Por Mauel David Orrio
Fuente: Internet
La Habana, 22/11/17.- No es la
primera vez que en un clima de censura burocrática bien ajena a lo esperable
en un proyecto socialista como el
cubano, Bohemia "salva la honrilla
en el clavo ardiendo" de la prensa criolla con un excelente reportaje de
investigación que, en las circunstancias censoras concretas,
"llega hasta donde puede...y un poquito más".
Tal es el caso de "Violencia social en Cuba: Entre la realidad y la idea"", publicado este 15 de noviembre y de la autoría de Bohemia, Liudmila Peña Herrera, Lilian Knight Álvarez, Ricardo R. Gómez Rodríguez y Talía Suárez, quienes en un bien urdido
trabajo de equipo "van hasta el fondo, hasta donde pueden", del
preocupante incremento de la percepción popular sobre la comisión de delitos en Cuba y ¿de los delitos como tales?
De inicio, obstáculo tremendo: los anuarios
estadísticos de Cuba no brindan números sobre la comisión de delitos desde ¡1975!, ni sobre su esclarecimiento,
ni sobre la población penal.
Según la Lista de la Población Carcelaria Mundial del Centro Internacional de Estudios Penitenciarios, correspondiente al 2023, Cuba
ocuparía el quinto lugar entre las
naciones con mayores tasas de encarcelamiento en relación con su
población, con 510 por cada 100 mil habitantes. Tal estimado no toma en
consideración una importante percepción sobre delitos no esclarecidos y
consiguientes sanciones que deberían producirse: de tomarse en cuenta
números públicos, esa percepción tendría un notable ajuste; nadie sabe si a favor o en contra.
"Visto
el caso", aún en pesquisas, ¿cómo se explica semejante enajenación del derecho
del público a saber? ¿Qué relación tiene la muy justificada necesidad de proteger informaciones oficiales
ante la brutalidad de las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos
contra Cuba -vulgo bloqueo -, con un
secretismo que atenta contra el sagrado principio de rendición de cuentas de elegidos o designados a electores?
Bohemia,
"salvadora de honrillas",
merece los aplausos y el apoyo que otras publicaciones mejor consideradas en el
discurso oficial parecen incapaces de ganarse; es un hecho, los hechos son tercos y "cuando no
pueden entrar por la puerta, saltan por la ventana", gustaba apuntar
Lenin.
Entretanto, parece que esperan por su publicación las presentaciones realizadas en el pasado XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) sobre la crisis del modelo de prensa cubano y en lo cual destaca la crisis de credibilidad. Sí: se habla de crisis, abiertamente...
Fuente: XI Congreso Upec
Glosando
a Bohemia
Según la más antigua de las existentes revistas cubana, "La sociedad cubana
hoy percibe un aumento de la violencia en el país, y si bien
esta apreciación se ve estimulada por los contenidos no siempre verídicos de redes sociales y medios no oficiales, existe un incremento de
varios tipos de delitos que ha fracturado la sensación de seguridad
de la población. El trasfondo económico-social incide en la aparición de
vulnerabilidades, desigualdades, en la pérdida de
valores y de mecanismos de solución de conflictos que a la postre
generan mayor criminalidad".
Fuente: Internet
Al parecer
enajenada como cualquier cubano de a pie del derecho a acceder a estadísticas oficiales sobre el delito, Bohemia realizó una encuesta
informal cuyos resultados fueron los siguientes:
1) participaron 92 personas en redes
sociales; la mayoría e/ 20-29 años de edad;
2) 92,4% percibe un aumento
significativo de los delitos en los últimos dos años;
3) 42,4% conoció de 10 o más hechos delictivos en los últimos 6 meses;
4) 48,9% ha sido víctima o conoce a alguna víctima;
5) 66,7% ha denunciado el hecho ante
las autoridades;
6) 73,4% no ha tenido solución.
