Pinar del Río, 7 jul (ACN) La calidad distingue los surtidos de la fábrica de tabacos Francisco Donatién, de la ciudad pinareña, enfrascada ahora en la confección de más de un millón de unidades de las marcas Vegueros y Trinidad.
Según directivos, este es un indicador vital para satisfacer los requerimientos de los clientes y para materializarlo cuentan con un equipo técnico, cuya misión es la rigurosa revisión de las producciones, destinadas a la comercialización.
Además, disponen de otro grupo de especialistas encargados de revisar las capas –hojas que revisten al habano- en pos de desechar aquellas que no cumplan las exigencias para salir al mercado
Vanguardia nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros, la factoría radica en una céntrica avenida de la ciudad, mientras rasgos de un ambiente arquitectónico colonial caracterizan a la edificación de mediado del siglo XIX, donde predominan amplios ventanales, patios interiores y cubierta de tejas criollas, hechas con barro cocido.
Manos expertas en el atractivo recinto se dan a la tarea del torcido, con el empleo de materia prima cosechada en la tierra del mejor tabaco del mundo.
Directivos de la Empresa de Tabaco Torcido de Pinar del Río, refirieron que este año afrontan un plan de 5,2 millones de unidades destinadas a Habanos S.A. para su comercialización, mientras que en el calendario precedente cumplieron sus compromisos al 110 por ciento.
La Francisco Donatién es una de las más connotadas factorías de la nación, que ilustra el sello de calidad del tabaco cubano.
Pinar del Río aporta más del 65 por ciento de la producción total de la hoja en la Isla y tributa a la industria del torcido alrededor de la mitad de las capas que revisten a los puros cubanos.
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