Pedro
Monreal
20
de abril de 2020
El pasado 16 de abril publiqué una breve nota en mi página de Facebook titulada
“Una estrategia empresarial y el precio de la carne de chivo en Holguín: entre
Kafka y el COVID-19” (Anexo 1), motivada por la lectura del artículo
“Acuerda nuevos precios la Empresa de Ganado Menor en Holguín”, divulgado el 15
de abril en la versión digital del periódico Ahora, de la provincia de
Holguín (Anexo 2).
En esencia, expresé
mi discrepancia con un incremento en el precio de las carnes caprina, ovina y de conejo, en
momentos en que Cuba se enfrenta a una doble crisis sanitaria y económica.
También dije que consideraba
que la racionalidad de la medida era equivocada pues, esencialmente, consistía
en priorizar las finanzas de la empresa estatal acopiadora de esas carnes
(EGAME) mediante una operación de traspaso de costos a mayores precios
minoristas.
Lo que se conoce
La información del
periódico dejaba tres cosas importantes:
1.
Se
produjo un incremento de precios (“tendrán un alza en relación a los
anteriores”).
2.
Los
nuevos precios son los siguientes: (“kilogramo de pierna de ovejo a 94 pesos
moneda nacional, el lomo y solomo a 87, paleta a 81 y costilla a 41 pesos y el
conejo completo se comercializará a 85 pesos el kilogramo”).
3.
La
Empresa de Ganado Menor (EGAME) experimentó “un cambio de escenario” debido a
las afectaciones que la contracción del turismo tuvo en sus ingresos, a la vez
que tenía “necesidad de cumplir con el pago a los productores, cuyos valores
fueron pactados de antemano mediante contrato y de acuerdo a los planes”.
Un dato importante que no
se incluye en el artículo es el relativo a los precios “anteriores” que tenían
esos productos cárnicos en la provincia.
No he podido localizar esa
información en la red, pero pueden consultarse las cifras de otras provincias
en los listados topes de precios adoptados a mediados de 2019. En el caso de La
Habana la libra de carnero (pierna, paleta y lomo) fue de 45 CUP la libra y la
costilla de carnero 20 CUP. (1) En Guantánamo, se identificó de manera
general la carne de ovino/caprino a 25 CUP la libra y la carne de conejo
“limpia” a 30 CUP. (2)
Se conoce, a partir de
otros artículos de prensa, que a mediados de 2019 se incrementaron los precios
que EGAME pagaba a los productores por esos tipos de carne. No he podido
localizar la información específica de Holguín, pero la EGAME de Las Tunas, que
al menos pudiera tomarse para tener una referencia, duplicó los precios que
pagaba al productor hasta un nuevo nivel de 26 CUP el kilogramo de “carnero y
chivo” (con bonificación de 30 CUP/Kg por cada Kg adicional al plan), y pagaba
el Kg de conejo a 30 CUP, con bonificación de 32 CUP por cada Kg superior al
plan. (3)
No queda claro si EGAME en
Holguín pagaba exactamente esos mismos precios al productor.
Tomando
entonces esos datos con la precaución que exige comparar precios distintos en
provincias diferentes, el nuevo precio minorista en Holguín del producto más
caro de carnero (94 CUP) sería 3,6 veces mayor que el precio del kilogramo-plan
(26 CUP), equivalente a un incremento de 261% desde que sale del productor
hasta que lo paga el consumidor.
En el caso del conejo, el
precio minorista sería 2,8 veces superior, para un incremento de 183% respecto
al precio que se paga al productor.
La situación actual
contrasta con la idea inicial con la que se creó en Holguín, en octubre de
2017, un mercado abastecido por EGAME y que se presentó bajo la noción de que “Toda
iniciativa que acerque los productos al pueblo, y además abarate los precios
será bienvenida, en tiempos donde se necesita de variedad y calidad alimentaria”.
(Anexo 3).
