Dos sectores merecen especial atención en una situación de crisis extrema como por la que atraviesa Cuba. Son ellos la industria turística y el sector minero-energético.
Ambos han acumulado en estos dos años gravísimos reveses. Dos años de total colapso de la industria turística (cayó en el 2020 en un 95.5% en comparación al 2017) como resultado de la pandemia y la guerra de sanciones de la administración Trump (ampliadas por Biden y su equipo). Continuación de la crisis energética (incluyendo tensiones y apagones recientes) y del prolongado estancamiento del sector cubano en la minería del níquel más cobalto (en parte sólo compensado por la sostenida producción a cargo de la compañía canadiense Sherritt). Ambos sectores estarían llamados a contribuir en medida importante cualquier noción en torno a una posible reanimación económica.
Veamos algunos aspectos esenciales de la situación actual de estos sectores:
LA INDUSTRIA TURISTICA
Luego de colocarse en segundo lugar en los mercados caribeños del turismo (2017) con 4.8 millones de visitantes, vimos desplomarse la industria bajo el impacto de la pandemia y de las sanciones de la administración Trump. Iniciada una muy discreta recuperación para el 2021 -con un objetivo de 1.5 millones de visitantes extranjeros- el total apenas llegaba a 594 844 visitantes. Para el presente año de 2022 la meta planteada es de alcanzar 2.2 millones, componente que deberá contribuir en gran medida a asegurar el 4% de crecimiento del PIB. Hasta ahora se puede advertir un discreto ascenso de la presencia de turistas y de unos pocos cruceros de mediano porte. Para febrero del 2022, habían llegado 281 286 visitantes. Los niveles de ocupación hotelera era de 49.5% en establecimientos de cinco estrellas y de 56.8% en hoteles de cuatro estrellas.
¿Qué factores pueden favorecer alcanzar semejante cifra? Cuantiosas inversiones realizadas en hotelería e infraestructura a pesar del estado de crisis; los parámetros de control sanitario que han acompañado un tratamiento exitoso de la pandemia, la numerosa recuperación de la mayor parte de las conexiones aéreas (algunas de ellas aumentando sus frecuencias), la decisión gubernamental de autorizar a todos los productores agrícolas a vender directamente la totalidad de su producción a toda la hotelería y otros servicios gastronómicos de la industria turística, reanudar su participación en las ferias internacionales más importantes como la más reciente celebrada en Milán y su próxima celebración de la Feria Internacional de Turismo en La Habana, una notable reanimación de los viajes de cubanos residentes en EEUU y, no menos importante, una relativa recuperación de su imagen de estabilidad ciudadana después del estallido social del pasado 11 de Julio.
¿Qué factores siguen gravitando de manera negativa sobre esta industria? Si nos atenemos a aquellas enumeradas por el propio gobierno, tenemos que señalar la continuación de una elevada -y cada vez más costosa- dependencia en materia de importaciones para asegurar la logística de esta industria. Por otra parte, un desempeño negligente en materia de mayor racionalidad económica en la esfera de gestión, mantenimiento, administración, aseguramientos materiales con producciones locales, nuevos y más efectivos niveles de promoción y comercialización, aspectos estos que también señalan académicos cubanos. A ello se anota una marcada distorsión entre costos y beneficios, en detrimento de este último.
Se suman con fuerza otras debilidades como marcadas deficiencias en los servicios, la deficiente relación precios/calidad, la baja ocupación de los hoteles del Estado (dada la creciente competencia de los B&B o casas particulares de cubanos y sus precios más atractivos), precios excesivos en el alquiler de carros y otros. Los factores externos siguen afectando negativamente (la políticas de sanciones de las administraciones Trump y Biden) y más recientemente la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente contra Rusia, las que en materia de importaciones y comunicaciones aéreas que han puesto en jaque la posibilidad de recibir el esperado arribo de un 20% del turismo ruso (en el 2021 había representado un 40%., Este elemento lesiona en medida importante la cifra planteada de 2.2 millones de turistas.Al respecto, el professor Paolo Spadoni (Universidad de Georgia) razonó recientemente: “Loosing the Russian market in 2022…will have quite a significant effect for the Cuban economy for the tourist industry in particular.” El único remedio parcial adoptado son cinco plantas eléctricas flotantes procedentes de Turquía que en parte ayudan a aliviar carencias energéticas de gravedad.
En no poca medida influye negativamente la tasa de cambio oficial que se mantiene en un dólar por 24 CUP (pesos) y un euro por 30 CUP (pesos, en tanto que en la calle, en el mercado informal donde un dólar se cambia por 110 pesos y el euro por 130 pesos, anomalía que en nada beneficia al turista, aspecto éste que no pocos economistas cubanos critican reiteradamente.
A estos factores que lesionan los potenciales de la industria turística cubana, hay que agregar un factor particularmente polémico e irritante para amplios sectores de la población y que enfatizan numerosos economistas: la continuación de la fabricación de hoteles de elevado costo pese a los bajos índices de ocupación hotelera y en menoscabo de otras prioridades que lesionan directamente a la sociedad como las carencias alimenticias y de medicamentos, los pésimos niveles de mantenimiento de las calles y viviendas, más una muy escasa construcción de viviendas.
