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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 15 de julio de 2024

Las heridas de los hombres, y los viajes por tierra y por mar

Por Eduardo  Rodríguez Ávila, Ministro del Transporte

Algunas personas libran batallas más difíciles que otras; lo común en todas y para todos es que la vida casi nunca nos da la posibilidad de declinar.

Así viven Félix Tito Giro, a sus 76 años, y Rafael González, con apenas 36. Ambos tienen insuficiencia renal crónica y habitan uno de los pocos cayos poblados del país. El tratamiento que lleva su condición médica implica viajes frecuentes al hospital, con un traslado de cuidado, para darse hemodiálisis, ¿cómo se logra por mar?

Lunes, miércoles y viernes, todos en la base de lanchas de Cayo Granma, de la Empresa Provincial de Transporte, en Santiago de Cuba, saben que ese día el viaje programado para las 9 de la mañana es especial. Moverán hasta Punta Gorda, donde los espera un taxi, a Félix y a Rafael, con destino al Hospital Clínico - Quirúrgico "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso".

El tratamiento que reciben allí los ayuda a filtrar (sus riñones ya no pueden) los líquidos adicionales y los productos de desecho de la sangre. Es un procedimiento duro para el cuerpo. 4 horas más tarde (a veces más), el lanchero de turno esperará una llamada desde la otra orilla para, sin demoras, irlos a buscar.

«Hace 2 años me doy hemodiálisis. Me siento bien. Vine al Cayo a vivir con 8 años, y después me fui. Regresé porque estoy solo en Santiago de Cuba, y aquí mis hijas me cuidan y acompañan. El Cayo me encanta», nos cuenta Félix.

«Yo nací en el Cayo», agrega Rafael. «Soy Informático». Una hipertensión arterial asintomática fue afectando sus riñones, con el tiempo daños irreversibles. «Cuando acudí al médico ya era demasiado tarde. Voy a cumplir 2 años en octubre haciéndome hemodiálisis».

«Me siento bien. Ahora estoy pasando un poco de trabajo porque tengo un catéter en la pierna. Debo estar en reposo para evitar un trombo, ya tuve uno en la otra, o que se salga. Así hasta que madure la fístula. El mes que viene, más o menos, comienzo la hemodiálisis por el brazo», nos sigue explicando.

«Toda mi familia es del Cayo, por parte de madre y de padre. Todos somos de aquí. Incluyendo mis abuelos. Se turnan entre mi abuelo, mi tía, mi mamá... para acompañarme a la hemodiálisis».

«Nosotros llamamos y la lancha viene a recogernos». La lanchita para el Cayo lo es casi todo: carguero para la canasta básica, ambulancia de madrugada. Una vez, a las 2 de la mañana, Rafael tuvo un sangrado por el catéter que tenía en el cuello, y no paraba. Tuvieron que salir, a esa hora, rumbo al hospital. El servicio de lanchaje es parte de su traslado. «De momento y hasta ahora ellos están ahí para nosotros. Los llamamos y vienen rápido».

¿Qué sucede cuando se rompe?

«Cuando no hay lanchas nos cruzan en bote. Llamamos a los mismos lancheros y ellos nos mandan un bote. O los vecinos del barrio con bote nos ven y nos recogen».

¿Son muy frecuentes las roturas?

«A veces hay roturas, casi siempre se solucionan el mismo día».

Rafael se llama también el arcángel de Cayo Granma, por la iglesia en su nombre que custodia la cima del caserío/islote, parte del folclor de la comunidad.

Llegamos a Punta Gorda. El taxis está pegado a la zona de atraque. La bajada se hace con cuidado. Félix camina junto a su hija, y Rafael va en silla de ruedas, la que luego su madre doblará y acomodará en el maletero. Ambos parten, junto a sus familias, a seguir en eso de las batallas de la vida.

La lanchita de Cayo Granma continúa su itinerario. Transporta además a unas 800 personas en un día. Sobre las 12 estará lista para regresar a casa a dos de sus pasajeros más cuidados, que recién salen del hospital, con cuerpos frágiles y exhaustos.

Nuestra misión aquí es que las lanchitas, para Félix, para Rafael, y para todo el que dependa de ellas, nunca fallen. Y lo es también mejorar el trabajo de su tripulación: más embarcaciones funcionando, mejores condiciones de vida en la base, mejores salarios. Hacerlo más humano; y sostenible.

1 comentario:

  1. Siempre hay personas decentes, y un ministro q se ocupa. Eduardo es ejemplo de ministro.

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