El colega Silvio Gutiérrez Pérez,
expresó su criterio en dos momentos: un comentario realizado en mi página de
Facebook, el 17 de abril, y un artículo publicado en su propia página de
Facebook, el 19 de abril.
Comentario hecho por Silvio
Gutiérrez Pérez el 18 de abril de 2020
“Lo único cierto es que
lo precios fijados son nuevos en las ofertas con precios fijados e inferiores a
los de MAOD. Todo lo demás es especulación y poco conocimiento de la verdad.”
Mi
reacción al comentario de Silvio Gutiérrez motivó dos breves observaciones en
Facebook:
PRIMER
COMENTARIO: Hola Silvio Gutiérrez, gracias por tu comentario. Sería útil su
pudieras aclarar dos cosas: a) ¿entonces la periodista ha especulado y no
conoce la verdad sobre el tema?, y b) se sabe que son precios nuevos, pero la
pregunta relevante no es tanto si son menores que los de los mercados de oferta
y demanda, lo que dice la periodista es que los nuevos precios "tendrán un
alza en relación a los anteriores", entonces la pregunta es ¿son más altos
o no?
SEGUNDO
COMENTARIO: Otra observación que creo que es importante: aparecerse "a
esta hora del juego" con una empresa estatal que venda el kilogramo de
pierna de ovejo a 94 pesos cubanos es totalmente incongruente con la noción de
proteger al pueblo de precios "abusivos". En medio de la actual
crisis eso es totalmente cuestionable.
Silvio
Gutiérrez Pérez publicó el 19 de abril en su página de Facebook un largo texto,
en mi opinión descentrado en relación con los temas centrales que se discutían:
precios incrementados e incongruencia de esa acción en relación con la
condición de doble crisis que vive el país. (Anexo 4).
Adicionalmente,
Silvio Gutiérrez dejó un par de notas breves en la sección de comentarios del
artículo publicado en el periódico Ahora:
Comentario
# 1: “Por favor aclarar: Egame no produce, compra a productores no estales,
los mismos que venden a los MAOD. Egame no vende mlnorista y no tiene subsidio
como empresa. Si alguien tiene una propuesta de precios
inferior que lo haga. En mi criterio no hay otra”.
Comentario
# 2: “Me falto decir q Egame no aprueba precios minoristas. Es el Gobierno
provincial.”
El segundo
comentario es interesante porque indica claramente que la responsabilidad por
la decisión de aumentar los precios es del gobierno de la provincia de Holguín.
Los
comentarios de los lectores del periódico Ahora
Hasta el
momento de redactar este texto, se habían hecho 58 comentarios. Excepto uno,
todos los demás eran críticos con la medida, incluyendo términos y expresiones
como las siguientes: “abusivos”, “prohibitivos”, “falta de respeto”, “la gente
no entiende”, “una barbaridad”, “burla a las indicaciones”, “precios muy
exagerados”, “esta noticia es para infarto”, “robo autorizado a la luz de la
legislación”, “pienso que eso sea un chiste para distraernos en la cuarentena”,
“se volvieron locos o qué”, y “crean disgusto en la población”.
Aprovecho
el primero y el último de los comentarios hechos por los lectores del periódico
Ahora para concluir esta nota.
Cada uno
de esos dos comentarios abordan las cuestiones medulares relativas a
incrementar precios estatales de consumo en Holguín, en medio de la pandemia y
de la crisis económica.
El primer
comentario sintetiza la falta de racionalidad social y política de la medida:
“Esos precios no están acorde con el pueblo ni con el momento q estamos
viviendo”.
El último
comentario anota un problema elemental de Economía Política, el tema de los
intereses: “He escuchado que a algunos cuentapropistas que venden el cerdo a 40
pesos los han obligado a venderlo a 25 la libra. Entonces cómo es posible que
el estado venda carne de ovejo a unos 47 pesos la libra? En estas condiciones?
Para beneficiar a quien?”