Sin
perjuicio del poco valor asignable a un
sondeo de este tipo, sí es innegable un valor indicativo y por sí mismo invitación a realizar una investigación " con todos lo hierros",
- se dice en Cuba - o a acabar de exigir a
los Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) la
difusión de las estadísticas oficiales sobre el delito, las cuales no parecen ameritar la necesidad
de ser secretas o siquiera restringidas, aún ante la
criminalidad del bloqueo a Cuba y la necesidad de proteger ciertas
informaciones oficiales, para lo cual existen decretos- leyes ad-hoc o una Ley
de Comunicación Social y su Reglamento, a la espera de estar plenamente vigentes desde
pronto hará seis meses de la aprobación de la primera.
Dato a no
perder de vista: el 73,4% de los participantes en la "muestra no
representativa" - califica Bohemia -, observa que el delito de que ha sido
víctima o ha conocido del hecho delictivo "no ha tenido solución"; es decir, no ha sido esclarecido, procesado, y las víctimas no han hallado justicia razonable.
Con el debido respeto, es un número que "habla" muy poco en favor de la prevención, persecución y sanción del delito en Cuba, por muchos delincuentes que estén ocupando las cárceles o cumpliendo sanciones subsidiarias: los hechos, tan tercos como
siempre.
Dos
ejemplos en los que a las claras se nota que Bohemia "hizo cuanto
pudo", al mencionarlos:
1) según el coronel Hugo Morales Karell, jefe de brigadas de patrullas de la
Policía Nacional Revolucionaria (PNR), "los hechos violentos ocurridos
hasta junio del 2023 solamente constituían el 8.5 por
ciento del total de delitos del año en curso; las tres quintas partes
de los autores de esos actos ya estaban detenidos";
2) de
acuerdo con el "coronel Raúl Cano López, segundo jefe de órgano de la Dirección General de Investigación Criminal, en los delitos en los que se priva de la vida de una persona, existe un nivel de
esclarecimiento de 98 por ciento, en tanto el resto no prescribe".
Y nada más, cantaría Silvio Rodríguez. Aunque dichas informaciones fueron difundidas por la televisión, en horario estelar y entrevistando un periodista que es miembro del
Comité Central del Partido Comunista de Cuba, ¿ha de
conformarse el ciudadano - es decir, el soberano - con semejantes
"limosnas informativas", habida cuenta del secretismo al parecer
injustificado respecto al delito? ¿No parece tal secretismo un
"escudo para burócratas", de ésos que se erigen en "clase en sí y para sí"?
Bohemia menciona al antropólogo Pablo Rodríguez Ruiz, para quien los delitos
patrimoniales (hurto, robo con fuerza sobre las cosas), "si bien no
encajan en la definición de delitos violentos, sí inciden en la percepción que sobre la seguridad se tiene. Este tipo de casos no posee niveles
tan elevados de esclarecimiento, a lo que se añade un número no despreciable de personas que no denuncian el robo o las lesiones
leves".
Rodríguez Ruiz no es "cualquier académico": ha
sido premiado cuatro veces por la Academia de Ciencias de Cuba; "comenta -
continúa Bohemia - sobre la llamada cifra negra del delito (casos que no son
denunciados o asentados debidamente), la cual no es recogida por las estadísticas o informes institucionales, pero sí comentada en
los entornos comunitarios, lo cual ha reforzado la idea de inseguridad en los
imaginarios sociales".
¿Así que no sólo el delito no esclarecido, sino además el no
denunciado? ¿Cuál credibilidad tendrían las cifras oficiales, incluso de hacerse públicas?
