III.- LOS CAMPESINOS DE LOTE CUATRO.
Con Arquímedes Santisteban creamos las milicias y las Patrullas de Defensa, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas FMC, la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP) donde el primer presidente fue Evelio Álvarez Martínez y Arquímedes ocupó otra de las responsabilidades.
Todos juntos construimos un círculo social donde se realizaban actividades culturales y políticas. Entre los colaboradores de la campaña estaban Manolito López y Ramona Rodríguez, jóvenes muy revolucionarios e inteligentes.
Llovía frecuentemente y se presentaban temporales de varios días, algunos campesinos aprovechaban para matar un cerdo y me invitaban a comer chicharrones, masas de cerdos fritas, fricasé, yuca con mojo, morcillas y gandinga de hígado.
La mayoría de los campesinos eran muy inteligentes, honrados, trabajadores, solidarios, tenían interés en aprender a leer y escribir y aprendían con asombrosa rapidez, bastaba con explicarle las cosas una vez.
Manolo y Ramona.
Manolito López nació en el Jigüe, era amante de la historia, leía con avidez, muy estudioso y deseos de superarse. Después de la campaña de alfabetización se hizo Maestro Popular y en 1989 se licenció en Historia y Ciencias Sociales, ejerció como profesor y subdirector de Secundaria Básica y Preuniversitario, Jefe de actividades extraescolares y becas, Inspector de Educación y cumplió misión internacionalista en la República de Mozambique.
Recibió varias condecoraciones, la Medalla como Alfabetizador, Cuarenta Aniversario de la FAR, la 28 de Septiembre de los CDR, Defensa de la Patria, la Unidad y la Tranquilidad en el Barrio, La Rafael María Mendive, Distinción por la Educación Cubana y Medalla Internacionalista en Educación.
Ramona Rodríguez también estudió, nació en Las Mantecas y quería ser artista, tenían mucho interés en superarse, en Los Números organizaba las actividades culturales y organizó un grupo de teatro. Fue la ideológica de la Federación de Mujeres Cubanas.
Posteriormente cuando se mudó para Guisa fue dirigente municipal de la Federación de Mujeres Cubanas, integró un grupo de aficionados con gran éxito y actuaciones en comunidades campesinas y hasta giras por las ciudades de Bayamo y Manzanillo. Recibió la Medalla Cuarenta aniversarios de las FAR, la 23 de agosto de la FMC, la del 28 de septiembre de los CDR y fue reconocida como colaborada de la campaña de Alfabetización.
Nieves Salas
Otra de las dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas fue Nieves Salas, una joven con mucha determinación, buena capacidad para convencer. Fue elegida Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas y junto a Ramona Rodríguez la ideológica, viajaba a Guisa a recoger orientaciones.
En la escuela hubo una protesta. Un niño no quería venir a clases descalzo. Sus zapatos se rompieron por la cantidad de piedras en el camino. Propuse que los demás al entrar al aula se quitaran los zapatos. Al día siguiente varias madres criticaron la medida y explicaron había que llamar al padre de ese niño, dedicado a tomar ron e ir a las peleas de gallos, en lugar de ocuparse de su familia. Se formó una comisión para discutir con ese individuo, presidida por Nieves Salas, fue tan exitosa su gestión que ganó fama en la comunidad.
Otra protesta se produjo cuando se detectaron piojos en varias niñas. Conseguí medicamentos en Guisa para eliminarlos. La mayoría de las madres se opusieron, alegaron que la culpable era la madre de esa niña que no cuidaba la higiene y era necesario discutirlo. Añadieron que con esa señora y su marido debían ser los primeros en ponerse esa pomada que seguramente era venenosa. Se volvió a crear la comisión, que nuevamente fue elegida Nieves Salas.
Alberto López.
A Alberto López, le decían Beto, gozaba de autoridad en la comunidad, algunos acudían para recibir consejos, ante determinados conflictos, tenía fama de justo y muy honrado.
En la zona se creó un conflicto de tierra entre dos campesinos que reclamaban una franja de terreno en los límites de ambas propiedades. Se temía una tragedia a machetazos y me planteaban dirimir la situación. La reclamación fundamentalmente se debía a unas cuarenta matas de café en plena y abundante producción. Hablé con varios campesinos, en especial con Beto López, en varias ocasiones habían hecho justicia, pues por aquellos lugares, de la misma forma que no hubo escuelas, médicos, postas sanitarias, tampoco jueces ni policías. Después de hablar con cada uno los reclamantes llegamos al acuerdo que esas matas pertenecieran a la comunidad para ayudar a la escuela carente de muchas cosas. Los dos rivales estuvieron de acuerdo.
