del burdel, del racismo, de la prostitución, de la
salud y educación privada, del desempleo, de la pobreza, de la inseguridad
pública y como exigen los de Miami devolver las tierras a los terratenientes y
las fabricas a los Bacardí y las viviendas a los casatenientes, y aplicar la política neoliberal, que se vive
hoy en América Latina.
Lo insólito y cínico de
la explicación para mantener el bloqueo a Cuba, volvió argumentarse por Rodney
Hunter, coordinador político de la Misión de Estados Unidos ante la ONU al
señalar que su país se oponía a la resolución porque las sanciones buscan
promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba y dijo:
“Las sanciones son un conjunto de herramientas de nuestro esfuerzo más
amplio para promover la democracia, promover el respeto por los derechos
humanos y ayudar al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales
consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Previamente a esta
intervención Hunter reconoció los desafíos que enfrenta el pueblo de Cuba y
cínicamente soltó, esta gran mentira: Estados Unidos provee al país caribeño
suministros humanitarios, además de ser “uno de los principales socios
comerciales de Cuba”.
Y añadió “Cada año autorizamos miles de millones de
dólares en exportaciones a Cuba, incluidos alimentos y otros productos
agrícolas, medicinas, dispositivos médicos, equipos de telecomunicaciones,
bienes de consumo y otros artículos para apoyar al pueblo cubano”. Realmente resulta vergonzosa esta mentirosa
declaración del señor Hunter, pero sabemos que la maquinaria mediática gringa,
sostendrá estas ideas.
Lo que resulta cierto
es que, del presupuesto del Estado norteamericano, el Congreso, a propuesta de
congresistas de origen cubano, aprueba solo 50 millones de dólares para
desarrollar acciones terroristas y de desestabilización, contra el pueblo cubano,
acciones todas fracasas y abortadas por nuestras fuerzas de seguridad apoyadas siempre
por el pueblo.
De estos 50 millones,
el 90 por ciento se queda en Miami, en manos de Marco Rubio, Díaz Balar, Bob
Menéndez, María Elvira Salazar entre otros congresistas de origen cubanos y
solo el resto se reparte en los mercenarios que desde Miami, México y Argentina reciben el otro 10 por ciento y de allí una
miserable paga a sus agentes en Cuba, a razón de unos 100 dólares al mes, según
estos propios agentes le declararon a la TV cubana, el pasado 27 de enero
cuando el show montado frente al ministerio de Cultura.
Con ese dinero también
pagan a los aquí llamados periodistas independientes quienes inventan sus Fake
News, y envían sus informaciones a sus
centros en Miami controlados por la CIA o el FBI y luego de procesadas y
aprobadas, son reproducidas desde Miami, por los ya conocidos
contrarrevolucionarios asentados en esa ciudad y cuyos destinatarios es la
población cubana, noticias falsas que ellos adornan con sus chismes y manejo de
odio. Por supuesto Cuba es el infierno y la culpa es del gobierno revolucionario
y ni una sola mención al bloqueo y a la política genocida de Estados Unidos.
Todo esto forma parte
de un plan que tienen su base en las redes sociales y que ha venido
desarrollándose desde hace muchos años, primero fue el uso de Radio Swan, ((1961-68)
una islita en el caribe. En la década
del 70 Radio y TV Martí y ahora las redes sociales. Esto sin contar, los
llamados canales y radio cloacas, de Miami cuyos mensajes de contenido están
llenos de falsedades y de odio, actualmente están tratando de desacreditar las
vacunas cubanas y niegan la existencia del bloqueo.
Esta campaña y la
política de sembrar la matriz de opinión en contra de Cuba lo realiza el departamento
de operaciones en guerra psicológica de la CIA y se ocupan de financiar, organizar,
ordenar y ejecutar a través de terceros estas operaciones y llevar adelante
esta política.
Así lo demuestran las
evidencias documentales y videos publicados, en el noticiero nacional de la TV
cubana, según las cuales la venezolana Karla Velázquez Figuera, radicada en
México alias “la madrina”, es la jefa del Programa Cuba del Instituto Nacional
Demócrata, (NED) y enlace entre funcionarios del Gobierno norteamericano y sus
agentes en Cuba, entre ellos la señora Tania Brugueras.