Siguiendo a
Bohemia, "A mediados de julio de 2023, durante la Sesión Ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue presentado
por las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, y de
Defensa Nacional y Orden Interior un dictamen sobre las medidas adoptadas para
el enfrentamiento al delito, las indisciplinas sociales y la violencia. Éste respondía al informe del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz respecto a la
situación de los delitos en el país...El documento refería que en el primer semestre de 2023 crecieron las cifras de asaltos,
robos con fuerza, alteraciones del orden público, hurtos,
agresiones y amenazas, al igual que los delitos asociados al sacrificio de
ganado mayor y equinos. Estas últimas tipologías muestran un nivel de esclarecimiento muy bajo...Tanto la Fiscalía General de la República (FGR) como el Tribunal Supremo Popular (TSP) consideraron que los
datos oficiales de los hechos reportados están algo
alejados de la realidad porque las víctimas muchas
veces no formulan denuncias, quizás por miedo a represalias, por
desconfianza en la posibilidad de solución de los
hechos, o para no quedar expuestos ante la familia o la sociedad".
Disgresión necesaria: según el vicepremier Jorge Luis Tapia Fonseca, citado por Cubadebate, "sólo en el primer
semestre del 2023, el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor creció en todas las provincias, con 44 318 cabezas hurtadas y sacrificadas, 23
651 más que en igual etapa de 2022".
O sea, que sólo en ese período se cometió un delito de esa naturaleza - ¡sólo esa
tipicidad! - por cada unos 250 habitantes, quienes además ¿no habrían formulado denuncias " por
miedo a represalias, por desconfianza en la posibilidad de solución de los hechos, o para no quedar expuestos ante la familia o la
sociedad"? ¿La subliminal amenaza no es en sí misma
violencia? ¿Qué decir de la " desconfianza en la posibilidad de solución de los hechos"?
¿Palabras, palabras? "Los debates dejaron claro que estos hechos son
preocupación, tanto del pueblo, como de sus autoridades. Prueba de ello fue la
aprobación del Acuerdo X-22 que llama a 'encarar decididamente a los que vulneran
el orden legal del país y atentan contra la seguridad de las personas, cuidando con especial
atención la tranquilidad ciudadana, la integridad personal, la propiedad y
enfrentando cualquier manifestación de corrupción"'.
Por obvias
razones - no es su propósito - el reportaje de Bohemia no ahonda en tipos de delitos económicos como el desvío de recursos, la malversación, el tráfico de influencias
y el cohecho, varios de éstos nombrables como corrupción - si no todos -, y sobre los
cuales existe en Cuba un inquietante manto de silencio; es casi verdad de Perogrullo que la mayor
transparencia informativa posible es un poderoso antídoto contra
tales delitos;si se sabe que se castiga con efectividad, ya se previene.
No por
gusto, la Contralora General de la República, Gladys Bejerano, afirmó en el VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista
(PCC), y frente a las cámaras de la televisión, que el gobierno no está haciendo lo suficiente para mejorar
la vida de la población y que las leyes y resoluciones que se aprueban no se
implementan..."Ninguna de las medidas que ha dictado nuestro gobierno,
nuestro partido, cuando uno va a analizarla, de lo que decidimos, de lo que se
acordó, de lo que todos apoyamos, a lo que sucede, hay una diferencia
extraordinaria".
Gladys Bejerano, bien llamada "Contralora de Hierro ". Fuente: Internet
Sin
embargo, necesaria interrogante: ¿hasta cuánto la presunta
o real impunidad de los "delitos de cuello blanco" estimula la comisión de los de "manos sucias", en un escenario de caída del lugar 51
en el 2007 al 83 en el 2022 respecto al Índice de
Desarrollo Humano,
y con un Coeficiente de Gini estimable
en más de un 0,45 - según el economista cubano José Luis Rodríguez -, lo
cual expresa una desigualdad social nada acorde con la ética del
proyecto socialista cubano? ¿No parece probable que si "el de arriba puede, el de abajo se
atreve"?
Bohemia no
se circunscribe a la mera persecución y sanción del delito:
también resalta el valor de la prevención; menciona a
la Dra. en Ciencias Jurídicas Iracema Gálvez Puebla, Profesora Titular en la Universidad de La Habana, quien
apunta que "el sistema penal no puede alcanzar, ni puede pretender por sí solo garantizar la seguridad… porque interviene sobre los
resultados, sobre los hechos acontecidos y no sobre las causas que generaron el
conflicto social”...El Derecho Penal no es un instrumento de cambio. Para ello se trazan
las políticas públicas del Estado, mediante las cuales se trata de producir con su
implementación un impacto positivo en la comunidad".
