Por Pedro Monreal
https://elestadocomotal.com/ 2020/04/28/el-establecimiento- de-pymes-en-cuba-pudiera- aumentar-el-producto-interno- bruto-entre-15-y-17/
En momentos en que parecería que Cuba se
aproxima al momento “pico” de la emergencia sanitaria del COVID-19, es probable
que la atención comience a desplazarse hacia la gestión de la recesión
económica en la que ha entrado el país en 2020 y que se estima en una
disminución del Producto Interno Bruto (PIB) de entre el 3,7 al 4,7%. (1)
Las medidas económicas adoptadas para mitigar
el impacto económico de la COVID-19 pudieran mantenerse durante algún tiempo,
con eventuales adecuaciones, pero son las medidas relativas a propiciar la
recuperación económica las que deberán ocupar el centro de atención.
Esta no ha sido una crisis económica “normal”
y, consecuentemente, tampoco cabría esperar una recuperación “normal”. La
recesión no se debe principalmente a un “fallo” de demanda sino a un “choque de
oferta”.
El gobierno cubano debió tomar la acción
deliberada de detener el funcionamiento de la economía -como en muchos otros
países- pues las medidas de distanciamiento social exigían interrumpir una
parte relativamente amplia de la producción y de los servicios. También se han
afectado flujos de suministros y de capitales desde el exterior que han tenido
el efecto de “desconectar” circuitos de la economía nacional.
La recuperación económica en 2021 debería
producirse de manera progresiva y desigual entre sectores. El turismo, que de
“locomotora” pasó a ser un factor “acelerador” de la recesión, es probable que
funcione como factor “retardador” de la recuperación porque no se vislumbra una
reactivación segura y sustancial de los flujos de turismo en 2020 y 2021.
Desde el punto de vista de la política
económica, en una recuperación lo razonable sería utilizar de manera pragmática
cualquier activo que pudiera estar disponible en Cuba.
El argumento que he expuesto en días recientes
en las redes sociales es que el sector privado es uno de esos activos, pero que
su aprovechamiento exigiría la legalización del funcionamiento de pequeñas y
medianas empresas (PYMES).
También he sostenido que una contribución
positiva de las PYMES al proceso de recuperación pudiera tener el efecto de
convertirlas en parte de la “nueva normalidad” de una Cuba post COVID-19.
¿Qué pudiera esperarse de las PYMES en el
corto plazo?
Expresado de manera sucinta, las PYMES
pudieran ser la mejor oportunidad para incrementar la productividad en el corto
plazo y con ello ayudarían a la recuperación económica.
Es decir, se trata de procesos a nivel de
empleo y productividad, un plano esencial donde muchas veces comienzan y
terminan las discusiones entre economistas. Esos son los dos factores a los que
habría que dedicarle una atención especial.
Las PYMES pudieran aumentar la creación de empleo
en el sector privado, precisamente el único sector que ha incrementado el
empleo neto en Cuba desde 2008, pero que ha estado limitado debido a las
restricciones con las que tiene que funcionar el trabajo por cuenta propia
(TCP).
Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba
(varios años: 2011, 2014, 2016, 2018), y Yenia Silva Correa, “La población
económicamente activa en Cuba aumentó en más de 40 000 trabajadores en 2019”, Granma,
19 de enero de 2020 http://www.granma.cu/cuba/2020-01-19/el-empleo-en-la-mira-de-todos-19-01-2020-17-01-45
En 2019, el sector estatal solamente
conservaba el 75% de los trabajadores que llegó a emplear en 2008, una “destrucción”
promedio anual de 2,6% en el empleo neto.
En cambio, el sector no estatal incrementó el
empleo neto a razón de 4,9% anual, llegando a tener en 2019 el 31,8% del empleo
nacional, casi la tercera parte.
El sector privado desempeña la función
esencial de la creación de empleo neto en Cuba…desde hace tiempo
Las estadísticas oficiales de empleo privado
perdieron rigor a partir del Anuario Estadístico de 2017 y por tanto es
preferible hacer estimaciones a partir de 2016 en vez de utilizar los datos distorsionados
de la estadística oficial. He abordado la cuestión en un artículo anterior. (2)
El siguiente gráfico indica que desde 2008
hasta 2018, el empleo privado (TCP y productores agropecuarios privados) ha
representado la mayor parte del empleo no estatal, llegando a ser el 86% del
total del empleo no estatal en 2019. Explico en una nota final el método
utilizado para estimar las cifras totales del empleo privado, del empleo
privado que no es TCP, y del empleo cooperativo en 2017 y 2018. (3)
El sector privado agregó 617 400 trabajadores
entre 2008 y 2018, ocupando la importante función de sector creador de empleo
neto del sistema económico.
