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lunes, 25 de septiembre de 2023

Bancarización ¿Qué es y por qué crea confusión?

 Por Frank Hernández González SEP  2023


Después de una etapa estival pudiéramos decir que, con el inicio de las clases en septiembre, todo vuelve a la normalidad. Pero hay elementos de la vida económica del país que se mantienen y, más allá de un cambio de temporada o de etapa del año, continúan marcando tendencia en la economía doméstica.

A lo que venía aconteciendo se incorporó este verano otro término (concepto o proceso, como queramos llamarle) que ha estado durante todo agosto y septiembre en el colimador de críticos, economistas, no economistas, amigos y enemigos. El proceso de “bancarización” previsto en la resolución 111 del Banco Central de Cuba (BCC). Un tema aparentemente controversial.

El BCC especifica que con este proceso se trata de incentivar que los pagos de servicios y productos, así como otras operaciones comerciales y financieras, se realicen mediante instrumentos de pago y canales electrónicos preferiblemente, en lugar de utilizar dinero en efectivo. Y subrayo la palabra preferiblemente, porque en la misma resolución se especifica que el efectivo no dejará de utilizarse y los comercios podrán continuar el cobro a clientes por esa vía. El objetivo de la bancarización es minimizar el uso de efectivo.

¿Qué es bancarizar?

La bancarización es un proceso mediante el cual se pretende incrementar el nivel de utilización de los servicios financieros por parte de la población en general, estableciendo una relación a largo plazo. La bancarización contribuye al desarrollo económico de las personas y las naciones. En el ámbito económico, el grado de bancarización expresa la intensidad e incidencia que la red bancaria tiene en la economía y refleja además el grado de progreso del sistema financiero de un país.

Refleja, además, la cultura financiera de los ciudadanos y permite establecer estrategias para relacionarse con los mercados y sistemas de pagos. Por otra parte, permite formalizar todas las operaciones y canalizarlas a través de medios legales que permiten identificar su origen y destino y que el Estado pueda ejercer sus facultades de fiscalización contra evasión tributaria, el lavado de dinero y otros delitos.

La bancarización y el uso de los canales electrónicos es un fenómeno global, que responde al proceso de globalización de las economías y es consecuencia lógica del desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción en el siglo XXI.

Muchas otras aristas del acontecer económico se han mezclado, sin querer o exprofeso, con esta propuesta, creando confusión en las personas.

Una de ellas es, indudablemente, el incremento de la inflación que ha continuado en ascenso para disgusto de todos y beneplácitos de los especuladores, que promueven una ligera baja de la tasa de cambio informal del dólar (como observamos los primeros días de septiembre cuando llegó a cotizarse a 255 cup y el euro a 260), para comprar barato y vender caro cuando casi de inmediato volvió al alza porque, recordemos siempre que el dinero es mercancía, y como tal actúa en el mercado.

Entender los rejuegos económicos, en una economía compleja, convulsa, bloqueada y acorralada como la cubana es siempre difícil. Entre las leyes económicas (que siendo leyes actúan independientemente de nuestras conciencias) la de oferta y demanda ha regulado las transacciones mercantiles a lo largo de los años.

La relación mercancía-precio, más allá de la teoría económica y la conceptualización de Marx, tiene en la especulación financiera un elemento catalizador que la regula[1]. Este salto en la tasa de cambio informal, sin una causa económica que lo justifique, es especulación pura.

Una de los orígenes que más inciden normalmente está relacionado con la demanda, que no debió aumentar mucho en comparación con el primer trimestre del año, donde factores relacionados a la migración tienen menor peso. Por otra parte, la necesidad de recurrir a las importaciones desde los nuevos actores económicos tiene un comportamiento similar, aunque el interés de muchos de ellos por importar y comercializar, y no por producir bienes estará afectando la economía nacional en el largo plazo.

Las variaciones de las tasas de cambio se deben siempre a factores político-económicos internos y externos, donde juega su papel la oferta y la demanda regulada por el precio, pero si decíamos que la demanda se ha comportado similar al primer trimestre del año ¿Quién ha enredado la pita ahora? Pues la oferta. Indudablemente la oferta de moneda libremente convertible en el mercado cubano ha disminuido.