Resumiendo:
No se justifica que una empresa estatal
intente resolver problemas de flujo de caja -quizás temporales- aumentando los
precios a consumidores que experimentan una crisis económica cuyo impacto es
muy negativo en el aseguramiento de la alimentación
El gobierno provincial debería rectificar
y anular el incremento de precios.
El reto que lanzó el colega Silvio
Gutiérrez acerca de “si alguien tiene una propuesta de precios inferior que
lo haga” es fácil de responder: se mantienen los precios de consumo al
nivel anterior y se soluciona -al menos temporalmente- el problema del flujo de
caja de la empresa con un crédito bancario en pesos cubanos, que es con lo que
debe pagar a los productores. No hacen falta divisas, ni subsidio estatal.
La
periodista Ania Fernández Torres, autora del artículo publicado en Ahora, el
pasado 16 de abril, ha informado que se encuentra preparando un nuevo artículo
sobre el tema. Confío en que sea un buen texto. Los que me leen conocen que
tengo una alta valoración de la prensa provincial de Cuba.
Notas
1 Ver,
“Gobierno de La Habana fija precios máximos de venta de productos”, Cubadebate,
10 agosto de 2019, http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/08/10/gobierno-de-la-habana-fija-precios-maximos-de-venta-de-productos-agropecuarios/#.Xp2keJlS_IU
2 Ver,
“Anuncian precios topados para los productos agropecuarios en Guantánamo”, Solvisión,
10 de septiembre de 2019 http://www.solvision.cu/es/guantanamo/14900-anuncian-precios-topados-para-los-productos-agropecuarios-en-guantanamo-video
3 Adialim
López Morales, “Duplican precio de compra de ganado menor en Las Tunas”, Tiempo
21, 12 de julio de 2019, https://www.tiempo21.cu/2019/07/12/duplican-precio-compra-ganado-menor-las-tunas/
ANEXO
1
Una estrategia empresarial y el precio de la carne de chivo en Holguín:
entre Kafka y el COVID-19
Pedro Monreal
Publicado en página personal de Facebook, 16 de abril de 2020
Un artículo de prensa sobre el incremento de los precios de consumo de
la carne en Holguín describe una situación Kafkiana. En medio de la actual
emergencia alimentaria, una empresa estatal intenta ser rentable afectando el
bolsillo de la gente.
La Empresa de Ganado Menor (EGAME) compraba carne (caprina, ovina y de
conejos) a los productores y luego la suministraba a otras entidades cuyo destino final era, principalmente, el turismo.
La interrupción del turismo “evaporó” ese mercado y desajustó la cadena.
La empresa se encuentra ahora en una situación en la que debe pagar a
los productores a precios que ya habían sido pactados, pero en momentos en que
la empresa no tiene el flujo de caja necesario.
La opción que se le ocurrió a la empresa -y que le aprobaron- para
recuperar su flujo de caja fue “reinventarse” como suministradora de mercados
minoristas en moneda nacional, pero vendiendo a precios superiores a los que
habían estado vigentes hasta ese momento.
Es una visión deformada del mecanismo de oferta y demanda. Funciona
gracias a que las “cañerías” del mercado cubano están “tupidas”. De lo que hay
déficit es de carnes (de todo tipo) y quien único puede resolver eso es el
PRODUCTOR y no un intermediario.
En condiciones de déficit de oferta, un incremento de precios al
PRODUCTOR debería proveer un estímulo para incrementar la producción. Ante un
déficit de oferta, los precios del consumidor también tienden a subir, pero al
menos el sistema tendría un estímulo al productor.
Usualmente, el incremento de precios al productor induce un incremento
de oferta y los precios descienden al cabo de un tiempo, pero también el
gobierno dispone de herramientas para moderar el crecimiento de los precios de
consumo, dando tiempo a que aumente la oferta.
En otros mercados, cuando una empresa hace una estrategia de mercado
(apostarle al mercado turístico) y eso luego no funciona, las dificultades de esa
empresa pudieran resolverse con un crédito o con un subsidio estatal, o
sencillamente quiebra.
