Desde el retorno de la democracia en Chile las clase política ha sido incapaz de sitonizar con la gente y se ha coludido en actos de corrupción con la élite empresarial que, en la práctica, es la dueña del país. Aylwn, Frei y Lagos fueron gobiernos que continuaron con las políticas económicas de los chicago boys, pese a la enorme brecha de desigualdad que se incubaba día a día aumentando la presión y el descontento social. La clase política, incapaz de ver más allá de sus bolsillos, se aumentaba los salarios hasta llegar a ser los parlamentarios mejor pagados del planeta, para nivelar su estatus frente a la oligarquia empresarial. Esto le ha dado enormes beneficios y los parlamentarios chilenos son como millonarias estrellas de rock. Todo esto, que se ocultó durante 30 años, acaba de estallarle en las manos a la clase dirigente del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario