Camagüey.–A la vuelta de casi un lustro, la Empresa de Productos Lácteos de esta provincia dejó de ser «Cenicienta», por la obsolescencia tecnológica y el deterioro de sus instalaciones, para convertirse en un polifacético y prometedor complejo industrial.
No era para menos, pues se trata del territorio mayor productor de leche de vaca del país y, por tanto, necesitado de una infraestructura capaz de acopiar, transportar y procesar los volúmenes del alimento que a diario se generan en sus vaquerías.
«Esa era, entre otras, nuestra mayor debilidad», asegura Alexis Gil Pérez, director general de la empresa, al referirse a la falta de capacidad de las plantas subordinadas para asimilar la totalidad de la leche, que producía el sistema de la Agricultura.
Para paliar en algo ese déficit, en aquellas circunstancias se decidió enviar a las provincias orientales, en especial a Holguín y Granma, de seis a ocho millones de litros de leche anuales con el gasto de combustible que tal operación conllevaba.
«Si se observa, además, la estructura de la empresa, explica el directivo, se aprecia que las principales industrias se agrupaban en un eje central –Camagüey, Sibanicú y Guáimaro– y el resto de los municipios solo se dedicaban al acopio y traslado de la leche».
CAMBIO EN EL MAPA «GEOPRODUCTIVO»
La transformación en marcha ha sido posible gracias a la feliz concatenación de tres factores decisivos: la activa participación de los colectivos obreros, el respaldo de las autoridades locales y la entrada oportuna de nuevo equipamiento tecnológico.
«En los últimos años, afirma Alexis Gil Pérez, nos dimos a la tarea de convertir, poco a poco, los centros de enfriamiento de la entidad en fábricas de alimentos, donde además de procesar la leche fresca se produzca queso, helado, yogur y otros derivados».
Tales facilidades ya fueron creadas en Esmeralda, Santa Cruz del Sur, Nuevitas, Florida, Sibanicú y Guáimaro, mientras están a punto de concluir los trabajos de remodelación en Vertientes y Jimaguayú, y solo quedaría Najasa para el año próximo.
Amén de los cambios en el orden constructivo, las plantas rehabilitadas se han beneficiado con nuevos equipos, que incluyen condensadores evaporativos, compresores, prensas, moldes, descremadoras, clarificadoras y homogeneizadoras, entre otros.
«Con ello, puntualiza el directivo, se trata de potenciar al municipio: se acerca la producción, deja las ventas en el lugar, emplea el 1 % de la contribución territorial al desarrollo local y se aprovecha el suero por los convenios porcinos de la demarcación».
CAPACIDAD PARA HOY MAÑANA Y SIEMPRE
Amplias inversiones se ejecutaron también en las plantas pasteurizadoras y en las fábricas de quesos, que incrementaron la capacidad diaria de procesamiento a 450 000 litros de leche y, en consecuencia, pueden asumir toda la demanda actual.
A diferencia de años precedentes, en que se producían marcados altibajos en la producción lechera, gracias a las bondades del clima y a las acciones de recuperación del sector ganadero, la campaña de 2019 se ha comportado en forma de meseta.
Ello ha permitido que los niveles de acopio por jornada se hayan mantenido, como promedio, entre los 300 000 y los 320 000 litros, situación favorable que repercute en los más de seis millones de litros entregados a la industria por encima del plan hasta la fecha.
Según ha ratificado Elvis Pérez Olivera, delegado provincial de la Agricultura, existen condiciones, aun en medio de las restricciones energéticas, para cumplir las cifras contratadas, que este año ascienden a 91 millones de litros de leche.
El funcionamiento de 171 puntos de enfriamiento en las bases productivas influye en una mejor calidad del alimento, aunque quedan brechas aún por cerrar en el largo camino desde el acto de ordeño hasta su recepción en las plantas procesadoras.
