I
Transcurrido el 2021 y el primer trimestre del 2022 la economía cubana continúa evolucionando en un entorno exterior que difícilmente pudiera imaginarse más complejo y con serias dificultades para avanzar en el presente año.
En este informe sintético, podrá apreciarse la incidencia de los factores externos unido a las dificultades internas que aun frenan el avance de la economía cubana y las perspectivas que se abren para el 2022.
En efecto, el bloqueo de EE.UU. continúa sin cambios y la revisión de la política hacia Cuba anunciada por la nueva administración norteamericana, no solo no da señales que supongan una modificación del mismo, sino que hay muestras de continuidad del gobierno de Joe Biden en cuanto a la agresividad de Trump frente a Cuba. De este modo, en el informe presentado a la Asamblea General de Naciones Unidas el 23 de junio de 2021, la delegación de EE.UU. repitió los mismos argumentos de sus predecesores para justificar la permanencia del bloqueo contra Cuba, posición que se suma al mantenimiento de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo que ya asumió también la administración de Joe Biden en mayo. A esto se añaden nuevas sanciones aplicadas oportunistamente con posterioridad a los sucesos del 11 de julio.
En las Naciones Unidas se explicó por el canciller cubano, que hasta diciembre del 2020 el bloqueo había impactado negativamente a Cuba por un monto de 147 853 millones de dólares en seis décadas y en la votación efectuada en el pasado año 184 países se pronunciaron a favor de la eliminación del bloqueo norteamericano, tal y como mayoritariamente ha venido ocurriendo desde 1992.[2]
La posición oficial norteamericana, se ha desmarcado de las promesas de la campaña electoral, cuando se planteo por Biden que –en esencia- retomaría aspectos fundamentales de la política de Barack Obama en relación a Cuba. De tal modo, se ha mantenido inalterable la hostilidad hacia nuestro país, a pesar de que han comenzado a manifestarse múltiples opiniones de aquellos que se muestran a favor de un cambio en las relaciones entre EE.UU. y nuestro país.
En efecto, 80 congresistas demócratas solicitaron en junio del 2021 al presidente norteamericano que revirtiera las políticas de Trump hacia Cuba, tal y como lo expresó en su discurso de campaña electoral. También sigue su curso el litigio de varias compañías de cruceros con vistas a lograr la autorización para tocar los puertos de la Isla en sus recorridos por el Caribe, al tiempo que enfrentan las demandas derivadas de la Ley Helms Burton.[3]
De nuevo, en diciembre del 2021, 114 congresistas norteamericanos enviaron una carta al presidente Biden en la que le pidieron “…que impulse una política hacia Cuba que aborde las necesidades humanitarias, la crisis económica y el compromiso en áreas de interés mutuo.”[4]
El bloqueo continuó así golpeando más duramente aún –si cabe- la economía cubana en el 2021 situación sin cambios en el 2022.
Paralelamente, la dinámica de la economía mundial muestra en los meses transcurridos tendencias –como promedio- no favorables en lo concerniente al comercio exterior cubano. En primer lugar destaca el incremento en tres veces de los fletes marítimos en 2021 en relación al año anterior, lo cual crea dificultades para la expansión del comercio internacional, especialmente en los vínculos con los países de Asia.
Por su parte, el precio de los productos básicos presentó incrementos nuevamente en casi todos los renglones. Para Cuba resultó muy positivo que los precios del níquel aumentaran un 22.2% puntualmente entre el 30 de diciembre de 2020 y el 30 de diciembre de 2021, promediando 16 637 USD por TM en el año, cifra un 20.6% superior a la media del año 2020. Por otro lado, el azúcar crudo aumentó un 25.3% su precio al cierre del año, mientras que alcanzaba un promedio de 17.86 centavos por libra en el 2021 frente a 12.88 centavos en el año anterior, para un incremento del 38.7%.[5]
Sin embargo, nos ha afectado negativamente que el precio del barril de petróleo WTI se incrementó hasta 68.21 dólares como promedio del pasado año, para un crecimiento del 74.1% sobre el año precedente.[6] En cuanto a los alimentos, según la, FAO los precios continuaron ascendiendo en los últimos 12 meses y promediaron en 2021 un 28.1% de incremento en comparación con el cierre del año anterior.[7] En este último grupo de productos se destaca el estimado del crecimiento del 35.6% en el precio de la tonelada de arroz, del 16% en el caso de los frijoles y un 43.4% en el trigo. Por otro lado, los precios pronosticados para el 2022 suponían originalmente ligeros aumentos en la mayoría de los productos,[8] aunque esa situación se ha visto desbordada por los acontecimientos que han ocurrido en el primer trimestre del presente año.
