Pocas industrias en Cuba pueden jactarse de tener bien puestos los pies en la tierra como Oleohidráulica Cienfuegos. Desde hace más de dos años fue de las primeras en pisar firme la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), y en la actualidad enfoca la mayoría de sus producciones y ventas hacia ese nicho del mercado, con el propósito de obtener financiamiento en moneda libremente convertible.
“En 2019 iniciamos allí la comercialización de cinco rampas niveladoras, elaboradas con inventarios propios, y el año anterior duplicamos el pedido, al disponer de la materia prima idónea. Esto abarató nuestros costos e influyó en un mejor producto terminado. Durante 2021, ya se han entregado otras dos y prestamos, además, servicios para la instalación y puesta en marcha de sistemas hidráulicos”, dijo Yadira de la Cruz Chávez, directora adjunta de la entidad.
Otras proyecciones inmediatas llegaron a contemplar, originalmente, la fabricación de diez plataformas elevadoras de tijeras, lo cual aún ha sido imposible concretar. “No estamos ajenos al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y hoy el país ajusta las divisas para adquirir recursos con destino a otros programas priorizados. Por ello —agregó Cruz Chávez—, se negocia la posibilidad de que el Grupo Empresarial de la Industria Sidero-Mecánica (Gesime), al cual pertenecemos, financie al menos una, para alquilarla y percibir algún ingreso”.
Ahora la estrategia más tangible consiste en la oferta de servicios al Mariel, un área todavía en expansión y donde existe maquinaria constructiva que precisa de reparación y mantenimiento. Con ese objetivo, Oleohidráulica Cienfuegos pretende trasladar hacia allá una brigada en los próximos meses, a fin de brindar una respuesta rápida a las necesidades de sus clientes y con alto valor agregado para las cuentas de la empresa, pues solo demanda el empleo de la fuerza laboral.
Yadira de la Cruz Chávez, directora adjunta de Oleohidráulica Cienfuegos, ofreció detalles sobre las nuevas producciones de la industria./Foto: Juan Carlos Dorado
De momento, la experiencia en la ZEDM reporta saldos positivos desde el punto de vista económico. Por las operaciones que realiza en este lugar, la conocida industria cienfueguera obtiene nada menos que el 80 por ciento del valor de lo facturado. Incluso, en 2020, a partir de nuevas disposiciones del Ministerio de Finanzas y Precios, recibió una bonificación máxima del presupuesto del Estado ascendente a 80 mil pesos, al rebasar sus entregas y ventas en el Mariel. Tal ganancia fue distribuida entre los trabajadores y devino incentivo para alcanzar superiores resultados.
PRODUCIR CON ALTERNATIVAS
Aunque el pasado año Oleohidráulica Cienfuegos facturó alrededor de 8 millones 200 mil pesos, a principios de 2021 sus cálculos apuntaban a pérdidas. La crisis sanitaria de la Covid-19, los efectos del bloqueo estadounidense, las limitaciones económicas, la reforma salarial y el ordenamiento monetario en la Isla, pintaron un cuadro poco favorable. Sin embargo, adecuaciones en la planificación, centrada únicamente en el uso de los inventarios de la fábrica, llevaron a que, al cierre de mayo, acumulara 5 millones 365 mil pesos, para un 103 por ciento de sobrecumplimiento en las ventas.
La rampa niveladora, la grúa pescante y hasta la plataforma elevadora de tijera —perfilados como nuevos desarrollos hace algún tiempo— tomaron peso dentro del plan. Por ejemplo, la transpaleta, diseñada y confeccionada en la industria, forma parte ya de una producción seriada, con cerca de 200 en elaboración, de un total de 422 que esperan ofertar al mercado nacional y extranjero.
“Para nosotros fue un reto asumir estos productos, porque no dominábamos todas las cuestiones relacionadas con su proceso fabril. Requieren un elevado componente de maquinado, muchas piezas, y resulta imperioso limar cada detalle para conseguir venderlos en la ZEDM, donde hay capital foráneo, o a otros tipos de clientes. Pero, por otro lado, nos satisface: seguimos produciendo y, en la medida en que seamos eficientes, veremos el fruto del trabajo”, afirmó Elio Garlobo González, obrero con cuatro décadas de labor en la empresa.
Similar opinión compartió el ingeniero Rigoberto Cairo Cairo, para quien la fabricación de dichos artículos, sumados a los tradicionales (gatos, mangueras y cilindros hidráulicos), representa “un gran sacrificio, sobre todo a la hora de llevarlos a máquina y de asegurar que posean la mayor calidad posible, en función de la competencia. De cualquier modo —sostuvo—, son alternativas factibles, pensadas sobre la base de nuestros recursos, y que ayudan a mantener el pago estable a los trabajadores”.
Este 2021, Oleohidráulica espera fabricar más de 420 transpaletas, algunas de las cuales ya inserta en el comercio electrónico./Foto: Juan Carlos Dorado
ENTRE LA TAREA ORDENAMIENTO Y LA PANDEMIA
Sin asomo de casos de Covid-19 en su colectivo laboral, Oleohidráulica Cienfuegos sobresale también entre las industrias cubanas que no ha paralizado el flujo productivo desde que comenzó la pandemia. Allí el trabajo se organiza por brigadas, bajo estrictas normas de seguridad, y eso incide igualmente en el comportamiento favorable de la empresa.
Mario Cabrera Alfonso, secretario de la sección sindical, confima que “en ningún momento nos detuvimos. Se echó mano a los inventarios de nuestros almacenes e hicimos transpaletas, accesorios para parques infantiles; todo para que la fábrica continuara y los obreros pudieran ser remunerados”. No obstante, la Tarea Ordenamiento impuso nuevas tensiones de cara a la comercialización.
Hoy la entidad solo tiene autorizo para vender sus productos con un precio multiplicado hasta 3,87 veces por encima de las tarifas certificadas el año anterior; para el segundo semestre ese índice será de 7,09. De acuerdo con Cruz Chávez, esto vuelve desafiante el escenario. “Impide —aseveró— que nuestros ingresos cubran los costos de las materias primas, y asimismo del salario; más, cuando algunos de los proveedores de servicios que contratamos, manejan tasas superiores a la nuestra”.
Por suerte, los ajustes realizados en los planes encaminan a dicho enclave industrial hacia resultados alentadores para finales de 2021, sin necesidad de comprar insumos en el exterior, y con la capacidad tecnológica explotada solo en un 40 por ciento, lo que hace más promisorio el futuro en condiciones normales. Así, a medias, aspiran a rebasar los valores del pasado año y a aplicar estímulos por la eficiencia a los trabajadores; hechos de una industria crecida frente a las adversidades y con los pies en el acelerador de la economía nacional.
Mario Cabrera Alfonso, obrero y secretario de la sección sindical en Oleohidráulica Cienfuegos./Foto: Juan Carlos Dorado
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