Para que una empresa que intenta “reinventarse” cuando fracasa su
esquema anterior, pueda “salirse con la suya” y sea capaz de trasladar el costo
de la “reinvención” en forma de altos precios al consumidor, se necesita algo
más que el mercado, por ejemplo, apoyo estatal.
Afirmar que esos precios mayores de la carne de cabras, ovejas y
conejos “se mantendrán solo durante la etapa de enfrentamiento a la COVID-19”,es
una especie de “anti-lógica” en estado puro. Es una idea Kafkiana… de libro de
texto.
Acuerda
nuevos precios la Empresa de Ganado Menor en Holguín
Abril 15,
2020
Periódico Ahora
Por Ania
Fernández Torres
Un
artículo de prensa sobre el incremento de los precios de consumo de la carne en
Holguín describe una situación Kafkiana. En medio de la actual emergencia
alimentaria, una empresa estatal intenta ser rentable afectando el bolsillo de
la gente.
La Empresa
de Ganado Menor (EGAME) compraba carne (caprina, ovina y de conejos) a los
productores y luego la suministraba a otras entidades cuyo destino final era,
principalmente, el turismo. La interrupción del turismo “evaporó” ese mercado y
desajustó la cadena.
La empresa
se encuentra ahora en una situación en la que debe pagar a los productores a
precios que ya habían sido pactados, pero en momentos en que la empresa no
tiene el flujo de caja necesario.
La opción
que se le ocurrió a la empresa -y que le aprobaron- para recuperar su flujo de
caja fue “reinventarse” como suministradora de mercados minoristas en moneda
nacional, pero vendiendo a precios superiores a los que habían estado vigentes
hasta ese momento.
Es una
visión deformada del mecanismo de oferta y demanda. Funciona gracias a que las
“cañerías” del mercado cubano están “tupidas”. De lo que hay déficit es de
carnes (de todo tipo) y quien único puede resolver eso es el PRODUCTOR y no un
intermediario.
En
condiciones de déficit de oferta, un incremento de precios al PRODUCTOR debería
proveer un estímulo para incrementar la producción. Ante un déficit de oferta,
los precios del consumidor también tienden a subir, pero al menos el sistema
tendría un estímulo al productor.
Usualmente,
el incremento de precios al productor induce un incremento de oferta y los
precios descienden al cabo de un tiempo, pero también el gobierno dispone de
herramientas para moderar el crecimiento de los precios de consumo, dando
tiempo a que aumente la oferta.
En otros
mercados, cuando una empresa hace una estrategia de mercado (apostarle al
mercado turístico) y eso luego no funciona, las dificultades de esa empresa
pudieran resolverse con un crédito o con un subsidio estatal, o sencillamente
quiebra.
Para que
una empresa que intenta “reinventarse” cuando fracasa su esquema anterior,
pueda “salirse con la suya” y sea capaz de trasladar el costo de la
“reinvención” en forma de altos precios al consumidor, se necesita algo más que
el mercado, por ejemplo, apoyo estatal.
Afirmar
que esos precios mayores de la carne de cabras, ovejas y conejos “se mantendrán
solo durante la etapa de enfrentamiento a la COVID-19”,es una especie de
“anti-lógica” en estado puro. Es una idea Kafkiana… de libro de texto.
ANEXO
3
Inaugurado
en Holguín mercado especializado en carne de ganado menor
3 octubre
de 2017
Sitio web
de Radio Holguín
Grethell
Cuenca Durán
En Holguín
crecen las opciones para la alimentación. Con una variada oferta de productos
cárnicos de ganado menor como vísceras, carne de ovejo, carnero y conejo, se
abrió un nuevo mercado especializado en la intersección de las calles Cervantes
y Cuba.
Posee climatización y buen confort, con nevera
y cava expositoras, será abastecido por la UEB de Ganado Menor (Egame) en la
provincia, y tendrá precios diferenciados, en moneda nacional, por debajo del
valor con que se comercializan en la red de tiendas recaudadoras de divisa y
del producto que ofertan los trabajadores no estatales.