Durante el mismo período, el sector
cooperativo (UBP, CPA y CNA) contribuyó con 54 600 empleos netos, una cifra
once veces inferior al empleo neto agregado por el sector privado.
En 2018, el sector privado aportaba el 27,2%
del empleo total del país.
Además de acelerar la creación de empleos, las
PYMES pudieran incrementar la productividad promedio que hoy tiene el TCP. Es
conocido que el formato empresarial ofrece ventajas técnico-productivas
superiores al ambiguo esquema con el que hoy opera el TCP, algo que en “la
forma” parecería ser una modalidad de trabajo individual y familiar, pero que
permite contratación de empleados, aunque legalmente no se reconocen las
empresas privadas nacionales.
El reforzamiento adicional de la creación de
empleo neto y del incremento de la productividad necesitaría que la
legalización de PYMES estuviese acompañada de la eliminación del sistema
nominalizado de licencias (estrecho y primitivo) que impide el despliegue de
las capacidades técnicas de una parte de la fuerza laboral del TCP, es decir, se
necesita la superación de una “planificación” que conlleva a la subutilización
premeditada del principal recurso productivo del país.
En condiciones en que el sector estatal ha
reducido sustancialmente el empleo, las PYMES privadas deberían ofrecer
trabajos que reflejen no solamente la diversidad de la estructura económica del
país, sino también actividades intensivas en conocimiento y tecnología.
La importancia de los datos del empleo privado
radica en que cuando este adquiere una escala grande, se convierte en una
variable crucial de la productividad del país y por tanto del proceso de
creación del valor agregado.
Al tener una escala grande, los incrementos de
productividad del empleo privado tienen un efecto significativo en la economía
nacional.
Con esa “masa crítica”, cualquier noción de
que el sector privado es una especie de “cuneta” a donde va a parar fuerza de
trabajo sujeta a condiciones de baja productividad para ofertar productos y
servicios periféricos, es una noción despistada respecto a la realidad de la
economía y de la sociedad cubana.
Desde el momento en que el sector privado
ofrece casi una tercera parte del empleo nacional, cualquier enfoque “plebeyo”
del sector privado es desacertado. Para decirlo en códigos actuales: sería una
“traba” del pensamiento económico que se necesita para superar la crisis.
¿Pudiera estimarse el aporte del sector
privado al crecimiento económico en el contexto de una eventual recuperación?
Como el argumento principal que he utilizado para
defender el establecimiento acelerado de las PYMES en Cuba se apoya en la
combinación del número de empleados y del incremento de la productividad, el componente
que faltaría por cuantificar sería el relativo a la productividad.
Es un ejercicio complicado pues no puede
apoyarse directamente en la estadística oficial y tampoco parecen existir
estudios específicos sobre el tema. Al menos no los he podido localizar.
Se trataría entonces de un ejercicio
aproximado que utilizaría, como referente, la información sobre las
productividades relativas en otros países y que en vez de ofrecer estimados
únicos, presentaría un rango de estimados. Este ejercicio de estimación no
tiene como objetivo la precisión, sino la aproximación.
Un análisis realizado en Vietnam indica las
diferencias de productividad que existen en dependencia de la intersección
entre la forma de gestión económica y el formato institucional de las entidades
productivas, comparando las productividades en cuatro tipos de actividades: (4)
Empresa
estatal
PYMES
privadas
“Negocios de hogar” legalizados (donde no
existe una relación empleador-empleado, sino trabajo individual y familiar)
Actividad informal
Cuando se comparan los promedios absolutos de
productividad de cada uno de esos niveles, es posible calcular cifras relativas
de productividad. En el estudio mencionado, las cifras son las siguientes:
La productividad promedio de las PYMES
privadas equivale al 38% de la productividad de las empresas estatales.
