A pesar de los contratiempos se buscan soluciones para mejorar el servicio como una prioridad establecida por la dirección del país
3 de septiembre de 2024 22:09:19
Los arranques y las paradas bruscas producen averías colaterales como fallas en las conductoras. Foto: Juvenal Balán
Más de 600 000 personas en el país sufren afectaciones con el abasto de agua, reconoció José Antonio Hernández Álvarez, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, perteneciente al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, al explicar a la prensa el complejo panorama del suministro de este líquido vital en Cuba.
Según detalló, algunas provincias presentan una cifra superior a 30 000 clientes sin servicio, como Pinar del Río, Artemisa, Santiago de Cuba, Granma, Villa Clara, Cienfuegos y Holguín, mientras La Habana rebasa los 130 000.
Confluyen dos causas fundamentales de la problemática: la rotura de una cantidad significativa de equipos de bombeo y la situación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), resaltó.
Sobre el segundo motivo explicó cómo, al margen de la voluntad de la Unión Eléctrica, en ocasiones la disponibilidad de la generación o la inestabilidad del SEN impiden proteger los circuitos que albergan los equipos de abasto.
Además, los arranques y las paradas bruscas, así como las variaciones de voltaje y frecuencia de los sistemas energéticos producen averías colaterales, agregó Hernández Álvarez.
Cuando finaliza un apagón, ilustró, a diferencia del restablecimiento instantáneo del fluido eléctrico, el agua demora hasta tres o cuatro horas en retornar porque los sistemas necesitan presurizarse para llegar a su destino y, sobre todo, a los puntos más críticos.
Los daños en La Habana empezaron por averías en un grupo de dispositivos importantes de la Cuenca Sur, que beneficia a los municipios Plaza de la Revolución, Centro Habana, Habana Vieja, Diez de Octubre y una parte de Boyeros, «pero hemos ido saliendo». Ya funcionan 16 de los 19 equipos necesarios en esa zona, recalcó.
Sin embargo, tras el mejoramiento paulatino en esa área, ahora las mayores dificultades se trasladan al oeste de la urbe, puntualizó. Fallaron tres equipos en Ariguanabo y también queda uno de peso en Cosculluela, con la misión de brindar el servicio en el municipio Marianao y parte de Playa.
San Miguel de Padrón contó durante mucho tiempo con solo tres, e incluso, dos de sus cuatro dispositivos, pero ya todos están restablecidos. Además, una reparación de conductora, el viernes pasado, posibilitó recuperar presión y caudal, señaló.
Entre tanto –continuó– en Villa Clara el principal problema reside en el municipio Caibarién, y ya se trabaja en el montaje de un equipo para resolverlo en gran medida. Los dispositivos en el norte de Holguín, a pesar de reparaciones, prosiguen con interrupciones y los especialistas revisan las causas.
La estrategia para revertir esta realidad está trazada en atención a las prioridades, de acuerdo con la mayor cantidad de población asociada a los lugares con equipos averiados.
Tras la entrada de un grupo de recursos para recuperar y enrollar los motores, Aguas de La Habana concentra en un taller los de mayor porte, emplazados en la capital, informó el presidente del Grupo Empresarial.
Los de menor porte terminan en el taller nacional de San José de Las Lajas, aunque también están habilitados otros locales de este tipo en Jovellanos, Matanzas y en Camagüey, para responder lo más rápido posible a las demandas.
Asimismo, la capital de la Mayor de las Antillas cuenta con el respaldo de brigadas de diferentes provincias como Mayabeque, Pinar del Río y Matanzas, subrayó Hernández Álvarez.
A pesar de los contratiempos, «la población puede tener tranquilidad de que no se para de trabajar ni siquiera sábados y domingos, y tenemos el apoyo del país, el Gobierno central prioriza la actividad y ofrece soluciones financieras en la medida en que la situación lo permite».
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