19 junio 2023
Los gazapos los subrayo en verde.
Las observaciones van subrayadas en rojo.
Comparto asimismo las opiniones expuestas por el compañero José Luis Rodríguez en e-mail enviado por él.
En
diciembre de 1998 la Administración Nacional Estadounidense del Espacio (NASA
por su acrónimo en inglés) lanzó el llamado “Mars Climate Orbiter”. Tenía el
propósito de estudiar el clima, la atmósfera y la superficie de Marte con un
costo cercano a los 170 millones de USD de la época. Sin embargo, el 23 de
septiembre de 1999, la nave espacial entró en la atmósfera marciana demasiado
bajo y demasiado rápido, lo que provocó que se quemara y se desintegrara.
La
investigación del desastre arrojó que la causa originaria de la falla fue un
error de navegación causado por no coincidir las unidades métricas e inglesas
utilizadas en el software de la nave espacial. La NASA usó unidades del sistema
internacional vigente en la inmensa mayoría de los países del mundo, y en la
ciencia de todos, para calcular la dinámica de la nave espacial (en metros por
segundo). Por su parte, la empresa Lockheed Martin fabricante del vehículo usó
unidades inglesas (libras de fuerza) para especificar las propiedades
correspondientes. Esto condujo a un error de cálculo de la trayectoria de la
nave espacial, lo que provocó que entrara en la atmósfera marciana en el ángulo
equivocado y se produjera el aborto de la misión.
Este
es un costoso ejemplo del valor de la uniformidad en las unidades de medición
para cualquier comparación, diseño, decisión o juicio que se deba hacer. Fue
una enseñanza para los creadores de la nave y lo es también para nuestra vida
práctica.
En
un famoso libro, el intelectual israelita Y.N. Harari escribía1:
NOTA: Hasta y para llegar al verdadero dinero la humanidad requirió de
grandes desarrollos tecnológicos hasta llegar a la plata y el oro y a su monetización.
Fue necesario avanzar durante siglos y milenios en las relaciones económico sociales
de producción, desde las formas simples del valor en los primeros intercambios,
hasta la forma universal del valor y del valor de cambio y finalmente a la
forma dinero.
El
dinero no son las monedas y los billetes. El
dinero es cualquier cosa que la gente esté dispuesta a utilizar para
representar de manera sistemática el valor de otras cosas con el propósito de
intercambiar bienes y servicios. El dinero
permite que la gente compare rápida y fácilmente el valor de bienes distintos
(como manzanas, zapatos y divorcios), que intercambie fácilmente una cosa por
otra, y que almacene la riqueza de manera conveniente. Ha habido muchos tipos
de dinero. El más familiar es la moneda, que es una pieza estandarizada de metal
acuñado. Pero el dinero existió mucho antes de que se inventara la acuñación, y
ha habido culturas que han prosperado empleando otras cosas como dinero, como
conchas, ganado, pieles, sal, grano, cuentas, tela y notas de pago. Las conchas
blancas o cauris se utilizaron como moneda durante unos 4000 años en toda
África, el Sudeste Asiático, Asia oriental y Oceanía. A principios del siglo
XX, en la Uganda Británica todavía podían pagarse los impuestos mediante
cauris”.
Efectivamente, el dinero de hoy cumple perfectamente su misión y cada vez más se parece a su concepto básico. Los que históricamente han guardado dinero en forma de papel moneda en una botija enterrada o debajo de la almohada no se han dado cuenta de que se trata solo de un símbolo, de un simple número impreso que solo adquiere valor cuando alguien lo acepta a cambio de determinados bienes o servicios. Por eso es igual que esté impreso en un billete de papel que inscrito en la memoria de una computadora. Si tiene cambio universal al ser aceptado por valores reales y por cualquier ente, es dinero.
NOTA:(En estos dos últimos párrafos se expone de una manera simplista y
no científica ni histórica la historia del dinero y de su significado como
equivalente universal)
En
la historia de la Revolución Cubana las contingencias políticas marcadas por la
hostilidad de la potencia más importante del mundo hicieron que nuestro peso
cubano fuera regulado en su capacidad de cambio desde muy temprano en la década
de los años 60 del pasado siglo.
A esto se sumó la adopción de una práctica nefasta de las
economías del experimento socialista europeo de regular el dinero en su cambio
externo.
NOTA__ (Esto no fue una práctica e invento
nefasto del experimento socialista europeo sino la etapa final de la historia
del dinero cuando se manifestó ya como equivalente universal mundial es decir como
dinero internacional o mundial. Leer cualquier tratado histórico científico sobre
la historia del dinero y léase El Capital de Carlos Marx, sobre todo su tomo I).
Las administraciones
burocráticas se acomodaban mejor a un dinero que solo lo fuera dentro de cada
país. Hasta limitaron su capacidad de cambio internamente, lo que facilitaba
presentar una imagen de progreso ocultando la de estancamiento o retraso. Hay
estimaciones de que el producto interno bruto real de la URSS dejó de acelerar
su crecimiento en los años 70 del pasado siglo y se estancó en los 80, pero
nadie se dio cuenta.
Si a una moneda se le limita de cualquier forma su capacidad de
cambio por lo que se desee, deja de ser dinero, y se pierden todas sus ventajas
que lo hicieron tan útil desde hace más de 2500 años.
NOTA-Esto dos párrafos continúan la superficialidad sobre un componente
tan determinante de la economía y de su desarrollo a través de la historia como
lo es el Dinero.
No es este el espacio para relatar la historia más reciente de
nuestra moneda. Pero si podemos sacar de este razonamiento algo muy importante.
La referencia de dinero con capacidad liberatoria ilimitada que tenemos
internamente la estableció nuestro gobierno en 1993 cuando se permitió la libre
circulación de dólar de los EEUU (USD) en el escenario donde la sociedad
realiza todo valor: el mercado interno.