CERTERAS ESTOCADAS A LAS IMPORTACIONES
Las fábricas camagüeyanas elaboran cerca de una veintena de variedades de quesos con dos mercados bien definidos: la venta a la población en moneda nacional y la comercialización en las instalaciones turísticas y en las tiendas recaudadoras de divisas.
Todavía son significativas las toneladas del producto, que se importan para cubrir las necesidades del turismo, por lo que cualquier aporte, aunque parezca poco, resulta apreciable en el empeño nacional por reducir las compras en el exterior.
«Nuestros quesos, informa Alexis Gil Pérez, están presentes hoy en los polos turísticos de La Habana, Varadero, Ciego de Ávila y en menor escala en Guardalavaca. Solo en agosto se produjeron más de 338 toneladas para esos destinos».
Son incipientes, pero certeras estocadas a un asunto prioritario para el país, como lo es igualmente la elaboración de cuajo criollo –indispensable en la fabricación de quesos–, con el cual se pretende sustituir de manera gradual el «cortante» importado.
Heberto Victoria Díaz, tecnólogo de la empresa, aclara que aunque el preparado local tiene menor «fuerza» que los adquiridos fuera de Cuba –teniendo en cuenta la cantidad de leche que se «corta» con un litro de cuajo–, el costo de producción es muy bajo y, además, es hecho en casa.
En la pequeña planta ya han procesado seis toneladas del líquido cortante, mientras se adentran en la fabricación de un colorante, a partir de la bija, necesario para darle el color amarillo al queso, otro componente que también se obtiene allende los mares.
VARIEDAD, CALIDAD E INOCUIDAD
A estas alturas, además de la leche fresca, superan la docena los productos genéricos, que salen de los establecimientos de la empresa, en el afán colectivo por impregnarles mayor valor bajo el signo de lo auténtico, la variedad, la calidad y la inocuidad.
A ello se suman los aportes del Combinado Guarina, en la cabecera provincial, encargado de elaborar combinaciones físicas para dietas especiales u otros surtidos, como leche fortificada, natilla, mezcla para batido y refresco vitaminado.
Con todas las mejoras introducidas, la entidad rompió en 2018 varios récords históricos en la producción de queso, helado, queso crema, yogur natural y de soya, tendencia que debe repetirse en el actual calendario ya en su trimestre de cierre.
La favorable situación productiva y económica no impide, sin embargo, que directivos y trabajadores comprendan con toda claridad que los «números» hasta ahora logrados están lejos aún de satisfacer la creciente demanda de leche y sus derivados.
Ese es el reto que asumen hoy el sistema de la Agricultura y la industria láctea, a sabiendas de que, en medio de limitaciones financieras y materiales y cerco económico de ee. uu., se puede hacer mucho más, a partir de la eficiencia, el ahorro, el control y el uso racional de los recursos.
Indicaciones del Presidente
En la primera visita gubernamental a Camagüey, explicó la necesidad de ver a la extensa llanura de esa provincia como un laboratorio para los experimentos y pruebas pilotos, que se decidan ejecutar en el país en el sector pecuario, por ser una tierra de profundas tradiciones en la producción ganadera.
Por ser responsable de cerca del 30 % de la leche y la carne de res que produce el país, puso especial énfasis durante la segunda visita gubernamental a la provincia en la marcha de la recuperación integral de la ganadería camagüeyana, no solo en equipamiento tecnológico, infraestructura e insumos, sino en la eliminación de los problemas que inciden aún en la eficiencia, la calidad y la diversificación de las producciones.
El Presidente insistió en la necesidad de continuar potenciando la producción y uso de alimentos nacionales, buscar alternativas constantemente y aprovechar al máximo las bondades de las plantas proteicas.
Díaz-Canel le prestó especial importancia al desarrollo del programa ovino-caprino en unidades de la Empresa Pecuaria Maraguán, la cual promueve el desarrollo ganadero con acciones como la inseminación artificial.
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