¿Razones? Pocas exportaciones, casi nulo turismo en esta etapa (el índice de ocupación de la planta hotelera se ha comportado por debajo del 35%), lo cual implica que no se produce lo que se necesita para acopiar divisa liquida en nuestras arcas vacías; la compra en el mercado informal por los privados que importan productos para la venta y que a su vez están incrementando los precios de los mismos en CUP; todo lo cual hace que la oferta languidezca y no se aprecie en el mercado.

A ello se suma que las remesas son menores en comparación con años anteriores (en 2019 se recibió un aproximado entre los 2 mil y 3 mil millones de dólares, casi entre el 22 y el 24 % del total de las exportaciones y el 2 % del PIB del país); y este año ese dinero ni siquiera llega a la banca central, se queda en el mercado informal.

Resumiendo, a la ya acumulada escasez de oferta y producción de bienes y servicios, materias primas y materiales, se incrementa la falta de oferta monetaria en el mercado. Todo ello tributa a la inflación y a que se vea como un riesgo el proceso de bancarización.

Y me detengo ahí, porque son muchas las personas que se han asustado, y muchos los que han utilizado este proceso, de buena o de mala fe, para asustar a las personas haciéndoles creer que de golpe y porrazo todas las transacciones económicas se harán mediante canales electrónicos, y no es así ¿Usted se imagina pagándole al viejito que vende cucuruchos de maní en el barrio sin usar efectivo?

Volviendo a la resolución 111 y la bancarización en Cuba: La resolución cubre tres aristas: la primera, los límites máximos de operaciones en 5 mil CUP para los cobros y pagos en efectivo, para personas jurídicas, para instituciones, y viene siendo el dinero que comúnmente se conoce como efectivo en caja chica para pagos menores.

Las personas naturales extraerán efectivo en dependencia de las disponibilidades de efectivo que tengan los cajeros automáticos ¡que los cajeros están sin dinero! Sí, es verdad, y eso responde a otras causales que en próximos comentarios prometo abordar con transparencia.

La segunda arista está relacionada con los depósitos, y regula la normativa que los ingresos recibidos por los actores económicos se deben ver reflejados en sus cuentas al día siguiente de la fecha de recepción, debe depositarlos en el banco 24 horas después de recibido el dinero. Sobre esto muchos actores económicos se han quejado, pero amigo mío, si usted dirige una Mipyme, si usted quiso constituir una empresa y ser empresario, tiene que actuar como empresario y su organización tiene que actuar como empresa. Las empresas no guardan su dinero en cajas de zapatos ni bajo el colchón, lo depositan en sus cuentas bancarias; así que usted, con esta resolución, estaría haciendo lo que hacen todos los empresarios del mundo.

Y la tercera arista está relacionada con la extracción del dinero. Usted puede realizar operaciones de extracción de efectivo superior a los 5 mil pesos cuando los destina a pagar salarios, subsidios y prestaciones de la seguridad social, pensiones, dietas, es decir, usted puede operar y extraer dinero de su cuenta. Lo que se quiere es que el mayor porcentaje de operaciones se haga mediante canales electrónicos.

Como mismo en el decursar de la historia de la humanidad sufrieron transformaciones las formas de pago y se eliminó el trueque por el uso de monedas de oro, plata o cobre; como mismo la moneda de metal dio paso al papel moneda y surgieron instrumentos de pago como pagarés, cheques, bonos al portador, cartas de crédito, etc.; el desarrollo económico determinó otras pautas a seguir en cuanto a las transacciones financieras y sus formas de ejecutarse.

Fueron procesos que duraron años, siglos…. a tal punto que aun hoy tenemos monedas metálicas, y junto al papel moneda se mueven otros instrumentos financieros, algunos con más de tres siglos de vida. Siempre dos, tres y más mecanismos de pago han coexistido en tiempo y lugar, y todos son válidos. Lo mismo sucede ahora con los pagos mediante canales electrónicos, este vivirá por años en armonía con sus parientes mayores.