Desde el punto de vista de las finanzas externas, se continúa pronosticando para la economía mundial una tendencia recesiva en la inversión extranjera directa, con una disminución entre 5 y 10% sobre el 2020.
En relación a ese tema, en la Asamblea Nacional de diciembre del 2021 se presentó un significativo y amplio informe sobre la inversión extranjera directa (IED) en Cuba, el cual reconoció que, pese a las acciones desarrolladas, no se han logrado los resultados deseados.[9]
En el referido informe se señaló que se han adoptado algunas medidas de estímulo fiscal y flexibilización en las negociaciones. En este último aspecto, se destaca la eliminación del requisito de participación cubana mayoritaria en los negocios de los sectores de turismo, biotecnología y comercio mayorista.
En total, al cierre del pasado año existían en el país 302 negocios con inversión extranjera,[10] frente a 318 en 2020 y en los últimos dos años se aprobaron 47 negocios, de los cuales 25 no se han podido constituir. Adicionalmente se ha estimado que de una meta de flujo anual de IED de entre 2 000 y 2 500 millones de dólares, se lograron en el pasado año ingresar solo 708 millones.[11] En términos de formación bruta de capital fijo de la IED en 2020 se alcanzaron unos 571 millones de pesos.[12]
Entre los factores señalados en el informe que afectan a la IED, se destacaron los siguientes:
1.- Calificación de Cuba como país de alto riesgo. Además de los efectos del bloqueo de EE.UU., se señaló que la presencia de elevados niveles de endeudamiento del país, los que influyen negativamente en la calificación del riesgo país, en el desempeño de los negocios, en el acceso a créditos externos y en que los socios extranjeros puedan expatriar regularmente sus dividendos.
2.- En la economía cubana prevalecen características que resultan desestimulantes para la inversión extranjera y afectan el funcionamiento de los negocios, incluyendo su capacidad de encadenarse con el resto de la economía. Entre estas características se señalan problemas en la convertibilidad del peso cubano y costos de bienes y servicios no competitivos.
3.- La política hacia el capital extranjero contiene principios que no son afines a los intereses planteados por los inversionistas foráneos. En este punto se resaltó la imposibilidad de contratar directamente la fuerza de trabajo cubana, la no transferencia en propiedad de determinados bienes, la no participación en el mercado minorista y la definición de un término de vigencia para los negocios.
4.- Errores y deficiencias en el trabajo de los organismos, entidades y empresas vinculados a la inversión extranjera, lo que se expresa –entre otros aspectos- en la insuficiente preparación del personal cubano, dilatados procesos de negociación y complejo y extenso proceso de aprobación de los negocios.
El balance realizado destacó que desde el año 2014 se han aprobado 285 nuevos negocios y 29 reinversiones, modestos resultados que demandan la superación los problemas planteados en el informe en todo lo referido a factores internos, en los que el país debe ganar en eficiencia y competitividad.
Por otro lado, la crisis de la COVID 19 impuso para muchas economías una elevación significativa en su nivel de endeudamiento, que –según CEPAL- se calcula alcanzó en América Latina el 79.3% del PIB al cierre del 2020, con un pago del servicio de la deuda equivalente al 57% de las exportaciones de bienes y servicios. Frente a esta situación los paquetes de alivio para el pago de la deuda dirigidos a los países subdesarrollados no han dado los resultados esperados y en el 2022 no se descarta una crisis de endeudamiento generalizada, en especial para los países más pobres.
En relación al financiamiento externo de la economía cubana, el flujo de remesas que ingresan al país muestra un descenso del 26% entre 2019 y 2020 al caer de un estimado de 3 171 a 2 348 millones de USD según fuentes no oficiales.[13] Otros estimados ubican las remesas del 2019 en 2 056 millones de dólares.[14] Preliminarmente puede calcularse una reducción mayor en el 2021 por haber impactado durante un año completo las medidas adoptadas por Trump en octubre de 2020, al limitar a $1 000 USD por trimestre su envío a nuestro país y mantenerse esa política sin cambios por la administración de Joe Biden hasta el presente.
Por otro lado, se incumplieran por Cuba los pagos del servicio de la deuda ya pactados en el segundo semestre del 2019, situación que se recrudeció con la COVID 19 en el 2020, el 2021 y lo que va del 2022.