La productividad de la actividad informal
equivale al 43% de la productividad de las PYMES y al 16,5% de la productividad
de las empresas estatales.
Es decir, los datos de Vietnam permiten
identificar una “jerarquía” de niveles de productividad que asumimos que en
términos generales pudiera existir aproximadamente en Cuba.
El método de estimación del efecto de las
PYMES en la productividad del sector privado no agropecuario
Los datos de Vietnam sirven como referencia para
establecer varios supuestos del ejercicio que se hace para estimar los posibles
efectos sobre la productividad en caso del eventual establecimiento de PYMES.
Se consideran solamente dos niveles en las
condiciones cubanas: el sector de TCP que ya existe y las PYMES que legalmente
no han sido establecidas.
La ausencia de datos obliga a trabajar con
supuestos “gruesos”, siendo el principal estos la consideración de una
situación “media” en ambos niveles (TCP y PYMES). Naturalmente, existe una gran
diversidad al interior del TCP cubano, que, de hecho, incluye el funcionamiento
de PYMES, aunque estas no hayan sido legalmente reconocidas.
Lo que desea medirse aproximadamente es el
efecto que tendría el establecimiento de las PYMES en la productividad promedio
de conjunto de los trabajadores que hoy participan legalmente en el sector TCP y
de los trabajadores adicionales que pudieran incorporarse, tanto a las PYMES
como al TCP, en un nuevo contexto en el que ambas modalidades coexistirían al
interior del sector privado nacional.
Es importante aclarar que el ejercicio de
estimación considera que solamente una parte del TCP se transformaría en PYMES
y que no se estaría midiendo el efecto en la productividad de los trabajadores
de las PYMES, sino el efecto que pudieran tener las PYMES en la productividad
promedio de todos los trabajadores que forman el conglomerado TCP + PYMES, es
decir en todos los trabajadores privados no agropecuarios.
Dos escenarios
Se consideran dos escenarios. El primero asume
que la productividad promedio actual del sector TCP equivale al 20% de la
productividad promedio del país y que la legalización de las PYMES elevaría ese
nivel hasta el 25% de la productividad promedio nacional.
El segundo escenario considera niveles de
partida y de llegada más bajos de productividad. Se asume que el nivel de
productividad actual del TCP es el 15% de la productividad media y que el
establecimiento de PYMES haría crecer la productividad del empleo privado no
agropecuario hasta el 20% de la productividad media.
Como puede observarse, se trata de supuestos
moderados que se mueven en rangos que incluso son inferiores al nivel relativo
de la productividad observados en Vietnam, donde la productividad de los
“negocios de hogar” equivale al 30,9% de la productividad
de las empresas estatales y el de las PYMES representa el 38% de la productividad
de las empresas estatales.
Los datos de partida
Producto Interno Bruto (PIB) en 2019: 57 310
millones de pesos (estimado a partir de crecimiento de 0,5% y del dato del PIB
a precios constantes en 2018) (5)
Número total de trabajadores en 2019: 4 515
200 (6)
Productividad media en 2019: 12 692 pesos
(cifra redondeada: 12 690 pesos) (7)
Número total de trabajadores en sector TCP en
2019: 617 974 (dato de cierre de septiembre de 2019) (8)
Supuestos adoptados
Solamente se ha considerado, como dato de
partida, el empleo en el sector TCP (a partir del número de licencias
informadas al cierre de septiembre de 2019).
Se asume que la legalización de PYMES
produciría un incremento promedio de la productividad del conjunto de
trabajadores del sector privado no agropecuario (TCP + PYMES).
Se asume que los niveles de productividad
actuales del TCP son tan bajos, que es factible registrar incrementos
relativamente altos en el indicador en el corto plazo, aun cuando la nueva
productividad promedio en el punto de llegada (después de establecer las PYMES)
siga siendo relativamente baja.
Se asume que el establecimiento de PYMES facilitaría
el incremento del empleo privado no agropecuario hasta un nivel de 800 000
trabajadores en seis meses (empleo en TCP + PYMES).
Resumen de la estimación
Resultados de la estimación
Escenario # 1: El valor agregado extra por
incremento de productividad (969,6 millones de pesos) equivale a 0,0169 del PIB
de 2019 (a precios constantes).