Decir que se eliminará de golpe y porrazo el efectivo no es lógico, lo que sí está claro que la vida conduce a que los canales electrónicos se usen con más frecuencia. No es lo mismo que te roben la cartera en la guagua con los 6 mil pesos del salario en efectivo y algunos dólares que te mandaron en la remesa, a que te la roben vacía porque todo está en tarjetas magnéticas que usted cancela de inmediato y salva la situación.

Cuántas veces hemos exigido parecernos al mundo, pero cada vez que se hace algo para parecernos, siempre sale un detractor, como seguro aparecerá alguno ahora de mis palabras, pero pongo el parche antes que salga el hueco. Parecernos al mundo no implica ser igual a los demás. Tenemos que utilizar el desarrollo de la ciencia y la técnica en correspondencia con nuestras posibilidades y capacidades. Hay quien dice que nos queremos parecer a China o Europa, en lo absoluto, sencillamente pretendemos estar montados en la cuerda de los requerimientos que los nuevos tiempos imponen.

El proceso de bancarización ha tenido muchos detractores, muchos de ellos apoyan sus conjeturas en el momento en que se realiza. En lo personal, considero que este proceso no comenzó en agosto de 2023, sino que desde hace varios años transitamos –a pasos muy lentos, pero se camina–, por este mundo de los pagos electrónicos.

Lo que se ha hecho ahora es normar el proceso en una resolución para impulsarlo, conducirlo; porque es una necesidad ante el incremento del sector privado, nuevas empresas que dinamizan y acaparan una parte importante del flujo de transacciones financieras que ocurren a diario.

Está claro, así lo establece la resolución 111 del BCC y la lógica financiera, que el dinero y los pagos en efectivo no desaparecen. Lo que se busca con la bancarización es la reducción gradual de su uso y el incremento de las operaciones electrónicas, lo cual alivia a las personas de determinados trámites y asegura transparencia en la transacción.

Pero ¿por qué las personas se han disgustado y mal interpretado la resolución y el proceso de bancarización?

En mi criterio, coexisten dos elementos esenciales. Uno vinculado a la capacidad tecnológica de asumir estos procesos. Si vamos a la bancarización debemos tener el suficiente soporte tecnológico, deben crecer las entidades (estatales y privadas) que se sumen a este programa y paguen el salario a sus trabajadores por tarjetas magnéticas.

Pero ocurre que en todos los municipios del país no contamos con cajeros automáticos para la extracción de efectivo que se tiene que seguir usando para muchos pagos menores de la vida cotidiana (la guagua, el bicitaxi, el carretillero, el agro, el manisero, el mensajero, el TCP, el que llena fosforeras, etc.)

La vida cotidiana del cubano está llena de esos pequeños pagos para los que se requiere efectivo, pero con tarjeta magnética sin cajeros automáticos para extraer efectivo, la vida se le hace muy incómoda a la gente. El tema de la tecnología es por lo tanto un factor que determina el rechazo de muchas personas a este proceso, pero que también depende de financiamiento e inversión que el país hoy no está en condiciones de asumir.

El segundo elemento, está relacionado a la escasa existencia de efectivo en nuestros bancos. Hay quienes se preguntan qué se ha hecho el dinero, pues está perdido, y más aún los billetes de alta denominación, usted solo encuentra en el banco billetes de 10, 20 o 50. En primer lugar, contra esta situación atenta el tema de la emisión o impresión de billetes, un proceso que tiene un alto costo.

Usted se preguntará ¿dónde está el dinero que había, el de denominaciones altas? ¿dónde están los billetes de 100, 200, 500 y mil?

Hace unos días conversando sobre el tema, un conocido en tono jocoso me decía –los billetes también se fueron por los volcanes– y no está del todo desacertado su chiste. Una de las razones de la falta de dinero efectivo en nuestros bancos es que, el alza sostenida del dólar en la tasa de cambio informal, ha generado una demanda de dinero en efectivo en el mercado negro que supera la capacidad de renovación de este efectivo.

Por ejemplo, en 2022, supongamos una tasa de cambio informal que se comportó como promedio anual sobre los 150 pesos por unidad de dólar, para usted conseguir los 8 mil dólares promedio que costaba la travesía migratoria, necesitaba un millón 200 mil pesos. Multiplique eso por los cientos o miles de personas que se lanzaron a la migración desordenada sustentando su viaje en la adquisición de esa moneda en el mercado informal.