De acuerdo con la noticia
presentada en el noticiero por el periodista Humberto López, desde el pasado 12
de mayo Karla Velázquez se encargó de realizar una convocatoria para sumar
participantes a una reunión virtual y «privada» con funcionarios del
Departamento de Estado de EE. UU., que se efectuó el día 25 de este propio mes.
La ruta del dinero de
la guerra no convencional de Estados Unidos contra Cuba, viene por la vía de
“la madrina” y por otro canal a través del Centro para la Apertura y Desarrollo
de América Latina (CADAL), con sede en Argentina y cuyo director Gabriel
Constancio Salvia, recibe una parte del dinero de la Fundación Nacional para la
Democracia (NED). El prestigioso diario argentino Página 12 calificó a Cadal
como «una base de operaciones
anticastrista, que recibe financiamiento de entes ligados a la CIA».
El señor Gabriel
Constancio tiene un tenebroso historial contra Cuba, entre otros su intento de
armar en el 2014 un show mediático que incluía fomentar disturbios, protestas y
manifestaciones, para sabotear la II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se desarrolló en la Habana.
Como se puede apreciar
es el gobierno de Estados Unidos quien trata de fomentar conflictos,
desarrollar acciones desestabilizadoras y terroristas, acciones que han costado
la vida a 3,478 cubanos y 2099 incapacitados, por los atentados, estallidos de
bombas y actos terroristas cometidos a lo largo y ancho de la isla en estos 62
años de existencia de la Revolución Cubana.
En franca contradicción
a lo expresado en la sede de las Naciones Unidas, por el señor Rodney Hunter,
cuando comentó que EE:UU autoriza miles
de millones de dólares para compra de alimentos, medicinas y tecnología, es
todo al revés, tal como lo expresó el canciller cubano: “de abril de 2019 a diciembre del 2020, el mecanismo norteamericano
causo la pérdida de 9 mil 157 millones de dólares”. “Y en
casi seis décadas de aplicación de la política, los perjuicios a Cuba son de
147 mil 853 millones de dólares, o lo que es igual en oro de 1 billón 377 mil
millones”.
El señor Hunter sin
embargo debe saber que si el bloqueo se levanta y se establecen una relaciones
respetuosas y constructiva, por supuesto que el comercio con Cuba, sería
beneficioso para ambas partes, entonces Cuba compraría millones de dólares, en
alimentos, medicinas y tecnología, pero la actual política genocida y terrorista
de Estados Unidos, no solo daña a las familias cubanas, también impiden y causan mucho daños a los propios agricultores,
y empresas norteamericanas que sí desean comerciar con Cuba.
Nuevamente y de manera
contundente la comunidad internacional, los gobiernos y pueblos del mundo
exigen que se termine con esta acción unilateral, de la gran potencia del
norte que ha causado tanto daño material
y físico a la población cubana. Se trata de una guerra terrorista no declarada,
pero practicada, por Estados Unidos, que dicen ser los grandes ejemplos y
defensores de los Derechos Humanos. El Mundo está con Cuba y condena a Estados
Unidos.
(*) Periodista,
politólogo y analista internacional.
La Habana, Cuba, 26 de
junio del 2021. 23.30 hrs.
Cadal, una base de operaciones anticastrista en Argentina
Página 12
Su currículum indica en la segunda línea que “desde 1992 se desempeña en la dirección de entidades sin fines de lucro”. También que se vinculó con “la actividad partidaria desde marzo de 1983”. Pero no menciona cuáles son las entidades ni aclara en qué fuerza política. De sus textos y ponencias se desprende un cerril anticomunismo que revelan sus análisis sobre el gobierno cubano. La ONG sintoniza muy bien con el pensamiento de su jefe: critica con dureza a los gobiernos de países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y la Argentina. En un editorial previo a las últimas elecciones se quejaba “del absolutismo” de Cristina Kirchner y de que su modelo “es piantavotos y espanta inversores”.