El peso cubano siempre ha tenido valor en ese escenario. Pero en
condiciones del monopolio estatal del comercio y los servicios minoristas
predominante hasta 1990, se regulaba por un sistema de balance entre precios y
oferta, que más mal que bien podía sustentarse. El mercado informal, donde el
dinero cubano adquiría cierto valor de cambio universal con el dólar era
minoritario y podía obviarse en los balances macroeconómicos.
A partir de ese año de liberación del dólar como moneda de
circulación interna, y siendo una moneda extranjera sin regulación nacional posible,
pero con aceptación en cualquier parte, se suele reconocer que la tasa de
cambio de nuestro peso ha fluctuado desde un dólar por ocho pesos hasta las
actuales.
NOTA- Estos párrafos subrayados en verde no reflejan la verdadera historia
de nuestra moneda nacional ni de nuestro peso o unidad monetaria nacional (patrón
de precios) que apareció por primera vez por ley del 29 de octubre de 1914.
Esta Ley estableció un sistema monetario “cubano” sobre la base del patrón
oro actuando como medios de circulación tanto las monedas de oro, que se acuñarían
ilimitadamente y que tendría fuerza liberatoria ilimitada, pero actuarían también
como monedas la plata y el níquel, que circularían con un valor nominal
superior a su valor metálico, siendo por tanto monedas auxiliares con fuerza
liberatoria limitada.
Adicionalmente, además de estas monedas nacionales, tendrían curso
legal las monedas norteamericanas que circularían también con fuerza
liberatoria ilimitada igual a nuestro peso con la peculiaridad de que, igual
que los dólares metálicos, circularían los dólares impresos en papel, es decir
que fue Cuba el primer país en que circulo el papel moneda de los E.U. con
fuerza liberatoria ilimitada, aun antes que en los propios E.U.
Lo más grave
es que hoy existen aproximadamente tres tasas de cambio del peso como dinero y
todas son producto de regulaciones más o menos artificiales. La cercana a un
dólar por 24 pesos de los salarios de los empleados del estado, la de cerca de
un dólar por 120 pesos pre que dominante en el cambio oficial de remesas y
otros bienes y la ilimitada de más de 180 pesos por un dólar que es la que
predomina en el llamado mercado informal. Lo verdaderamente notable es que
ninguna de estas tasas permite saber cuánto vale un peso cubano, porque todas
tienen algún tipo de regulación en su capacidad de cambio. Ni siquiera la del
mercado informal puede cambiarse por lo que se desee, porque hay bienes y
servicios que no admiten al peso cubano como dinero, en ninguna de sus
evaluaciones.
Esto
es particularmente grave en las llamadas relaciones macroeconómicas que
obligatoriamente se construyen sobre las microeconómicas. Los desastres de
evaluar empujes con dos patrones diferentes, como le ocurrió a la NASA en
Marte, solo se pueden evitar usando patrones de medición reales cuyo valor sea
único, con capacidad liberatoria ilimitada y con muy poca, si alguna,
regulación.
La
decisión de convertir al peso cubano en dinero ahora mismo parece ser la
fundamental para que cualquier medida económica estructural en favor de la
economía de todo el pueblo pueda ser exitosa. No es cosa, por supuesto, de un decreto impensado, pero si
de una urgente y rápida acción abarcadora de tasas de cambio, mercado, pensiones
y salarios que minimice los efectos inmediatos indeseados a cambio de poder
gobernar realmente la economía nacional. Puede que una todavía pequeña proto
burguesía se vea afectada, pero es justamente esa la que es preciso regular, y
no la moneda, para preservar una democracia socialista verdadera.
La
Habana, 19 de junio de 2023
RAZONAMIENTO DE JOSE LUIS---LO INTERESANTE ES ¿COMO RESUELVE EL AUTOR LA " urgente y rápida acción abarcadora de tasas de cambio, mercado, pensiones y salarios que minimice los efectos inmediatos indeseados a cambio de poder gobernar realmente la economía"?
ESO ES MUY FACIL DE
DECIR, PERO SE REQUIERE UN CONOCIMIENTO DE ECONOMIA PARA INTENTAR HACERLO BIEN
Y ESO PRECISAMENTE NO SE HA LOGRADO, NO PORQUE NO SE SEPA LO QUE HAY QUE HACER,
SINO PORQUE ES MUY COMPLICADO Y DIFICIL.
CREAR LA EXPECTATIVA DE
QUE ES UNA SOLUCION SENCILLA ES UN ERROR QUE NO AYUDA PARA NADA.
UN ABRAZO
Bueno, estoy seguro que aunque es difícil, los buenos economistas pueden ir acercándose a una solución. Los que si no saben cómo hacerlo y van de error en error son Gil, Queipo y compañía.
ResponderEliminarEntiendo a José Luis, pero mientras se siga diciendo que es muy difícil y no se haga nada, se va a seguir cantinfleando sobre el tema. O se hace algo o se hunde el país. Yo doy ingeniero, se dar soluciones, los economistas y políticos que hagan lo que les toca hacer, pero ya.
ResponderEliminarDe acuerdo, Jorge r. Nada más que nos faltaba que también los economistas se pongan a cantinflear. Sí se puede, va y lo que se necesita es otro gobierno!!!
ResponderEliminarY esto que es arco iris musical. Que manera de perder el tiempo.
ResponderEliminarArco iris....ja. En cuba ya no quedan economistas, solo opiniones y propaganda.
ResponderEliminarhttps://www.electoralintegrityproject.com/global-report-2023
Si hay economistas, si se sabe que hay que hacer, si se sabe como hacerlo. Faltan pantalones a todos los niveles.
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