El mercado
ofertará además queso de cabra, condimentos, vinos artesanales, salsa picante y
de tomate y más adelante se prevé la comercialización de picadillo.
La
instalación fue sometida a una amplia reparación constructiva con un costo de
unos 110 mil pesos, que incluyó el cambio de carpintería, conexiones
hidráulicas y sanitarias, luminarias, arreglo de paredes y techo, enchape del
piso y pintura, entre otras acciones, detalló José Ángel Almaguer, económico de
la entidad.
Este es el
tercero de los cinco mercados especializados que existirán en Holguín, como
parte del programa de reordenamiento de la comercialización minorista de productos
agropecuarios; una voluntad del gobierno y el Ministerio de la Agricultura que
se ha propuesto convertir viejas placitas y mercados en Mercados Agropecuarios
Estatales Integrales y especializados en producciones hortícolas, frutas
selectas, ovino, porcino, entre otros.
La
iniciativa ha tenido buena aceptación y generado diversos comentarios entre
holguineros y foráneos.
Toda
iniciativa que acerque los productos al pueblo, y además abarate los precios
será bienvenida, en tiempos donde se necesita de variedad y calidad
alimentaria.
LA
COMPLEJA DICOTOMÍA DEL PRECIO DE LA CARNE DE CORDERO EN CUBA.
Silvio
Gutiérrez Pérez
Funcionario
del Ministerio de Finanza y Precios (MFP) de Cuba
Tomado de
la página de Facebook, 19 de abril de 2020
Aunque
para muchos pudiera resultar redundante, hay que precisar que la intensión del
gobierno en el país está bien clara al indicar al sistema empresarial vender
cualquier producto alimenticio lo más barato posible, para que los ingresos que
reciben los consumidores le resulte en un mayor nivel de vida, de esto se
pudieran poner miles de ejemplos, pero no es el propósito en este momento. Se
puede afirmar que los precios de los alimentos agropecuarios están concebidos
en el punto necesario de recuperación del gasto empresarial y el mínimo de
egresos del consumidor, de este asunto hablaremos en este trabajo.
Tampoco es
el momento para discernir sobre las perspectivas de desarrollo de la producción
de la carne de cordero (carnero, ovejo, chivo, cabra) en nuestro país, el que
le interese le propongo que revise el semanario Opciones de abril de 2019.
Según este articulo y por información de directivos de la empresa de Ganado
Menor, el esquema de desarrollo perspectivo concebido es similar al del
programa porcino en Cuba, por lo que le auguramos éxitos.
Limitamos
el análisis al complejo y polémico ámbito de los precios. Como en otras
oportunidades el trabajo se enfoca desde el ángulo de los gastos y después en
su correlación en los mercados.
La
producción de carneros en Cuba estuvo siempre confinada a las peores tierras,
menos fértiles, empedradas, agrestes, alejadas de los mercados. Muy pocos
productores se han especializado y muchos la consideran una producción
secundaria.
El ganado
menor, aunque tiene una apariencia rústica, es presa fácil de enfermedades y
requieren de dosis apreciables de medicamentos, causa que les afecta para
lograr tamaño y peso esperado, No existe aún una raza autóctona competitiva, no
es comparable un ejemplar europeo o de américa del sur con uno nuestro. Durante
años no se había iniciado una renovación de la base genética y los insumos
asignados no son suficientes, objetivos que ya son parte del plan de la
economía.
Tampoco
tenemos una industria que permita un aprovechamiento mayor y diversificado,
similar a otras latitudes donde es tan importante como la carne la lana, la
grasa o cebo y el cuero. En resumen, los rendimientos son muy bajos por
hectárea y los de carne por ejemplar no superaran el 35% de su peso, que
resultan muy deficientes en relación con el cerdo de un 70%.