Cadal se define en su nutrida página web como “una voz clara y constante en la promoción de la democracia, el fortalecimiento de las instituciones y el progreso económico y social de América latina”. Entre ese enunciado y otros datos que brinda deja evidencias de dónde viene y hacia dónde va. Su estrecha relación con dos entes como la Usaid (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y la NED (Fundación Nacional para la Democracia) que la financian, la aproximan demasiado al exilio anticastrista de Miami. Nueve de los dieciséis libros que publicó en sociedad con distintas fundaciones y editoriales tratan sobre temas cubanos. La secretaria de la fundación, María Teresa Reviriego, preside la Comisión Pro Derechos Humanos en Cuba con sede en la calle Tucumán 843, de la Capital Federal.
La NED, sigla en inglés de la National Endowment For Democracy, fue creada por Ronald Reagan y tiene entre sus integrantes a Terence Todman, el ex embajador de Estados Unidos en la Argentina durante el primer gobierno de Carlos Menem, y Francis Fukuyama, el politólogo norteamericano de origen japonés que vaticinó el fin de la historia y que veinte años después sigue jugando al augur: acaba de presagiar el final de la Eurozona. En 2011, la NED publicó en su página oficial que le aportó a Cadal 60 mil dólares. Sus fondos a discreción suelen promover todo tipo de iniciativas contra Cuba.
Cuando demanda recursos para sostenerse, organiza programas como Good bye Lenin (La experiencia socialista en Europa Central y Oriental, transiciones a la democracia y lecciones para América Latina) o presentar publicaciones de los cubanos anticastristas Huber Matos o Carlos Alberto Montaner, que visitaron Buenos Aires en 2005, Cadal propone cuatro alternativas para sus aportantes: la suscripción al programa de análisis político y económico regional; donaciones al fondo de becas emprendedoras de las ideas; la suscripción como miembro adherente o ser sponsor de los foros que convoca. Acepta cuotas desde cien pesos mensuales a mil anuales y quienes pagan reciben las publicaciones impresas de la fundación y son invitados especiales a sus foros en Buenos Aires, Rosario, Montevideo y Punta del Este.
Bodegas San Huberto, la empresa que preside Leonardo Spadone, hijo de Carlos, el conocido empresario teatral que se diversificó a otros rubros, es un auspiciante permanente de los eventos que desarrolla Cadal. Pero sus críticos señalan que recibe estímulos económicos por vías más informales: mencionan sin reservas a la CIA. Martha Lidia Ferreira, una uruguaya que es licenciada en Geopolítica e integrante de Blogueros y Corresponsales de la Revolución, asegura que “Cadal recibe su mayor porcentaje de dinero para sus acciones de manos de las sucursales de la CIA para la región: la fundación Atlas, la Fupad (Fundación Panamericana para el Desarrollo), la Usaid y la NED”, entre otras entidades.
Cadal sostiene que Latinoamérica “atraviesa por una etapa crítica en su desarrollo”. No obstante, elogia los avances de las instituciones en Brasil, Chile, México (un país que en seis años sufrió casi 50 mil homicidios en la lucha contra el narcotráfico), Colombia y Uruguay. En un segundo grupo que encuentra “grandes dificultades para lograr el desarrollo sostenido” incluye a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y la Argentina porque, según la fundación, algunos de estos países registran “la ausencia de las libertades más básicas” y otros, “importantes atropellos a la propiedad privada que demoran el establecimiento de las condiciones para el progreso como lo es, por ejemplo, la confiscación de fondos de pensiones producida en Argentina”.
La fundación, cuyo número de inscripción en la Inspección General de Justicia (IGJ) es 1717869, presenta trámites con regularidad ante ese organismo como balances y declaraciones juradas. La última data del 29 de julio pasado. El ex inspector general designado por el gobierno de la Alianza, Guillermo Enrique Ragazzi, firmó la autorización para la funcionara durante la presidencia de Eduardo Duhalde, el 6 de mayo de 2003. Veinte días después, Fidel Castro daba un recordado discurso en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA. A Salvia, como confesaría días más tarde, el viaje del líder cubano lo “tomó por sorpresa”. Una extraña coincidencia entre el nacimiento de Cadal y aquella histórica presencia en Buenos Aires.
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