Esta situación obligó a Cuba a solicitar una nueva renegociación de pagos a los acreedores del Club de París en mayo del 2020, para posponer los adeudos y los pagos correspondientes al 2021, con vistas a reiniciarlos en el 2022. No obstante, esto no se logró y únicamente se pospusieron los pagos del 2020. Al respecto recientemente se conoció de un acuerdo con el Club de París que estableció un plazo suplementario para el pago de la deuda, aunque no se conocen más detalles del mismo.[15] También se conoció extraoficialmente que se logró posponer los pagos del servicio de la deuda hasta el 2027 en los casos de Rusia y China, aunque se imputarán intereses moratorios.[16]
Adicionalmente, Cuba no fue incluida en el acuerdo del G-20 para extender una moratoria para el pago de la deuda a los 74 países más pobres, con vistas al enfrentamiento a la COVID 19.
También se conoció de otra nueva iniciativa de los países del Club de Londres para el cobro de la deuda cubana. Esta propuesta supone que “CRF Ltd., el mayor tenedor de deuda cubana en la firma de inversión conocida como el Club de Londres, ofreció convertir alrededor de US$1.400 millones de los valores en un bono de cupón cero sin pagos hasta 2026, según informaciones no oficiales.
Actualmente el manejo adecuado de la deuda externa, tanto la pendiente de pago a corto plazo, como los programas de pago a mediano y largo plazos, constituye un elemento decisivo en la estrategia de recuperación de la economía nacional, que debe incluir la sostenibilidad de los créditos externos recibidos.
Por otra parte, en diciembre del 2021 se tuvo noticias de una demanda presentada por un banco inglés contra el Banco Central de Cuba y el gobierno cubano por los impagos de la deuda externa.[17]
En resumen, esta compleja situación internacional continuó incidiendo negativamente en el desempeño de la economía cubana en el 2021, en un contexto donde no se ha logrado controlar el rebrote de la pandemia y se enfrentó la unificación monetaria y cambiaria como una de las tareas económicas más complejas de la Revolución.
En relación al 2022, la situación internacional se agravó a partir de febrero con el estallido de un conflicto armado de grandes proporciones entre Rusia y Ucrania, que se encuentra en pleno desarrollo cuando se redacta este trabajo y que ha disparado los precios de los combustibles a niveles en torno a 100 USD el barril de petróleo y con incrementos notables en el precio de los alimentos y otras materias primas. En la nueva dinámica de precios de la economía mundial, Cuba pudiera beneficiarse potencialmente del aumento del precio del níquel, que en marzo del 2022 se cotizó a 33 924 dólares por TM, frente al promedio de 16 637 dólares en el 2021, para un incremento del 100%.
En general la compleja situación internacional que se ha creado impone costos adicionales a la economía cubana y puede retrasar la recuperación económica prevista en los planes de crecer un 4% este año, especialmente por las afectaciones al turismo.
(Continuará)
[1] La fuente de datos que no se citan corresponden a informaciones brindadas por el MEP.
[2] MINREX (2021) “Documento de actualización al informe del Secretario General (A/75/81) sobre la resolución 74/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” www.cubaminrex.cu
[3] Se han radicado 41 demandas al calor de la mencionada ley, pero no se registran resultados favorables para los demandantes hasta el momento y una parte de las reclamaciones han sido desestimadas por los tribunales tanto en EE.UU. como en otros países.
[4] Ver TELESUR TV (2021).
[5] Ver BCC (2020 y 2021) y ASOCAÑA (2022).
[6] Ver el capítulo sobre la energía del presente resumen.
[7] Ver FAO (2021).
[8] Ver MEP (2021).
[9] Ver CUBADEBATE (2021c).
[10] De ellos 50 empresas de capital totalmente extranjero.
[11] Ver EIU (2021).
[12] Ver ONEI (2021a)
[13] Ver THCG) (2020)
[14] Ver CNN (2021) Según estos estimados de Manuel Orozco de Diálogo Interamericano, estas remesas llegan a Cuba en un 60% por vías informales, son emitidas en casi el 84% por personas que residen en EE.UU. donde las remiten el 65% de los cubanos que residen en EE.UU. y se reciben por alrededor del 26% de los hogares en Cuba.
[15] Ver Deutsche Welle (2021).
[16] Ver On Cuba News (2022).
[17] Ver Economic Eye on Cuba (2021)
¿Y qué hay de todo el capital que se invierte construyendo hoteles para un turismo en crisis? ¿Porqué ese dinero no se emplea en resolver problemas más urgentes? ¿Porqué nadie habla de eso?
ResponderEliminarEl primer tema de la economía cubana sería rescatar la "tarea ordenamiento", pues estamos con la misma dualidad monetaria, la misma dualidad cambiaría ahora agravada con la "divisa digital", los CL que nadie sabe si es moneda o no...y claro la consecuencia de inyectar miles de millones a una sistema empresarial en quiebra: la inflación de tres dígitos.
ResponderEliminar