Por: Leticia Martínez
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El presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, exigió este lunes responsabilidad a todos los cubanos en el enfrentamiento a la COVID-19 -que ya contabiliza 40 casos confirmados en la Isla- y requiere “el compromiso de las instituciones, la familia y la ciudadanía en general”.
En intercambio a través de videoconferencia con las máximas autoridades de las provincias y del municipio especial Isla de Juventud, el mandatario explicó que el país no está dentro de una burbuja, “el nuevo coronavirus viene hacia nosotros y lo está haciendo a una velocidad exponencial”. Por eso, agregó, “lo primero que hay que lograr es que la gente tenga percepción de ese riesgo, para que actúen responsablemente”.
Consideró que “las medidas en marcha pueden detener el virus antes de que se extienda”. La única manera de lograrlo es el aislamiento social, dijo, “y lo tenemos que provocar hoy, no mañana, esto significa mantener la mayor cantidad de gente posible en casa y con el menor contacto con otros”, afirmó.
Díaz-Canel urgió a eliminar la aglomeración de personas y a seguir promoviendo que salga de casa solo quien debe hacer las gestiones imprescindibles.
Hay que proteger a las personas vulnerables, suprimir las actividades sociales y familiares, ordenar las colas en los mercados y, en definitiva, cumplir con todas las medidas, resumió.
Indicó, asimismo, organizar visitas a cada hogar por las organizaciones de masas y todo el sistema de gobierno local, que garanticen información a las personas, el control indicado y el accionamiento donde no se cumpla lo orientado.
El presidente reconoció que nuestro pueblo ha ido tomando conciencia en los últimos días y ha actuado de manera diferente. Sin embargo, apuntó, este fin de semana había aún personas en las calles, colas sin guardar la distancia requerida y ventas masivas de productos en las tiendas.
Ante esa situación, pidió que se analizara todo lo que se puede vender por la vía normada y con regulación en colas. Además llamó a limitar las visitas de familiares y amigos; si nos queremos mucho, comentó, que sea a distancia, por teléfono, no es el momento de estarnos visitando. “Esto es responsabilidad de todos y lo resolvemos entre todos”.
Hay que apreciar el riesgo, insistió el jefe de Estado, porque estamos en el momento de poder entrar en pleno pico del virus y tenemos que lograr que sea lo más plano posible. Ahora aparecerá mayor cantidad de afectados, porque las medidas que estamos adoptando están diseñadas para eso, aclaró.
El presidente cubano destacó el importante apoyo de la Policía Nacional Revolucionaria, junto a la participación popular, “en el ordenamiento que tenemos que lograr en las calles para que las personas no incumplan las decisiones”. Se refirió también al sostén legal que las medidas tienen y a la imposición de multas y sanciones a quienes quebranten la ley.
El mandatario explicó a las autoridades territoriales elementos conceptuales del distanciamiento social, la contención del virus y su mitigación. Cuáles son los sacrificios que tenemos que asumir: nadie entra o sale de las áreas aisladas; evitar el tránsito en esas zonas; todos los que presentan síntomas van a los centros destinados para ello o se quedan en casa bajo vigilancia médica; cierran escuelas, universidades, gimnasios, centros sociales, culturales, teatros; los bares y restaurantes funcionan con limitaciones; y toda la actividad comercial debe mantener un metro de distancia entre los clientes, si no lo garantizan se cierran, enumeró el presidente de la República.
Esas mismas limitaciones son para los templos religiosos y se suman la prohibición de visitas a los hospitales, reuniones de trabajo y eventos deportivos, tanto públicos como privados.
Al referirse a los escenarios donde más cuidados se debe tener, Díaz-Canel mencionó la protección del personal que trabaja en los aeropuertos, evitar en ellos el trasiego de papeles para los trámites, dar mucha información al viajero que está llegando a Cuba, desinfestar naves, locales y equipajes; así como lograr un traslado riguroso, con patrullaje, desde esas terminales hasta los centros de aislamiento para viajeros.
En esas instituciones que se han alistado ya en cada provincia, agregó el jefe de Estado, hay que tener en cuenta el potencial de los que pueden ir arribando, número que podría aumentar. Habló de asegurar allí la atención médica, la alimentación básica, el aseo, la desinfección de superficies, un reglamento disciplinario, la protección de los equipajes de los viajeros, el control exacto de los ingresos y de las altas, y el traslado seguro de quienes resulten sospechosos o enfermos.
Subrayó que los turistas que aún permanecen en los hoteles también están en cuarentena y tienen prohibida la salida de esas instalaciones. A la par, se trasladan hacia los centros turísticos los visitantes que permanecen en casas de renta.
Díaz-Canel apuntó que quienes llegaron luego de anunciada la decisión de la regulación de entrada por las fronteras del país y antes de este lunes, se mantienen en aislamiento domiciliario. Estos casos, dijo, hay que entregarlos en la comunidad, explicarlos bien, mantener sobre ellos una vigilancia médica para seguir su evolución y lograr un comportamiento responsable de las familias.
El mandatario reiteró la atención diferenciada que tienen que recibir los ancianos que están en Hogares y Casas de Abuelos, los que viven solos y los deambulantes. En este cuidado, aseveró, juegan un papel esencial las estructuras locales de gobierno y las organizaciones de masas.
Acerca del comercio, el Jefe de Estado refirió que se hará un balance de abastecimientos, tomando en cuenta lo que se puede usar de las actividades que ahora se detendrán. Indicó realizar ventas normadas, regular colas, evitar desórdenes e incentivar las comidas y servicios a domicilio.
Como parte de las medidas económicas, señaló que deben definirse de inmediato las actividades productivas y de servicio que se van a mantener y las que no; así como la importación rápida de determinados productos. A la par, se intensificará la producción de alimentos y se congelará el uso de insumos en los procesos que ante esta situación se paralizan y se destinarán a la circulación mercantil minorista.
Entre las medidas que ahora se adoptan para reforzar el enfrentamiento al COVID-19, Díaz-Canel destacó el cierre temporal del curso escolar, con variantes de escalonamiento para su reinicio, y la limitación del movimiento entre provincias, las cuales serán detalladas en la Mesa Redonda y en otros espacios informativos.
Precisamente sobre la televisión consideró que debe lograr una programación diferente y amena, con muchos mensajes de bien público acerca de cómo debe actuar la familia cubana ante el nuevo coronavirus.
“Se ha trabajado con tiempo, se ha trabajado con previsión, estamos adelantando todas las medidas de la segunda fase. Si hacemos todo bien, podemos tener un comportamiento de la enfermedad distinto al que se ha manifestado en la mayoría de los países del mundo y que este sea una curva más plana, más manejable y con menos afectaciones para Cuba”, concluyó Díaz-Canel.
La reunión -que tuvo por sede el Palacio de la Revolución- fue conducida por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, y la encabezaron también el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura; el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; y el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda.
En este encuentro se precisaron con cada una de las provincias las capacidades ya determinadas para el aislamiento de los viajeros que desde este lunes arriban a la Isla, así como las medidas que se han tomado para arreciar la batalla contra la COVID-19.
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