Reflexiones finales inconclusas.
Sin dudas, en
la “actualización del modelo económico”, Cuba enfrenta complejos desafíos no
solo en la gestión y dirección de la economía, sino también institucionales,
sociales, políticos y en el plano subjetivo. Sin un cambio en las mentalidades
resulta difícil librase de las secuelas de las “herencias del modelo soviético”,
así como superar la confusión entre las funciones del Estado y el Partido; y la
fusión entre el Estado y el Gobierno. A la vez, es necesario romper las
barreras creadas por la inercia, el
inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad que,
arrastraron las experiencias socialistas europeas, y en particular las
soviéticas25.
El “núcleo
duro” del “Modelo Soviético”
(económico, social y político) – presente en la práctica cubana – incluyó la
deformación institucional de identificar Estado y Gobierno, llevó a que el
sistema político regido por el Estado, además del Gobierno, involucró también los
órganos legislativos y la administración de justicia, la posesión de toda la
propiedad, la tarea de diseñar y administrar la economía de forma centralizada
excluyendo todo papel activo al mercado,
así como regir la dirección de toda la actividad social.
El
resultado de todas estas imperfecciones ha dado lugar a la acumulación de déficits
democráticos, de libertades creativas y de participación ciudadana en los
asuntos que incumben a todos los súbditos del país; agentes que han originando
la aparición orgánica de deformaciones estructurales, al burocratismo, como a
la aplicación de políticas que se hacen extrañas a la ciudadanía. Todos estos
fenómenos han sido potenciados por la existencia del secretismo, así como limitaciones
al derecho a pensar diferente.
Al
estatalizar más allá de los medios fundamentales de producción, incluida la
tierra, las instituciones culturales, recreativas, educativas, la prensa, la
radio, la televisión, se ha exagerado e hipertrofiado el lugar el Estado en la
sociedad. No menos negativo ha resultado la institucionalización de manera
paraestatal de las organizaciones sociales y profesionales, siguiendo esquemas
verticales que, de correas de trasmisión social, según el pensamiento
leninistas, pasaron a apéndices de las
estructuras oficiales.
Por otra parte, el papel de la política –
ejercida por el Partido, situado en la cúpula de la sociedad --, ha encumbrado
en exceso las directivas tomadas por las alturas de las órbitas del poder que, trasladadas a la academia, y en
particular a las ciencias sociales, han hecho de la politización y la
ideologización una virtud. Es útil
recordar que la versión estaliniana del marxismo-leninismo, guía para
interpretar la realidad; asimilada como única ciencia social, con sus especificidades,
está viva en el país. Olvidando que lo cierto en Marx eran las premisas y el
método.
Igualmente, caló la distorsión del
principio organizativo del centralismo democrático; deformación trasladada al
Estado y a la actividad de los órganos del poder popular; no solo la minoría se
subordina a la mayoría, sino que, las instancias inferiores se someten a las
superiores. Hipertrofiado el método, ha traído por resultado limitaciones a la implementación
práctica de la democracia socialista, ha
alejado a la ciudadanía de influenciar
en los asuntos sociales que le incumben. Como corolario, la simbiosis del poder
político, la dirección gubernamental, y la jerarquización del Partido, ha hecho
de la “doble moral” reflejo de la
conciencia social.
Tampoco
puede dejar de mencionarse que, la ausencia de un verdadero Estado de Derecho, es
otro del déficit del socialismo conocido. Así, el Estado de Derecho Socialista encarnaría
el escalón más alto de lo alcanzado por la humanidad hasta el presente. No solo
de pan vivirá el hombre tiene así una real significación. Asimismo, hoy se hace
evidente que el socialismo en el Siglo XXI tendrá que superar al capitalismo en
crecimientos económicos estables y sostenidos, conservación del medio ambiente,
luchar contra cambio climático; además de lograr: más eficiencia; más
democracia.
Por otro lado, en Cuba, no han sido
abundantes los trabajos que abordan en su integralidad las causas raigales que
estuvieron en la debacle socialista europea26. En particular, se
trata de superar tanto las interpretaciones que enfatizan en los aspectos
políticos e ideológicos, como aquellos que ponderan los enfoques económicos y
sociales. Entonces, parece útil y oportuno prestar a este tema una atención
esmerada por parte del acervo en las ciencias sociales del país, que destierren
lo apologético de lo verdadero y científico, como reclamaba el Che.