Todo lo
anterior condiciona costos altos, y que los productores exijan recuperarlos
junto con utilidades, para reaprovisionarse mas de los gastos de fuerza de
trabajo que de insumos. Esta condición no permite a las empresas acopiadoras
adquirir para vender a los precios minoristas que el mercado estatal pudiera
establecer.
En la
cultura culinaria en Cuba el carnero, de manera general, no es de las carnes
más apetecidas, al menos no es semejante por la población con el cerdo y el
pollo. Se consume ocasionalmente, en festividades y mucho más fuera de la
capital. Los que tienen que procesarla se quejan de que requiere mucha
elaboración y condimentos.
En el país
existen muy pocas ofertas en los mercados estatales, generalmente solo las
partes más baratas como las costillas y la ajuga, porque el precio de venta
debe estar por debajo del precio del cerdo, lo que es imposible aceptarlo para
el comercializador. No tiene sentido comprar caro para vender barato; como se
conoce estos precios no se aprueban centralizadamente por el Ministerio de
Finanzas y Precios.
En general
en cualquier mercado en Cuba esta carne siempre tiene un precio inferior a la
de cerdo, lo que no resulta coherente con su superior calidad no solo en
proteínas, también en otras nueve cualidades que posee. Sin embargo, para
determinadas actividades religiosas puede tener un reconocimiento
extraordinario.
Con el
incremento de los llamados Paladares aumenta la demanda, los que pueden pagar
precios de compra superiores. Un consumidor paga en un plato de carne de
carnero más de 10 veces el precio minorista. El desarrollo del turismo solicita
cada año incrementos de carne de carnero, la que no puede ser satisfecha por
las empresas con deprimidos precios del acopio. Es necesario incrementar la
importación, que se valora en más 50 mil dólares una tonelada de carne
deshuesada. De adoptarse este precio como referencia para la población la carne
de cordero deshuesada alcanzaría 25 dólares la libra, unos 500 pesos cubanos.
En breves
palabras, una dicotomía muy particular ocurre con los precios de la carne de
carnero en Cuba. Un razonamiento económico elemental demuestra que es
preferible producir esta carne en Cuba para sustituir importaciones, resultando
que es factible incrementar el precio de acopio y por otra parte, estos no son
aceptables para formar precio minorista para la población, por los límites
máximos objetivos que impone su correlación con los precios del cerdo.
Los
precios de acopio fueron incrementados a mediados del año 2019, en breve
aumentaron las ofertas estatales, se estimuló la producción, cumpliéndose las
demandas mayoristas y para el turismo, sin repercusión en las ofertas y precios
a la población al cierre del año.
Otra
arista contradictoria es que la carne de carnero es más costosa y de mayor
calidad que la de cerdo, sin embargo el precio aceptado es inferior. En un
contexto de ofertas estables de carne de cerdo muy pocos compran este producto,
mucho menos cuando su precio sea superior al cerdo. En los momentos de simas de
ofertas o de ausencias en el mercado se recurre a la carne de carnero.
No es
razonable subsidiar por el Presupuesto estos precios, no solo porque
económicamente no se fundamenta por no tener recuperación financiera global,
también porque los mercados liberados, aunque tengan reguladas ofertas y
precios, deben expresar la factibilidad económica de los productos con la
recuperación a través de los precios de todos sus gastos en todos sus
eslabones, sin dejar espacio a la especulación y el acaparamiento.
En
resumen, la carne del carnero durante años se mantuvo subvalorada en relación
con su precio y sus cualidades nutritivas, efecto que limitó las ofertas. El
incremento de precios de acopio estimula la producción que permitirá contribuir
a incrementar los niveles de proteínas proyectado por la dirección del país,
aumenta los rendimientos, que disminuye en perspectiva costos y permitirá
precios internos más accesibles a la población, ahorro en divisas para el país
y posibles destinos de exportación.
Silvio
Gutiérrez Pérez
19 de
abril 2020
Que piense de gente que venden carnero vivo a 1 cuc la lb?
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