Siguiendo a
Bohemia, "las autoridades del Tribunal Supremo Popular afirmaron durante
la sesión del Parlamento que los Tribunales Populares han intensificado su labor
de prevención mediante encuentros sistemáticos con quienes cumplieron
sanciones penales y gozan de libertad condicional o plena en la comunidad. En
esos intercambios se les escucha y se dan respuesta a inquietudes, como la
dificultad de esas personas de reinsertarse en la sociedad. 'Les es difícil encontrar trabajo e incluso ser recibidos por sus familias'"; ésto, puro caldo de cultivo para la reincidencia.
Según Bohemia, "Una de las aristas más visibilizadas
de la violencia social ahora es la basada en cuestiones de género. Los datos más generales del fenómeno, que datan de 2016, cuando fue aplicada la Encuesta Nacional sobre
Igualdad de Género, refieren que un 26.7 por ciento de las mujeres había sido víctima de algún tipo
de violencia de mano de su pareja actual o anterior durante los 12 meses
previos a la investigación (pero) tras la pandemia de la covid-19 y el agravamiento de los parámetros económico-sociales, como indican algunas investigaciones y expertos, es probable
que la cifra de mujeres violentadas pudiera ser mayor".
O sea, que
1 de cada 5 mujeres - más o menos - habría sido víctima de violencia de género. "Bonita" cifra...
En la
anterior dirección, el tema del femicidio (asesinato por motivos de género), es uno de los más seguidos por su trascendencia. "El observatorio de Cuba sobre
Igualdad de Género informó que en
el 2022 hubo 18 mujeres asesinadas por esta causa, en tanto los expertos aclaran
que este año la cifra ha aumentado".
Observable
es que "antiguamente se tenía una baja percepción lo que hace difícil determinar si ese aumento existe en verdad o en realidad siempre
existió un número similar de casos no tipificado como tal".
A entender
de este periodista, ambas causas confluyen; aparte de que "esas estadísticas oficiales" ¿bajo siete llaves? no sólo no ayudan a la real visibilización del problema
y por ende a la adopción de medidas apropiadas, sino que además son caldo de
cultivo para manipulaciones mediáticas contra el proyecto socialista
cubano, harto conocidas, y en las que los amantes u oportunistas interesados de
la propaganda barata "pro Cuba", ni siquiera se toman la molestia de
aprender que estas palabras ¡son de Lenin!: "en el juicio de un enemigo inteligente, es rara la
total confusión; dime quién te alaba y te diré en qué te has equivocado".
¿Algo huele a podrido y no es en Dinamarca?
"El análisis de
los Anuarios Estadísticos de Salud entre 2011 y 2022, en el
apartado de muerte por agresiones, muestra cifras bastante constantes (unos 500
fallecimientos por esta causa), máxime en
el último lustro. No obstante, los decesos por
eventos de intención no determinada, que pudieran incluir algunos
asesinatos sin esclarecer, sí han sufrido un aumento
significativo, de 185 defunciones en 2011 a 544 en 2021 y 495 en 2022".
O sea, que
las muertes por estos conceptos se habrian multiplicado por alrededor de 2,67 en un decenio, y éso de considerarse que, desde el punto de vista metodológico, ¿nada por objetar?
¿Policía,
"buena perla" la policía?
Fuente: Internet
¡Insólito, este aserto de Bohemia, en país donde es casi
"herejía y tea inquisitorial que tú conoces" criticar a los órganos del Ministerio del Interior cubano (MININT), aunque el principio
de rendición de cuentas de elegidos y designados a electores se suponga
sagrado!