De aquí que, al mirar a la realidad
actual del país, enfrascado en aplicar los acuerdos del VI Congreso del PCC, parece
indispensable precisar lo que se trata de superar del legado tomado del “Modelo
Soviético”. Esto hace necesario consensuar una valoración de aquellas prácticas;
válido para el socialismo que el “viejo topo” se encargó de sentenciar de
estirpe condenada a cien años de soledad, como para aquellas experiencias (la
china y la vietnamita) que, al igual que Cuba, pugnan por perfeccionar sus
sociedades por la vía socialistas. Ello aportaría claridad en la proyección del
socialismo en el Siglo XXI, del que somos parte sustancial e inalienable.
Sin embargo, hay que señalar que aún
quedan en el tintero cuestiones fundamentales, sobre todo, cuando se constata
la ausencia de cuestiones medulares esbozadas en más de una ocasión27.
Además, posiblemente ésta sea la última
oportunidad para trazar principios, definir estrategias económico-sociales y
políticas, lineamientos claros y precisos con la presencia de los dirigentes
históricos de la Revolución. Con mucha razón se ha dicho que el tiempo para
improvisar se acabó y no hay derecho a seguir equivocándonos y mantenernos en
la inercia.
Finalmente, hoy más que nunca es
necesario encontrar fórmulas que contribuyan a fortalecer el consenso social,
en torno a la necesidad encarrilar el desarrollo económico-social cubano en las
corrientes más avanzadas socialmente en el siglo XXI, así como posibiliten
aislar a los sectores – burocracia-- que desean cambiarlo todo, para que todo
siga igual.
NOTAS
1.- Andrés
Vilariño Ruiz y Silvia Domenech Nieves: “El
sistema de dirección y planificación de la economía en Cuba. Historia,
actualidad y perspectiva”, Editorial
Pueblo y Educación, La Habana, 1986.
2.- Carlos
Tablada Pérez, “El pensamiento económico
de Ernesto Che Guevara”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
1987.
3.- En
marzo de 1962 fue introducido un sistema de racionamiento. Ver, Julio A. Díaz
Vázquez, “Consumo y distribución normada
de alimentos y otros bienes en Cuba”, en Hans-Jürgen Burchardt: “La última reforma agraria del siglo”, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 2000, págs. 35-56.
4.- Ver,
Juan Valdés Paz, “El Espacio y el Límite.
Estudio sobre el sistema político cubano”, Ruth Casa Editorial, Panamá,
2009, págs. 92-129. La constitución de las
Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), fusionó al Movimiento
26 de Julio, al Partido Socialista Popular y al Directorio Revolucionario 13 de
Marzo, y fue anunciada el 26/7/ 1961. A mediados de 1962 comenzó la
transformación de la ORI en Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS). En
octubre de 1965, concluida la
construcción de PURS, se transforma en el PCC (NA).
5.- Osvaldo
Dorticós Torrado, “Análisis y
perspectivas del desarrollo de la economía cubana”. Revista, Economía y
Desarrollo, nro. 12, La Habana, págs. 28-62.
6.- Fidel
Castro Ruz, “XX aniversario del ataque al
Cuartel Moncada”, Revista Economía y Desarrollo, nro. 19, La Habana, p. 19.
7.- Ver,
Julio A. Díaz Vázquez, “Cuba y el CAME”,
Revista Temas, No. 55, julio-septiembre de 2008, La Habana, págs. 125-137.
8.- El
concepto de “Modelo” es asumido aquí como esquema simplificado del
funcionamiento de un sistema que hace abstracción de los detalles, pero
caracteriza los principios esenciales de los mecanismos económicos, sociales y
políticos de un régimen social. Ver, Vladimir Brus, “El funcionamiento de la
Economía Socialista”, Oikos-tau, Barcelona, España, págs. 11-24.
9.- Ver,
Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 67-91.
10.- Ver,
José Acosta Santana, “Teoría y práctica
de los mecanismos de dirección en Cuba”, Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1982.
11.- Ver,
José Luis Rodríguez, “Notas sobre
economía cubana”, Ruth Casa Editorial, Panamá, 2011, págs. 111-148.
12.- Ver,
Julio A. Díaz Vázquez y Julio Carranza Valdés, “Cuba 1902-2002: desarrollo económico y política social (II),
Revista Economía y Desarrollo, nro. 1, La Habana, 2005, págs. 22-53.
13.- Los
mercados agropecuarios, autorizados (4/1980) estuvieron dentro de la lógica del
SDPE. Reforzaron la política de abrir alternativas para satisfacer la demanda
de productos alimenticios de la población. En su desempeño se detectaron, entre
otros aspectos negativos, el surgimiento de intermediarios y especuladores,
elevados precios y, además, constituir un freno para la creación de
cooperativas de producción agropecuarias (NA).
