Por Alfredo Jalife-Rahme
▲ Exigen que en Harvard publiquen los nombres de los estudiantes que rechazan el “régimen apartheid” de Israel. En la imagen, alumnos de la universidad de Virginia.Foto Ap
Wall Street libra ya su simultánea guerra financiera contra Rusia e Irán (https://bit.ly/44gaxwS) y contra los donativos filántropos a las antigenocidas universidades pro palestinas de Estados Unidos (https://bit.ly/44JtkB3).
Después de la “deterrence estratégica” de Irán (https://bit.ly/4dEJorR), la guerra de Israel en sus “siete frentes (ministro de Defensa Yoav Gallant dixit)” entró a una fase superior de guerra financiera, al unísono de Wall Street/La City, en dos frentes visibles: uno, la captura de más de 300 mil millones de dólares de reservas de Rusia en la banca occidental y dos, el chantaje de los donativos de la biodiversa fauna depredadora de los especulativos “fondos de coberturas de riesgo (hedge funds)”, donde predominan los jázaros (https://bit.ly/4bQeMT7) epígonos de Israel (https://bit.ly/4de7Obc).
La tinta samaritana de protesta contra el genocidio israelí –¡ya suena a tautología!– se ha desparramado hasta Chicago, donde se celebrará la convención del Partido Demócrata en agosto, cuando Biden es presa de su dilema hamletiano: apoyar sin reticencias al Estado genocida de Israel o seguir a su base progresista del SQUAD (https://bit.ly/4asPyJ1) –donde la única congresista de origen palestino, Rashida Tlaib, e Ilhan Omar, de origen somalí, pesan enormidades en los respectivos “estados volátiles (‘swing states’)” de Michigan y Minnesota que pueden decidir la presidencia –en alianza con el admirable senador judío progresista Bernie Sanders.
Hoy, Biden y la columna vertebral de su administración repleta de jázaros –su asesor de seguridad nacional, Jacobo Sullivan; su secretario de Estado, Antony Blinken; su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sin contar la pléyade de neoconservadores straussianos de la pugnaz Vicky Nuland y su familia de los Kagan, según Jeffrey Sachs (https://bit.ly/3OGeBin), que controlan la cosmogonía rusófoba del Partido Demócrata– son rehenes del primer Netanyahu que conoce los dédalos del poder de Estados Unidos: desde la Casa Blanca/Congreso, pasando por Wall Street, hasta Hollywood.
No es nada casual que Israel acuda a sus multimillonarios epígonos jázaros de Wall Street para controlar a los pusilánimes administradores de las antigenocidas universidades pro palestinas de Estados Unidos (https://bit.ly/3Uuiiun).
El zelote jázaro Bill Ackman, de 57 años, mandamás de Pershing Square Capital Management, con una fortuna de más de 4 mil millones de dólares, lidera la purga macartista de profesores y universitarios en los campus para ocultar el genocidio de Israel e impedir el advenimiento de un Estado palestino.
Ackman exige que la Universidad de Harvard publique los nombres de los estudiantes que rechazan el “régimen apartheid” de Israel.
Existe un segmento de antropófagos verdugos jázaros que son muy proclives a publicar listas exorcistas, como la “lista de Schindler (https://bit.ly/3QtNpoN)” –que quizá tuvo alguna justificación en las asíntotas de la axiología universal–, y aquí en México la lista del jázaro FAKE, León Krauze Turrent (sic), quien exige la censura de las redes sociales y la divulgación de una lista negra de los colaboradores de publicaciones antagónicas a la propaganda del Mossad.
Un jázaro pro genocidio es Ronald Lauder, de 80 años, quien ostenta una fortuna de 4 mil 500 millones de dólares, mandamás de la célebre firma de cosméticos Lauder.
Sigue el jázaro Leon Cooperman, de 81 años, mandamás de Omega Advisors, que maneja más de 3 mil 300 millones y quien empezó sus pininos con Goldman Sachs, después de graduarse en la Universidad de Columbia, que hoy pretende controlar.
Resalta también el jázaro Henry Swieca, de 67 años, de origen polaco y fundador de Talpion Fund Management.
Finalmente, destaca el también jázaro Marc Rowan, de 61 años, cofundador de Apollo Global Management. El pasado de Rowan destila olor a azufre debido a sus nexos con el quebrado banco de inversiones Drexel Burnham Lambert, que dirigió el jázaro convicto Michael Milken. A reserva de que surjan otros, como el especulador jázaro Paul Singer, creador de los fondos buitre contra Argentina (https://bit.ly/3OEBva3).
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Jazaro....me gusta la palabrita. Aunque no entiendo la escritura de este hombre, me supera, preguntó que tiene que ver un jazari con todo esto ...que locura.
ResponderEliminarPues Jalife es un politólogo de armas tomar y su encanto para mi gusto es la enjundia de su filipica.
ResponderEliminarOtro zelote jazaro más. No me gusta el barroco. Prefiero al jazaro Bob Dylan.
EliminarAlfredito El Jazaro de la FSB.
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