MARÍA ANTONIA MEDINA TÉLLEZ 29 SEPTIEMBRE 2020
Santiago de Cuba, 29 sep (ACN) En la localidad montañosa del Segundo Frente se erige la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) La Calabaza, abanderada en la aplicación de la ciencia y la técnica como estructura escuela y con avances en la práctica del injerto del cafeto.
La experiencia, catalogada de Referencia Nacional, favorece el desarrollo y calidad del cultivo en los ocho macizos montañosos de la provincia de Santiago de Cuba.
En La Calabaza funciona una unidad docente de la Universidad de Oriente, para la realización de las prácticas laborales de los estudiantes de la carrera de Agronomía.
María Esther Padilla, presidenta de la UBPC, significó que allí se acoge el proyecto CAFESCUELA, que permite capacitar a un grupo de pobladores para la adquisición de habilidades asociadas a la productividad del grano, entre estas la técnica de esqueje, que eleva el rendimiento del café.
Esa habilidad de injerto permite lograr una primera cosecha en solo dos años, así como mayor resistencia a plagas y frecuentes sequías ya que el brote no degenera la planta resultante, explicó.
Padilla afirmó que se consolida el plan foráneo CAFESCUELA para impulsar la producción cafetalera en esta provincia, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara con la participación de donantes de la empresa italiana LAVAZZA, la Organización No Gubernamental OXFAM y el Ministerio cubano de la Agricultura, entre otras instituciones.
Destacó que el principal objetivo del programa es el fortalecimiento de la capacidad productiva mediante el injerto del cafeto, la formación y capacitación de los recursos humanos, incluyendo a los productores y los extensionistas, y llegar a consolidar el Programa de Desarrollo cafetalero, previsto hasta el 2030.
En La Calabaza este hecho se vincula a la necesidad de crear el primer Centro de Propagación Vegetativa en Cuba, para producir posturas altamente productivas por dos métodos de mejora genética -el injerto y la técnica de esquejes- ante el desafío que impone la transformación cafetalera.
La técnica de injerto, consiste en usar como patrón la variedad Robusta y varios tipos de las plantaciones arábicas, entre esas, Borbón y Mondo Novo, para obtener posturas más vigorosas y de grandes granos, resistentes a las plagas y enfermedades, lo que garantiza mejores rendimientos agrícolas y resultados productivos en las diferentes épocas del año.
En la UBPC de la serranía alcanzan igual supervivencia a las registradas en estaciones experimentales del país e impulsan la rehabilitación y renovación de las áreas envejecidas, cuyo encargo descansa en las expertas y seguras manos de ocho mujeres cooperativistas que dan continuidad al proceso.
A partir de los injertos se opta por los vástagos con mejores condiciones, que se convierten en estaquitas llevadas durante dos meses y medio a la casa de tapado.
Esa novedosa técnica admite, desde ese momento, el traslado a las bolsitas donde van a desarrollarse como posturas hasta alcanzar las cinco o seis pares de hojas para ser enviadas a las áreas de siembra.
El método es conocido por transferencia tecnológica, con resultados productivos buenos para ser utilizados en sus áreas, mientras una cifra estimable se comercializa con las diferentes estructuras productivas y productores individuales de la región montañosa.
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