EL SECTOR ENERGETICO-MINERO
Las escasas inversiones en el sector energético durante los dos últimos años ha permitido apenas una muy limitada recuperación de 600 MW. Como resultado, la generación de electricidad ha continuado disminuyendo a lo que se añade el atraso tecnológico y carencia de mantenimientos sistemáticos. Resultado de ello ha sido frecuentes paros de la mayor parte de las plantas termoeléctricas adquiridas en la época de “luna de miel” con la desaparecida Unión Soviética. La casi totalidad de ellas son simples “cacharros” que funcionan de puro milagro, con roturas y paros de funcionamiento durante semanas, como ha ocurrido en marzo y abril, con su inevitable secuela de “apagones” y la subsecuente carga de malestar social, situación llamada a empeorar en los meses de verano.
El importante papel que deben jugar las energías renovables -con grandes expectativas para cubrir un 25% del sistema energético nacional (SEN)- se ha quedado muy por debajo de lo planificado. Actualmente, las energías renovables deberían representar 640 MW y apenas ha llegado a poco más de 300 MW, o sea, apenas un 47%.
La producción de petróleo crudo es de 2.35 millones de toneladas, unos 827 millones de metros cúbicos, cifras que se “estiman mantenerse como resultado promedio del año,” y que suponen una disminución sostenida durante varios años. No obstante, el crecimiento de la producción de petróleo de Venezuela y el posible arreglo con las compañías petroleras norteamericanas para compensar la suspensión de los flujos de este combustible a partir de la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia.
La situación energética, crea una situación particularmente crítica, que es evaluada por el especialista en temas de energía de la Universidad de Texas, Jorge R. Piñón: “Over 50 percent of Cuba’s petroleum demand is destined as fuel to its failing thermoelectric power system. The obsolescence of Cuba’s thermoelectric plants is incapable of meeting the demand for electricity. Are renewables the answer to this dilemma.” His conclusion is that “The Cuban government’s budget is exhausted and has no financial resources to face the upcoming energy crisis with long-term solutions.”
Estos datos son los pocos que se derivaron del balance anual del Ministerio de Energía y Minas realizado a fines de marzo. Curiosamente -como es habitual en los resúmenes de prensa- no se hizo referencia alguna a la producción de níquel +cobalto ni de cobre+oro, pese a que con frecuencia son arrestadas y sancionadas personas ilegalmente practicando una minería en búsqueda de oro, actividad nunca hecha pública hasta hace apenas tres años.
En cuanto al níquel+cobalto, no se hizo público ni un sólo dato o cifra que permita apreciar la situación de esta actividad, en particular después de la visita del nuevo presidente de la empresa minera canadiense Sherritt, Leon Binedell, en octubre del pasado año y su prolongada entrevista con el presidente Díaz-Canel. Una información más concreta aparecía en el Canadian Mining Journal, destacando la expansión de las inversiones de Sherritt en Cuba, incluyendo extender la vida útil de su inversión en Moa y otros proyectos (petróleo y gas en la costa norte de Cuba) que pueden alcanzar los 500 millones dólares canadienses. Mientras, Cuba no ha logrado inversionista alguno para poneren explotación los grandes yacimientos de níquel+cobalto en San Felipe, provincial de Camaguey, lo que llevan tratando de lograr por 20 años.
Si agregamos el cuasi colapso de la industria azucarera, la situación se presenta en extremo compleja y más que díficil para alcanzar una recuperación estable de su economía a corto o mediano plazo.
Correcto. Pero eso no sucederá mientras persistan los problemas estructurales de siempre. El tema monetario en Cuba está bien lejos de solucionarse, después del fracaso total del "ordenamiento". Y con una galopante inflación, afectada sobre todo por la multinacional de monedas: USD, EUR, MLC, CL...no habrá recuperación económica posible.
ResponderEliminarQuién dice que la tasa informal en la calle de 1€ = 130 CUP no beneficia al turista. Si una vez alquilado un carro y pagado con su tarjeta VISA la gasolina B 94 la paga en CUP. SIN CONTAR QUE LUEGO SE ALQUILA EN CUALQUIER HOTEL DE ISLAZUL Y PAGA EN CUP.
ResponderEliminarLO CIERTO ES QUE LOS 47 MIL TURISTAS QUE ENTRARON EN LOS PRIMEROS MESES DEL AÑO POR EL AEROPUERTO JOSE MARTI. NINGUNO CAMBIO EN CADECA A LA TADA OFICIAL.
LOS TURISTAS SON EXTRANJEROS PERO NO TURISTAS DOWN. CON PERDÓN DE LAS PERSONAS CON ESE SÍNDROME. LO CIERTO QUE LOS QUE DISEÑARON LA TAREA ORDENAMIENTO PARA EL TURISMO ESTÁN MAS PERDIDOS QUE LOS DIENTES DE UNA GALLINA..