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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 28 de septiembre de 2019

Las innovaciones tecnológicas en la cadena de suministro y producción global

Por Carlos Fernando Jenkins López
Rebelión



El impulso que nace de las innovaciones tecnológicas en la cadena de suministro y producción global está permitiendo la transición hacia otro estadio logístico, que transforme y renueve la manera en que se realiza el comercio internacional, ya que a pesar de los avances en materia de logística, aún se mantienen las mismas incógnitas y los errores en el proceso logístico que suceden desde el siglo anterior. Dichos avances se muestran en 4 sentidos: predicción, transparencia, velocidad y capacidad de entrega.


La digitalización parece ser inevitable, o por lo menos hasta el momento, debido en gran medida a los vastos intereses privados provenientes de la exponencialización de los beneficios, ya que la aplicación de los algoritmos de automatización inteligente se usa para reducir los tiempos en todo el ciclo económico y para el óptimo aprovechamiento de los espacios, lo que impacta en el mercado y en la inmediatez de las cosas. Habrá que tomar en cuenta que las impresiones 3D, en 2019, ya le permiten a empresas como Ford y Adidas acortar el tiempo de producción a una quinceava parte del estimado y evitar con ello errores de producción. Hecho que cobra importancia por la intensificación de la dinámica internacional y el acercamiento hacia la dislocación sistemática.

Lo anterior nos muestra una creciente necesidad de beneficios en la luchas intercapitalistas, pero lo que de fondo se está dejando a un lado es la creciente necesidad de seguridad que se exponencia de manera paralela a estos cambios. La protección en estos espacios virtuales y cibernéticos cobra una trascendencia no sólo para las dos potencias económicas, sino para todos los Estados y colectividades en el orbe, por lo que se digitaliza y se mueve a través de las mismas: información sensible, mercancías o el patrimonio familiar.

A pesar de que se dispararon las alarmas el día 24 de Julio del 2019, como consecuencia de la multa a Facebook por violación del uso de datos, la empresa tendrá que pagar 5 mil millones de dólares por violar el anterior acuerdo de privacidad con la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés). Lo cual no marca una linea que evite el uso de datos por parte de las corporaciones beneficiadas de ellos, sino una vez más, en Estados Unidos, se sobrepone el proyecto social de gobernanza desplegado por las grandes corporaciones. Lo que sirve para dicho país en otro sentido, ya que marca la disputa por la presidencia desde este escenario de cooperación y conflicto. En Europa será determinante ver qué tipo de repercusiones se aplican, ya que sentar un precedente distinto es clave en términos de las nuevas formas en que las empresas, los Estados y la sociedad se relacionan.

En agosto de 2019, el presidente Donald Trump celebró la Cumbre de medios sociales , en la que los bloggers de derecha transmitieron sus quejas. Peter Thiel, un exitoso inversor tecnológico, y en algún momento defensor de Trump, especuló recientemente que Google había sido infiltrado por los servicios de inteligencia chinos. Idea que toma revuelo con los casos de espionaje vía LinkedIn, como el caso del ex funcionario del gobierno danés, Jonas Parello-Plesner, el cual declaró haber sido invitado a la nación del centro, por una empresa del mismo país de nombre DRHR, que le ofreció acceso al sistema dirigido por el Partido Comunista Chino para hacer investigaciones. La extraña propuesta se develó cuando en el encuentro pactado acudieron otros individuos que dijeron ser parte de una empresa gubernamental de investigación. Parello-Plesner denunció la reunión a funcionarios británicos en cuanto pisó Londres y se dio cuenta de que lo acontecido no era un caso aislado.

El último estallido de actividad antimonopólica nos muestra que tanto en Europa como Estados Unidos las grandes empresas se encuentran en problemas, ya que se están llevando a cabo investigaciones sobre violación del uso de la información. Microsoft lo aprendió, a Facebook, le pasó; ahora son Google y Amazon, quienes están en la mira en Estados Unidos y en la Unión Europea, respectivamente.

Si el acuerdo de Facebook con la FTC sirve de antecedente para futuros casos, Big Tech aún podría salir ileso. A pesar de la gran multa y su nueva burocracia de privacidad, Facebook no tendrá que cambiar sus prácticas de recopilación de datos y está fuera del alcance de todo reclamo sobre violación del acuerdo de FTC anterior. No obstante, el 17 de julio del 2019, Margrethe Vestager, la reguladora de competencia de la Unión Europea anunció que abriría un caso de investigación hacia Amazon por el uso de los datos de los clientes.