Aporte estimado de PIB adicional: 1,7% (cifra
redondeada)
Escenario # 2: El valor agregado extra por
incremento de productividad (854,4 millones de pesos) equivale a 0.0149 del PIB
de 2019 (a precios constantes).
Aporte estimado de PIB adicional: 1,5% (cifra
redondeada)
Conclusiones
El ejercicio de estimación permite adoptar la
hipótesis de que si se establecieran PYMES en Cuba (bajo ciertas premisas), se
le agregaría entre 1,5% y 1,7% al PIB del país, una cifra nada despreciable en
una situación como la actual.
Notas
1 El estimado de
CEPAL es -3,7% y el The Economic Intelligence Unit es -4,7%. Ver https://www.cepal.org/es/comunicados/pandemia-covid-19-llevara-la-mayor-contraccion-la-actividad-economica-la-historia-la
2 Ver, “Las
estadísticas de empleo privado en Cuba: ¿una pirueta ideológica?”, blog El
Estado como tal, 6 de mayo de 2019 https://elestadocomotal.com/2019/05/06/las-estadisticas-de-empleo-privado-en-cuba-una-pirueta-ideologica/
3 Considerando que
la “revisión” de los datos de empleo efectuada en el Anuario Estadístico de
Cuba 2017 distorsiona la serie de datos relativa a empleo privado no TCP,
empleo privado total y empleo cooperativo, se procedió a recalcular los datos
para 2017 y 2018. Se considera que no es necesario ajustar los datos oficiales
de empleo TCP y de empleo total no estatal porque estos mantienen su coherencia
en las series del Anuario.
Se procedió a calcular el empleo privado no
TCP asumiendo como dato de base la cifra de empleo privado total de 2016 (1 139
200 trabajadores), tomada del Anuario 2016, a la cual se le restó la cifra de
empleados TCP (540 800 trabajadores). El resultado fue una cifra de 598 400
trabajadores privados no TCP en 2016. Se hizo el mismo cálculo para el año
2008, con un resultado de 460 500 trabajadores.
Se calculó el crecimiento anual promedio de
los trabajadores privados no TCP en el periodo 2008-2016, resultando una tasa
anual promedio de 3,33%
Se aplica esa tasa al dato de base en 2016
(598 400) y se estima la cifra de trabajadores privados no TCP en 2017 (618 300
trabajadores) y en 2018 (638 900 trabajadores).
Se suman ambas cifras a los datos de
trabajadores TCP del Anuario 2018, para los años 2017 (583 200 trabajadores) y
2018 580 800 trabajadores), calculando de esa manera el total de trabajadores
privados de 2017 (1 201 500 trabajadores) y de 2018 (1 219 500 trabajadores).
Luego se estiman las cifras de empleo
cooperativo, restando a las cifras de empleo no estatal de los años 2017 y 2018
(tomadas del Anuario 2018) los datos recalculados de empleo total privado de
2017 (1 201 500 trabajadores) y de 2018 (1 219 500 trabajadores).
Las cifras recalculadas del trabajo
cooperativo son 185 800 trabajadores en 2017 y 196 200 en 2028.
4 Nguyen Thang, Laure Pasquier-Doumer,
y Xavier Oudin (editors), The Importance of Household Businesses and the
Informal Sector for Inclusive Growth in Vietnam, co-publicado por Vietnam
Academy of Social Sciences and the French National Research Institute, 2017.
Ver Gráfico 5.4 Value added per year and per worker (labour productivity ) by
institutional sector (million VND)
5 ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018.
6 Yenia Silva
Correa, “La población económicamente activa en Cuba aumentó en más de 40 000
trabajadores en 2019”, Granma, 19 de enero de 2020 http://www.granma.cu/cuba/2020-01-19/el-empleo-en-la-mira-de-todos-19-01-2020-17-01-45
7 Indicador
aproximado de productividad que se obtiene dividiendo el estimado del PIB de
2019 (a precios constantes) entre el número total de empleados en 2019.
8 Yenia Silva
Corrrea, “Nuevas normas jurídicas para el trabajo por cuenta propia”, Granma,
5 de noviembre de 2019, http://www.granma.cu/cuba/2019-11-05/nuevas-normas-juridicas-para-el-trabajo-por-cuenta-propia-05-11-2019-22-11-20
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