14.- Ver, Anuario Estadístico de Cuba, Oficina
Nacional de Estadísticas, La Habana, págs. 82-88; Carlos M. García Valdés, “Economía cubana. Del trauma a la
recuperación”, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, págs. 32-43.
15.- Hay
autores que dividen el período revolucionario en: 1959-1961: Nacionalismo
Radical; 1961-1965: Bases de la Transición Socialista; 1965-1970: Socialismo
Nacional; 1970-1975: Integración Socialista; 1975-1985: Socialismo de Estado;
1985-1990: Rectificación; 1990-2002: Período Especial; dividido en, 1990 –
1994: Sobrevivencia; 1994-2001: Recuperación; 2002-2007: Batalla de Ideas. Ver,
Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 196-197. Otros, el Período Especial en,
1990-1991: Ruptura y percepción de la crisis; 1992-1994: Desplome de la
economía; 1995-1999: El inicio de la recuperación; 2003-2005: Reducción del
costo social del Período Especial y ajuste de la política económica; 2003-2005:
Nuevo ajuste de la política económica y recentralización de la divisa
libremente convertible; 2006-2009: Crisis global y enfrentamiento al déficit de
la balanza de pagos. Ver, José Luis Rodríguez, ob., cit., págs. 29-46.
16.- Ver,
Carlos Lage Dávila, “Discurso en la
Reunión de Directores de empresas en proceso de perfeccionamiento empresarial”,
Granma, La Habana, 15/6/2000. José Luis Rodríguez, “Entrevista” El Economista, La Habana, enero-febrero de 2000.
17.- Se
planea que al implementarse la política económica trazada en el VI Congreso del
PCC, de subsidiar a personas y no productos, se reducirán los artículos
normados hasta quedar eliminada la libreta. (NA)
18.- Un
interesante estudio sobre la
Constitución de la República, y los cambios constitucionales realizados en
1992, pueden consultarse en: Hugo Azcuy, “Análisis
de la Constitución Cubana”, Papeles de la Fundación de Investigaciones
Marxistas, nro. 14, 2da época, Barcelona, 2000, págs. 9-144.
19.- Ver,
Juan Valdés Paz, ob., cit., págs. 142-143.
20.- Ver, “Bases Generales del Perfeccionamiento Empresarial
(BGPE)”, Gaceta Oficial de la República de Cuba, La
Habana, 14/9/1998.
21.-Resolución
9/08, “Reglamento general sobre las
formas y sistema de pago”, Ministerio del Trabajo y Seguridad Social,
Granma, La habana, 11/6/2008, pág. 3.
22.- Desde
el 2004, por primera vez, el sistema estadístico nacional recogió el valor
creado en el sector de los servicios sociales no pagados. La nueva metodología
de cálculo tomó como índice de precios
constantes de base fija los de 1996 (NA).
23.- Raúl
Castro Ruz, “Discurso por el LIV
Aniversario del Asalto al cuartel Moncada”, Granma, La Habana, 27 de julio
2007.
24.- Raúl
Castro Ruz, “Informe Central al VI
Congreso del Partido”, Granma, La
Habana, 17 de abril de 2011, págs. 2-3.
25.- Ver,
Ricardo J. Machado, “Vivir el socialismo
de Europa del Este”, Revista, Temas, nro. 56 octubre-diciembre de 2008, La
Habana, págs.110-120
26.- Ver: Ariel Dacal Díaz, Ariel; Francisco Brown
Infante, “Del socialismo real al capitalismo real”, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana ,
2005. Vitali I. Vorotnikov, “Mi Verdad”,
Casa Editorial Abril, La Habana ,
1995. Francisco Brown Infante y otros, Europa
del Este el Colapso”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002.
Serguei Anatolivich Batchikov y otros, “El
Libro Blanco de Rusia, Las Reformas Neoliberales (1991-2004),” Editorial de
Ciencia Sociales, La habana, 2009. Fidel Vascós González, “Socialismo y Mercado”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
2009.
27.- Ver, Raúl Castro Ruz, “Discurso en la clausura del IV Período Ordinario de las Sesiones de la
Asamblea Nacional del Poder Popular”, Granma, La Habana, 21 de diciembre del
2009; “Discurso en la clausura del IX
Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas”, Granma, La Habana, 5 de abril
del 2010; “Discurso en la clausura del VI Período Ordinario de las Sesiones de la
Asamblea Nacional del Poder Popular”, Juventud Rebelde, La Habana, 19 de
diciembre de 2010.
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