Por otro lado, los gigantes tecnológicos estadounidenses Amazon, Facebook y Google, en compañía de otras empresas líderes del sector, unieron fuerzas el pasado lunes 19 de Agosto en Washington, para denunciar el reciente impuesto de Francia al sector digital, que consideran retroactivo y discriminatorio. El impuesto fue aprobado en Francia el 11 de julio de 2019, y ya es denominado como el impuesto GAFA, por las siglas de las cuatro grandes empresas afectadas más conocidas: Google, Amazon, Facebook y Apple.

El presidente estadounidense, Donald Trump está evaluando tomar represalias contra esta nueva tasa, con aranceles punitivos sobre las importaciones de vino francés, lo que desencadenó una investigación por parte de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).

Para Amazon, Francia representa el segundo mayor mercado europeo para el comercio electrónico. Además, el impuesto crea una doble imposición, debido a que alrededor del 58 por ciento de las ventas de Amazon ocurren a través de empresas asociadas, que pueden verse impactadas. El impuesto propuesto del 3 por ciento sobre los ingresos anuales totales de las empresas que prestan servicios a los consumidores franceses se aplica sólo a las empresas tecnológicas más grandes, cuya mayoría tiene sede en Estados Unidos.

El denominado impuesto GAFA sienta un precedente en el contexto no sólo de la guerra comercial transatlántica, sino también en términos de la disputa tecnológica global, que ya define y acelera la reconfiguración del orden internacional, en cuanto pone a prueba la posibilidad de control de ciertos espacios estratégicos a empresas ajenas al país.

Tal hecho es importante para los intereses de estas empresas ya que sirve cómo un limitante en su lógica de crecimiento y expansión. Y es preocupante en cuanto abre la posibilidad a una réplica en otros mercados de una visión que toma como centro al ciudadano y no al predominio de los grandes capitales. Algo que el complejo militar-industrial-científico-tecnológico-financiero no puede tomarse a la ligera, ya que grava a las grandes empresas del sector teniendo en cuenta su facturación y no sus ganancias. Una losa inadmisible en la conflagración de amplio espectro.

Avast, la empresa más grande de seguridad virtual gratuita en el mundo, que protege a más de un tercio de los ordenadores —sin contar China— con 435 millones de usuarios, es el ejemplo arquetípico para mostrar tanto la tendencia como el peligro que es todavía inconsciente en el grueso de la población.

La compra de su rival AVG Technologies en 2016 convirtió a Avast en la mayor empresa mundial de protección antivirus para consumidores. No obstante, su nuevo director ejecutivo, Ondrej Vicek, admite que la compañía no es tan buena para llegar a los clientes corporativos por lo que comprar otra firma con esta capacidad será una opción para propiciar un mayor crecimiento.

Aún siendo así, las acciones de la empresa, que también se cotizan en Praga, han subido 30 por ciento desde su salida a bolsa de mayo del 2018, hasta sumar 4,000 millones de dólares. Y aunque ha superado a la mayoría de sus pares de la industria en los últimos 12 meses, no es concebida como un peligroso contrincante para otras industrias, por ahora.

Alrededor del 95 por ciento de los usuarios de Avast descargan una versión básica del antivirus de forma gratuita. De esta manera sólo obtienen poco menos del 15 por ciento de sus ingresos a través del mercado de consumo, es decir, que tan sólo 17 millones de usuarios son los que están aportando beneficios. Dejo la pregunta al aire: ¿qué pasará cuando los otros 420 millones de usuarios caigan en cuenta que es más redituable invertir en esta protección que en una caja fuerte o un servicio de vigilancia de cámaras?

Además Avast ya se asoció con operadores de telecomunicaciones para vender sus productos a usuarios de teléfonos móviles y planea comenzar a comercializar Omni , un servicio de seguridad para redes domiciliarias. Sus ingenieros se encuentran desarrollando productos para dispositivos inteligentes, invirtiendo en el nicho que se está generando con la expansión de las fronteras del capital, fruto del cada vez más cercano internet de las cosas, que se va a lograr a través de infraestructura 5G.
En su esencia, los problemas de seguridad informática están creciendo y la concientización también. Todo el pastel sigue creciendo a medida que la humanidad invierte cada vez más dinero, tiempo y esfuerzo en esto y eso solo puede ser algo bueno para nosotros, indicó Vicek.
Será preciso comenzar a concienciar no solamente sobre la importancia de la seguridad de estos espacios atípicos, en un mundo interconectado por el espacio virtual, sino también sobre las consecuencias que se pueden generar en un mundo que sigue siendo edificado por las necesidades de los grandes capitales, pero al mismo tiempo por el sometimiento del Estado, la apatía y el alienamiento de la sociedad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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