Daniel Fonseca
En la zona se destacaba el campesino Daniel Fonseca era dirigente sindical, gozaba de prestigio y autoridad, explicaba los acontecimientos en la lucha contra la tiranía de Batista y la visita de Fidel a la zona de Guisa en mayo de 1957. Hablaba de los combates de Pino del Agua dirigido por Fidel, (17 de septiembre de 1957), un pequeño caserío, alrededor de un aserradero de madera, administrado por un español y unos cuantos obreros, situado a 1632 metros sobre el nivel del mar, con límites en Pino del Agua Abajo, Río Nuevo Mundo, Maldita Sea y Nuevo Mundo. Estuvieron siete días emboscados hasta que aparecieron cinco camiones militares, los soldados huían en desbandada abandonando los pertrechos. El Ejército de Batista tuvo tres muertos, un herido y un prisionero. Por la parte de las Tropas Rebelde se sufrió una baja.
Daniel Fonseca también narraba la gran represión y el exterminio de la familia Argote. Refirió que (el 11 de octubre de 1957) los esbirros de la dictadura de Batista llegaron al Oro de Guisa y atacaron a la población civil. Los Argote tenían una finquita y 14 mulos, eran arrieros, les incautaron un camión y las mercancías que transportaba desde Guisa. Los soldados a punta de fusil sacaban a los hombres de sus hogares, le arrebataban el dinero y los asesinaban a balazos, murieron el padre, tres hijos, uno de 14 años, cuatro sobrinos y al esposo de una hija. Reportaron que eran rebeldes muertos en combate y obligaron a los demás vecinos a enterrarlos. Solo se salvó un trabajador de la finca, a quien le cayeron encima los cadáveres, se hizo el muerto y luego abandonó el mortal sitio. También mataron al viejo Pedro Suárez y a su caballo.
El segundo ataque a Pino del Agua (16 de febrero de 1958) fue dirigido por Fidel, el Ejército de Batista tuvo de 18 a 25 muertos y heridos, y cinco prisioneros, entre ellos un oficial. Las Tropas Rebeldes sufrieron seis muertos y tres heridos. Se ocuparon 33 fusiles, 5 ametralladoras y parque abundante que contribuyeron a la formación de la columna seis al mando de Raúl Castro Ruz, y columna tres, por Juan Almeida Bosque.
Fonseca explicaba con detalles la Batalla de Guisa en noviembre de 1958 dirigida por Fidel que duró 10 días y significó un viraje de la Guerra a favor de la lucha revolucionaria. Años después leí o escuché a Fidel narrar que en esa batalla fue protagonizada por hijos de obreros y campesinos que en su mayoría no sabían leer ni escribir y que nunca dejará de sentir orgullo, gratitud y admiración por ellos. Fonseca también narraba de una visita del Comandante en Jefe a Guisa (el 11 de abril de 1960) y el recorrido en jeep hasta El Oro y Pino del Agua, para controlar la lucha contra bandidos, estaba acompañado por el Comandante Juan Almeida,
Crescencio Pérez y Aldo Santamaría.
En Guisa conocimos que en esa visita Fidel proyectó la construcción de hospitales, escuelas y la carretera Guisa–Victorino, habló de la necesidad de formar las Patrullas Campesinas en la Sierra Maestra para evitar que se formaran bandas criminales como venía ocurriendo en el Escambray.
Walfrido Hernández
Otros de los analfabetos era Walfrido Hernández, aprendió a leer y escribir muy rápido, experto en matemáticas, era el administrador de la Tienda del Pueblo, tenía un radio viejo que ponía al servicio de la comunidad, donde se oían noticias, el estado del tiempo, discursos de Fidel, novelas, juegos de pelota y programas musicales. Era la persona más informada de la comunidad y buen comunicador, muy respetuoso, con buenas relaciones humanas y gran honradez.
Antonio Alonso.
