Un técnico inspecciona una instalación de paneles solares en Zambia. El acceso a fuentes de energía limpias, asequibles y seguras en los países en desarrollo es el objetivo central de la nueva iniciativa ONU-Energía, en la que participan unas 30 agencias de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Foto: Karin Schermbucker/PNUD
NACIONES UNIDAS – Una treintena de agencias de las Naciones Unidas y el Banco Mundial lanzaron este miércoles 4 un plan de acción, bajo la etiqueta ONU Energía, para impulsar programas de energía limpia y económica fundamentalmente en los países en desarrollo.
El plan de acción “representa la respuesta colectiva de la Organización a los actuales retos energéticos y climáticos mundiales”, dijo el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y copresidente de ONU Energía, Achim Steiner.
“Es primordial que los compromisos asumidos en el Diálogo de Alto Nivel sobre la Energía de 2021 y en la COP26 -la 26 Conferencia de las Partes de la ONU sobre el Cambio Climático, celebrada en Glasgow, Reino Unido, en 2021- se traduzcan en acciones sobre el terreno, especialmente en apoyo de los más vulnerables”, agregó Steiner.
El plan establece un marco de acción colectiva de casi 30 organizaciones de la ONU y aliadas, para apoyar, facilitar y acelerar el acceso a la electricidad de 500 millones de personas más, y el suministro de sistemas no contaminantes para cocinar para más de 1000 millones de personas.
También pretende aumentar en 100 % la capacidad de las energías renovables en todo el mundo, eliminar los planes de producción de energía de carbón tras 2021, crear 30 millones de puestos de trabajo en el sector de las energías renovables y la eficiencia energética, y duplicar la inversión anual en energías limpias.
Inscribió ese propósito dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) trazados por las Naciones Unidas para 2030, en particular el ODS 7, que busca garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
Para acometer esos retos, el plan estableció como primera área ampliar las medidas conjuntas para cerrar la brecha de acceso a la energía y garantizar transiciones energéticas justas e inclusivas, “que no dejen a nadie atrás”.
Se propone tejer una red de acción para impulsar las asociaciones entre diversas partes interesadas, potenciando los pactos energéticos, y encabezar una campaña mundial en favor del ODS 7.
Asimismo, dar ejemplo, haciendo que las operaciones de las organizaciones de ONU Energía sean más ecológicas.
Se decidió convocar un Foro de Acción Mundial sobre el ODS 7, al margen de la semana de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.
ONU Energía informará sobre el establecimiento de la agenda mundial mediante análisis y directrices políticas a los principales procesos intergubernamentales.
Asimismo, aprovechará el poder de los datos, la digitalización y la visualización para reforzar la supervisión, el seguimiento, la rendición de cuentas y la comunicación de resultados en el conjunto de proyectos de energía limpia y asequible.
En paralelo, durante la jornada también se lanzó una “Red de Acción del Pacto por la Energía” que busca conectar a los gobiernos que buscan apoyo para sus objetivos de energía limpia con otras administraciones y empresas, las que se han comprometido a apoyar estos compromisos con un total de más de 600 000 millones de dólares.
Entre las primeras coaliciones se anunciaron una para Nigeria y otra con el gobierno regional metropolitano de Santiago de Chile.
La iniciativa santiaguina busca impulsar la energía solar y el uso de la electricidad para el transporte público y la calefacción en la capital de Chile.
El acuerdo servirá para aumentar a 100 % la cuota de autobuses eléctricos en la ciudad para 2030, la cual actualmente se encuentra a 26 %, y para ampliar la red de estaciones de carga para vehículos eléctricos, tanto públicos como privados.
También se comprometen los participantes en la coalición a acelerar el cambio de calentadores de leña en edificios residenciales, comerciales y gubernamentales con sistemas de calefacción eléctrica, pasando de los 10 000 reemplazos realizados hasta la fecha a más de 60 000 para 2030.
A-/HM
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