"Cuestionamientos a los damnificados a la
hora de hacer la denuncia, desestimación de peligro o la gravedad que
implica la situación, demoras en la toma de declaraciones en las Unidades de la Policía o en el levantamiento de evidencias en el lugar de los hechos,
exposición de las víctimas a la reconstrucción del relato demasiadas veces…, todo lo cual pudiera estar
influyendo en la pérdida de la confianza a la hora de establecer la acusación" ¿Con "esos truenos" se enfrenta al delito?
Este
periodista cosecha anécdotas propias, de familiares o de amistades, acerca de frecuentes
actuaciones poco o nada profesionales de la Policía Nacional
Revolucionaria (PNR) o de otros órganos, y en ocasiones hasta faltas
de ética; pero en ese muestrario, por causas diversas, la PNR, "primera
cara" ante el pueblo del MININT, "se lleva el palmarès": este escribidor ha reído a carcajadas junto a cientos de
espectadores en algún teatro habanero, mientras los "degenerados humoristas del país" hacen de las suyas a costa de los gendarmes.
Burlas
aparte y el buen humor es signo de sanidad mental, el choteo a la policía es también una inquietante señal, no tanto por su existencia como por su naturaleza: los chistes ponen
el acento en las pocas luces policiales y éso sí es una llamada sobre si los órganos policiales se hallan
realmente capacitados para enfrentar un incuestionado pero no cuantificado públicamente incremento del delito.
De inicio,
la disciplina ciudadana, el pensar en el otro: vaya esta anécdota de quien escribe, quien por razones de salud poco benignas está visitando el habanero Hospital Clínico - Quirúrgico Comandante Manuel "Piti" Fajardo; frente al mismo radica
la Unidad Policial conocida como "Zapata y C"; pese a disponer de
espacio suficiente, tanto dentro como fuera del cuartel, los autos policiales
"aparcan alegremente" a la entrada del hospital y hasta allí se friegan los patrulleros, mientras de hecho hasta se podría obstaculizar la entrada de una ambulancia o de cualquier vehículo con una urgencia a bordo.
Fuente: autor
"Detalles,
revelan esencias": ¿esta policía está en capacidad de combatir eficazmente el delito? ¿Se comprende ahora el tan loable servicio público que
Bohemia presta con su reportaje? ¿Se entiende por qué la necesidad cívica de que las estadísticas del delito sean absolutamente públicas? ¿Qué clase de Diputados hay en el Parlamento cubano?
Quede
claro: tan incómodas preguntas son derechos del ciudadano y del elector, no sólo del periodista. Y estar en
cualquiera de los tres roles - si se es cívico y además éstos se mezclan, por esencia - implica enfrentar justificados o
interesados enojos, ataques en las redes sociales de las llamadas ciberclarias, y hasta discretas y no tan
discretas represalias. Cuba, el pueblo, va primero; la desvergüenza sólo es contagiosa cuando se quiere...
Sin dudas,
según Bohemia, el delito es "en
esencia un fenómeno multicausal, multidimensional, en el que hoy incide de modo
significativo el difícil contexto económico del país "
¿Sólo el contexto,
o se está ante la manifestación causal y casual de un modelo socio -politico agotado - más allá del bloqueo estadounidense - que
está dejando de ser una utopía socialista o comunista ante una creciente buròcratización - en tanto hegemonía de una casta que se erige en "clase en sí y para sí" - y en la que una no menos creciente pérdida del
sentido de la responsabilidad va camino de imponerse? ¿Qué tiene que ver el bloqueo estadounidense con el bochornoso espectáculo de policías interfiriendo el tránsito en la entrada de un hospital, para sólo citar un
ejemplo entre millones?
Guste a
quien guste, pese a quien pese, el excelente reportaje de Bohemia se alza
contra esa horrible posibilidad y avisa de que aún en la prensa
cubana hay motivos para soñar. Por parte de este periodista, ¡honor en
recoger el batón!
Post
Scriptum: ¡No faltaba más, lector! Aquí, no sólo en su inicial hipervínculo, Violencia social en Cuba: Entre la realidad y la idea
https://bohemia.cu/violencia-social-en-cuba-entre-la-realidad-y-la-idea/
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