Antonio Alonso, tenía varios hijos: Enrique, Ramón, Guillermo que después fue dirigente municipal del Partido Comunista en Guisa, y Francisco que asistía por las noches a las clases y por el día le enseñaba a su mamá, los dos se alfabetizaron juntos. Fue el primer analfabeto alfabetizador. En una ocasión Fidel refirió que la explotación existente en el país antes del triunfo de la Revolución hizo perder muchos talentos y la campaña de alfabetización le abrió las puertas a los que quisieron desarrollarse.
Eulalia Figueredo
Entre los campesinos se encontraba Eulalia Figueredo y Pucho Ramírez, con plantaciones de café y frutos menores, criaba gallos de pelea, la atención a esas aves era esmerada, incluyendo huevos hervidos en su alimentación.
Comentaban que participaba en Guisa en peleas de gallos y casi siempre sus ejemplares ganaban. Se trasladaba en un hermoso caballo, porque era una experta manejadora del brioso animal.
Cultivaba con mucho amor una mata de manzano que había florecido y sus frutos crecían fuertes y lozanos. A punto de cosecharlos se los robaron. Para Eulalia no fue el Anónimo el culpable, al que siempre le atribuían robos de gallinas, cerdos, muchos frutos, cosechas de vegetales, verduras y en dos ocasiones ejemplares de sus gallos. En 1961 el arbusto volvió a florecer, Eulalia amarraba todas las noches un perro feroz en el tronco, nadie se podía acercar a la planta, cuando las manzanas estaban a punto de comerse, asesinaron al perro y los hermosos frutos desparecieron otra vez.
Eulalia, tan firme de carácter y energía, se encerró en el cuarto y no quería comer hasta que su marido le propinara una buena golpiza al Anónimo, fue necesario avisarles a sus ancianos padres, Severina y Atilano, entonces dijo que hasta que no cortaran el arbusto no iba a comer. Fue cuando vinieron a buscarme y costó trabajo convencerla, pero exigía que al Anónimo había que darle una buena paliza (tunda).
El Anónimo
Todos los campesinos no eran honrados, entre ellos el Anónimo, un personaje misterioso. Con un alfabetizador fui a visitarlo, pero se negó a recibirnos y decir su nombre, desde ese momento comencé a referirme a él como el Anónimo, apodo que rápidamente se extendió por la comunidad. Vivía en un paraje intrincado entre Lote Cuatro y Bajada del Diablo y se comunicaba a través de un trillo solo utilizado por él. Según algunos, todas sus historias eran falsas, no se conocía su verdadero nombre, porque se presentaba con uno diferente en cada finca donde trabajaba durante las recogidas de café. Tampoco se sabía donde había nacido. Se comentaba que era un prófugo de la justicia, condenado a una larga pena, que se había escapado de la prisión. No recibía visitas, comentaban que era para evitar que lo descubrieran como cultivador de marihuana, amenazaba agredir con un machete a los que llegaban a la entrada de su finca o transitaban por el trillo que atravesaba su propiedad. Tiempo después asesinó a su esposa, abandonó a sus hijitos y se marchó para un lugar desconocido.
Chela Mala
Otros de los personajes era Chela Mala. Cuando propuse para la escuela el nombre del General Antonio Maceo, no solo por sus méritos de gran patriota, sino porque crecí de niño conociendo sus hazañas, dado que el abuelo de mi padre estuvo bajo sus órdenes y lo acompañó en la invasión de Oriente a Occidente, el campesino Chela Mala se opuso, alegando que a esa persona nadie la conocía, no era de Los Números. Los colaboradores de la campaña de Alfabetización, Manolito López y su esposa Ramona Rodríguez, le explicaron la historia del Titán de Bronce y fue aprobado.
En esa zona los pobladores hacían las necesidades al aire libre. Al llover las aguas arrastraban esos excrementos hasta el arroyo, después el agua era usada por los residentes río abajo, por ello una de las primeras tareas fue construir letrinas. Chela Mala se negó, argumentando que sus hijos podrían caerse por ese hoyo, además era jornalero, ganaba por cada día de trabajo.
Los vecinos acordaron pagarle esos días para que trabajara en esa construcción.
Con gran alegría se pudo informar que toda la zona había cumplido esa sanitaria tarea. Salí a Guisa y al regresar los campesinos informaron que Chela Mala tapó la letrina y me exigían obligarlo a cavar de nuevo o devolver el dinero que le habíamos pagado. Pero en una reunión se acordó criticar al campesino y prestarle ayuda para sacar la tierra que tapaba la fosa.