Se requería mucho dinero en manos de los privados que se dedican a esta actividad de compra y venta ilegal de moneda, dinero que pasó de los bancos a estas manos privadas.

Acerquémoslo a este año. Hay una apertura para que los nuevos actores económicos, importen todo tipo de productos, incluso para que importen directamente como proveedores de materias primas a la empresa estatal, por ejemplo, a la Cadena Cubana del Pan. Y pongo este ejemplo para hablarles del costo de importar un contenedor de harina de trigo.

El costo promedio de este contenedor estaría por los 24 mil 500 dólares, poco más o menos, depende de la distancia, el flete u otros. El importador necesita invertir esa cantidad, y al no tener capacidad financiera nuestro banco para ofrecer el dinero, recurre al mercado informal. Vamos a sacar una pequeña cuenta.

Supongamos que se compró la divisa en el mercado informal en el momento que estaba el cambio a 200 y no a 260 como llegó a estar. Hacen falta 4,9 millones de CUP para comprar el dólar que se necesita para la importación de solo un contenedor, y cuántos contenedores no se están importando hoy, no solo de harina.

Se importa por esta vía azúcar, cerveza, refresco, pollo. Entre ese importador y quien le vende el dólar, se mueven cientos de millones de pesos que no entran a los bancos. Salieron un día de las bóvedas bancarias, pero no han regresado a ellas.

Ahí hay otra causa de la falta de liquidez de nuestros bancos, está guardado el dinero en cajas fuertes del sector privado.

Y si quiere un tercer ejemplo de dónde está el dinero, aquí se los traigo: Muchos campesinos contratan por días a las personas que trabajan en ese sector, dependiendo del momento del cultivo y cosecha es la contratación y los salarios que se pagan diario. Puede moverse entre 20 y 50 contratados por jornada y entre 500 y mil pesos de pago por día.

Supongamos que usted es un campesino y tiene contratados a 20 trabajadores y como no es tiempo de pico de cosecha les paga solo 500 pesos por jornada, eso da un total de 10 mil pesos diarios, más gastos menores que tiene en la finca. Necesita tener disponibles por lo menos 15 mil pesos diarios, unos 100 mil semanales, y eso solo sacando una cuenta mínima. Por lo tanto, ese es otro lugar a donde ha ido a parar mucho efectivo.

Multiplique esa cifra por 100 o 200 campesinos, donde para colmo, esos pagos se hacen en “negro” pues muchos de esos trabajadores no tienen plantilla, no pagan impuestos por esos salarios, ni quien los contrata por el uso de la fuerza de trabajo; a pesar de que el Ministerio de Trabajo creó la actividad de Gestor de Fuerza de Trabajo Agropecuario en un intento por organizar las ilegalidades en ese sector.

Pudiera incluirse en este análisis el hecho de que un gran por ciento de las familias no tiene quien les envíe remesas, por lo tanto, para adquirir los bienes que hoy sólo se ofrecen en la cadena de tiendas que venden en MLC necesitan comprarlo en el mercado informal ante la falta de liquidez de los bancos para ofertar esta moneda. Esta es otra vía por donde se mueve mucho dinero fuera de los bancos.

En resumen: el dinero que se ha evaporado de los bancos, se mueve en las transacciones que; desde la migración, las importaciones que realizan los nuevos actores, el pago a la fuerza de trabajo agrícola y la adquisición de MLC; se realizan a diario sin participación del BCC.

Sí hay dinero en Cuba, pero mal repartido y controlado.


[1] Hace más de 20 años, el doctor Raúl Valdés Vivó en su libro “Especulación financiera contra economía real” nos dejaba entrever las amenazas de este fenómeno en la vida económica y su incidencia en la relación oferta-demanda.


1 comentario:

  1. El proceso de bancarizacion será positivo a mediano plazo y es indispensable. Necesitamos que se profundice más y llegue a todas las actividades.
    Es difícil de entender en este contexto que el pago del sindicato y otras organizaciones siga siendo en efectivo por solo poner un ejemplo.

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