ALGUNOS AMIGOS ME HAN SOLICITADO QUE EXPRESE LO QUE YO ENTIENDO
POR TRABAJO POLÍTICO E IDEOLÓGICO.…
En los últimos tiempos en mis artículos y mensajes he expresado con insistencia
la necesidad de una renovación y transformación profunda del trabajo político e
ideológico que se realiza en Cuba, a la par que se actúa por el
perfeccionamiento del sistema y se hace cada día más imprescindible cambiar
todo lo que deba ser cambiado. En este orden de pensamiento, algunos de mis
amigos me expresan que solo menciono la denominación “trabajo político e
ideológico” sin referirme concretamente que es lo que significa y/o abarca esa
denominación que tanto uso.
Bueno, comienzo por decir que los conceptos son los nombres de los fenómenos y
las acciones que se manifiestan y/o se crean en la sociedad. En este sentido,
en una definición y primera opción que puedo expresar planteo que el concepto
“trabajo político e ideológico” se refiere a un conjunto de acciones e ideas,
referidas a la educación, divulgación y/o defensa de una determinada concepción
referida a una determinada ideología y a su sistema de divulgar, educar,
aplicar y/o defender sus concepciones específicas. Un ejemplo concreto son los
contenidos y los métodos de elaboración en la prensa escrita, radial, y
televisiva, así como en la creación artística, las reuniones, debates,
seminarios, cursos, foros y congresos de índole conceptual y política. En este
sentido debo decir que en mi opinión las definiciones conceptuales al respecto
constantemente son sobrepasadas en el ejercicio diario de estas actividades.
En Cuba, actuamos conforme a un determinado sistema social, económico y
político, que es base de la educación, la acción cultural y económica, así como
de la gobernabilidad. Estamos además, enfrentados a las acciones concretas de
quienes no concuerdan con esas ideas y conceptos; y en vez de debatir
civilizadamente sus criterios al respecto, ponen en práctica la violencia para
imponerlos. Son trabajos en el mundo de las ideas que en muchas ocasiones,
manifiestan su rechazo al Sistema socio político del país con un Bloqueo
genocida y una guerra económica ocasionalmente cruenta con que se proponen
rendirnos por hambre y desesperación. En esto puedo decir además, que el
trabajo político e ideológico es nuestro escudo y nuestra espada esenciales en
este enfrentamiento.
El problema al que me he estado refiriendo, en las actuales circunstancias
concretamente es en mi criterio de que la labor política e ideológica que al
respecto se realiza en la actualidad conforme a nuestro sistema social,
económico y cultural se encuentra en retraso y prácticamente obsoleta en
algunos aspectos esenciales conforme al desenvolvimiento de la sociedad en su
conjunto, así como de las necesidades concretas de perfeccionamiento de nuestro
sistema social, económico y político. Debo añadir, que me refiero también a la
necesidad de cambiar todo lo que deba ser cambiado. En consecuencia, junto a
las estrategias y acciones de renovación que es necesario efectuar para el buen
desenvolvimiento de la Nueva Normalidad, considero que es imprescindible
actualizar las concepciones y los métodos con que se realizan, divulgan y
defienden las concepciones ideológicas que dan base al sistema y a la política
con que se ponen en práctica.
Son explicaciones teóricas que en el día a día se hacen evidentes y necesarias.
Que en mi opinión, es necesario comprenderlas y ponerlas en práctica adecuadamente
en el día a día cotidiano. Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a
opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a
nadie en particular.
http://felixsautie.com/articulos.php?117-algunos-amigos-me-han-solicitado-que-exprese-lo-que-yo-entiendo-por-trabajo-politico-e-ideologico
15 de octubre de 2020, 17:34
silvio dijo...
De Fidel Vascós:
Sautié:
En tu explicación de lo que consideras trabajo político-ideológico haces
hincapié en la parte teórico-conceptual del mismo, que coincido es muy
importante. Pero mas importante aún es la vivencia popular de la introducción en
la práctica de las acciones basadas en una ideología. Los pueblos se forman y
aprenden mas en la lucha por alcanzar sus deseos e intereses y en el combate
contra quienes se oponen a ello, que en las explicaciones que puedan recibir al
respecto. Es un mérito de la Revolución Cubana haber eliminado en tan poco
tiempo el arraigado anticomunismo en el que se había educado a la población,
sustituyéndolo por la ideología socialista. En ello jugaron un importante papel
los discursos de Fidel y su inmensa capacidad pedagógica, pero lo decisivo fue
la aplicación de las leyes revolucionarias que transformaron la sociedad
explotadora en que se vivía y la lucha del pueblo por defender esas leyes. En
la práctica de esa lucha, el pueblo cubano comprendió la fuerza invencible que
tiene cuando está unido y sabe luchar por sus intereses aunque se enfrente a un
poderoso enemigo, como es el gobierno de Estados Unidos en nuestro caso.
Aprovecho para trasladarte otra idea sobre el tema. Defender en exceso a una
ideología determinada conlleva el peligro de convertirla en un dogma y aplicar
sus consideraciones de una manera sectaria. Es lo que yo entiendo por
fundamentalismo, que puede ser islámico y también marxista y leninista. Para
evitar este peligro, la ideología que se asimile debe ser suficientemente
dialéctica para comprender sus límites en un momento histórico dado e
incorporar nuevos conceptos y nuevas formas en su aplicación práctica, aunque
provengan de partes de otra ideología. Un formidable antídoto para impedir ese dogmatismo
paralizante que puede conducir a la derrota se encuentra en el aforismo de
nuestro Don José de la Luz y Caballero cuando dijo: “Todas las escuelas y
ninguna escuela. He ahí la escuela”. Arriesgándome a la polémica; para eludir
el peligro dogmático y parafraseando a Don José, me atrevo a decir: “Todas las
ideologías y ninguna ideología. He ahí la ideología". Un abrazo.
Fidel Vascós
16 de octubre de 2020, 10:11
No hay comentarios:
Publicar un comentario