Tampoco existían postas médicas, las personas acudían a los curanderos y a las parteras para el nacimiento de los hijos, pero como había recibido un curso de primeros auxilios para atender las urgencias, muchos acudían a la escuela para solicitar ayuda.
El especulador
Cerca de Lote Cinco vivía un hacendado, comerciante, especulador y vendedor de bebidas alcohólicas que trasladaba desde Guisa sus productos en cinco arrías de mulos de su propiedad. Tenía igual número de esposas, donde cada una se ocupaba de atender los animales. En una discusión con una de ellas, la mujer le dio varios machetazos a la mula más fuerte e inteligente que guiaba al resto de los animales de esa arría. El especulador se enfureció, la amenazó con hacerle lo mismo que le había hecho a la mula, comenzó a sacarle filo al machete. Junto con el alfabetizador y otros vecinos, acudió corriendo a la escuela dando gritos para pedir refugio. Se armó un alboroto y fue necesario amenazar al hacendado con llevarlo a la justicia y alguien propuso que le avisaran a Nieves Salas y se tranquilizó. Al pasar los meses, fue detenido implicado en una conspiración contrarrevolucionaria.
Doña Candelaria.
Cerca de Arroyón vivía Doña Candelaria, le decían Candela, era una campesina próspera, según algunos utilizó su belleza para aumentar sus propiedades. Se negaba a alfabetizarse, decía que las vacas, chivos, mulos y caballos los logró sin saber leer ni escribir. Señalaba que no hacía falta estudiar, era perder el tiempo. Lo importante era trabajar y exigir a los vagos, tomadores de ron y apostadores en las peleas de gallo que lo hicieran. Cuando al parecer la convencieron para incorporarse a los estudios, se negó alegando que le faltaba la visión. La Maestra gestionó en Bayamo un técnico para que le midieran la vista. Esa profesional a pesar de sus años subió a la montaña y le resolvió los espejuelos. Entonces dijo que como único estudiaba era que Fidel Castro personalmente se lo pidiera. La Maestra Voluntaria propuso que una comisión la visitara y le informara de parte de Fidel, lo ocupado que estaba, pero que ella como todos los campesinos debía alfabetizarse y esperaba una carta con su letra. Respondió que lo que dijera Fidel era lo que había que hacer, amablemente aceptó a la alfabetizadora, aprendió muy rápidamente a leer y escribir. La Maestra la consideraba como muy inteligente y con determina influencia en otros que no querían alfabetizarse, convirtiéndose en una activista de la campaña.
Ramón Rodríguez.
A Ramón Rodríguez le decían Mongo, tenía autoridad y prestigio por su honradez y principios revolucionarios, era propietario de una finca de café, cultivos varios y otros negocios. Había prestado colaboración al Ejército Rebelde. Durante la dictadura de Batista, llevaba a combatientes de la clandestinidad desde Guisa a los campamentos guerrilleros. Al triunfar la Revolución se ocupó de organizar Patrullas campesinas para la defensa en varias zonas de Los Números y al frente de un grupo de estos capturaron al temible asesino contrarrevolucionario conocido como Mamacusa y a todos los delincuentes que los acampanaban. Tenía características de líder, muy inteligente, gran capacidad organizativa, experto tirador con diferentes tipos de armas y gran lealtad y fervor revolucionarios. Organizó las Patrullas Campesinas. Poco tiempo después fue movilizado para la Sierra del Escambray al frente de un grupo de serranos para combatir a las bandas criminales que asolaban ese territorio.
Para conocer detalles de sus luchas hablamos con Chávela Rodríguez, hija de Mongo, que lo cuidó hasta su fallecimiento en 2004 y con su hermano mayor por parte de madre, Raúl del Toro Arjona, participante en el Ejército Rebelde, compañero del héroe Arquímedes Colina, cuyo nombre lleva el Central Azucarero Mabay, combatiente internacionalista en Angola, amante de la historia, ganó el primer premio de testimonio por la Casa de la Cultura de
Guisa con su trabajo “De la Guerra de Liberación Nacional a una Columna Guerrillera en Movimiento.”, dedicado a su amigo Arquímedes Colina.
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